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Acto segundo

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Vista exterior de las ruinas de un palacio gótico, las cuales ocupan un tercio del tablado y casi todo el telón de fondo. En este la puerta principal con dos hojas estropeadas y endebles; sobre la puerta, una ventana grande, a la derecha del espectador, y frente a él, otra puerta también de dos hojas medio carcomidas. Al lado izquierdo, árboles corpulentos y espesas matas. Es de noche.

 
Escena primera
 
DON GARCILLÁN, DON LOPE, damas, caballeros, un criado con un farol.
                               
GARCILLÁN En estas ruinas, aquí,
Sin dársele sepultura,
Quedará depositada,
Mientras el Obispo juzga
Qué nos corresponde hacer
En tan ardua coyuntura.
DAMA 1.ª ¡Jesús! ¡Qué lance!
DAMA 2.ª                                ¡Qué escándalo!
LOPE ¿Quién lo imaginara nunca?
DAMA l.ª Estaría loca Honoria
Cuando le dio aquella furia.
LOPE Mas ¿quién oye lo que dijo
Que no se aterre y confunda?
Corre la voz de que está
Cercana de ser difunta
La santa, y el pueblo todo
Acude y la casa ocupa.
Un desmayo hace que Honoria
La confesión interrumpa;
Llega el Doctor; da un encargo
Al padre, que se apresura
A cumplirlo; Almoravid
Queda con la moribunda
Un instante; acude luego
La Condesa, y de su aguda
Voz llamados, no tan solo
Nosotros, sino la turba
De afuera, oímos aquellas
Expresiones que espeluznan.
GARCILLÁN «¡No soy cristiana! ¡No estoy
Bautizada!»
LOPE                   Y aquí anuda
Su lengua la muerte, y rinde
El alma.
DAMA 1.ª              Eso fue locura,
Fue un extravío; y sostengo
Que sin razón dificultan
El sepultarla en sagrado.
LOPE Sabéis la respuesta pública
Del Doctor, cuando la gente
Le preguntaba confusa.
Dijo que no estaba loca
Honoria; que era la pura
Verdad cuanto había dicho,
Y que a él le constaba.
DAMA l.ª                                    Y cruza
La alcoba al decirlo; sale,
Y por más que el Juez le busca,
(Señalando a DON GARCILLÁN.)
No se le ha podido hallar
Desde entonces.
GARCILLÁN                           Esa fuga
Da motivo de creer
Que es todo tramoya suya.
Pero es negocio eclesiástico;
Y luego la gente rústica
Que ve así morir a aquella
Mujer a quien se tributa
Veneración como a santa,
Se escandaliza y murmura.
Cuanto más la idolatraron,
Repugnancia más profunda
Tal descubrimiento causa.
DAMA 2.ª Si el médico disimula,
No hay nada.
GARCILLÁN                       Pues la Condesa
Merece menos disculpa.
Si hace al escuchar a Honoria
Que su confesor acuda
Solamente, y no vocea
Para que allí se reúnan
Todos, se ignora el suceso
Y el escándalo se excusa.
LOPE Ya; pero si muere Honoria
Sin que el escándalo cunda,
Quedaba su nombre ileso;
Hubiera metido bulla
Su entierro, y vendría a verle
Media España: era una angustia
Para la rival de Honoria
Semejante baraúnda.
DAMA 1.ª ¿Con que la envidia también
Después de la muerte dura?
LOPE ¿Por qué no, si sobrevive
Todo lo que al muerto ilustra?
GARCILLÁN Bien pudiera la Condesa
Suspender el que conduzcan
Aquí el cadáver, teniéndolo
En casa mientras pronuncia
Su fallo el Obispo. Fue
Desde Segovia a Sepúlveda;
Pero mañana a las diez
Su decisión absoluta
Nos traerá un propio.
DAMA l.ª                                   Luces
Allá abajo se vislumbran.
GARCILLÁN Sí: vienen ya con el féretro.
DAMA 1.ª Mirad: ¡es cosa que asusta!
¡Ni un clérigo!
DAMA 2.º                        ¡Ni una cruz!
GARCILLÁN No reza nadie.
LOPE                          Circundan
El ataúd en silencio.
GARCILLÁN ¡Hoy entre vítores triunfa,
Y hoy, sin que nadie la llore,
Con infamia la sepultan!
 
Escena II
 
DESIDERIA; aldeanas vestidas de blanco que traen en el ataúd a HONORIA, vestida también de blanco. Acompañamiento de duelo. Pueblo, criados con hachas, dichos.
 
DESIDERIA Tomad y abrid, ya que es fuerza
(Dando una llave a un criado, que abre la puerta del palacio.)
Que un triste deber se cumpla.
Aquí espero que volvamos
Pronto con la pompa augusta
De la religión a dar
A esa infeliz criatura
Descanso en tierra sagrada,
Que por hoy se le rehúsa.
GARCILLÁN Sí; pero como personas
Que su crédito repugnan
Al mal; como agradecidos
A una bienhechora; en suma,
Como fieles imploremos
De la Inteligencia justa
Piedad para esa mujer
Que con su fin nos conturba.
Señor, virtuosa siempre
La vimos; de su hora última
No nos es dado juzgar;
Pero a mí mi fe me anuncia
Que le abres tu seno tú
Que reinas en las alturas.
(Pausa, durante la cual oran todos.)
DESIDERIA Id.
 
(Entran el ataúd en las ruinas: síguenle los del acompañamiento.)
 
LOPE       Jimén no habrá querido
Ver la traslación nocturna.
DESIDERIA Pues, y me encargó del duelo.
LOPE ¿Y eso?
(Designando la herida de DESIDERIA.)
DESIDERIA               Novedad ninguna
Siento en el brazo: el Doctor,
Al tiempo de hacer la cura,
Me dio por libre de todo
Riesgo.
DAMA l.ª              Por vuestra fortuna,
De rozarse la saeta
En la aljaba por la punta
Tanto tiempo, había ya
Desgastádose la untura
Del veneno.
LOPE                    Si el Doctor
Sostiene que de su ayuda
No necesitáis, podéis
Vivir tranquila y segura.
No se engañó en el pronóstico
Funesto que hoy os enluta.
DESIDERIA Ya observaría que a Honoria
La mataba la clausura.
Se consumía de pena
Ella de verse reclusa.
GARCILLÁN Libre fue su vocación.
DESIDERIA Murió, y es inoportuna
La reticencia: no importa
Ya que todo se descubra.
Si mi prima tomó el hábito,
Fue porque está muy en duda
Si su madre ingirió o no
Sangre bastarda en la alcurnia
Del Conde.
GARCILLÁN                    ¿Es posible?
DESIDERIA                                          Es cierto.
Y allá cuando la aventura
De prender a Bonifaz,
La dama que estaba oculta
En el cuarto de Jimén
(Aunque yo tuve la culpa),
Era Honoria.
LOPE Y GARCILLÁN                      ¡Honoria!
DESIDERIA                                       Allí
Colocada en la estrechura
De quedar sin opinión
La encontré; allí la renuncia
Del mundo y mi casamiento
Le inspiró el cielo: resulta,
Señores, que no fue todo
Virtud lo que se gradúa
De tal; fue interés, deseo
De mantener incorrupta
Su reputación; en fin,
Lo que se ve en la conducta
De la mujer casi siempre,
Que es vanidad y tontuna.
LOPE ¡Excelente oración fúnebre!
DESIDERIA Puede que sea la única
Donde el orador se atiene
A la verdad, y no adula.
 
(Salen de las ruinas los que entraron, habiendo dejado dentro las luces.)
 
GARCILLÁN Ya salen.
DESIDERIA                Vamos. Yo es cierto
 
(Un criado cierra y da la llave a DESIDERIA.)
 
Que fui mil veces injusta
Con ella, y solemnemente
Lo declaro. Oiga la súplica
De perdón que le dirijo
A la región donde alumbra
Luz de desengaño eterna,
Paz que la pasión no turba,
Y desde allí me verá
Mi compañera de cuna
Reconciliada con ella
Al fin.
GARCILLÁN (Aparte.)
            Sí: sobre la tumba,
Cubierta de deshonor,
Donde tu piedad la insulta.
 
(Vanse todos.)
 
Escena III
 
JIMÉN Todo se desvaneció:
(Saliendo por entre los árboles últimos de la izquierda.)
Lúgubre susurro, luces,
Túnicas blancas, capuces,
Palmas... ya nada quedó.
En silencio indiferente
Yacen las ruinas que habita
Allí una beldad marchita,
Aquí un corazón doliente.
¿Por qué la razón no ahuyenta
De mí este afán, como anhelo,
Si aun de que pise este suelo
Podrá pedírseme cuenta?
¡Honoria! No; no esa tez
Han de ver descolorida
Los ojos que allí la vida
Bebieron alguna vez.
No; tu voto me sujeta
Cuando conmigo contiendo:
Como tu celda viviendo,
Jimén la tumba respeta.
Solo, mi Honoria, a hurtadillas
He llegado a estos umbrales,
Y de tus restos mortales
Me despido de rodillas,
Para rogarte, pues ya
Que te olvide has exigido,
Que tú me des el olvido,
Pues en mi poder no está.
(Mirando a la ventana grande sobre la puerta.)
Mas ¿qué es esto? El resplandor
De las hachas disminuye.
Hielo por mis venas fluye.
Percibo un sordo rumor.
Detenerse es por demás.
La puerta resiste en vano.
La forzaré.
(Abre la puerta de una patada.)
 
Escena IV
 
Un embozado con antifaz, que aparece en el umbral de la puerta cuando JIMÉN va a entrar; dicho.
 
EMBOZADO Atrás, profano.
JIMÉN                         ¡Jesús mil veces!
(Retrocediendo.)
EMBOZADO                                                      ¡Atrás!
 
(Retírase el embozado y ciérranse las hojas de la puerta.)
 
JIMÉN ¿Ha sido una aparición?
¿Es un viviente? -¿Qué dudo?
Con el estoque desnudo
Arranco tras la visión.
Ningún pensamiento impío
Me mueve. (Abre.) ¡Nueva sorpresa!
Ya todo en tiniebla espesa
Está. -¡El ataúd vacío!
¡Qué esperanza! ¡qué recelo!
¡Me la roban! -Luz se ve
Allí... ¡Oh! No la cederé
Ni a los ángeles del cielo. (Entra.)
 
Escena V
 
DESIDERIA; BONIFAZ, con un farol.
 
DESIDERIA Es inútil, no me niegues
Que hacia aquí se encaminó
Jimén.
BONIFAZ           Porque daros pude
Muerte, aunque sin intención,
Tenéis derecho de hacer
De mí un lacayo, un pastor...
A todo me avengo, menos
A serviros de soplón.
Ha salido el Conde, sí:
No sé hacia dónde salió.
DESIDERIA ¡La puerta abierta!
BONIFAZ                               ¡Caramba!
¿No tenéis la llave vos?
DESIDERIA ¡Apagadas las antorchas!
Llega con ese farol.
BONIFAZ ¿Qué habrá ocurrido?
DESIDERIA                                    ¡El cadáver
No está! Desapareció
De aquí.
BONIFAZ               ¡Virgen de la Peña!
DESIDERIA No está.
BONIFAZ               ¡Virgen de la Hoz!
DESIDERIA ¿Habrá sido arrebatado,
Por divina permisión?
¿Habrá?... Jimén ha venido
Aquí...
BONIFAZ              ¿Si resucitó
Para cristianarse, y luego
Morirse en gracia?
DESIDERIA                               El Doctor
Que se oculta... mi marido...
¡Espantosa confusión!
Ánimo. Da esa luz. Sígueme.
BONIFAZ ¡Por la madre que os parió
Y no conocéis, no hagáis
Desatino tan atroz!
DESIDERIA Sígueme.
BONIFAZ                No entréis, no entréis
En esa horrible mansión.
Aunque os pertenece, ha un siglo
Que no tiene habitador:
Visiones horribles dicen
Que al temerario que entró
Le persiguen sin descanso.
DESIDERIA ¡Cuentos!
BONIFAZ                 Quizá un malhechor,
O muchos, tienen aquí
Su guarida, y ellos son
Los que el cadáver se llevan
Para que la población
Se asuste, y huya y no pare
Diez leguas alrededor.
Volvámonos, reunamos
Toda la gente de pro
De la villa, y que ellos vengan
A hacer la requisición.
DESIDERIA Sí, vamos: es más seguro.
BONIFAZ Más prudente.
DESIDERIA                         Loca voy.
Haré que cerquen las ruinas.
BONIFAZ Bien: yo seré un cercador. (Vanse.)
 
Escena VI
 
JIMÉN, tres embozados.
 
JIMÉN Bandidos, no os libraréis.
(Dentro de las ruinas, a lo lejos.)
EMBOZADO 1.º (Dentro.)
Romped por aquí.
EMBOZADO 2.º                              Cedió.
 

(Ábrense las puertas de la derecha: dentro de este ángulo del edificio aparecen con antifaces tres embozados, uno de los cuales tiene un hacha y otro cuida de HONORIA, que inmóvil como un cadáver yace recostada en unas gradas.)

 
Huyamos: estás herido.
EMBOZADO 1.º Levemente.
EMBOZADO 2.º                     Huye, señor.
Abandona tu proyecto
Quédese en esta región
Esa infeliz. O atacar
Todos a Jimén...
EMBOZADO 1.º                             ¡Qué horror!
EMBOZADO 2.º O desistir de llevarla.
EMBOZADO 1.º ¿Y ha de ignorar mi intención?
¿No ha de conocerme nunca?
¡Ah! todo se me frustró.
EMBOZADO 2.º Escríbeselo y salvémonos.
EMBOZADO 1.º Sé feliz, Honoria. Adiós.
 
(Vanse los tres por la derecha.)
 
Escena VII
 
HONORIA, sin sentido, y luego JIMÉN, ambos en el portal que se ve a la derecha.
 
JIMÉN (Dentro.)
No saldréis con vuestra empresa:
Ya en vuestra sangre teñí
La espada. (Sale.) ¡Ah! vencí, vencí:
Abandonaron la presa.
Huyeron. -¡Ay Dios! ni el sello
De la muerte descompone
Su rostro: respeto impone,
Tan candoroso, tan bello.
¿Por qué profana esa gente
Tu morada mortuoria?
Yo no sé, yo no sé, Honoria,
Más que te tengo presente.
¡Ay! aun aquí eres ajena,
Y no me debo atrever
Ni una lágrima a verter
En tu frente de azucena.
Y cuando el pecho se parte
Del dolor que le devora,
¡Ay! ¡El solo que te llora
Se esconde para llorarte!
¡Honoria! -¡Y se ha reducido
A esto la que amaba! -Inerte
Cual piedra... -¿Por qué la muerte
No nos habrá reunido?
Mucho el premio ha de valer
Que Dios nos ha de guardar,
Para podernos pagar
Tanto y tanto padecer.
Horrible es que se dilate
Por tanto tiempo el martirio.
¡Santos del cielo! ¿es delirio?
Creo que su seno late,
Creo notar que respira.
Querer llevarla robada...
¡Dios mío! No me persuada
Yo lo que será mentira.
Sienta yo su mano, sienta
Circular...
(Ásela una mano.)
                   No, no es prestigio.
Honoria vive. ¡Oh prodigio!
HONORIA ¡Ay!
(Abriendo los ojos.)
JIMÉN          Honoria mía, alienta.
HONORIA ¡Ay!
JIMÉN         Gracias, mi salvador:
Volvisteis por vuestra esposa.
Mírame.
HONORIA               Padre... me acosa
Una duda.
JIMÉN                  El confesor
Me cree. Soy Jimén.
HONORIA (Sin comprender aún.)
                                Él
Me ha de llevar al abismo.
¿Creeréis... que ahora mismo...,
Temo quererle?...
JIMÉN                   (Aparte. ¡Más hiel
Sobre la herida enconada!)
Calla, que Jimén lo exige.
Yo soy Jimén.
HONORIA                        ¡Tú! ¿Qué dije?
¿Por ventura?...
JIMÉN                           Nada, nada
Ni lo sientes ni imaginas,
Ni lo creo: no pensemos
En esto; pensar debemos
En que salgas de estas ruinas.
HONORIA ¿Ruinas? Cierto: no descubro
La ostentosa colgadura
Del cuarto. ¿Qué vestidura
Es ésta con que me cubro?
¿Dónde estoy? No es esta ropa
La de mi Orden.
JIMÉN                           A mejor
Ocasión diré...
HONORIA                        El Doctor
Al presentarme una copa,
Si no confundo el sentido,
Me anunció...
JIMÉN                       ¿Qué te decía?
¿Qué?
HONORIA            Que se me creería
Muerta. ¿Si lo habréis creído?
JIMÉN Sí, sí.
DESIDERIA (Dentro.)
          A este punto acudid.
JIMÉN De Desideria es la voz
Que oigo.
HONORIA                 Búscame veloz
Al doctor Almoravid.
Él un horrible alboroto
En mi razón ha excitado;
Él es el que se ha empeñado
En que era nulo mi voto.
 
Escena VIII
 
DESIDERIA, DON GARCILLÁN, DON LOPE, y caballeros con espada en mano; pueblo, damas.
 
GARCILLÁN Los que huyen no se la llevan.
DESIDERIA Aquí debe estar.
JIMÉN                            ¡Miradla!
(Saliendo con HONORIA.)
TODOS ¡Milagro!
DESIDERIA                ¡Vive! ¿Es verdad?
JIMÉN El cielo quiso salvarla.
 
(Las damas llegan a sostener a HONORIA, y la traen a un lado de la escena, donde hay unos trozos de las ruinas sobre los cuales se sienta.)
 
Yo la liberté de manos
De unos viles que intentaban
Llevársela.
DESIDERIA                   ¿Y quiénes eran?
JIMÉN A ninguno vi la cara.
GARCILLÁN Ya los persiguen. Honoria
Pudiera indicarnos...
DESIDERIA                                    Habla,
Honoria.
HONORIA               Nada comprendo.
Habláis de robo, con arma
Venís... El Doctor podrá
Daros alguna luz.
DESIDERIA                            Falta
Del pueblo.
JIMÉN (Aparte.)
                   Debió ser él
A quien di la cuchillada.
DESIDERIA ¿Recuerdas, Honoria, habernos
Dicho que no eras cristiana?
HONORIA Sí. ¡Qué horror!
GARCILLÁN                            Deliraríais
Entonces.
HONORIA                  No deliraba,
No.
JIMÉN         ¿Cómo?
HONORIA                        Jura el Doctor
Que yo he sido bautizada
Con agua de flores.
GARCILLÁN                                 Era
Nulo el bautismo. Sin agua
Natural no hay sacramento.
LOPE Pero el decirlo no basta.
JIMÉN Debería darnos pruebas
El Doctor.
HONORIA                   Me ofreció darlas.
DESIDERIA Y no lo ha cumplido, y huye,
Con ser la cuestión tan ardua.
HONORIA ¡Oh! Si ha mentido, es un monstruo:
Por poco el susto me mata.
DESIDERIA No temas: tu enfermedad
También será imaginaria.
HONORIA ¿También?
DESIDERIA                   A favor de pócimas
Para que te desmayaras,
Habrá logrado el Doctor
Que tú de Segovia salgas,
Para simular tu muerte
Fuera del claustro.
HONORIA                              ¿Qué causa
Pudiera el Doctor tener?...
DESIDERIA Eso cualquiera lo alcanza.
JIMÉN ¡Desideria!
DESIDERIA                   Ya es forzoso
Creer que el Doctor te ama.
HONORIA ¡Oh! vergüenza!
JIMÉN                            ¿Piensas?...
DESIDERIA (A JIMÉN.)
                                             Pienso
Que como la circunstancia
De nulidad del bautismo
Los votos invalidaba
De Honoria, quiso el Doctor
De esta manera engañarla,
Para que se figurase
Que podía ser casada.
HONORIA ¡Casada!
DESIDERIA                Y comprometerla
Con el rapto a ello.
HONORIA                                Calla,
Que es un puñal para mí
La menor de tus palabras.
DESIDERIA Yo no te culpo.
HONORIA                          Me culpa
La suposición, me ultraja,
Sí; que todos creerán
Que para usar esa traza
De robar una mujer
Ella debió autorizarla.
Mejor sabes tú que nadie
Que es imposible que amara
Yo más que a un hombre... que a Dios...
No sé qué digo: se abrasa
Mi frente, y a un tiempo juicio
Y paciencia se me acaban.
Si puede hallarse al Doctor,
Si lo que afirma se aclara,
No volveré yo al convento,
Cuyos muros no me salvan
De calumnias afrentosas
Y traidoras asechanzas.
Abrazar no quiero vida
Que tantos me hacen amarga,
Ni imponerme obligaciones,
Pues no me dejan guardarlas.
DESIDERIA Honoria es muy concienzuda,
Y no olvidará la carta
De su padre.
HONORIA                     ¡Oh Dios! ¡Qué dije!
Fuerza es que mis votos vaya
A renovar en el claustro.
(Mi padre y su honor lo mandan. Aparte.)
 
Escena última
 
BONIFAZ, el EMBOZADO 1.º con un brazo vendado, aldeanos armados; dichos.
 
BONIFAZ Cuidado, que no se escape.
EMBOZADO Dejadme paso, canallas. (Se descubre.)
TODOS ¡El doctor Almoravid!
DOCTOR Yo soy: así se me llama,
Y ese es mi oficio y mi origen:
Mi nombre cierto es Audalla.
TODOS ¡Un moro!
DOCTOR                  Cabal: un moro
Noble y rico de Granada.
JIMÉN Estáis herido: vos sois...
DOCTOR Soy el que a Honoria robaba;
Soy el que le dio a beber
Una poción que aletarga;
Soy el que para evitar
Que viva la sepultaran,
He descubierto que fue
Con engaño bautizada.
HONORIA Pero ¿es verdad?
DOCTOR                             Me lo ha dicho
Tu madre... que fue mi hermana.
HONORIA Es imposible.
DOCTOR                       Era mora.
DESIDERIA ¿Mora?
DOCTOR               Sí. -Fue cautivada
Niña; a Segovia trajéronla;
Prendó a su señor la esclava;
Murió aquel sin que los vínculos
Del amor legitimara;
Y firme ella en su creencia
(Cual buena mahometana),
Al dar a luz una hija
Cuya vida peligraba,
Para no imprimirle el sello
Que al nazareno señala,
Mandó que un siervo ignorante
La frente infantil regara
Con agua de olor.
BONIFAZ                             ¡Huy!¡Qué
Mora tan mala cristiana!
DOCTOR Supimos de ella; partí
Y la conduje a la patria;
De la hija, ya en secreto
A San García enviada,
El nacimiento calló;
Fue luego esposa Zoraida,
Y ya es polvo.
DESIDERIA y HONORIA                        ¿Ha muerto?
DOCTOR.                                            Sí.
Al morir me lo declara
Todo y me entrega papeles,
Para que venga en demanda
De mi sobrina: la encuentro,
Y viéndola tan fanática
En su fe postiza, tuve
Que apelar para llevármela
A ese medio extraño.
HONORIA                                   Estáis
En un error.
DESIDERIA                    La bastarda
Hija de mora, soy yo.
JIMÉN Sí.
DOCTOR      Quien lo crea se engaña,
Tú, cuya insaciable envidia
(A DESIDERIA.)
Despuntó desde la infancia,
Codiciosa de la joya
Que al cuello Honoria llevaba,
Cual otra tú, precisaste
A tu nodriza a trocarlas.
TODOS ¿A trocarlas?
DESIDERIA                       Falsedad.
Yo no me acuerdo de nada.
HONORIA Ni yo.
DOCTOR        Teníais tres años.
DESIDERIA Siempre con la misma alhaja
Se nos vio.
DOCTOR                   No permitiste
Que dos horas disfrutara
Honoria su distintivo.
DESIDERIA ¿Y cómo nuestra encargada
No habló de ese trueque a nadie?
DOCTOR Cuatro años después Olalla
Te dijo que era tu madre
Una noble castellana,
Mujer de un gobernador
De Burgos, y que ignoraba
Si era la madre de Honoria
Una mora o renegada.
Esto deshacía el trueque,
Y la nodriza contaba
No morirse tan de pronto
Sin hacer que destrocarais.
GARCILLÁN ¿Consta eso?
DOCTOR                      De todo hay pruebas,
Ya por mí justificadas.
Míralas tú, que eres juez,
Y di si aparecen válidas.
(Entrega unos papeles a DON GARCILLÁN.)
Olalla menciona aquí
El trueque de las medallas
Y los nombres que os pusieron
Para que ocultos quedaran
El de Flor y el de Violante.
En este papel se marca
Entre las señas de Honoria
Un lunar en la garganta.
TODOS No hay duda.
DOCTOR                       No la hay: tú eres
La de estirpe musulmana
Honoria; tú, Desideria,
La Condesa propietaria,
Prima de Jimén.
DESIDERIA                         ¡Su prima!
BONIFAZ ¡Casado con prima hermana!
¡Jesús! Matrimonio nulo.
HONORIA. ¿Podrá ser?
DESIDERIA (A DON GARCILLÁN.)
Hablad, y salga
De duda si soy esposa
O si quedo divorciada.
GARCILLÁN No hay tribunal que no juzgue
Evidente la probanza.
DESIDERIA ¡Ay! ¿Y los votos de Honoria?
BONIFAZ ¡Toma! No siendo cristiana,
Tampoco pudo ser monja.
GARCILLÁN Si los hizo voluntaria,
Entonces...
HONORIA                    Los pronuncié
Creyendo que ejecutaba
La voluntad de mi padre.
GARCILLÁN Quedáis libre.
DOCTOR (A DESIDERIA.)
                        Y a ti pasa
La obligación.
JIMÉN                        Y el condado,
Pues la donación firmada
Por Honoria es nula.
DESIDERIA                                 Sí.
Todo es nulo por desgracia.
HONORIA (Aparte.) ¡Infeliz!
DOCTOR (A JIMÉN y a HONORIA.)
                              Vosotros, creo
Que os amasteis y os amabais...
JIMÉN Por compasión...
(Señalando a DESIDERIA.)
HONORIA                             Respetad...
DOCTOR Vuestra suerte fue cambiada;
(A las dos.)
Destrocáis: a ella tu claustro;
A ti su marido.
DESIDERIA (Aparte.)
                        ¡Oh rabia!
JIMÉN Desideria...
HONORIA                   Amiga mía...
DESIDERIA Basta de consuelos, basta.
Yo tu galán te usurpé;
Tú mi esposo me arrebatas:
Monja te hice; monja me haces:
Lícita es la represalia.
BONIFAZ Bautizo y boda en un día
Vamos a tener en casa.
DOCTOR La primera ceremonia
No la veré yo: mañana
Torno a mi país.
HONORIA                          ¡Tan pronto!
DOCTOR Con el oro que guardaba
Para ti, volveré luego.
HONORIA Señor...
DOCTOR             Pero antes que parta,
¿No me dará mi sobrina
Los brazos?
HONORIA                     Ellos y el alma.
DOCTOR Los tuyos, Jimén.
JIMÉN                             Señor...
DOCTOR Hijos, Alá os destinaba
El uno al otro; yo tengo
Vuestras manos estrechadas.
¿Pudiera uniros?
JIMÉN                            Aún
No es tiempo.
HONORIA                       No.
DOCTOR                              En mí recaiga
La culpa.
(Hace que se abracen.)
GARCILLÁN                 Y en mí.
JIMÉN                               ¡Bien mío!
HONORIA ¡Jimén! -¡Dios eterno, gracias!
¿Quién más dichosa que yo?
DESIDERIA Ninguna: huérfana, dama,
En el siglo, en el convento,
Enferma, resucitada,
Tu vida feliz ha sido,
Mi vida triste y amarga.
HONORIA ¡Siempre envidiándome!
DESIDERIA                                        Siempre
Mereces ser envidiada.



Notas

     1.ª Este drama va dividido en dos partes, no porque el autor crea que comprende dos acciones, sino porque abraza dos épocas y corresponde en cierto modo a dos géneros. Los tres primeros actos pertenecen algo más a la comedia que al drama; en los dos últimos casi todo es drama y nada es comedia. El lector a quien incomode ese renglón de primera y segunda parte, considérelo como una errata y bórrelo de su ejemplar.

     2.ª El desenlace producido por la nulidad de los votos religiosos, es una imitación de En el mayor imposible nada pierda la esperanza, comedia de Moreto, el cual tomó esta idea de una anécdota o cuento que se halla repetido en varias obras, y en el acto 5.º de Romeo y Julieta; y en cuanto al trueque de los distintivos de ambas huérfanas (medio comunísimo sin ir a copiarlo de La Recherche d'un père), hay que prevenir que, cuando se empezó a escribir este drama, el autor creía que no debería representarse El Bachiller Mendarias, por lo cual no reparó en echar mano de un recurso que le resulta empleado dos veces de seguido.

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