Selecciona una palabra y presiona la tecla d para obtener su definición.
 

1

Todas las citas de textos en prosa de Darío proceden, a menos que se indique otra cosa, de la edición de Obras completas (tomos I-III) preparada por R. Sanmiguel Raimúndez, en Afrodisio Aguado, Madrid, 1950. Se señala entre paréntesis, como en este primer caso, acrónimo de la obra -si resulta necesario-, tomo y página [Vid. «Acrónimos» al final del artículo].

 

2

F. Perus, Literatura y sociedad en América Latina. El modernismo, México, Siglo XXI, México-Madrid-Buenos Aires, 1976, p. 80.

 

3

Sobre estas servidumbres hace interesantes observaciones Ángel Rama en el capítulo «Los poetas modernistas en el mercado económico» de su libro Rubén Darío y el modernismo (circunstancia socio-política de un arte americano), Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1970. Añadiremos que Pedro Salinas fue muy drástico al afirmar que «el periodista que llevaba Rubén a su lado suena a extraño. Era su extraño» (La poesía de Rubén Darío, Losada, Buenos Aires, 1968, p. 22), pero hay razones y juicios del propio Darío más que sobrados para pensar que esa actividad, que cultivó casi siempre con felicidad literaria, no dejó de representar una carga opresiva. Recuérdese, entre muchos otros, este desahogo en la «Epístola a la señora de Leopoldo Lugones» (El canto errante, 1907): «Muy bien. ¿Y La Nación?/ ¿Y mi trabajo diario y preciso y fatal?».

 

4

Antonio Machado, «Poética», en Poesía y prosa (1893-1936), tomo III, Espasa Calpe-Fundación A. Machado, Madrid 1989, p. 1802. No olvidamos, por supuesto, la validez de la «poesía intelectual» de un Valéry y un Borges. No entraremos aquí en el debate que este tema merece y, desde luego, Machado propicia.

 

5

P. Salinas, «La poesía social», en op. cit., pp. 213-279.

 

6

Vid. Antonio M. de la Torre, «Consideraciones sobre la actitud político-social de Rubén Darío», Revista Iberoamericana, IILI, XIX, abril-septiembre, 1954, n.º 38, Pittsburgh, pp. 213-279.

 

7

L. Cernuda, «Experimento en Rubén Darío», Papeles de Son Armadans, XIX, abril-septiembre, 1954, n.º 38, Palma de Mallorca, pp. 261-272.

 

8

C. Blanco Aguinaga, «La ideología de la clase dominante en la obra de Rubén Darío», Nueva Revista de Filología Hispánica, XXIX, 1980, n.º 2, El Colegio de México, México, pp. 529-555.

 

9

E. L. Banberger, Rubén Darío: la influencia de una época, Banco Central de Nicaragua, Managua, 1992.

 

10

Sabido es que Leonard introdujo a Darío en la masonería, en la que ingresó en Managua en enero de 1908. Vid. Ramiro Lagos, «Rubén Darío masón», Anales de Literatura hispanoamericana, n.º 4, Universidad Complutense de Madrid-ICH-CSIC, 1974, pp. 381-391. Asimismo, M. Mantero, «¿Era masón Rubén Darío?», Anthropos, 170-171, Barcelona, enero-abril, 1997, pp. 128-133.