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Noticias acerca de los Banu Hud, reyes de Zaragoza, Lérida, Calatayud y Tudela

Francisco Codera y Zaidín







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Al presentar á la Academia el tomo VI de la Bibliotheca Arabico-hispana, y dar cuenta de su contenido, quise aprovechar dos noticias que se refieren de un modo vago á la existencia de un reino árabe independiente en Calatayud la una, y la otra á la terminación de la dinastía de los Banu Hud en Zaragoza; pero como las indicaciones de Abén Alabbar solo merecían, por lo vagas, servir de pretexto para aprovechar las noticias mucho más concretas y copiosas que debía comunicar á la Academia antes que al público, por proceder de uno de los manuscritos adquiridos recientemente para la misma, creí oportuno suprimir allí la noticia y hacerla objeto de comunicación especial, ensanchando el cuadro de modo que contenga las noticias de más interés que referentes á los Banu Hud encuentro en el libro de Abén Aljathib titulado  Noticias acerca de los que fueron proclamados antes de la pubertad, título inexacto, pues si trata de algunos príncipes que fueron proclamados antes de la pubertad, lo mismo trata de los demás, y así la obra, en lo que á España se refiere, es un compendio histórico desde los primeros tiempos de la dominación musulmana hasta el año 773 de la hegira, tres años antes de la muerte del autor.

Al hablar de Çuleimán ben Hud, fundador de la dinastía, dice Abén Aljathib que «dividió entre sus cinco (sic) hijos las regiones de su reino, distribuyéndolas entre ellos: á Ahmed dió el gobierno de la ciudad de Zaragoza, la Ciudad Blanca; á Yuçuf la ciudad de Mérida (léase Lérida); á Mohámmad la ciudad de Calatayud, y á Lupo dió el gobierno de Tudela: después de la muerte de Çuleimán sus hijos se separaron, y de ellos Ahmed fué el favorecido, oprimiendo con perfidia á sus hermanos, hasta que les quitó lo que estaba en poder de ellos y los destruyó, de modo que

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desapareció su nombre y prevaleció sobre ellos con historia larga: tomó el sobrenombre de Ahmed Almoktadir billah».

Hasta ahora sabíamos por los autores que Çuleimán había dividido el reino, dando á Ahmed el de Zaragoza y á Yuçuf el de Lérida: de los otros dos reinos parece que ningún historiador árabe conocido hace mención.

De Yuçuf, rey de Lérida, sabíamos algo de sus guerras con su hermano Almoktadir, y por las monedas, por cierto muy variadas, resultaba, sin que podamos fijar fechas, que tomó los títulos de Aththafir Aththafir, Almothaffir, Almothaffir, Dzuççiadatein Dzuççiadatein (el de los dos señoríos), Çeifo-d-Daulah Çeifo-d-Daulah, y quizá Tacho-d-Daulah Tacho-d-Daulah; de estos títulos, dos ó tres figuran al mismo tiempo, pero sospecho que alguno de ellos se refiere á otro personaje, quizá hijo de Yuçuf, que se llamase Çuleimán como su abuelo, y hubiera tomado ya el título de Tacho-d-Daulah1.

Del reino de Calatayud nada dicen los autores conocidos hasta ahora: algo habíamos sacado de las monedas, pues de ellas habíamos deducido la existencia de un rey de Calatayud llamado El hachib El hachib Mohámmad Adhido-d-Daulah, y aun había podido comprobar su existencia en el año 446 (12 Abril 1054 á 2 Abril 1055)2.

Por conjetura había llegado á dar por sentado3 que el rey Mohámmad de Calatayud pertenecía á la familia de los Banu Hud, pues así lo proclamaban en nuestro sentir unas moneditas de oro sin nombre de çeca ni año, y que, sin embargo, sospechábamos fueran de Calatayud.

Posteriormente, del estudio de una monedita de oro que posee nuestro amigo D. Mariano Lahoz, de Calatayud4, deducíamos

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que el rey Mohámmad era hijo de Çuleimán ben Hud, pues en la II A. de la moneda leemos hoy sin ninguna duda

Aunque en la moneda no consta nombre de çeca, para nosotros hoy es indudable que está acuñada en Calatayud, lo mismo que las otras que están acuñadas por el Hachib Mohámmad, con el nombre Abén Hud en la I A.

¿Hasta cuándo duró el reino de Calatayud? No lo sabemos, pues Abén Aljathib no lo dice: en Abén Alabbar en la Tecmilah, encuentro algo que puede indicar, si no el término, una fecha bastante aproximada del mismo; pues dice que Abdelaziz ben Abdallah ben Hudzail, natural de Calatayud, estuvo de embajador en Zaragoza en racheb del año 470 (18 de Enero de 1078 á 17 Febrero) (biog. 1741): como el autor no dice por quién fué enviado Abdelaziz, no es seguro que fuera por el rey, pues pudo enviarlo el municipio, ó como queramos llamar al gobierno local árabe.

Del reino de Tudela sabíamos algo por ligeras indicaciones de nuestras crónicas5, y algo más por las monedas, nada por los autores árabes; pero es el caso que las monedas proclaman rey por estos años á un Alhachib Mondzir, que en alguna variedad toma el título de Ath-thafir Ath-thafir: con fecha solo conocemos una del año 440 (16 de Junio de 1048 á 5 de Junio de 1049): Abén Aljathib dice que el hijo de Çuleimán Almoçtain, que ocupó el trono de Tudela, se llamaba Lupo, y al año siguiente de la muerte de Almoçtain, ó en el anterior, pues la fecha de la muerte resulta

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dudosa, encontramos como rey de Tudela á Mondzir: ¿se equivocó Abén Aljathib, ó tenemos aquí una de tantas dificultades que no podemos resolver por falta de datos? No lo sé; conozco otras monedas, que probablemente son de Tudela, pero como ninguna es completamente segura, no merecen aquí mención especial.

Abén Aljathib da alguna noticia nueva, pero poco aceptable respecto al principio de la dinastía de los Banu Hud en Zaragoza; más luz da respecto á su terminación, que si bien nos era conocida por el autor del Holal, en los mismos autores árabes anda tan confundida, que no es de extrañar fuera ignorada por completo por nuestros autores aragoneses, cuando el mismo Abén Jaldun (tomo III, pág. 163, edición de Boulac) cree que el último rey Abdelmélic fué echado de Zaragoza por Alfonso el Batallador en el año 512 (24 Abril 1118 á 14 Abril 1119), siendo así que nueve años antes le habían arrojado de ella sus mismos súbditos.

La relación de Abén Aljathib difiere bastante de la del autor del Holal, extractada por M. Dozy6. Según Abén Aljathib, Almoçtain murió mártir en el año 501, en vez de 503 (31 Julio 1139 á 20 Julio 1140), cuya fecha parece segura por la concordancia de autores árabes y documentos cristianos: «le sucedió en el trono su hijo Abdelmélic Imado-d-daulah, y al mes de su reinado el kaid Abdelmélic ben Fátima quiso apoderarse de la ciudad, y al efecto se dirigió hacia ella; pero sus moradores, al acercarse, le aconsejaron que se volviese y no iniciase la guerra civil y (deberá decir o  ?) fuese hacia ellos contra los cristianos en auxilio de su emir: habiéndose vuelto, luego Abdelmélic Imado-d-daulah hizo alianza con el rey de Castilla, y disgustada la gente por esto, llamaron al kaid, que mandaba en Valencia, de parte de Alí ben Yuçuf; el kaid, en efecto, se adelantó hacia Zaragoza, y se apoderó de la almedina: el rey Imado-d-daulah llamó en su auxilio al cristiano Abén Radimir, quien se dirigió en su auxilio; pero Abén Alhach (Abu Abdallah Mohámmad ben Alhach el Lamtuní) se apresuró á salirle al encuentro, y habiendo flojeado los suyos,

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sobrevino la derrota y murió mártir (Allah le haya perdonado), haciéndose esta general entre los muslimes en la tarde del domingo, mitad de dzulhicha del año 503, hasta que la gente de Zaragoza hizo salir á Abdelmélic ben Ahmed ben Almutaman ben Almoktadir ben Almoçtain, llamando al gobernador de Alí ben Yuçuf, quien entró en Zaragoza el sábado 10 de dzulkada del mismo año 503».

En esta relación de Abén Aljathib no deja de haber alguna inexactitud conocida; pues si Abén Alhach murió mártir, no fué en esta batalla ni en Zaragoza, sino cinco años después en la batalla del Puerto, probablemente en el Congost de Martorell, como tuvimos ocasión de manifestar anteriormente7.

También parece que deben estar equivocados los meses de esta relación, y que habría que suponerlos cambiados, de modo que la batalla acaecería el domingo á mitad, ó sea 15 de dzulkada, y la entrada del kaid en Zaragoza en el mes siguiente ó sea en el de dzulhicha: tales como están las fechas, ambas resultan equivocadas, pues el 15 de dzulhicha fué martes, no domingo, y el 10 de dzulkada también fué martes, no sábado; es verdad que esta fecha tampoco sale bien, suponiendo equivocado el mes.

Abén Alabbar, en su Tecmilah, hace referencia á la batalla en que fué derrotado el kaid almoravide, pues en la biografía de Abderrahmán ben Mohámmad ben Haywa, natural de Huesca, conocido por Abén Correyax, dice que murió mártir en Zaragoza en el año 503, en la batalla contra Abu Abdallah ben Alhach el Lamtuní: este año 503 fué llamado a el «año de la pradera»: contra su costumbre, Abén Alabbar no dice en qué mes y día murió mártir el oscense Abén Correyax, y por tanto no podemos con su testimonio fijar la fecha de la batalla.

El relato del autor del Holal y de Abén Aljathib respecto á la toma de Zaragoza por los almoravides resulta comprobado indirectamente por monedas acuñadas en esta población por Alí ben Yuçuf en los años 504 y 509.

El manuscrito de Abén Aljathib, que tan buenas noticias nos

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proporciona respecto al reino de Zaragoza, no ofrece menos novedad para la historia de los otros reinos de Taifa y períodos posteriores; pero por lo visto, puede deducirse que no siempre estaba bien enterado, y que por tanto, la obra, aunque muy importante, no deja de tener defectos, y sus datos no deberán tomarse como indiscutibles: también se echa de ver en esta obra, que el mismo Abén Hayyán en algunos casos estaba muy poco y mal enterado de sucesos casi coetáneos, y que si por fortuna se encontrasen sus obras, habría aún que cotejar su testimonio con el de otros autores, que respecto á algunos puntos pudieran estar mejor enterados, como sucede con la historia de la dinastía de los Tochibíes de Zaragoza, que Abén Hayyán confundió por completo, y que conoció mejor, aunque no bien, el autor del libro Almogrib, libro del cual parece se conservaba un ejemplar en la mezquita de Tánger, y cuya existencia no ha sido posible comprobar hasta ahora, á pesar de los esfuerzos hechos con este objeto.

Madrid 22 de Noviembre de 1989.





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