Poesías escogidas
Ramón de Campoamor
Campoamor
Libro primero
Ternezas y flores
La niña y la mariposa
A Felisa
El día de su casamiento con D. Salustiano de Olozaga
La rueda del amor
Tu boca
La beata de máscara
Su imagen
A unos ojos
Libro segundo
Ayes del alma
A la Reina Cristina
Restauradora de las libertades patrias al partir para su destierro
Al regreso de S. M. la Reina Doña María Cristina
Sonetos
El descreimiento
A S. M. la Reina Doña Isabel II
La duda
La vida humana
Catón de Útica
Los egoístas
Los celos
Amor conyugal
Amar y querer
El busto de nieve
Los padres y los hijos
Los hijos y los padres
A mi sabio amigo Don Antonio María Segovia
Epitafios
Sobre la tumba de la Sra. D.ª Carmen Arana de García
Su hija Julia
Sobre la tumba de D. Joaquín Ferreres
Epístolas
A mi madre
Epístola moral a D. F. F. Golfín
Madrigales
A B.
A N.
A M. L.
A M. B.
A L.
A Natalia y a Gonzalo Segovia en sus bodas
Libro tercero
Fábulas
Sección política
Fábula primera
El reino de los beodos
Fábula II
El arquitecto y el andamio
Fábula III
La col y la rosa
Fábula IV
Guerras civiles
Fábula V
El ladrón y el sargento
Fábula VI
Tiranías justas
Sección religiosa
Fábula
La urraca, la rama, el árbol, la tierra y el sol
Sección moral
El chico, el mulo y el gato
El viejo y el mendigo
La encina y el rosal
El mancebo y los pájaros
El muchacho, el podador y el manzano
El pastor y el insecto
Fábula VII
El alcornoque y la enredadera
Fábula VIII
La urraca y la gallina
Fábula IX
El lugareño y el magnate
Sección filosófica
La abeja, el burro y la rama
El escultor y los dos troncos
La madre y el hijo
El padre y sus hijos
El ruiseñor y el ratón
El padre, el hijo y el perro
La vuelta del campesino
Bienes prometidos
El labrador y la morera
Libro cuarto
Doloras
- I -
Cosas de la edad
- II -
Glorias de la vida
- III -
Propósitos vanos
- IV -
Vanidad de la hermosura
- V -
La compasión
- VI -
Corta es la vida
- VII -
Virtud de la hipocresía
- VIII -
El concierto de las campanas
- IX -
Vaguedad del placer
- X -
Adiós para siempre
- XI -
Porvenir de las almas
- XII -
La dicha es la muerte
- XIII -
La opinión
- XIV -
¡Quién supiera escribir!
- XV -
Amar al vuelo
- XVI -
- XVII -
Cosas del tiempo
- XVIII -
Todo esta en el corazón
- XIX -
¿Qué es amor?
- XX -
Las dos grandezas
- XXI -
Sufrir es vivir
- XXII -
Los dos espejos
- XXIII -
Amor y gloria
- XXIV -
Nunca olvida quien bien ama
- XXV -
Los dos pecadores
- XXVI -
Muertos que viven
- XXVII -
Las dos linternas
- XXVIII -
El mayor castigo
- XXIX -
Músicas que pasan
- XXX -
La metempsicosis
- XXXI -
Las dos tumbas
- XXXII -
La verdad y las mentiras
- XXXIII -
La ambición
- XXXIV -
Los grandes hombres
- XXXV -
Los relojes del Rey Carlos
- XXXVI -
Todo y nada
- XXXVII -
Los dos miedos
A rey muerto rey puesto
- XXXIX -
Hastío
- XL -
Mal de muchas
- XLI -
Bodas celestes
- XLII -
Las dos esposas
- XLIII -
Memorias de un sacristán
- XLIV -
El anónimo
- XLV -
¡Así!
- XLVI -
El alma en venta
- XLVII -
Lo de siempre
- XLVIII -
La viuda y el filósofo
- XLIX -
- L -
Ellos y ellas
- LI -
El amor y la fe
- LII -
Cuestión de nombre
- LIII -
El gaitero de Gijón
- LIV -
Los extremos se tocan
- LV -
La condición
- LVI -
Verdad de las tradiciones
- LVII -
La Noche-Buena
- LVIII -
Las buenas pecadoras
- LIX -
La ley del embudo
- LX -
Rogad a tiempo
- LXI -
Hero y Leandro
- LXII -
Guardas inútiles
Contrastes
- LXIV -
El gran Proteo
- LXV -
Los progresos del amor
- LXVI -
El último amor
- LXVII -
Venus sacratísima
- LXVIII -
Una cita en el cielo
- LXIX -
Rosas y fresas
- LXX -
El gran festín
- LXXI -
Caballos y caballeros
- LXXII -
Lo que es el Olimpo
- LXXIII -
Viaje redondo
- LXXIV -
Los tres guardapelos
Libro quinto
Cantares
Amorosos
No esperes que una mudanza
Como no vives tú en mí
Está tu imagen, que admiro
Perdí media vida mía
Más cerca de mí te siento
Sueñe o vele, no hay respiro
Cuantos te han tratado y tratan
Aunque esté muerto de cierto
Marcho a la luz de la luna
Dios, que nos crió a los dos
Las malas son esas penas
Ten paciencia, corazón
Aún di poco por tu amor
Absorto en ti mi deseo
Ir hacia Atocha la vi
Es tanta mi ceguedad
Porque en dulce confianza
Vuélvemelo hoy a decir
Tras ti cruzar un bulto
Que es matarme, confieso
Epigramáticos
Que me vendiste se cuenta
Que es corto sastre preveo
Porque esté más escondido
Sin antifaz te veía
Si te ha absuelto el confesor
¡Que no me conoce, ayer
Aunque al salir tú del puerto
Levanta ese rostro inquieto
Yo no soy como aquel santo
Es el amor un galán
Con desdén me has molestado
No engañarías, a fe
Cual vil cazador me trata
Pues yo la perdiz anhelo
Como en la iglesia te vi
Cuando cobrar una de uno
En vano al pie de un retablo
Casi te lo agradecí
Loca por mi te figuras
Te pintaré en un cantar
Entonces, con el deseo
Diciéndolo, no diré
Si es fácil una hermosa
Filosófico-morales
La vida es dulce o amarga
Menor el tormento fuera
Mal hizo el que hizo el encargo
Para divertir su afán
Como asegura un autor
¡Cómo cansan, cómo cansan
Mi deseo es desear
Si ayer tropecé bastante
La tumba es al lecho igual
Si como se sabe ya
Tengo un consuelo fatal
Con permiso del Eterno
Ya ni por saber trabajo
No vengas, falso contento
Mucho sabría, en verdad
Llaman vida a ir de esta suerte
Ayer sudé por ganar
Piensa, con ojos serenos
Mi madre, que me amaba
Te enseñó, pues quisiste
One fine body…