Muchachas
Gonzalo Rojas
Desde mi infancia vengo mirándolas, oliéndolas, | |||
gustándolas, palpándolas, oyéndolas llorar, | |||
reír, dormir, vivir; | |||
fealdad y belleza devorándose, azote | |||
del planeta, una ráfaga | |||
de arcángel y de hiena | |||
que nos alumbra y enamora, | |||
y nos trastorna al mediodía, al golpe | |||
de un íntimo y riente chorro ardiente. |