Poesías sueltas
Miguel de Cervantes Saavedra
La dificultad de reunir las poesías sueltas de Cervantes (deficientemente publicadas, en su mayor parte, y contenidas en raros libros, o en manuscritos poco accesibles), hace bastante penosa la tarea del editor. Por otro lado, si se exceptúan algunas, como la Epístola a Mateo Vázquez, o el soneto al túmulo de Felipe II, la mayoría de ellas dista mucho de acreditar la inspiración de la musa cervantina, y solo merecen conservarse por el renombre de su autor.
Nada de particular tendría el hallazgo de otras composiciones de Cervantes, que probablemente se encontrarán sepultadas en archivos y bibliotecas de España o del extranjero. Ni sería extraño que algunas de ellas figurasen como anónimas en los Cancioneros, sin que fundadamente podamos atribuirlas a su verdadero autor. Nosotros hemos cuidado de no incluir en esta colección, sino aquellas poesías cuya autenticidad esté en algún modo probada.
Indudable es que Cervantes no olvidó jamás a Garcilaso, y que influyeron en él notablemente sus contemporáneos de la segunda mitad del siglo XVI (Juan de la Cueva, Laynez, Figueroa, Padilla, etc.), a quienes imita en la -4- técnica, en las rimas y hasta en los pensamientos.
Abundan en la poesía cervantina las frases hechas (recuérdense el «suelo hispano», el «triste y bajo estado», la «alta cumbre», el «alto ingenio», etc.), y son frecuentes los contrastes («falta» y «sobra», «vida» y «muerte», «cielo» y «tierra», «paz» y «guerra», «invierno» y «primavera», etc.) Las imágenes, por lo general, son frías y rebuscadas (salvo alguna que otra de feliz ideación), y los conceptos, no muy profundos. Fáltanle soltura, fluidez, dominio del verso, en una palabra; y así debieron de reconocerlo sus contemporáneos, que nunca le alabaron resueltamente como poeta. Tuvo una idea elevadísima de la Poesía, y llegó a hacer de ella una especie de religión, diciendo que es «como una doncella tierna y de poca edad, y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella se ha de servir de todas, y todas se han de autorizar con ella; pero esta tal doncella no quiere ser manoseada, ni traida por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas ni por los rincones de los palacios.» (Quixote, II, 16). Pero no poseyó, evidentemente, las dotes necesarias para ocupar puesto elevado en el sacerdocio de un culto semejante.
-5-
Consta la poesía en el ms. 373 [classement de 1860] de la Biblioteca Nacional de París, y su existencia fue por primera vez señalada en el Catalogue des manuscrits espagnols et des manuscrits portugais de A. Morel-Fatio [Paris, 1892; núm. 602: Recueil de poésies castillanes du XVI.e et du XVII.e siècle; fol. 73 v.]. La 1.ª edición vio la luz en la Revue Hispanique, tomo VI, 1899, pág. 508.
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Soneto-epitafio a la reina Isabel de
Valois
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Epitaphio
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Este soneto, y las tres composiciones que siguen, figuran en el libro: Historia y relacion verdadera de la enfermedad, felicissimo transito, y sumptuosas exequias funebres de la Serenissima Reyna de España Doña Isabel de Valoys, nuestra Señora... Compuesto y ordenado por el Maestro Iuan Lopez [de Hoyos], Cathedratico del Estudio desta villa de Madrid. [Madrid, -7- Pierres Cosin, 1569], a los folios 145-146, 148-149 y 157-162.
Compuso López de Hoyos otras obras semejantes, como la Relacion de la mverte y honras fvnebres del SS. Principe D. Carlos, hijo de la Magestad del Catholico Rey D. Philippe el segundo, nuestro señor (Madrid, 1568); el Real Apparato y svmptvoso recebimiento con qve Madrid (como casa y morada de su M.) rescibio a la Serenissima reyna D. Ana de Austria, viniendo a ella nueuamente, despues de celebradas sus felicissimas bodas (Madrid, 1572); el opúsculo In commendationem et encomivm parti triumphi funditus profligata, fortiter superata, ac penitus extincta potentissima classe Turcarum, ab inuictissimo foederis Christianorum Imperatori Ioanne Austr. classis praefecto Max. R. C Philip. II. fratre, Carol. V. Imp. filio: necnon in foeliciss. partum SS. Annae Austr. Philip. (¿Madrid, 1572?), y el In obitvm Illustrissimi ac Reverendiss. D. D. Didaci Spinosae S. E. R. P. Cardinalis... Epicedion (Madrid, 1572), todas ellas de escasísimo valor literario.
Se le encargó de la cátedra de Gramática de la villa de Madrid, en 29 de enero de 1568. Era clérigo, y fue cura de San Andrés. Murió en Madrid el 28 de junio de 1583, siendo aún preceptor del Estudio, Véanse, acerca de López de Hoyos, a Navarrete: Vida de Miguel de Cervantes, págs. 264-268; a Pérez Pastor: Documentos cervantinos, II, 355-363, y a D. A. González Palencia: El Testamento de Juan López de Hoyos (Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos; octubre a diciembre de 1920).
El transcrito Epitaphio (fol. 145 de la Historia) figura como de Cervantes en el Índice del libro de López de Hoyos, el cual escribe al fol. 148 v.:
«Estas quatro redondillas castellanas a la muerte de su Magestad, en las quales, como en ellas parece, se vsa de colores rethoricos, y en la vltima se habla con su Magestad, son, con vna elegia que aqui va, de Miguel de Ceruantes, nuestro charo y amado discipulo.» |
-8-
Claro está que, el llamar López de Hoyos a Miguel de Cervantes, «nuestro charo y amado discipulo», en un libro impreso en 1569, no quiere decir que Cervantes no hubiera estudiado bajo su dirección bastante antes de tal fecha.
Copla real a la muerte de Isabel de
Valois
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Quando dexaua la guerra | ||||
libre nuestro hispano suelo, | ||||
con vn repentino vuelo, | ||||
la mejor flor de la tierra | ||||
fue trasplantada en el cielo. | 5 | |||
Y, al cortarla de su rama, | ||||
el mortifero accidente | ||||
fue tan oculto a la gente, | ||||
como el que no ve la llama | ||||
hasta que quemar se siente. | 10 |
Consta en la citada Historia y relación, fols. 145 y 146, y figura como de Cervantes en el Índice.
-9-
Coplas reales a la muerte de Isabel de
Valois
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Quatro redondillas castellanas, a la muerte de
su Magestad
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Consta en la Historia y relación, fols. 148 y 149.
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Elegía al cardenal Espinosa
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La elegia que, en nombre de todo el estudio, el
sobredicho compuso. Dirigida al Illustrissimo y Reuerendissimo
Cardenal don Diego de Espinosa, etc. En la qual, con bien elegante
estylo, se ponen cosas dignas de memoria
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||||
¿A quien yra mi doloroso canto, | ||||
o en cuya oreja sonara su acento, | ||||
que no deshaga el coraçon en llanto? | ||||
A ti, gran Cardenal, yo le presento, | ||||
pues vemos te ha cabido tanta parte | 5 | |||
del hado secutiuo vïolento. | ||||
Aqui verás quel bien no tiene parte: | ||||
todo es dolor, tristeza y desconsuelo | ||||
lo que en mi triste canto se reparte. | ||||
¡Quien dixera, señor, que vn solo vuelo | 10 | |||
de vna anima beata al alta cumbre | ||||
pusiera en confussion al baxo suelo! | ||||
Mas ¡ay! que yaze muerta nuestra lumbre; | ||||
el alma goza de perpetua gloria, | ||||
y el cuerpo de terrena pesadumbre. | 15 | |||
No se passe, señor, de tu memoria | ||||
cómo en vn punto la inuincible muerte | ||||
lleua de nuestras vidas la victoria. | ||||
Al tiempo que esperaua nuestra suerte | ||||
poderse mejorar, la sancta mano | 20 | |||
mostro por nuestro mal su furia fuerte. | ||||
-12- | ||||
Entristecio a la tierra su verano, | ||||
secó su parayso fresco y tierno, | ||||
el ornato anubló del ser christiano. | ||||
Boluio la primauera en frio inuierno, | 25 | |||
troco en pesar su gusto y alegria, | ||||
tornó de arriba abaxo su gouierno. | ||||
Passose ya aquel ser que ser solia | ||||
a nuestra obscuridad claro luzero, | ||||
sosiego del antigua tyrania. | 30 | |||
A mas andar el termino postrero | ||||
llegó, que diuidio con furia insana | ||||
del alma sancta el coraçon sinzero. | ||||
Quando ya nos venia la temprana | ||||
dulce fruta del arbol desseado, | 35 | |||
vino sobre el la frigida mañana. | ||||
¿Quien detuuo el poder de Marte ayrado, | ||||
que no passasse mas el alto monte, | ||||
con prisiones de nieue aherrojado? | ||||
No pisará ya mas nuestro orizonte, | 40 | |||
que a los campos Eliseos es lleuada, | ||||
sin ver la obscura varca de Charonte. | ||||
A ti, fiel pastor de la manada | ||||
Seguntina7, es justo y te conuiene | ||||
aligerarnos carga tan pessada. | 45 | |||
Mira el dolor que el gran Philippo tiene. | ||||
Alli tu discrecion muestre el alteza | ||||
que en tu diuino ingenio se contiene. | ||||
-13- | ||||
Bien se que le diras que, a la baxeza | ||||
de nuestra humanidad, es cosa cierta | 50 | |||
no tener solo vn punto de firmeza. | ||||
Y que si yaze su esperança muerta, | ||||
y el dolor vida y alma le lastima, | ||||
que, a do la cierra, Dios abre otra puerta. | ||||
Mas ¿que consuelo aura, señor, que opprima | 55 | |||
algun tanto sus lagrimas cansadas, | ||||
si vna prenda perdio de tanta estima? | ||||
Y mas si considera las amadas | ||||
prendas que le dexó en la dulce vida, | ||||
y con su amarga muerte lastimadas. | 60 | |||
Alma bella, del cielo merescida: | ||||
¡mira qual queda el miserable suelo, | ||||
sin la luz de tu vista esclarescida! | ||||
Verás que en arbor verde no haze vuelo | ||||
el aue mas alegre, antes offresce | 65 | |||
en su amoroso canto triste duelo. | ||||
Contino en graue llanto se anochece | ||||
el triste dia que te ymaginamos | ||||
con aquella virtud que no perece. | ||||
Mas deste ymaginar nos consolamos, | 70 | |||
en ver que merescieron tus desseos | ||||
que gozes ya del bien que desseamos. | ||||
Aca nos quedarán por tus tropheos, | ||||
tu christiandad, valor, y gracia estraña, | ||||
de alma sancta, sanctissimos arreos. | 75 | |||
De oy mas, la sola y afligida España, | ||||
quando mas sus clamores leuantare | ||||
al summo hazedor, y alta compaña, | ||||
quando mas por salud le importunare | ||||
al termino postrero que perezca, | 80 | |||
-14- | ||||
y en el vltimo tranze se hallare, | ||||
solo podra pedirle, que le offrezca | ||||
otra paz, otro amparo, otra ventura, | ||||
quen obras y virtudes le parezca. | ||||
El vano confiar y la hermosura | 85 | |||
¿de que nos sirue, si en pequeño instante | ||||
damos en manos de la sepultura? | ||||
Aquel firme esperar, sancto, y constante, | ||||
que concede a la fe su cierto assiento, | ||||
y a la querida hermana yr adelante, | 90 | |||
a donde mora Dios, en su apossento | ||||
nos puede dar lugar dulce y sabroso, | ||||
libre de tempestad y humano viento. | ||||
Aqui, señor, el vltimo reposo | ||||
no puede perturbarse, ni la vida | 95 | |||
temer mas otro tranze doloroso. | ||||
Aqui con nueuo8 ser es conduzida, | ||||
entre las almas del inmenso choro, | ||||
nuestra Isabella, reyna esclarescida. | ||||
Con tal sinceridad guardó el dechoro | 100 | |||
do al precepto diuino mas se aspira, | ||||
que meresce gozar de tal thesoro. | ||||
¡Ay muerte! ¿contra quien, tu amarga yra | ||||
quesiste executar para templarme | ||||
con profundo dolor mi triste lyra? | 105 | |||
Si nos cansays, señor, ya descucharme, | ||||
aun dare9 de nueuo el roto hilo, | ||||
que la occasion es tal, que ha desforçarme. | ||||
Lagrimas pedire al corriente Nilo, | ||||
vn nueuo coraçon (y) al alto cielo, | 110 | |||
-15- | ||||
y a las mas tristes Musas triste estilo. | ||||
Dire que al duro mal, al graue duelo | ||||
que a España en braços de la muerte tiene, | ||||
no quiso Dios dexarle sin consuelo. | ||||
Dexole al gran Philippo, que sostiene, | 115 | |||
qual firme bassa, al alto firmamento, | ||||
el bien o desuentura que le viene. | ||||
De aquesto vos lleuays el vencimiento, | ||||
pues dexa en vuestros hombros el la carga | ||||
del cielo y de la tierra, y pensamiento. | 120 | |||
La vida, que en la vuestra ansi se encarga, | ||||
muy bien puede viuir leda y segura, | ||||
pues de tanto cuydado se descarga. | ||||
Gozando como goza tal ventura | ||||
el gran señor del ancho suelo hispano, | 125 | |||
su mal es menos, y nuestra desuentura10. | ||||
Si el animo real, si el soberano, | ||||
thesoro le robó en vn solo dia | ||||
la muerte ayrada con esquiua mano, | ||||
regalos son quel summo Dios embia | 130 | |||
a aquel que ya le tiene aparejado | ||||
sublime assiento en lalta hiera[r]chia. | ||||
Quien goza quietud siempre en su estado, | ||||
y el effecto le acude a la esperança, | ||||
y a lo que quiere nada le es trocado, | 135 | |||
arguyese que poca confiança | ||||
se puede tener del, que goze y vea | ||||
con claros ojos bienauenturança. | ||||
Quando mas fauorable el mundo sea, | ||||
quando nos ria el bien todo delante | 140 | |||
-16- | ||||
y venga al coraçon lo que desea, | ||||
tienese de esperar que en vn instante | ||||
dara con ello la fortuna en tierra, | ||||
que no fue ni sera jamas constante. | ||||
Y aquel que no ha gustado de la guerra, | 145 | |||
a do se aflige el cuerpo y la memoria, | ||||
paresce Dios del cielo le destierra. | ||||
Porque no se coronan en la gloria, | ||||
si no es los capitanes valerosos, | ||||
que lleuan de si mesmos la victoria. | 150 | |||
Los amargos sospiros dolorosos, | ||||
las lagrimas si[n] cuento que ha vertido, | ||||
¿quien nos puede de su vista hazer dichosos?11. | ||||
El perder a su hijo tan querido, | ||||
aquel mirarse, y verse qual se halla | 155 | |||
de todo su plazer desposeydo, | ||||
¿que se puede dezir, sino batalla | ||||
a donde lemos visto siempre armado | ||||
con la paciencia, ques muy fina malla? | ||||
Del alto cielo ha sido consolado | 160 | |||
concederle aca vuestra persona, | ||||
que mira por su honrra y por su estado. | ||||
De aqui saldra a gozar de vna corona | ||||
mas rica, mas preciosa, y muy mas clara | ||||
que la que ciñe al hijo de Latona. | 165 | |||
Con el vuestra virtud, al mundo rara, | ||||
se tiene de estender de gente en gente, | ||||
sin poderlo estoruar fortuna auara. | ||||
Resonará el valor tan excelente12 | ||||
-17- | ||||
que os ziñe, cubre, ampara y os rodea, | 170 | |||
de donde sale el sol hasta occidente. | ||||
Y alla en el alto alcazar do se planta13 | ||||
en mil contentos nuestra reyna amada, | ||||
si puede dessear14, solo dessea | ||||
que sea por mil siglos leuantada | 175 | |||
vna grandeza, pues que se engrandeze | ||||
el valor de su prenda desseada. | ||||
Que [en] vuestro poderio se paresce | ||||
del catholico rey la summa alteza, | ||||
que desde vn polo al15 otro resplandesce. | 180 | |||
De oy mas dexe del llanto la fiereza | ||||
el afligida España, leuantando | ||||
con verde lauro hornada la cabeça. | ||||
Que16, mientra fuere el cielo mejorando | ||||
del soberano rey la larga vida, | 185 | |||
no es bien que se consuma lamentando. | ||||
Y, en tanto que arriuare a la subida | ||||
de la inmortalidad vuestra alma pura, | ||||
no se entregue al dolor tan de corrida, | ||||
y mas quel graue rostro de hermosura, | 190 | |||
por cuya ausencia viue sin consuelo, | ||||
goza de Dios en la celeste altura. | ||||
¡O trueco glorioso, o sancto zelo, | ||||
pues con gozar la tierra has merecido | ||||
tender tus passos por el alto cielo!17. | 195 | |||
-18- | ||||
Con esto sesse el canto dolorido18 | ||||
magnanimo señor, que, por mal diestro, | ||||
queda tan temeroso, y tan corrido, | ||||
quanto yo quedo, gran señor, por vuestro. |
Consta en la citada Historia y relación, fols. 157-162.
Soneto en honor de Bartholomeo Ruffino di
Chiambery
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Soneto de Miguel de Cerbantes, gentil hombre
español, en loor del author
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Véase nuestro comentario al núm. VII de estas Poesías.
-19-
Soneto en alabanza del libro de Bartholomeo
Ruffino di Chiambery
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Del mismo, en alabança de la presente
obra
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Este soneto, y el anterior, figuraban en un manuscrito de la Biblioteca Nacional de Turín, que llevaba el siguiente título:
«Di Bartholomeo Ruffino di Chiambery, in Sauoia, Dottore in l' una e l' altra legge, e Auditore in Tunisj di la Natione Italliana, di presente schiavo del Re d' algierj - Sopra la desolatione della Goletta e forte di Tunisi. Insieme la conquista fatta da Turchi de Regni -20- di Fezza e di Marocco.» [111 hojas en 4.º, de las cuales eran útiles 105, y nueve en blanco.]
Constaban en el libro dos dedicatorias: una «Al Altezza del Serenissimo e invittissimo Pherto. Emanvel, Duca di Sauoia» (D' Algierj, a 3 febraio 1577); y otra, «Al Illstrissimo Signor il Signor de Riuaira, Gouernatore del Castello di Nizza» [donde solicita perdón el autor por las imperfecciones de su obra, «per esser scritta in lingua Italiana a me non materna»].
El primero que reprodujo los dos sonetos cervantinos, fue J. E. Hartzenbusch, en el tomo IV, págs. 363 y 364, de su edición argamasillesca del Quijote [1863]. Allí dice, por cierto, que el manuscrito de Ruffino se hallaba en «la biblioteca de S. A. R. el Duque de Génova». Años después, en septiembre de 1888, Antonio Sánchez Moguel examinó el manuscrito en Turín [véase La Ilustración Española y Americana de 22 de enero de 1889, pág. 50, col. 2.ª]. Por desgracia, dicho manuscrito, pereció en el incendio de 1904 [consúltese E. Mele: Miguel de Cervantes y Antonio Veneziano, en la Revista de Archivos de julio-agosto de 1913].
Lo poco que sabemos acerca de Ruffino, procede de la primera de las dos dedicatorias de su obra, Allí decía, entre otras cosas:
«Ho visto parte delle guerre di Francia doppo la presa di Bologna sopra mare, e di mano a mano le rouine della Picardia, la presa di Cales, la Rotta terribile che S. A. diede a Monsignor di Thermes, doue esso Sig.r di Thermes rimane p[r]igione, e finalmente la memorabile battaglia di S.º Quintino, doue S. A. riporto tanti trophei che per mezzo suo fu a Francia quella rouina. Per la pace generale tra Principi cristiani, riuoltomi alla toga, doppo che in Turino diedi principio, e in Padoa fine agli miei studj, piu curioso, passai in Affrica al expugnatione di Thunis, e iui restai auditore del terzo della felice memoria del Ill.mo Sig.r Pagano Doria e generalment di tutti gli Italiani. Per la innopinata rouina della Goletta e di Thunis, restai misero schiavo per esser priuo del tutto degli beni della -21- fortuna... riservato per altra disgratia mia in Algierj, nel bagno di detto Re»19. |
Añadía, respecto del Sr. de Riuaira: «si era fatto mio Mecenate e patrone benignio, hauendo scritto a S. A. in fauore mio per liberarmj di queste miserie... mi comanda che io mandi a S. A. uno certo contexto della desolatione della Goletta e di Thunis.»
De Miguel de Ceruante, captiuo, a M. Vazquez,
mi Señor
|
||||
Si el baxo son de la çampoña mia, | ||||
señor, a vuestro oydo no ha llegado21 | ||||
en tiempo que sonar mejor deuia, | ||||
no ha sido por la falta de cuydado, | ||||
-22- | ||||
sino por sobra del que me ha traydo | 5 | |||
por estraños caminos desuiado. | ||||
Tambien, por no adquirirme de attreuido | ||||
el nombre odioso, la cansada mano | ||||
ha encubierto las faltas del sentido. | ||||
Mas ya que el valor vuestro sobrehumano, | 10 | |||
de quien tiene notiçia todo el suelo, | ||||
la graçiosa altiuez, el trato llano, | ||||
anichilan el miedo y el recelo | ||||
que ha tenido hasta aqui mi humilde pluma | ||||
de no quereros descubrir su buelo, | 15 | |||
de vuestra alta bondad y virtud summa | ||||
dire lo menos, que lo mas no siento | ||||
quien de çerrarlo en verso se presuma. | ||||
Aquel que os mira en el subido assiento | ||||
do el humano fauor puede encumbrarse, | 20 | |||
y que no cessa el fauorable viento, | ||||
y el se ve entre las ondas anegarse | ||||
del mar de la priuança, do procura, | ||||
o por fas o por nefas, leuantarse, | ||||
¿quien dubda que no dize: «La ventura | 25 | |||
ha dado en leuantar este mancebo, | ||||
hasta ponerle en la mas alta altura: | ||||
ayer le vimos inesperto y nueuo | ||||
en las cosas que agora mide y trata | ||||
tan bien, que tengo embidia y las apprueuo?» | 30 | |||
Desta manera se congoxa y mata | ||||
el embidioso, que la gloria agena | ||||
le destruye, marchita y desbarata. | ||||
Pero aquel que, con mente mas serena, | ||||
contempla vuestro trato y vida honrrosa, | 35 | |||
y el alma dentro, de virtudes llena, | ||||
-23- | ||||
no la inconstante rueda presurosa | ||||
de la falsa fortuna, suerte o hado, | ||||
signo, ventura, estrella ni otra cosa | ||||
dize ques causa que en el buen estado | 40 | |||
que agora posseeis os aya puesto, | ||||
con esperança de mas alto grado; | ||||
mas solo el modo del viuir honesto, | ||||
la virtud escogida, que se muestra | ||||
en vuestras obras y apazible gesto, | 45 | |||
esta dize, señor, que os da su diestra | ||||
y os tiene assido con sus fuertes laços, | ||||
y a mas y a mas subir siempre os adiestra. | ||||
¡O sanctos, o agradables dulces braços | ||||
de la sancta virtud, alma y diuina, | 50 | |||
y sancto quien recibe sus abraços! | ||||
Quien con tal guia como vos camina, | ||||
¿de que se admira el çiego vulgo baxo, | ||||
si a la silla mas alta se auezina? | ||||
Y puesto que no ay cosa sin trabajo, | 55 | |||
quien va sin la virtud, va por rodeo, | ||||
y el que la lleua, va por el attajo. | ||||
Si no me engaña la experiençia, creo | ||||
que se vee mucha gente, fatigada | ||||
de vn solo pensamiento y vn desseo. | 60 | |||
Pretenden mas de dos llaue dorada; | ||||
muchos, vn mesmo cargo, y quien aspira | ||||
a la fidelidad de vna embaxada. | ||||
Cada qual, por si mesmo, al blanco tira | ||||
do assestan otros mill, y solo es vno | 65 | |||
cuya saeta dio do fue la mira. | ||||
Y este quiça q'a nadie fue importuno, | ||||
ni a la soberbia puerta del priuado | ||||
-24- | ||||
se halló, despues de visperas, ayuno, | ||||
ni dio, ni tuuo a quien pedir prestado: | 70 | |||
solo con la virtud se entretenia, | ||||
y en Dios y en ella estaua confiado. | ||||
Vos sois, señor, por quien dezir podria, | ||||
y lo digo y dire sin estar mudo, | ||||
que sola la virtud fue vuestra guia, | 75 | |||
y que ella sola fue bastante y pudo | ||||
leuantaros al bien do estais agora, | ||||
priuado humilde, de ambicion desnudo. | ||||
¡Dichosa y felizissima la hora | ||||
donde tuuo el real conosçimiento | 80 | |||
notiçia del valor que anida y mora | ||||
en vuestro reposado entendimiento, | ||||
cuya fidelidad, cuyo secreto, | ||||
es de vuestras virtudes el cimiento! | ||||
Por la senda y camino mas perfeto | 85 | |||
van vuestros pies, que es la que el medio tiene, | ||||
y la que alaba el seso mas discreto. | ||||
Quien por ella camina, vemos viene | ||||
a aquel dulce, suaue paradero, | ||||
que la felizidad en si contiene. | 90 | |||
Yo, que el camino mas baxo y grosero | ||||
he caminado en fria noche escura, | ||||
he dado en manos del atolladero, | ||||
y en la esquiua prision, amarga y dura, | ||||
adonde agora quedo, estoy llorando | 95 | |||
mi corta, infelizissima ventura, | ||||
con quexas tierra y çielo importunando, | ||||
con suspiros el ayre escuresçiendo, | ||||
con lagrimas el mar accrescentando. | ||||
Vida es esta, señor, do estoy muriendo, | 100 | |||
-25- | ||||
entre barbara gente descreida | ||||
la mal lograda juuentud perdiendo. | ||||
No fue la causa aqui de mi venida, | ||||
andar vagando por el mundo acaso, | ||||
con la vergüença y la razon perdida. | 105 | |||
Diez años ha que tiendo y mudo el passo22 | ||||
en seruiçio del gran Philippo nuestro, | ||||
ya con descanso, ya cansado y lasso; | ||||
y, en el dichoso dia que, siniestro | ||||
tanto fue el hado a la enemiga armada, | 110 | |||
quanto a la nuestra fauorable y diestro, | ||||
de temor y de esfuerço acompañada, | ||||
presente estuuo mi persona al hecho, | ||||
mas de sperança que de hierro armada. | ||||
Vi el formado esquadron roto y deshecho, | 115 | |||
y de barbara gente y de christiana | ||||
roxo en mill partes de Neptuno el lecho; | ||||
la muerte ayrada, con su furia insana, | ||||
aqui y alli con priessa discurriendo, | ||||
mostrandose a quien tarda, a quien temprana; | 120 | |||
el son confuso, el espantable estruendo, | ||||
los gestos de los tristes miserables | ||||
que entre el fuego y el agua iuan muriendo; | ||||
los profundos sospiros lamentables | ||||
que los heridos pechos despedian, | 125 | |||
maldiziendo sus hados detestables. | ||||
Eloseles la sangre que tenian, | ||||
quando, en el son de la trompeta nuestra, | ||||
su daño y nuestra gloria conosçian. | ||||
Con alta voz, de vencedora muestra, | 130 | |||
-26- | ||||
rompiendo el ayre claro, el son mostraua | ||||
ser vencedora la christiana diestra. | ||||
A esta dulçe sazon, yo, triste, estaua | ||||
con la vna mano de la espada assida, | ||||
y sangre de la otra derramaua. | 135 | |||
El pecho mio, de profunda herida | ||||
sentia llagado, y la siniestra mano | ||||
estaua por mill partes ya rompida. | ||||
Pero el contento fue tan soberano | ||||
q'a mi alma llegó, viendo vençido | 140 | |||
el crudo pueblo infiel por el christiano, | ||||
que no echaua de ver si estaua herido, | ||||
aunque era tan mortal mi sentimiento, | ||||
que a veces me quitó todo el sentido. | ||||
Y en mi propia cabeça el escarmiento | 145 | |||
no me pudo estoruar que, el segundo año23, | ||||
no me pussiesse a discreçion del viento; | ||||
y al barbaro, medroso, pueblo estraño, | ||||
vi recogido, triste, amedrentado, | ||||
y con causa temiendo de su daño; | 150 | |||
y al reino tan antiguo y celebrado, | ||||
a do la hermosa Dido fue rendida | ||||
al querer del troyano desterrado, | ||||
tambien, vertiendo sangre aun la herida | ||||
mayor, con otras dos, quise hallarme24, | 155 | |||
por ver yr la morisma de vençida. | ||||
-27- | ||||
¡Dios sabe si quisiera alli quedarme | ||||
con los que alli quedaron esforçados, | ||||
y perderme con ellos, o ganarme! | ||||
Pero mis cortos, implacables hados, | 160 | |||
en tan honrrosa empresa no quisieron | ||||
que acabasse la vida y los cuydados, | ||||
y, al fin, por los cabellos me truxeron | ||||
a ser vencido por la valentia | ||||
de aquellos que despues no la tuuieron. | 165 | |||
En la galera Sol, que escuresçia | ||||
mi ventura su luz, a pesar mio, | ||||
fue la perdida de otros y la mia25. | ||||
Valor mostramos al principio y brio; | ||||
pero despues, con la esperiençia amarga, | 170 | |||
conosçimos ser todo desuario. | ||||
Senti de ageno yugo la gran carga, | ||||
y en las manos sacrilegas malditas | ||||
dos años ha que mi dolor se alarga26. | ||||
Bien se que mis maldades infinitas, | 175 | |||
y la poca attriçion q'en mi se ençierra, | ||||
me tiene entre estos falsos ismaelitas. | ||||
Cuando llegué vençido, y vi la tierra27, | ||||
tan nombrada en el mundo, q'en su seno | ||||
tantos piratas cubre, acoge y çierra, | 180 | |||
no pude al llanto detener el freno, | ||||
-28- | ||||
que, a mi despecho, sin saber lo que era, | ||||
me vi el marchito rostro de agua lleno. | ||||
Offresçiose a mis ojos la ribera | ||||
y el monte donde el grande Carlos tuuo | 185 | |||
leuantada en el ayre su vandera, | ||||
y el mar que tanto esfuerço no sostuuo, | ||||
pues, mouido de embidia de su gloria, | ||||
ayrado entonçes mas que nunca estuuo. | ||||
Estas cosas boluiendo en mi memoria, | 190 | |||
las lagrimas truxeron a los ojos, | ||||
mouidas de desgraçia tan notoria. | ||||
Pero si el alto çielo en darme enojos | ||||
no está con mi ventura conjurado, | ||||
y aqui no lleua muerte mis despojos, | 195 | |||
quando me vea en mas alegre estado, | ||||
si vuestra interçession, señor, me ayuda | ||||
a verme ante Philippo arrodillado, | ||||
mi lengua balbuziente y quasi muda | ||||
pienso mouer en la real presençia, | 200 | |||
de adulaçion y de mentir desnuda28, | ||||
diziendo: «Alto señor, cuya potençia | ||||
sugetas trae mill barbaras naçiones | ||||
al desabrido yugo de obediencia: | ||||
»a quien los negros indios, con sus dones, | 205 | |||
reconosçen honesto vassallage, | ||||
trayendo el oro acá de sus rincones: | ||||
»despierte en tu real pecho el gran corage, | ||||
la gran soberbia con que una vicoca | ||||
aspira de contino a hazerte ultrage. | 210 | |||
»La gente es mucha, mas su fuerça es poca, | ||||
-29- | ||||
desnuda, mal armada, que no tiene | ||||
en su defensa fuerte, muro o roca. | ||||
»Cada vno mira si tu armada viene, | ||||
para dar a sus pies el cargo y cura | 215 | |||
de conseruar la vida que sostiene. | ||||
»Del amarga prision, triste y escura, | ||||
adonde mueren veinte mill christianos, | ||||
tienes la llaue de su cerradura. | ||||
»Todos, qual yo, de alla puestas las manos, | 220 | |||
las rodillas por tierra, solloçando, | ||||
cercados de tormentos inhumanos, | ||||
»valeroso señor, te estan rogando | ||||
bueluas los ojos de misericordia | ||||
a los suyos, que estan siempre llorando; | 225 | |||
»y, pues te dexa agora la discordia | ||||
que hasta aqui te ha opprimido y fatigado, | ||||
y gozas de paçifica concordia29, | ||||
»haz, ¡o buen rey! que sea por ti acabado | ||||
lo que con tanta audaçia y valor tanto | 230 | |||
fue por tu amado padre començado. | ||||
»Solo el pensar que vas, pondra vn espanto | ||||
en la enemiga gente, que adeuino | ||||
ya desde aqui su perdida y quebranto.» | ||||
¿Quien dubda que el real pecho begnino | 235 | |||
no se muestre, escuchando la tristeza | ||||
en que estan estos miseros contino? | ||||
Bien paresce que muestro la flaqueza | ||||
de mi tan torpe ingenio, que pretende | ||||
hablar tan baxo ante tan alta alteza; | 240 | |||
-30- | ||||
pero el justo desseo la defiende. | ||||
Mas a todo silencio poner quiero, | ||||
que temo que mi pluma ya os offende, | ||||
y al trabajo me llaman donde muero. |
Vanos han sido nuestros esfuerzos para dar con el original de esta Epístola. Hallose en el archivo del conde de Altamira, el año 1863, en un legajo que contenía, además, bajo el rótulo «Diversos, de curiosidad», varios escritos de Lope de Vega (entre ellos la comedia autógrafa El Primer Benavides ?), las cuentas del Gran Capitán y una Biblia en vitela. La primera edición se publicó en La Época de 23 de abril de 1863 (plana tercera, col. 2.ª), «conservando, hasta donde lo permiten los actuales tipos de imprenta, la ortografía del original». Luego se imprimió también en el Boletín bibliográfico español de Dionisio Hidalgo (núm. 9, de 1 de mayo de 1863); en El Museo Universal de 3 de mayo de 1863 (pág. 142); en la edición argamasillesca del Quixote, dirigida por J. E. Hartzenbusch (vol. IV; página 357 y siguientes; Argamasilla, 1863); en la Vida de Cervantes de Jerónimo Morán (Madrid, 1863; página 59 y siguientes); en la revista La Abeja (Barcelona, 1864; tomo III, pág. 150 y siguientes); en la edición de las Obras de Cervantes, impresa por Rivadeneyra (tomo VIII; pág. 449 y siguientes; Madrid, 1864), y en Madrid, 1905, por E. Cotarelo. Hay una admirable versión inglesa, por James Gibson, con el texto castellano, en el tomo Journey to Parnassus, impreso en Londres el año 1883. También hay una traducción al francés, en prosa, de la Epístola, en el libro de J. M. Guardia: Le Voyage du Parnasse ... traduit en français pour la première fois, etc. Paris, 1864. Nosotros tomamos por base las ediciones de La Época, de Hartzenbusch, y de Jerónimo Morán, que procuran conservar la ortografía del manuscrito. Las demás, carecen de valor científico.
No puede negarse que encierra cierto misterio todo -31- lo relativo a esta Epístola. Ninguno de los que la imprimieron en 1863 describe el manuscrito. Hartzenbusch se limita a decir que «es copia de buena letra», sin afirmar nada respecto de la fecha probable de semejante copia. También es raro, a pesar de la actual dispersión del archivo de Altamira, que tan celebrado documento sea hoy «de ignorado paradero».
El compositor español Emilio (Juan Pascual) Arrieta (1823-1894) puso en música la Epístola a Mateo Vázquez.
Señor mio:
Prometo a v. md., como christiano, que son tantas las imaginaciones que me fatigan, que no me an dexado cumplir como queria estos versos que a v. md. embio, en señal del buen ánimo que tengo de seruirle, pues el me a mouido a mostrar tan presto las faltas de mi ingenio, confiado en que el subido de v. md. recibira la disculpa que doy, y me animará a que, en tiempo de mas sosiego, no me oluide de celebrar como pudiere el cielo que a v. md. tiene tan sin contento en esta tierra, de la qual Dios nos saque y a v. md. llegue30 a aquella donde -32- su Celia viue. En Argel, los seis de nouiembre 1579.
De v. md. verdadero amigo y seruidor,
MIGUEL DE CERBANTES.
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La carta y las mediocres octavas que preceden, figuran en un cancionero, titulado Celia, compuesto por Antonio Veneziano, compañero de cautiverio de Cervantes y «el primero -según él dice- que se decidió a dar a luz canciones sicilianas». Nació Veneziano en Monreal, el 7 de enero de 1543, y murió el 19 de agosto de 1593, en el incendio de la fortaleza de Castellammare (Palermo). En 25 de abril de 1579 salió de Palermo, con rumbo a España, en el séquito de D. Carlos de Aragón, duque de Terranova; pero, atacadas las galeras por corsarios argelinos, Veneziano fue cautivado y conducido -36- a Argel. En 28 de noviembre de 1580 había vuelto ya a Monreal.
Seguimos el texto publicado por D. Eugenio Mele en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (julio-agosto de 1913; págs. 82-90: Miguel de Cervantes y Antonio Veneziano). El Sr. Mele reproduce el texto de un códice de principios del siglo XVII, custodiado en la Biblioteca Nacional de Palermo (signatura XI-B-6). La carta y las octavas cervantinas se publicaron por primera vez en la edición de las Opere di A. Veneziano, poeta siciliano, riunite e tradotte pel sacerdote S. Arceri (Palermo, 1861).
Soneto en honor de Pedro de Padilla
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Soneto de Migvel de Seruantes al autor
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Este soneto figura en el Romancero de Pedro de Padilla, en el qval se contienen algunos successos que en la jornada de Flandres los Españoles hizieron, con otras historias y poesias differentes (Madrid, Francisco Sánchez, 1583; reimpreso en el tomo XIX de la Sociedad de Bibliófilos Españoles). Lleva el libro una aprobación del Maestro Juan López de Hoyos.
La primera parte de las obras de Pedro de Padilla está constituida por el Thesoro de varias poesias, impreso en Madrid el año 1580. La segunda parte fórmanla las Églogas pastoriles del mismo autor (Sevilla, 1582; con aprobación de «Pedro de Laynez», firmada en Madrid el 2 de noviembre de 1581, donde dice de Padilla que es «el primero que en este género de poesía comiença a enriquescer su lengua»).
Véase, sobre Padilla, la nota 27 del Canto de Caliope, en nuestra edición de La Galatea, y el Ensayo de Gallardo (III, cols. 1062-1073).
Muy probable es que Pedro de Padilla influyese en Cervantes, por lo que respecta a la técnica del verso y al estilo poético. Léese en el Thesoro de varias poesías cierto «Romance pastoril de la eleccion del alcalde de Bamba», en el cual pudo muy bien pensar Cervantes, cuando escribió su entremés sobre La Elección de los alcaldes de Daganzo.
-38-
Soneto en honor de Juan Rufo
Gutiérrez
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Soneto de Migvel de Cerbantes
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Figura este soneto, después de otro de D. Luis de Góngora, al frente de La Austriada de Juan Rufo Gutiérrez, impresa en Madrid el año 1584.
Acerca de Rufo, véase la nota 54 del Canto de Caliope, en nuestra edición de La Galatea.
-39-
Redondillas en honor de Pedro de Padilla
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Redondillas de Migvel de Ceruantes, al habito
de F. Pedro de Padilla
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Oy el famoso Padilla, | ||||
con las muestras de su celo, | ||||
causa contento en el cielo | ||||
y en la tierra maravilla. | ||||
Porque, lleuado del ceuo | 5 | |||
de amor, temor y consejo, | ||||
se despoja el hombre viejo, | ||||
para vestirse de nueuo. | ||||
Qual prudente sierpe ha sido, | ||||
pues, con nueuo coraçon, | 10 | |||
en la piedra de Simon | ||||
se dexa el viejo vestido. | ||||
Y esta mudança que haze | ||||
lleua tan cierto compas, | ||||
que en ella assiste lo mas | 15 | |||
de quanto a Dios satisfaze. | ||||
Con las obras y la fe | ||||
oy para el cielo se embarca | ||||
en mejor jarciada barca | ||||
que la que libró a Noe. | 20 | |||
Y, para hacer tal passaje, | ||||
ha muchos años que ha hecho, | ||||
-40- | ||||
con sano y christiano pecho, | ||||
christiano matalotaje. | ||||
Y no teme el mal tempero, | 25 | |||
ni anegarse en el profundo, | ||||
porque en el mar deste mundo | ||||
es platico marinero. | ||||
Y ansi, mirando el aguja | ||||
diuina, qual se requiere, | 30 | |||
si el demonio a orça diere, | ||||
el dara al instante a puja. | ||||
Y lleuando este concierto | ||||
con las ondas deste mar, | ||||
a la fin vendra a parar | 35 | |||
a seguro y dulce puerto, | ||||
donde, sin ancoras, ya | ||||
estara la naue en calma, | ||||
con la eternidad del alma, | ||||
que nunca se acabará. | 40 | |||
En vna verdad me fundo, | ||||
y mi ingenio aqui no yerra, | ||||
quen siendo sal de la tierra, | ||||
aueys de ser luz del mundo. | ||||
Luz de gracia rodeada, | 45 | |||
que alumbre nuestro orizonte, | ||||
y sobre el Carmelo monte | ||||
fuerte ciudad leuantada. | ||||
Para alcançar el tropheo | ||||
destas santas profecias, | 50 | |||
tendreys el carro de Elias | ||||
con el manto de Eliseo, | ||||
y, ardiendo en amor diuino, | ||||
donde nuestro bien se fragua, | ||||
-41- | ||||
apartando el manto al agua, | 55 | |||
por el fuego hareys camino; | ||||
porquel voto de humildad | ||||
promete segura alteza, | ||||
y castidad y pobreza, | ||||
bienes de diuinidad. | 60 | |||
Y ansi los cielos serenos | ||||
veran, quando acabarás, | ||||
vn cortesano alla mas, | ||||
y en la tierra vn sabio menos. |
Figuran en el Iardin Espiritval de F. Pedro de Padilla; Madrid, 1585. (N. del E.)
Estancias en honor de Pedro de Padilla
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Miguel de Ceruantes a F. Pedro de Padilla
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Figuran también en el citado Iardin Espiritval de F. Pedro de Padilla; Madrid, 1585.
-43-
Soneto al seráfico San Francisco
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Figura en el citado Iardin Espiritval; fols. 230 v. y 231 r.
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Soneto en honor de López Maldonado
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De Miguel de Ceruantes en loor del autor y de
la obra
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Consta en el Cancionero de López Maldonado, impreso en Madrid el año 1586.
Acerca de Gabriel López Maldonado, véase la nota 23 del Canto de Caliope, en nuestra edición de La Galatea.
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Quintillas en loor de López
Maldonado
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Del mismo al mismo
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Consta en el citado Cancionero de López Maldonado.