Señales
Una intrahistoria
Acentos
Monólogo del exiliado
¿Y las que nos quedamos?
La otra cara
Despedida al miedo
«Lo que no pude ser»
Amigas
La entrevista
¿El mundo existía antes de nuestro nacimiento?
Crisis
El doble monólogo
Historia de un robo
Adivinanza
Atenti, funcionarios públicos
Buenos ejemplos
Censura, que te censuren
Coreco y otros juegos
Dos grupos de extraños seres
El azar, la vida y la muerte
El carretillero
El casamiento
El gran teatro de la calle
El invento: ¿milagro o tesón?
El cianuro y el romanticismo
Zapatos
El ronquido, esa pequeñez
El seductor Poncio Pilato
El suicidio
En el país de las naranjas
Galileo y la decadencia
Hay vidas que no son tales
Invasiones
La compra
La otra
La prisión del silencio
Pirolatría
La trampa del cuerpo
Las viejas que nos esperan
Los amos de las ideas
Luces y sombras de un rol superior
Mañana es lunes
Niños
Del diario de una anciana crítica
No hablo de usted, hablo de su vecino
Nos mienten porque mentimos
Rumores, sólo rumores
Sexo y política
Sobre ciudades
El aguinaldo
Receta imposible para padres modernos
Caprichosa opinión
¿Adónde se fueron las margaritas?
¿Armas para los tiempos que corren?
¿Comisión garrote?
¿Cómo defendernos de la democracia?
¿De quién es este universo?
¿La fuerza gregaria o la soledad?
¿Nadie se va a morir porque yo viva?
¿Por qué condenar la brujería?
¿Resentimiento social?
Cómo usar los cubiertos
¿Busca pareja?
¿Usted sabe cocinar?
El chiste del momento
¿Y los otros?
¡Ah, los valses vieneses!
¡Hagamos el amor!
¡Honor a las arrugas!
¡No sé!
Grabe las llamadas telefónicas
¡Oh, fama!
One fine body…