191
Sul tema cfr. gli studi generali di: A. Franco, El tema de América en los autores españoles del Siglo de Oro, Madrid, 1954; Valentín de Pedro, América en las letras españolas del Siglo de Oro, Buenos Aires, Sudamericana, 1954; Francisco Ruiz Ramón, América en el teatro clásico español, Estudio y textos, Pamplona, Ediciones Universidad de Navarra, 1993.
192
Toribio de Benavente, Carta al Emperador Carlos V, Ed. de José Bravo Ugarte S. J., México, Editorial Jus, 1949, p. 70.
193
Cfr. F. Ruiz Ramón, América en el teatro clásico español, op. cit., p. 19.
194
Si veda Miguel León Portilla, El reverso de la conquista, México, Mortiz, 1964.
195
Michael de Carvajal-Luis Hurtado de Toledo, Auto de las Cortes de la Muerte, Madrid, Atlas (B.A.E., n. XXXV), 1950, Atto I, scena XIX.
196
Francisco de Quevedo, Letrilla satírica «Poderoso caballero / es don Dinero», in Obras completas, I, Poesía original, Edición, introducción, bibliografía y notas de José Manuel Blecua, Barcelona, Editorial Planeta, 1963.
197
Cfr. Felipe Guamán Poma de Ayala, Nueva Corónica y buen gobierno. Edición de John V. Murra, Rolena Adorno y Jorge L. Urioste, Madrid, Historia 16, 1987, 3 voll.
198
Toribio de
Benavente «Motolinía», Historia de los indios de la Nueva
España. Introducción y
notas de G. Bellini, Madrid, Alianza
Editorial, 1988. Scrive il frate nel
«Tratado III», cap. XI, p. 266,
celebrando la ricchezza del Messico e del Perù, che in
entrambe le terre tutto fu un gran fiume di Babilonia e che
infinita gente si perse per accumulare ricchezze, «¡Y cómo el
negro oro se vuelve en amargo lloro, por cuya codicia muchos
vendieron sus patrimonios, con que se pudieran sustentar tan bien
como sus antepasados!»
. Più
specificamente riferendosi alle ricchezze minerarie del Perù
il frate esclama: «¡Nobles de España, llorad sobre
estos malditos montes!»
(p. 267), e conclude: «Cuando los
españoles se embarcan para venir a estas tierras, a unos les
dicen, a otros se les antoja, que van a la isla de Ofir, de donde
el rey Salomón llevó el oro muy fino, y de
allí se hacen ricos cuantos a ella van; otros piensan que
van a las islas de Tarsis o al gran Zupango, a do por todas partes
es tanto el oro, que lo recogen a haldadas; otros dicen que van en
demanda de las Siete Ciudades, que son tan grandes y tan ricas, que
todos han de ser señores de salva. ¡Oh, locos y
más que locos! ¡Y si quisiese Dios y tuviese por bien
que cuantos han muerto por estas partes resuscitase uno para que
fuese a desengañar y testificar y dar voces por el mundo,
para que no viniesen hombres a tales lugares a buscar la muerte con
sus manos! Y son como las suertes, que salen en ello y con preseas
veinte y salen diez o doce mil en blanco»
(pp. 269-270).
199
Cfr.
Pedro Cieza de León, Descubrimiento y conquista del Perú.
Edición de Carmelo Sáenz de
Santa María, Madrid, Historia 16, 1986. Il
cronista descrive il Perú come una sorta di
«tierra de Jauja», ricco di
ogni ben di Dio, «tierra para pasar la vida humana tan gruesa,
tan harta, tan abundante, que en todo lugar que no hay nieve ni
monte no se puede mejorar [...]»
(p. 39). Precedentemente aveva
celebrato la grande abbondanza di oro e d'argento di cui arrivavano
cariche in Spagna le flotte: non si era mai visto né letto,
scrive, che da un regno uscisse tanta ricchezza, «tanta y tan grande, que
no solamente está España llena de estos tesoros y sus
ciudades pobladas con muchos "peruleros" ricos que de acá
han ido, mas han encarecido el reino con el mucho dinero, que han
llevado tanto cuanto saben los que lo consideraren; y no solamente
España recibió esta carestía, mas toda Europa
se mudó del ser primero, y las mercaderías y todos
tratos tienen otros precios que no tuvieron; tanto ha subido en
España, que si va como ha ido, no sé adónde
subirán los precios de las cosas, ni cómo los hombres
podrán vivir»
(p. 38).
200
M. de Carvajal-L. Hurtado de Toledo, Auto de las Cortes de la Muerte, op. cit., Atto I, scena XIX.