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Honoria

DRAMA EN CINCO ACTOS EN VERSO

PRIMERA Y SEGUNDA PARTE

Estrenado en Madrid en el teatro del Príncipe a 6 de mayo de 1843.



                                         Personas                     
 
HONORIA
DESIDERIA
JIMÉN
DON GARCILLÁN
EL DOCTOR ALMORAVID
DON LOPE
BONIFAZ
DAMAS
Caballeros, embozados, criados y criadas, pajes, alguaciles, aldeanos y aldeanas, una hermana lega, un religioso.


La escena es cerca de Sepúlveda, en Segovia, y en un pueblo inmediato. La acción pasa por los años de 1458.



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Primera parte



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Acto primero

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Bajada desde la ermita de San Julián, en el término de Sepúlveda, a la orilla del río Duratón, que corre por entre una quebrada profundísima. Árboles, peñascos y matas por todas partes; del horizonte se ve muy poco.

 
Escena primera
 
HONORIA, DESIDERIA.
 
(HONORIA desciende con tristeza y lentitud una de las sendas que serpentean entre los peñascos. DESIDERIA baja de puntillas por otra senda observando a HONORIA, y al llegar a lo llano, la alcanza y la toca en la espalda.)
                                                                                                
HONORIA ¡Ay!
DESIDERIA          Te observé, te cogí:
Te vi registrar el árbol.
HONORIA ¡Qué susto!
DESIDERIA                    Bien cerca tienes
Agua, si te has asustado;
Limpio corre el Duratón,
Y traje en mi cesta vaso:
Beba y sosiéguese el ídolo
Del pueblo sepulvedano.
HONORIA Déjate de chanzas.
DESIDERIA                                Tú
Que conmigo te has criado
En San García, tú que hoy
Vives como yo al amparo
De Doña Inés en Sepúlveda,
¡Te reservas de mí tanto!
¿Qué es esto, Honoria?
HONORIA                                      Cumplir
Un juramento sagrado.
DESIDERIA ¿Juramento de callar?
No es delito quebrantarlo
Entre mujeres.
HONORIA                         Hoy cesa
La obligación; hoy el plazo
De mi silencio se cumple.
DESIDERIA Auto en favor. Ea, vamos;
¿Para qué ha sido el hacerme
Levantar hoy tan temprano?
HONORIA Para subir de las huertas
Fruta.
DESIDERIA           Y luego que llenamos
Las cestas, ¿no me has traído
Poco a poco paseando
Hasta San Julián? ¿No has hecho
Que entrara en el santuario,
Para que no reparase
Cómo en el hueco del álamo,
Que hay junto al pozo sin fondo,
Introducías la mano?
¿Qué buscabas allí?
HONORIA                                 Cosa
Que no hallé.
DESIDERIA                        ¿No?
 
(Poniéndose la mano delante de la boca, para que HONORIA no la vea sonreírse.)
 
HONORIA                                 Condenado
Vicio tienes de reírte
Cuando una está suspirando.
Descubre esa boca; y hagas
Burla o no, véase claro.
DESIDERIA Vaya en gracia. -¿Y qué debías
Hallar? ¿Papel o regalo?
HONORIA Papel.
DESIDERIA            ¿De un galán?
HONORIA                                   Galán
En todo.
DESIDERIA                Por muchos años.
¿Algún muchacho del pueblo?
HONORIA Ni es del pueblo, ni es muchacho,
DESIDERIA ¿Con que forastero?
HONORIA                                  Sí.
DESIDERIA ¿Labrador?
HONORIA                     No, cortesano.
DESIDERIA ¡Oiga! ¿Un caballero?
(Mordiéndose los labios.)
HONORIA                                    Mucho.
DESIDERIA ¿Rico?
HONORIA             Pobre.
DESIDERIA                         ¡Ah! ya.
HONORIA                                       Soldado.
DESIDERIA Y ¿a quién sirve, hoy que Castilla
Está dividida en bandos?
¿Al Infante Don Alonso?
HONORIA Al Rey Don Enrique cuarto.
DESIDERIA ¿Dónde has conocido tú
A ese hombre? ¿Cómo fue? ¿Cuándo?
HONORIA Hace tres años, aquí.
DESIDERIA ¿En sitio tan solitario?
HONORIA Cuando recia enfermedad
En Doña Inés se cebó,
Cuya incesante bondad
Desde siete años cuidó
Nuestra mísera orfandad,
Por ella el ánimo inquieto
A rogar aquí me trajo;
Pues trabajando a destajo
Muchas noches en secreto,
Del precio de mi trabajo
Gasté parte en cera, y pan
De ofrenda, y en el bolsillo
Guardé el resto con afán
Para echarlo en el cepillo
Del bendito San Julián.
Hecha con alma contrita
La humilde oración al santo
De quien fiaba mi cuita,
Bajaba yo de la ermita
Vertiendo mis ojos llanto,
Y exclamé: -«¿Quién, quién ahora
Su amparo me prestará,
Si falta mi bienhechora?»
Y oyose una voz sonora
Que dijo: «No faltará.»
Mi pasmo llegó a su colmo.
Dar gracias al santo quiero;
Torno a subir el sendero...
Y veo detrás de un olmo
Asomar un caballero.
Me habló; yo, sin escuchar,
Emprendí la senda abajo;
Siguiome; empecé a temblar,
Tomé entonces un atajo;
Mas él me vino a atajar.
Me ofreció en la senda inhiesta
Su apoyo; yo rehusaba;
Pero de instancia en respuesta,
Él ya la mano me daba
Desde el medio de la cuesta:
Mi susto cediendo fue
Al verle tan cortesano,
Y hasta llegar a lo llano,
Por hacer caso del pie,
Abandonele la mano.
Dijo que con su bandera
Recorría la Castilla,
Y andando por mí en espera,
¡Me había seguido fuera
De los muros de la villa.
Me llamó lucero y sol
Y cielo; yo le traté
De mentiroso y fistol;
y él me juró quererme, a fe
De caballero español.
Bien que nada le creí,
Dejé seguir el quillotro;
Rogome volviese allí;
Respondí que no... y volví
Otro día, y otro y otro.
La bandera al fin partió;
Él prometió que vendría;
Yo lo dudé, y él cumplió
Estando en la ermita el día
Mismo que me señaló.
Y siempre le encontré lleno
De amor, libre de resabios
Marciales, tan noble y bueno...
(Reparando en la acción de DESIDERIA.)
¡Eh! no te muerdas los labios
Al oír el bien ajeno.
En suma: ¿a quién no interesa
Tanto y tan fiel testimonio
Del amor que se profesa,
Y más con una promesa
Jurada de matrimonio?
La muchacha más esquiva
Se rindiera: de mí sé
Decir que aunque no reciba
Más nuevas de él, le querré
Siempre, siempre mientras vivo.
Buena prueba ahora doy
De mi cariño profundo:
Tres años, que cumplen hoy,
Me mandó que a todo el mundo
Callara que amada soy;
Pero si hoy amanecía
Y él no estaba en mi presencia,
Ni el álamo contenía
Papel que como solía
Justificara la ausencia;
Pudiera yo revelar
Misterio tan escondido,
Y puesta al pie del altar
De San Julián implorar
Venganza de un fementido;
Y tú ves que aunque me toca
Temer, pues a todo falta,
Me tiene de amor tan loca,
Que aún la duda que me asalta
No ha salido de mi boca;
Pues juzgándole por mí,
Cuando me pregunto yo
Si volveré a verle aquí,
Por más que el juicio que no,
Siente el corazón que sí.
DESIDERIA ¡Amor bien encarecido,
Aunque un poco temerario!
Crionos una villana;
Falleció sin declararnos
Nada del origen nuestro;
Que no hay entre las dos lazo
De parentesco, es lo sólo
De que informadas estamos.
Recogionos Doña Inés,
Puramente por un rasgo
De piedad, en San García;
Y aunque nos haya educado
Aquí luego cual pudiera
Perteneciéndola en algo,
«Las bastardas» es el título
Que la villa nos ha dado.
Bastarda, huérfana y pobre,
¿Son circunstancias acaso
Propias para que a nosotras
Nos quiera ningún hidalgo?
¿O pasas tú con el tuyo
Por nieta de Don Pelayo?
HONORIA Sabe que huérfana soy
Sin parientes ni allegados;
No sabe más: atenciones
Debidas a un tío anciano,
Dijo que le precisaban
A ocultar nombre y estado,
Y que por eso tampoco
Recibir quería en cambio
Más noticias de mí.
DESIDERIA                                ¡Qué!
¿Ni siquiera le has hablado
De las cajitas de acero,
Que a modo de relicario,
Cuadrada una, otra redonda,
En San García llevábamos?
HONORIA Sí; pero ya Doña Inés
Nos las había tomado
Cuando a Jimén conocí,
Y luego se las llevaron
Los soldados del infante
Que entraron la villa a saco.
DESIDERIA ¿Jimén se llama tu fiel
Y puntual enamorado?
HONORIA ¡Puntual! No me aflijas: tiempo
Queda para un desengaño.
Respeta a Jimén, cual yo
Respeto a ese desdichado
De Bonifaz, que te quiere.
DESIDERIA ¿Bonifaz? ¿Le hago yo caso?
HONORIA Es rico, es gran pescador.
DESIDERIA No me echará un mentecato
El anzuelo a mí. Yo vivo
Sin amorosos cuidados.
Muy feliz: nada me inquieta,
Nada deseo.
HONORIA                      ¡Qué engaño!
¿Nada? Ya, ya.
 
Escena II
 
BONIFAZ, con caña de pescar, chistera y red; dichas.
 
BONIFAZ                              ¡Desideria!
¡Honoria!
HONORIA                 ¡Feliz hallazgo!
Tu galán.
BONIFAZ                ¡Qué par de truchas
Entrambas para mi plato!
DESIDERIA ¿Entrambas?
HONORIA                       Eso es hacer
A Desideria un agravio.
DESIDERIA Bonifaz no sabe nunca
Lo que se pesca.
BONIFAZ                             ¡Canario!
En querer pescarte a ti,
No anduve muy acertado,
No.
HONORIA         ¿Por qué?
BONIFAZ                          ¿Por qué ha de ser?
Porque no muerde en gusano,
Ni entra en la red. ¡Si supieras,
Honoria, cuál me ha tratado
Ayer! Señor, que le den
Calabazas a un cristiano,
Vaya con Dios; pero, amiga,
Que le llamen ranacuajo
A uno, y chisgarabís
Y aguilucho de retablo
Por añadidura, ¡tiene
Escama! Renuncio a barbo
Con tantas espinas.
DESIDERIA                                ¡Oiga!
BONIFAZ ¡Qué manteo has estrenado
Tan garrido, Honoria! Ayer
Con el disgusto del chasco
No reparé; pero ¡vaya
Si te está pintiparado!
¿Sabes que me gustas? ¿Sabes
Que en ti venía pensando?
DESIDERIA Honoria no piensa en ti,
Bonifaz.
BONIFAZ.              Ya me hago el cargo
Señor, sin que se eche el cebo,
No viene el pez; eso es claro.
Antes que lo olvide, torna
Todo lo que hoy ha picado.
 
(Dándole los peces que trae en la chistera.)
 
¡Harto me picas a mí
Tú!
HONORIA        No, gracias.
BONIFAZ                           O aceptarlos,
O creeré que me tienes
También por un monicaco.
 
(Echa los peces en la cesta de HONORIA.)
 
Chica, ya lo sabes, yo
Ni soy carne ni pescado;
Pero a hombre de bien no cedo
Ni al Rey Don Gaspar el mago.
Si necesitas un día
Novio, a falta de hombre honrado,
Aquí estoy yo. Adiós; me voy
Hacia el puente de Talcano:
Echaré la red a ver...
Y si alguna anguila atrapo,
Vuelvo y te la doy.
DESIDERIA                                 ¿Y a mí?
BONIFAZ Linda pesca: a ti, ¡cañazo!
 
(Vase.)
 
Escena III
 
DESIDERIA, HONORIA.
 
DESIDERIA ¡Miren el mueble!
HONORIA                              Ten, es
 
(Echa los peces en la cesta de DESIDERIA.)
 
Tuyo de ley su regalo.
DESIDERIA ¿Qué mas da que tú lo lleves?
¿Y sabes que ahora caigo
En que dice bien? Ningún
Traje tan bien te ha sentado
Como ese.
HONORIA                    Tú lo elegiste
Para mí.
DESIDERIA                Visto despacio,
Parece mejor que en pieza.
HONORIA Haré que me dejen dártelo,
Pues te gusta.
DESIDERIA                        ¡Oh, no!
HONORIA                                       Con él
Agradará más tu garbo
A Bonifaz.
DESIDERIA                    Bonifaz,
Dime ¿será el reemplazo
De Jimén, si no parece?
HONORIA ¿Te han dado envidia las cuatro
Flores que me ha dirigido?
DESIDERIA No; pero me pesa el trato
Que le hice sufrir ayer
En un momento de enfado.
Así es que deseo...
HONORIA                                 Sí,
Todo cuanto ves, llevártelo.
Mi manteo y mi obsequiante
Aquí se te han antojado
En un momento: convéncete
De que todos deseamos,
Y tú más que nadie.
 
Escena IV
 
JIMÉN, dichas.
 
JIMÉN                                  ¡Honoria!
(Saliendo por lo llano.)
¡Honoria!
HONORIA                  ¡Dios soberano!
¡Es Jimén!
JIMÉN                   Sí, tu Jimén,
Sí.
HONORIA      No me has abandonado:
Ya soy feliz. ¡Ay! estaba
Con tu tardanza penando.
JIMÉN Verás como no era mía
La culpa.
HONORIA                 No es necesario.
DESIDERIA (Aparte.)
Nació con ventura Honoria.
Jimén es mozo gallardo.
Retirémonos, no piensen
Que me propongo estorbarlos
 
(Apártase hacia el fondo, y poco después se va por un costado.)
 
Escena V
 
HONORIA, JIMÉN.
 
HONORIA Ya del susto me desquito.
JIMÉN ¿Dudaste que yo viniera?
HONORIA No es mucho lo que quisiera
Quien no dudara un poquito;
Pero yo con vanagloria
Me decía sin cesar:
¿Ha de poder encontrar
Quien le ame como su Honoria?
JIMÉN Sol mío, tengo también
El orgullo por mi parte
De que no supiera amarte
Ninguno como Jimén.
Ya podemos sin reserva
Tejer el lazo amoroso,
Y ser esposa y esposo.
HONORIA Di señor y humilde sierva.
¿Cómo es?...
JIMÉN                         Entre tantas vidas
Que hoy por toda la comarca
Lleva al sepulcro la parca,
De incógnito mal heridas,
La de mi tío el tributo
Pagó de la humanidad.
HONORIA Es triste felicidad
La que ha de costar un luto.
¿murió en Segovia?
JIMÉN                                 No obstante
Que allí es donde residía
Y tiene casa, seguía
Al Rey, cuya corte errante
De lugar en lugar anda;
Y así la incomodidad
Del viaje y su ancianidad
Le postraron en Aranda.
Ahora ¿crees que quepa
Resistencia en Doña Inés
A unirnos?
HONORIA                   No; mas ya ves
Que es necesario que sepa
Tu condición y apellido;
Y yo, a mi ver con justicia,
Deseara una noticia
Del tío que ha fallecido.
JIMÉN ¿Oirás de disgusto absorta
Que era Conde?
HONORIA                            Di primero:
¿Te dejó por heredero?
JIMÉN No.
HONORIA        Pues entonces no importa.
JIMÉN La riqueza ¿no te agrada?
HONORIA Villana, es mala pareja
De Conde.
JIMÉN                   Aunque no me aqueja
Por mi la codicia nada,
Yo quisiera engalanar
A la hermosura que adoro
Con sederías del moro,
Con perlas del indio mar;
Yo quisiera en un bridón
Verba cabalgar, asida
En una mano la brida,
Llevando en otra un halcón;
Quisiera yo que con trajes,
De amor espléndido señas,
Sirviéranla en casa dueñas,
Fuera escuderos y pajes;
Que sólo sobre tapetes
Pisara su pie gentil;
Que aspirara ella el abril
En esencias y en pebetes;
Que lo más precioso y rico
Su camarín ostentase,
Y una princesa envidiase
Las plumas de su abanico;
En fin, quisiérate dar
Cuanta dicha se conoce,
Guardándome sólo el goce
De vértela disfrutar.
HONORIA Y a mí, entre tanto oropel
Que te prenda imaginario,
Me afligiera de ordinario
La certidumbre cruel
De que, cuanto más empeño
El grande pone en brillar,
Tanto más hace envidiar
Y padecer al pequeño.
JIMÉN La suerte así lo dispuso.
HONORIA Muerto ya el Conde tu tío,
¿Quién hereda el señorío?
JIMÉN Una hija suya que expuso,
De la cual nunca saber
Quiso mientras que vivía,
Y cerca de la agonía
Se dignó reconocer.
Es su última voluntad
Que la busque y dé su hacienda,
Y en pago se me encomienda
A su generosidad;
Por lo cual voy con un juez
A que su partida apreste
A Segovia, y culpa de este
Fue mi tardanza esta vez.
Él a Doña Inés visita
Ahora (es su conocido),
Y yo en tanto, conducido
Por mi amor, cumplo la cita.
HONORIA ¿Luego esa vida opulenta
Que me desea tu amor.
Pende sólo del favor
Dudoso de tu parienta?
JIMÉN El heredero presunto
Del tío era yo; mas luego
Que supe de su hija, el ruego
Mío decidió al difunto
A no dejar despojada
A la huérfana infeliz,
Siendo ella, por un desliz
De su madre, castigada.
Hay además un secreto
Que mi esperanza resguarde.
HONORIA ¿Lo podré saber?
JIMÉN                              Más tarde.
HONORIA ¿No ahora?
JIMÉN                     No.
HONORIA                             Me sujeto.
(Con cierta repugnancia.)
JIMÉN Ya ves que si mi leal
Porte la heredera estima...
HONORIA ¿Qué deudo tenéis?
JIMÉN                                 Es prima
Mía.
HONORIA          ¿Qué prima?
JIMÉN                                Carnal.
HONORIA ¿La tratas?
JIMÉN                    ¿Cómo he podido?
Aún no la conozco.
HONORIA                                ¿Sientes
Que seáis los dos parientes
En un grado prohibido?
JIMÉN ¡Qué temores!
HONORIA                         No son raros,
Porque el secreto me agita.
Gracias que la Condesita
Y tú no podéis casaros.
JIMÉN ¿Casarnos? En ley cristiana
Eso no pudiera darse:
Lo mismo es para casarse
Una prima que una hermana.
HONORIA Cierto: a un Rey que haga consorcio
Con deuda, si se divulga,
Su Santidad le excomulga
Como resista el divorcio.
JIMÉN Esto al caso no nos hace,
Pues antes de ir a encontrar
A mi prima, he de ajustar
Con Doña Inés nuestro enlace.
¿Quieres más?
HONORIA                         No me atrevía
Tanto como eso a pedir.
¿A dónde tienes que ir
Por tu prima?
JIMÉN                       A San García.
HONORIA ¡Cómo! ¿A la villa de fama
Por sus lindas hijas?
JIMÉN                                Sí:
Paso por Segovia.
HONORIA                               Di:
Tu Prima ¿cómo se llama?
JIMÉN Flor.
HONORIA          No es nombre conocido
En el pueblo que has citado.
JIMÉN ¿Cómo sabes?...
HONORIA                              Me he criado
En él, y acaso he nacido.
JIMÉN ¡Dios mío! ¡Qué duda estalla
En mi pecho! Tranquiliza
Mi afán: tu madre o nodriza
¿Cómo se llamaba?
HONORIA                                  Olalla.
JIMÉN ¿Ruiz?
HONORIA             Sí.
JIMÉN ¿Ruiz? ¡Cielos! En poder
De una Olalla Ruiz estaba
Mi prima Flor.
HONORIA                         ¡Qué! ¿Cuidaba
De tu prima esa mujer?
JIMÉN ¿Y tu origen es incierto
También?
HONORIA                  Nada sé de mí.
JIMÉN La nodriza...
HONORIA                       La perdí
A los siete años.
JIMÉN                            ¿Ha muerto?
¿Sabes si hay algo escondido
En la caja o medallón
Que?...
HONORIA               Para más confusión,
Esa caja se ha perdido.
JIMÉN ¿Será tal nuestra miseria?...
HONORIA ¡Oh! se ha criado también
Conmigo otra joven.
                                  ¿Quién?
HONORIA A verla vas. -¡Desideria!
(Llamando.)
 
Escena VI
 
DESIDERIA, dichos.
 
DESIDERIA ¿Qué ocurre?
HONORIA                        Por Dios, responde
A una duda que se ofrece.
Una de las dos parece
Que ha de ser hija de un Conde.
JIMÉN Del Conde de Valabril.
DESIDERIA ¿Una?
HONORIA            Sí.
HONORIA                 ¿Hija... natural?
JIMÉN No.
DESIDERIA        ¿Legítima?
HONORIA                          Sí tal.
En nuestra edad infantil,
¿Recuerdas te hayan contado
Algo que deje a entender
Cuál de entrambas puede ser
La heredera del condado?
Siempre a nuestra guardadora
Distinciones mereciste
Que yo no, y además fuiste
Siempre más observadora.
JIMÉN Decid, que nos interesa
Infinito...
DESIDERIA                 Sentiría
Dar pena a quien le vendría
Mejor que a mí lo condesa
JIMÉN No obstante...
HONORIA                          Dí.
DESIDERIA                                Yo imagino
Que Honoria, si lo olvidó,
Recordará se me dio
Siempre a mí el traje más fino.
JIMÉN ¿Es verdad?
HONORIA                      Sí.
DESIDERIA                            Que aunque de ello
Nada se infiera quizás,
Yo no la he puesto jamás
Las manos en el cabello;
Y ella, que me sobrepuja
En todo, hizo mi tocado
Siempre, y aun este labrado
(Señalando el colchado de la cocina.)
Lo debo a su hábil aguja.
HONORIA No hay duda.
JIMÉN                        Es otra señal...
DESIDERIA El recuerdo que no exijo,
Pues Olalla no lo dijo
A mi amiga servicial,
Es el de una rara especie
Que yo te debí encubrir,
Por ser mal hecho afligir
A persona que se aprecie;
Y porque la confidencia
Se me hizo en tan corta edad,
Que pude, por vanidad
O por mala inteligencia,
Sufrir equivocación
Que sería de interés,
Y más si entendí al revés
Quizá la revelación.
JIMÉN ¿Y es?...
DESIDERIA                 Que una... gobernadora...
Me dio a luz.
JIMÉN                      ¿Fue?...
DESIDERIA                                     Burgalesa.
HONORIA ¿Y a mí?
DESIDERIA                 Decirlo me pesa.
Una renegada o mora.
HONORIA (Aterrada.)
¡Mora!
JIMÉN (A HONORIA.)
             ¿Y qué? -En Burgos nació
La Condesa: allí mi tío
Fue Gobernador. -Bien mío,
No somos primos tú y yo.
HONORIA Seré morisca.
JIMÉN                         Blasones
Para los dos mi nobleza
Tiene: la mejor limpieza,
De sangre son las acciones.
DESIDERIA Pero...
JIMÉN              Ven, que a Doña Inés
Voy a demandar tu mano.
 
(Tomando de la suya a HONORIA y partiendo ambos.)
 
HONORIA Ella nos dirá...
DESIDERIA                         Es en vano:
Ella...
HONORIA (A DESIDERIA.)
            Ven.
DESIDERIA                      Oíd.
JIMÉN                               Después.
 
(Vanse HONORIA y JIMÉN.)
 
Escena VII
 
DESIDERIA Satisfagan su capricho;
Pregunten sobre el asunto
A Doña Inés, que por junto
Sabe lo que yo le he dicho.
Id con Dios, primo Jimén.
Sí, porque se mi figura
Que la condesa futura
Soy yo. -Pues señor, muy bien;
Por fin el deseo ardiente
Aquél, que me mortifica
Siempre que miro una rica,
Se cumple de repente.
Voy a heredar un condado,
Luciré joyas y galas,
Tendré en magníficas salas
Mi habitación y mi estrado;
Pero por más que me sobre
Todo en el fausto que espero,
No tendré yo un caballero
Que me haya querido pobre.
De modo que comparando
Suerte con suerte, en rigor
Honoria con el amor
De Jimén sale ganando.
¡Ojalá ella la heredada,
y yo la querida fuera!
De cualquier modo sintiera
No ser condesa y amada.
Es dura cosa en verdad
Dos bienes apetecer,
Y venir a poseer
Solamente la mitad.
Única dueña me veo
 
(Saca de la faltriquera dos medallones de acero, uno cuadrado y otro redondo, pendiente cada uno de un cordón o cinta.)
 
De estas prendas tan buscadas,
Que cogí y di por hurtadas
En el día del saqueo.
Deseaba yo inquirir
Lo que hay dentro, y no he sabido
Nada: no las he querido
Romper, ni las pude abrir,
Ni a un artífice fiar
Para tal operación,
Pues por ellas un pregón
Hizo Doña Inés echar.
Humana persona sabe
(Sonriéndose.)
Nada sobre el nacimiento
De las dos: si no presento
Los medallones, no cabe
Justificar en rigor,
Porque yo lo diga y crea,
Cuál entre Honoria y yo sea
La Condesa Doña Flor.
¡Pobre Honoria! En tal enredo
No se podía casar.
¡Buen chasco se iba a llevar!
Ya; pero entonces no heredo,
Y fuera el abrir la puerta
A tan malignos antojos
Sacarme yo entrambos ojos
Por dejar a Honoria tuerta.
Haré con habilidad
Que parezcáis de contado,
¡Malditos! que habéis burlado
Toda mi curiosidad...
(Da enojada contra una peña un golpe a uno de los medallones, que tiene asidos de las cintas, y el medallón se abre. Dentro hay un papel doblado, que toma con una mano, mientras que, conservando en la otra el medallón, examina su mecanismo.)
¡Ah! rompí el medallón. -Pero
No. ¡Qué dicha! no está roto.
Cedió el muelle, y según noto,
Se abren por el asidero.
Ya puedo salir de afanes.
Leamos este papel.
(Lee.)
¿Qué descubro? -¡Suerte infiel!
¿Soy esta yo? Adiós, mis planes.
Viene gente. ¿Los escondo?
No; me infaman: abismarlos
Debo. Sí, voy a arrojarlos
Dentro del pozo sin fondo.
 
(Sube precipitadamente la senda que guía a la ermita.)
 
Escena VIII
 
HONORIA, JIMÉN, DON GARCILLÁN; luego DESIDERIA.
 
HONORIA Veréis a mi compañera
De suerte.
JIMÉN                  Don Garcillán,
Habladla vos como juez
Y decidnos qué pensáis.
GARCILLÁN Hasta ahora nos hallamos
En profunda obscuridad.
Visito a Doña Inés hoy:
Ella, como es natural,
A dónde voy me pregunta;
Principióselo a contar,
Y averiguo con asombro
Que aquí la huérfana está
Que en San García los dos
Entendíamos hallar.
Por eso venía a daros
Cuenta de la novedad.
HONORIA ¡Desideria! -¡Ah! ya la veo.
 
(Al tiempo que HONORIA la llama, aparece DESIDERIA en lo alto de la senda, y baja.)
 
HONORIA Baja pronto.
GARCILLÁN                      Os es fatal
La pérdida de las cajas.
Doña Inés no sabe más
Que esos indicios que ahora
De descubrir acabáis.
HONORIA Ven, Desideria.
DESIDERIA                          Señores,
¿Qué me tenéis que mandar?
GARCILLÁN El Conde de Valabril,
Señora (Dios le dé paz),
Figurándose una ofensa
Contra la fe conyugal
(Que luego tuvo al morir
Por una ilusión falaz),
Cuando su esposa murió,
De su casa hizo lanzar
Una hija nacida a costa
De la vida maternal.
Una tal Olalla Ruiz
Encargose de criar
La niña; y dudoso el Conde
Entre cólera y piedad,
A esa mujer un papel
Dio, guardando copia igual,
Que a la huérfana proscripta,
Si en su estado de humildad
Importaba conocerla,
Sirviese de credencial.
Hoy la expósita su nombre
Y herencia va a recobrar.
Yo tengo el traslado; falta
El escrito original:
Vos, que, según se me dice,
(A DESIDERIA.)
Con algún dato contáis
Para presumiros hija
Del Conde Don Sebastián,
Dignaos manifestarme
Cómo lo habré de buscar,
Y decidme todo cuanto
Pueda servir además
Para que pronto se os pueda
Por Condesa saludar.
DESIDERIA Ignoro si en San García
Luz mayor daros sabrán
Personas que con Olalla
Mantuviesen amistad:
Lo que yo sabía, téngolo
A Doña Inés dicho ya,
Y aun eso con el temor
De poderme equivocar.
JIMÉN (A las dos.)
¿Nunca os mostró ese papel
Olalla?
DESIDERIA              Nunca.
HONORIA                          Jamás:
Recuerdo, sí, que mil veces
Nos ha dicho a cada cual
Que ella misma fue quien hizo
Las dos cajitas labrar,
Y que bien que no tuviesen
Ningún valor material,
Nos importaba muchísimo
Guardarlas. Es de pensar
Que cuando nuestra nodriza
Les daba importancia tal,
Contendrían los papeles
Que hacen falta.
DESIDERIA                           Es regular;
Pero los hemos perdido:
Tal vez no parecerán,
Y este misterio sin ellos
Difícil es de aclarar.
GARCILLÁN Y vos ¿podéis acordaros
Con toda seguridad
De lo que Olalla os decía
Buen número de años ha?
HONORIA ¿Te dijo que era mi madre
Mora?
JIMÉN            ¿Lo podéis jurar?
DESIDERIA Hasta ahora lo creí;
Mas como vos observáis,
Siete años tenía entonces,
Y pude entenderlo mal:
Aventurarme a jurarlo
Fuera una temeridad.
JIMÉN Me parecisteis más cierta
Antes.
HONORIA            ¿Te vuelves atrás
De lo que has dicho?
DESIDERIA                                  ¿Apeteces
El origen musulmán?
HONORIA Jimén no repara en ello.
JIMÉN Moros bien hidalgos hay.
HONORIA Peor que la sangre mora
Es la consanguinidad.
JIMÉN A San García es forzoso
Partir.
GARCILLÁN           Hay que pregonar
Los medallones.
DESIDERIA                          Ya se hizo:
¿Quién sabe dónde estarán?
 
Escena IX
 
BONIFAZ, descalzo de piernas; dichos.
 
BONIFAZ Desideria, Honoria... -Guarde
Dios a todos.
DESIDERIA (A DON GARCILLÁN y JIMÉN.)
                      Bonifaz
Es un amigo.
BONIFAZ                      Un amigo,
Sí, que os viene a regalar,
Entregando a cada una
De su pesca la mitad.
HONORIA Eh, déjanos.
BONIFAZ                      A otro día
Después del saqueo, Blas
El pregonero anuncio
Que os importaba cobrar
A toda costa unos dijes
Perdidos. -¿Os acordáis
De las señas?
HONORIA                       Demasiado.
DESIDERIA ¿Y qué?
BONIFAZ               Os voy a aturrullar.
Frente al desembocadero
De un copioso manantial
Acabo de echar la red;
Y al ir tentando, mirad,
Envuelta con unas ovas,
¡Qué pieza vine a sacar!
 
(Saca de la chistera los dos medallones.)
 
DESIDERIA ¡Los medallones!
HONORIA (Tomándolo.)
                            ¡El mío!
¡El tuyo!
JIMÉN                ¡Oh felicidad!
GARCILLÁN ¿Es posible?
DESIDERIA                      Pero ¿cómo
Irían allí a parar?
BONIFAZ El caso es que no se cría
Ova en aquel arenal,
y la que traían era
Del pozo de San Julián.
HONORIA ¿Del pozo sin fondo?
BONIFAZ                                  Así
Lo llaman por ignorar
Todos que no se le encuentra
Fondo, porque es un canal
inclinado que recoge
Varios hilos de agua, y va
Con ellos dentro del río
justamente a desaguar
Donde esas prendas hallé
A mi ver, si algún secuaz
Del Infante las robó,
Las ha debido arrojar
Allí arriba.
(Señalando hacia la ermita.)
HONORIA                     ¡Ah! me has salvado.
Gracias.
DESIDERIA (Aparte.)
               Me perdió.
HONORIA (A DON GARCILLÁN.)
                                    Tomad.
Este es el mío: rompedlo.
GARCILLÁN Sé yo abrirlos.
BONIFAZ (A DESIDERIA.)
¿No me das
Gracias tú?
DESIDERIA                   ¿No se podía
Por ahora dilatar
El registrarlos?
HONORIA                          No.
JIMÉN                                   No.
GARCILLÁN Decid sólo, si gustáis,
Cuál es vuestro y cuál de Honoria.
HONORIA ¡Qué! no hay posibilidad
De trocar uno por otro,
Porque nos desmentirán
Doña Inés y mil testigos,
El redondo es propiedad
De Desideria; el cuadrado
Mío.
DESIDERIA         ¿Quién lo ha de negar?
Es público.
HONORIA                   Abrid.
GARCILLÁN (Abriendo el medallón.)
                                Hay dentro
Un papel.
JIMÉN                  Él nos dirá.
HONORIA Leed.
 
(GARCILLÁN lo desdobla y lee.)
 
BONIFAZ (Aparte.)
      Mi pesca produce
Sobrada curiosidad.
DESIDERIA (Aparte.)
¡Qué ansia!
JIMÉN                   ¿Es lo que se esperaba?
HONORIA Oigamos.
DESIDERIA (Aparte.)
                 ¡Estoy mortal!
GARCILLÁN (Lee.)
«La niña que lleva este papel por señal, que le será puesta al cuello dentro de una caja de acero de figura cuadrada, es Doña Flor, hija de la Condesa de Valabril, Doña Florentina Girón.»
JIMÉN (Aterrado.)
¡Mi tía!
HONORIA (Aterrada.)
               ¡Qué oigo!
BONIFAZ                                  ¡Hija Honoria
De un Conde!
HONORIA                        ¿No os engañáis?
 
(Dando el papel a HONORIA.)
 
GARCILLÁN Leed. -Y la nota tiene
Completa conformidad
Con la del Conde.
JIMÉN (A HONORIA.)
                              ¿Sospechas
Que hayan podido trocar
Esa seña?
DESIDERIA                  Se la he visto
Desde su más tierna edad...
HONORIA Es cierto; mas no es posible
Que sea tan principal
Mi cuna. Abre tú esa caja. (A DESIDERIA.)
JIMÉN No tengáis dificultad
En permitirnos...
DESIDERIA                             Pudiera
Negarme; mas por sacar
A Honoria de dudas... Ten.
 
(Abre el medallón redondo, saca el papel y dásele a HONORIA.)
 
HONORIA (Lee.)
     «Por este papel, que yo Olalla Ruiz he mandado escribir y guardar dentro de una caja redonda de acero, será conocida Violante, hija natural de una señora cuyo nombre me está prohibido revelar, la cual ahora vive en tierra de moros.»
DESIDERIA Ya ves: hija natural,
Y acaso morisca soy,
Si confundí la verdad
De lo que Olalla me dijo,
Como se debe pensar.
HONORIA Luego nosotros...
GARCILLÁN                              Señora,
Vos, según esta señal,
Si otra no le quita fuerza,
Sois Doña Flor de Guzmán,
Condesa de Valabril.
DESIDERIA Condesa, y prima carnal
De Don Jimén.
JIMÉN                         ¡Primo suyo!
HONORIA ¡Dios mío! ¡piedad! ¡piedad!
 
(Déjase caer abatida sobre un césped.)
 
JIMÉN ¡Honoria mía!
GARCILLÁN                       ¡Infelices!
BONIFAZ (Aparte a ella.)
Desideria, este galán
Se aflige; Honoria también:
¿Por qué les sienta tan mal
La condadura a los dos?
DESIDERIA Por una calamidad.
Son primos los dos, se quieren
y no se pueden casar.

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