... porque te regalé un libro de poemas Acaso alguien te preguntó ¿quieres vivir? Bien sabes, muchacha, Cuando estoy contigo Debes saber, amor, Desde siempre quise ser poeta, En el asfalto duerme, Eres puro cabellos, Esta noche no estoy para llorar, Fue el principio de tu vida Habitualmente Las espinas de tus senos consternan Las palabras son inútiles, Me duele Me duele amarte, Muchacha, Me he acostumbrado Mientras te espero, Muchacha, Mitacuñami mañá pyjharé, rembé ysapyva Necesito una palabra incorruptible, No debería ni pensar en vos, No estabas en casa No puedo callar No tengas miedo, muchacha, Para verte, ¿Por qué siempre el silencio? Me preguntas. Salió un día a principios del año 1976, Se aproxima diciembre, tu promesa, Soledad Soy un hombre que reza Te amo a ti Te causará gracia, seguro, Te veo partir Tengo razones Tengo una lágrima fácil, Tu mirada de cielo triste Tuve sangre en los ojos, Un día que da pena, Un inmenso espejo húmedo Una isla abandonada Verte triste Volviste ayer, como siempre, Ya que no puedo ser feliz, Yo decreté la apertura de tu vida, Yo no soy un «poeta Yo te habité en una época,
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