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ArribaAbajoNoticia bibliográfica de algunas ediciones y traducciones del Quijote (§. 171)

211. El Quijote de Cervantes (decía Ríos, V. de C. núm. 100), ha gozado el privilegio de todas las obras excelentes, que nunca son raras, porque siempre son apreciadas. Este aprecio y esta aceptación tan general no solo han verificado el vaticinio de la multiplicidad de sus ediciones y traducciones que el mismo Cervantes puso en boca de su héroe (parte II, cc. 3 y 16), sino el extraordinario aplauso de sus aventuras que también predijo   -pág. 495-   en estas palabras de Sancho: antes de mucho tiempo no ha de haber bodegón, venta ni mesón o tienda de barbero donde no ande pintada la historia de nuestras hazañas (parte II, c. 71). Es curioso y digno de saberse cómo se han ido cumpliendo estas predicciones; pues aunque viviendo Cervantes gozaban sus obras gran reputación en los países extranjeros según el testimonio de César Oudin, del Lic. Márquez Torres y de Salas Barbadillo, con todo parece cierto que la lectura del Quijote cundió más en el vulgo o entre la gente popular que entre los literatos o personas de alta clase, como ya lo indicó Cervantes respecto a las mujeres y a los pajes: de lo que provino sin duda que todas las ediciones hechas en España por más de siglo y medio fueron de surtido, viciadas, incorrectas, sin gusto ni belleza en la parte tipográfica, ni en el adorno de estampas y dibujos, sin crítica ni esmero en la corrección e ilustración del texto, sin interés ni celo por honrar la memoria del autor, hasta que la restauración del buen gusto y el ejemplo de otras naciones sacudieron nuestro abandono y excitaron nuestra emulación declinando ya el siglo XVIII. Desde entonces se han repetido ediciones más correctas, más ilustradas, y con adornos que las hacen más estimables. Daremos noticia de aquellas que hemos podido adquirir o examinar, siendo imposible numerarlas todas, porque de su continua repetición, de su multiplicidad y de su extraordinario consumo nace que hayan desaparecido unas enteramente, y que otras se hayan ocultado a la diligencia de los bibliógrafos.


Primera parte del Quijote

1.ª El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha, compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra.   -pág. 496-   Dirigido al duque de Béjar, marqués de Gibraleón etc. Año 1605.- Con privilegio de Castilla, Aragón y Portugal.- En Madrid por Juan de la Cuesta, un tomo en 4.º

Es regular que Cervantes solicitase la licencia para la impresión poco después de mediado el año 1604; pues en vista de las censuras de estilo se le expidió por diez años el privilegio real para los reinos de Castilla en Valladolid a 26 de setiembre. La impresión estaba concluida el 20 de diciembre, en que se firmó y autorizó la tasa. Sin embargo, el privilegio por lo respectivo a Portugal no se expidió hasta 9 de febrero de 1605: lo que prueba que no se publicó la obra hasta muy entrado ya este año.

Cervantes acostumbraba vender sus obras a los libreros, y esta parece se la compró Francisco de Robles, que la imprimió en ausencia del autor, y salió por consiguiente con muchas y muy notables erratas, aun en la portada. Dividió Cervantes su libro en cuatro partes, aunque siguiendo sin interrupción la serie numeral de los capítulos: y esta circunstancia, con la de haber llamado segunda parte a la continuación que publicó en 1615, manifiestan su propósito de distribuir la obra en solas dos partes; y por lo mismo adoptó la academia esta división en sus ediciones.

2.ª —— Año 1605.- Con privilegio en Madrid por Juan de la Cuesta.- Un tomo en 4.º

Es muy notable esta edición por estar hecha en el mismo pueblo, año y volumen, y por el mismo impresor que la primera: prueba del aplauso con que se recibió el Quijote y del extraordinario despacho que tuvo. El Sr. Bowle ya dijo después de citar la anterior: consta que hubo otra del mismo año, lugar y forma; pero Pellicer aunque citó esta noticia no pudo asegurarse de su certidumbre. Nosotros hemos logrado examinar y cotejar ejemplares de ambas ediciones, y no solo son distintas, sino que la academia ha logrado aprovechar algunas variantes de la segunda.

3.ª —— En Valencia, en casa de Pedro Patricio   -pág. 497-   Mey, año 1605.- Un tomo en 8.º

Aprobó este libro el religioso observante Fr. Luis Pellicer en Valencia a 18 de julio de 1605; y en vista de esta aprobación se expidió la licencia para imprimirlo. Esta edición sirvió de texto para muchas de las que posteriormente se hicieron en Amberes y en Bruselas.

4.ª —— En Lisboa: empreso con lisenza do santo oficio por Jorge Rodriguez.- Anno 1605.- Un tomo en 4.º

A consecuencia del privilegio dado a Cervantes por diez años para imprimir su obra en los reinos de Portugal se hizo esta edición, habiendo expedido su licencia la inquisición en 26 de febrero, y el gobierno de Lisboa en 1.º de marzo de 1605.

5.ª —— En Bruselas, por Roger Velpius, impresor de SS. AA.- Año 1607.- Un tomo en 8.º

El privilegio por seis años a favor de Velpius está expedido por los Sermos. príncipes Alberto e Isabel Clara Eugenia en Bruselas a 7 de marzo de 1607.

6.ª —— En Madrid por Juan de la Cuesta.- Año 1608.- Un tomo en 8.º

La licencia del corrector Francisco Murcia de la Llana para que se pudiese publicar esta edición está firmada en Madrid a 25 de junio de 1608; y como ya entonces vivía Cervantes de asiento en esta villa, pudo corregir por sí mismo muchos yerros de la anterior y mejorarla conocidamente, suprimiendo unas cosas y añadiendo otras. Por esta razón se ha preferido su texto para las últimas ediciones, y por lo mismo es entre todas las antiguas la que más se busca y aprecia, aun en los países extranjeros (Diction. bibliog. imp. en París, 1791, tom. I, p. 260.)

7.ª —— All' Illmo. Sr. el sig. conde Vitaliano Vizconde.- En Milán por el heredero de Pedro Martir Locarni y Juan Bautista Bidello.- Año 1610.- Con licencia de superiores y privilegio.- Un tomo: 8.º

  -pág. 498-  

Al reverso de la portada están puestas en latín sumariamente las aprobaciones dadas por orden de la inquisición, del cardenal arzobispo y del senado de Milán. Omítese la dedicatoria de Cervantes, y ocupa su lugar la de los impresores al conde Vitaliano, con fecha en Milán a 24 de julio de 1610, en la cual hablan de la afición del conde a la lengua castellana, agora (dicen) hecha muy familiar a los caballeros de esta ciudad; y añaden que le dedicaban el libro español del Quijote, sin hacerlo traducir en lengua toscana por no le quitar su gracia, que más se muestra en su natural lenguage que en cualquiera trasladado; y para que de este modo corriese y se hiciese más general por toda Italia.

8.ª —— En Bruselas por Roger Velpius y Huberto Antonio impresores de SS. AA.- Año 1611: 8.º

Parece que Velpius dio parte en esta impresión a Huberto Antonio, respecto a que el privilegio es el mismo que obtuvo aquel en 1607. Es probable tuviesen presente la edición de Madrid de 1608, pues se notan corregidos algunos lugares viciados en las anteriores, aunque no todos.




Parte segunda

1.ª Segunda parte del ingenioso caballero D. Quijote de la Mancha por Miguel de Cervantes Saavedra, autor de su primera parte. Dirigida a D. Pedro Fernández de Castro, conde de Lemos etc.- Año 1615.- Con privilegio, en Madrid por Juan de la Cuesta.- Un tomo en 4.º

Como ya estaba publicada la parte II del Quijote compuesta por Avellaneda, y había sido recibida con tan poco aprecio, cuidó Cervantes de expresar que esta parte II que daba a luz era escrita por el autor de la primera, a fin de que no la equivocasen con la otra. Nótase también que no conservó a D. Quijote el nombre de ingenioso hidalgo, sino el de ingenioso caballero: de cuya alteración parece quiso dar alguna razón en el capítulo   -pág. 499-   II con estas palabras: Los hidalgos dicen que no conteniéndose vuesa merced en los límites de la hidalguía se ha puesta Don, y se ha arremetido a caballero con cuatro cepas y dos yugadas de tierra, y con un trapo atrás y otro adelante.

Tenía Cervantes concluida esta parte II, y presentada al Consejo a principios de 1615; pues el licenciado Márquez Torres la aprobó en 27 de febrero, y el M. Valdivieso a 17 de marzo: en cuya consecuencia se expidió al autor en 30 del mismo mes privilegio por diez años para la impresión, que tardó en concluirse hasta fines de octubre, respecto a que en 21 de este mes se despacharon la tasa y la fe de erratas. Cervantes firmó la dedicatoria el 31 del mismo octubre; y el doctor Gutierre de Cetina dio nueva aprobación sobre el ejemplar impreso en 5 de noviembre: de lo que se infiere que la obra se publicó muy a fines de aquel año. Y como el autor falleció en abril del siguiente, se conoce con evidencia que esta es la única edición de la parte II de que él pudo cuidar, y por consiguiente la que debe preferirse y adoptarse para arreglar a ella las ediciones sucesivas.

2.ª —— En Valencia, en casa de Pedro Patricio Mey.- Año 1616.- Un tomo en 8.º

Por comisión del vicario general examinó y aprobó este libro el licenciado D. Domingo Abad y Huerta en Valencia a 17 de enero de 1616; y en consecuencia se concedió la licencia para la impresión el 27 de mayo.

3.º —— En Bruselas, por Huberto Antonio, impresor jurado.- Año 1616.- Un tomo en 8.º

Los serenísimos príncipes Alberto e Isabel Clara Eugenia, duques de Brabante, dieron privilegio en su consejo de Bruselas a 4 de febrero de 1616 para que dicho impresor pudiera imprimir por espacio de seis años esta II parte del Quijote. Solo omitió en los principios la aprobación del licenciado Márquez Torres.

4.ª —— En Barcelona, en casa de Sebastián Mathevad, año 1617.- Un tomo en 8.º

  -pág. 500-  

Hízose con arreglo a la edición de Valencia; y en vista de su aprobación y licencia dio la suya en latín el obispo de Barcelona, como se advierte en los principios.

5.ª —— En Lisboa, por Jorge Rodríguez, con todas las licencias necesarias.- Año 1617.- Un tomo en 4.º

Se siguió para esta edición el texto de la de Madrid de 1615; pero se omitieron las aprobaciones y demás principios de ella, y se sustituyeron en su lugar las que se dieron en Portugal a 12, 22 y 25 de agosto y 10 de setiembre de 1616, aunque la tasa se despachó en Lisboa a 17 de enero de 1617.




La obra completa

1.ª Primera y segunda parte del ingenioso hidalgo etc.- Año 1637.- En Madrid, en la imprenta de Francisco Martínez.- 2 tomos en 4.º

Cervantes había anunciado su intención (parte I, pról.) de deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tienen los libros de caballerías, y sustituyendo la deleitosa y útil lectura del Quijote, lo consiguió de modo que en este año de 1637, en que Faria tenía concluido su comento a las Luisiadas, decía que ya en virtud de la feliz invención de Miguel de Cervantes no son tan leídos los libros llenos de superfluidades (canto VI, fol. 38)

La licencia para esta impresión se dio en Madrid a 31 de octubre de 1634 a favor de Pedro Coello, mercader de libros; pero no se acabó hasta fines de 1636, porque la fe de erratas está firmada en 31 de agosto y la tasa en 16 de setiembre de aquel año. Aunque la parte II tiene portada separada con el año 1636, sigue en ella la foliatura en que concluye la primera. Es edición de surtido, y se omitieron la dedicatoria de Cervantes y los versos que la preceden.

2.ª —— Dedicada a D. Antonio de Vargas Zapata etc., marqués de la Torre, vizconde de Linares   -pág. 501-   etc.- Año 1647.- En Madrid, en la imprenta Real.- 2 tomos en 4.º

Hízose a costa de Juan Antonio Bonet y Francisco Serrano, mercaderes de libros, y el segundo firma la dedicatoria. Parece reimpresión de la precedente.

3.ª Vida y hechos del ingenioso hidalgo etc.- En Bruselas, por Juan de Mommarte, impresor.- Año 1662.- 2 tomos: 8.º

Esta es la primera edición en que además de otras alteraciones, hallamos variado aun el mismo título de la obra; pues habiéndole dado Cervantes con mucha propiedad el que se le en las ediciones primeras, en todas las posteriores a esta se conservó el de Vida y hechos etc. título tan impropio y ajeno de esta fábula, como si a la Odisea de Homero, se la intitulase Vida y hechos del prudente Ulises, según lo advirtió la academia en el prólogo a la edición de 1780, corrigiendo este error y otros no menos groseros y notables.

También fue esta edición de Bruselas la primera que se hizo con estampas, como lo declara el impresor en la dedicatoria a D. Antonio Fernández de Córdoba, teniente general de la caballería en los estados de Flandes; pero es preciso confesar que el buril es tosco, y los dibujos carecen de la propiedad de los trajes, y del carácter peculiar de los personajes que representan. El privilegio a favor de Mommarte para imprimir esta obra en español y en otras lenguas por doce años, está fecho en Bruselas a 4 de setiembre de 1660.

4.ª Parte primera y segunda del ingenioso hidalgo etc.- Dirigida a la nobilísima señora Doña Catalina de Loyola, hija del Sr. D. Blasco de Loyola, de la orden de Santiago, y secretario del despacho universal de la monarquía etc.- En Madrid, en la imprenta Real.- Año 1668.- Un tomo en 4.º

Hizo esta edición a su costa el mercader de libros Mateo de la Bastida. La licencia, la fe de erratas y la tasa son todas del año 1668; y sin embargo de esto y   -pág. 502-   de continuar una foliación seguida en ambas partes, la segunda tiene portada diferente, y en ella se expresa después del título: Año de 1662.- Con licencia en Madrid por Mateo Fernández, impresor del Rey nuestro Señor.- A costa de Gabriel de León, mercader de libros. Tiene por consiguiente las mismas omisiones o irregularidades que la edición de 1637. En la dedicatoria se dice entre otras cosas que esta obra ha sido gratísima a todo el mundo, como lo muestran tan repetidas impresiones, que han desterrado los libros de caballerías tan perjudiciales a las costumbres.

5.ª La Vida y hechos del ingenioso caballero D. Quijote etc.... Nueva edición corregida e ilustrada con diferentes estampas, muy donosas y apropiadas a la materia.- En Bruselas a costa de Pedro de la Calle.- Año 1671.- Con licencia.- Dos tomos: 8.º

El impresor Mommarte parece que cedió el privilegio a la Calle para hacer a su costa esta edición, que es conforme a la de 1662 en el texto y en las estampas.

6.ª —— En Amberes en casa de Gerónimo y Juan Bautista Verdussen.- Año 1673.- 2 tomos en 8.º mayor.

Los herederos de Mommarte traspasaron el privilegio para la impresión de esta obra a Gerónimo y J. B. Verdussen en Bruselas a 5 de setiembre de 1669; y así se siguió en esta la edición de 1662, y se conservaron sus estampas.

7.ª —— Dedicada al Sr. D. Francisco María Grilló, hijo del Sr. marqués de Carpeneto.- Con privilegio en Madrid. Por Andrés García de la Iglesia.- Año 1674.- A costa de Doña María Armenteros.- 2 tomos: 4.º

Esta editora, viuda del librero Juan Antonio Bonet, obtuvo el privilegio a 16 de setiembre de 1674, y en 19 de diciembre ya estaba concluida la impresión. Dice en la dedicatoria que las obras de Cervantes corrían con general aplauso por todo el orbe, que la I   -pág. 503-   y II parte del Quijote habían ocupado las prensas de otros reinos, y en las de España se repetían casi cada año las ediciones.- Los dibujos y estampas parecen copias de las de Amberes y Bruselas; pero están apaisadas y grabadas por Diego de Obregón con mucho gusto y ligereza; siendo las primeras láminas del Quijote que hallamos publicadas en España.

8.ª —— En Amberes por Henrico y Cornelio Verdussen.- Año 1697.- 2 tomos: 8.º

Continuó en la familia de Verdussen el privilegio, porque cuidaban de renovarle; y así en esta edición, que es arreglada a la de 1673, se halla el que les dio Carlos II por 9 años.

9.ª —— Londres.- Año 1701.- 2 vol. 4.º con láminas. (Índ. de Faulder, 1785, p. 80.)

10.ª —— Londres.- Año 1706.- 2 vol. 4.º (mismo Índ. y pág.)

11.ª —— Dedicada al Ilmo. Sr. D. Diego de la Serna y Cantoral, comendador de la orden de Calatrava etc..- En Madrid, por Antonio González de Reyes.- Año 1706.- 2 tomos en 4.º

El librero Francisco Laso, que costeó esta edición, dice en su dedicatoria que la obra del Quijote después de tantas impresiones hace y hará sudar repetidamente las prensas. Obtuvo licencia del consejo en 8 de octubre de 1705, y la impresión estaba concluida en 29 de mayo del año siguiente. Parece hecha con arreglo a la precedente de 1674, siendo las estampas las mismas, aunque ya muy perdidas y retocadas. Omite la dedicatoria y los versos de Cervantes en la I parte.

12.ª —— Nueva edición corregida e ilustrada con treinta y cinco láminas muy donosas y apropiadas a la materia.- Con licencia, en Madrid a costa de Francisco Laso, mercader de libros.- Año 1714.- 2 tomos en 4.º (Es repetición de la anterior.)

13.ª —— En Amberes por Henrico y Cornelio Verdussen, 1719.- 2 tomos: 8.º mayor.- En otros   -pág. 504-   ejemplares se lee: Amberes por Juan Bautista Verdussen: 1719 años.- 2 tomos: 8.º mayor.

Henrico Verdussen hizo participante del privilegio que había obtenido a J. B. Verdussen, y de ahí provino el que se tirasen ejemplares con el nombre de uno y otro impresor. El privilegio está dado por Carlos VI (el pretendiente que disputó el trono a Felipe V), fecho en Bruselas a 2 de noviembre de 1712, para que Henrico pudiese imprimir la I y II parte del Quijote por 9 años.

14.ª —— Con licencia, en Madrid, a costa de la Hermandad de San Gerónimo.- Año 1723.- 2 tomos: 4.º

Dedica esta edición a D. Josef Joaquín Vázquez y Morales Pedro del Castillo, que acaso es el impresor, aunque su nombre no se expresa en la portada. Las estampas provienen de las de Obregón.

15.ª —— Nueva edición corregida, ilustrada y añadida antes con treinta y cinco láminas muy donosas y apropiadas a la materia, y ahora últimamente con la dedicatoria al mismo D. Quijote, escrita por su cronista, descubierta y traducida con imponderable desvelo y trabajo.- Año 1730.- En Madrid, en la imprenta de la viuda de Blas de Villanueva, a costa de Juan Antonio Pimentel, mercader de libros.- 2 tomos: 4.º

Véase aquí cómo se iban intercalando en esta obra composiciones que no eran de su primer autor. La dedicatoria a D. Quijote de su cronista Cide Hamete Benengeli, que se puso en esta edición, está mal contrahecha, y su estilo es impropio de Cervantes. Según el anuncio parece que se publicaba por primera vez, y se repitió en todas las ediciones de surtido. Las láminas de esta, aunque muy cansadas, eran las mismas de las anteriores. Expidiose la licencia para la impresión en Madrid a 28 de noviembre 1729, y estaba concluida en 15 de abril del año siguiente, según se expresa en la fe de erratas.

  -pág. 505-  

16.ª —— Nueva edición corregida, ilustrada y añadida en esta última por el original de su autor etc.- Año 1735.- En Madrid, por Antonio Sanz y a su costa.- 2 tomos: 4.º

Llegó a tal extremo la corrupción que sufrió el Quijote en manos de impresores y editores mercenarios e ignorantes, que no solo introdujeron muchas cosas apócrifas, sino que suprimieron las composiciones legítimas de Cervantes, y sin embargo osaban publicar que estas ediciones estaban corregidas, ilustradas y añadidas por el original de su autor. Además de la dedicatoria al cronista (que aquí se repite) los versos que preceden a la II parte y se anuncian en su portada como el resto de las obras poéticas de los académicos de la Argamasilla, halladas por el más célebre adivinador de nuestros tiempos, son indignos de la obra, al mismo tiempo que se omiten las dedicatorias de Cervantes y los ingeniosos versos que anteceden a la parte I del Quijote.

17.ª —— En León de Francia, a costa de J. y P. Bonnardel.- Año 1736.- 2 tomos-. 8.º

Hízose esta edición con arreglo a las de Amberes y Bruselas; y aunque el dibujo de las láminas parece también el mismo, están grabadas de nuevo, expresando el grabador su nombre con una cifra.

18.ª—— Londres, por J. y P. Bonnardel.- Año 1738.- 4 tomos: 4.º mayor.

En el §. 3 de esta parte II hemos indicado el origen y motivo de esta magnífica edición, que el barón de Carteret hizo a sus expensas. Sin embargo del esmero y cuidado que se puso en su corrección, quedaron viciados muchos lugares del texto, y hasta el mismo título de la obra; lo cual era casi inevitable en un país donde no es nativa la lengua castellana, como dice la academia Española en el prólogo a su edición de 1780. Igual disculpa merece la falta de propiedad en los trajes que se nota en las estampas, como ya se manifiesta en la dedicatoria a la condesa del Montijo, fecha en Londres a 25 de marzo de 1738.- Contiene la vida   -pág. 506-   de Cervantes escrita por Mayans e impresa por la primera vez.

19.ª —— En Madrid, a costa de Juan de San Martín.- Año 1741.- 2 tomos: 4.º

Es edición de surtido, y conforme a las de 1730 y 1735.

20.ª —— Nueva edición con muy bellas estampas grabadas sobre los dibujos de Coypel, primer pintor del rey de Francia.- En La Haya: por P. Gosse y A. Moetjens.- Año 1744.- 4 tomos: 12.º

Es digna de todo aprecio esta edición, hecha con arreglo a la magnífica de Londres en cuanto al texto, compitiendo con ella en la parte tipográfica, y aventajándola en el dibujo y belleza de las estampas, que son las mismas que publicó Pedro de Hondt, aunque reducidas a menor tamaño, y grabadas por J. Folkema. Precede a la obra la Vida de Cervantes escrita por Mayans.

21.ª —— En Madrid, a costa de D. Pedro Alonso y Padilla.- Año 1750.- 2 tomos: 4.º

22.ª —— En Madrid en la imprenta de Juan de San Martín, y a su costa.- Año 1750.- 2 tomos: 4.º

En una advertencia da indicios el librero de haber visto para esta edición la de Londres, pues copia (aunque sin citarla) varias especies y reflexiones de la dedicatoria del editor inglés. Incluyó también la Vida de Cervantes escrita por Mayans.

23.ª —— En Madrid, a costa de D. Pedro Alonso y Padilla.- Año 1751.- 2 tomos: 4.º

Entre los vanos ofrecimientos que hacían los libreros o editores en las portadas de los libros de correcciones, mejoras, adiciones etc., es notable el que se expresa en esta edición diciendo que es la más añadida que hay, sin advertir que lejos de mejorar las obras con semejantes añadiduras, las adulteraban más y corrompían. En efecto, no sabemos cuales sean las que ofrecía este editor; pues la Vida de Cervantes de Mayans,   -pág. 507-   que incluyó en el primer tomo, era ya sexta impresión; y las estampas no son sino malísimas copias de las que acompañan a las ediciones anteriores de Madrid.

24.ª —— En Amsterdam y en Lipsia, por Arkstee y Merkus.- 1755.- 4 tomos: 12.º

Esta preciosa edición es en todo conforme a la de La Haya de 1744, y sus dibujos y estampas los mismos. Incluye también la Vida de Cervantes publicada en Londres.

25.ª —— En Barcelona por Juan Jolis, impresor.- Año 1755.- 4 tomos: 8.º

La licencia del consejo expedida en Madrid a 21 de mayo de 1755 era limitada para hacer esta impresión solo por una vez.

26.ª —— En Tarragona.- Año 1757.- 4 vols. 8.º (Índ. inglés de Benjamin White, p. 310.)

27.ª —— En Madrid.-Año 1765.- En la oficina de D. Manuel Martín, y a sus expensas.- 4 tomos: 8.º

Contiene toda la obra cuarenta y cuatro estampas muy ordinarias abiertas en madera. Este impresor repitió sus ediciones en los años sucesivos.

28.ª —— Madrid.- Año 1771.- Por D. Joaquín de Ibarra, impresor de Cámara de S. M.- A costa de la real compañía de impresores y libreros del reino.- 4 tomos: 8.º marquilla.

Es apreciable esta edición por su mérito tipográfico. Variáronse además los asuntos o aventuras para las láminas, que están grabadas con regularidad por D. Manuel Monfort. En el primer tomo se incluye la Vida de Cervantes escrita por Mayans.

29.ª —— Madrid.- Año 1777: en la imprenta de D. Antonio de Sancha.- A costa de la real compañía de impresores y libreros del reino.- 4 tomos: 8.º marquilla.

Esta edición se hizo con igual esmero y con las mismas láminas que la anterior, e incluye también la Vida de Cervantes.

  -pág. 508-  

30.ª El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha: compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra. Nueva edición, corregida por la real academia Española.- Con superior permiso: en Madrid, por D. Joaquín de Ibarra.- Año 1780.- 4 tomos en 4.º mayor.

La magnífica edición de Londres suscitó en el marqués de la Ensenada la idea de repetirla en España; pero no habiendo tenido efecto (p. II, §. 5), se renovó en la academia Española en 1773 (§. 13), y aprobada por el rey, no se perdonó gasto ni diligencia para que la edición saliese con la mayor corrección y suntuosidad.

El texto de la Parte I se arregló a la edición primitiva de 1605, y se colocaron las variantes que resultaron del cotejo con la de 1608. Para la Parte II se siguió el texto de la de Madrid de 1615, y se pusieron las variantes que se notaron en la de Valencia de 1616; intercalándose en ellas las correcciones principales que se habían hecho en la de Londres sin necesidad. En cuanto a la ortografía siguió la academia la suya propia.

Corregido y purificado el texto del Quijote, cuidó la academia de que la impresión y sus adornos se hiciesen con todo el primor y perfección posible, y que se trabajasen en España y por artífices españoles. Así es que el papel, la fundición de la letra y sus matrices y punzones, la impresión hecha por el famoso Ibarra, los dibujos y grabados ejecutados bajo la dirección de la academia de San Fernando, la propiedad en los trajes, armaduras y armas, el mapa del país de los viajes y aventuras de D. Quijote, todo fue obra de nuestros profesores, y todo excelente, acabado y magnífico. Grabose también el retrato de Cervantes por el que conservaba y regaló a la academia el conde del Águila; y se colocó al principio la Vida y el Análisis escritos por el académico D. Vicente de los Ríos.

31.ª Historia del famoso caballero D. Quijote de la Mancha, por Miguel de Cervantes Saavedra; con anotaciones, índices y varias lecciones,   -pág. 509-   por el reverendo Dr. Juan Bowle, A. M. S. S. A. L.- En 6 tomos en 4.º mayor.- El tomo 1.º está impreso en Londres, y los otros 5 en Salisbury en la imprenta de Eduardo Easton, a costa del editor: año 1781.

Ninguna nación extranjera ha igualado a la Inglaterra en apreciar el mérito de Cervantes y su ingeniosa fábula del Quijote. Bien sabido es que siendo preguntado el célebre poeta Row por el conde de Oxford, gran tesorero de aquel reino, si entendía la lengua castellana, respondió que no; pero creyendo que se pensaba en enviarle a España con alguna importante comisión, añadió que dentro de muy poco tiempo esperaba entenderla y hablarla. Aprobolo el conde, y el poeta retirado en una quinta aprendió en pocos meses el castellano, de lo que vino a dar cuenta con gran presteza y contento a su Mecenas, que exclamó al oírle: dichoso vmd. que puede tener el gusto de leer y entender el original de la historia de D. Quijote. (Mayans, n.º 145) Este aprecio ha continuado después, como lo acreditan las traducciones y ediciones que se han hecho de esta obra española, siendo entre ellas muy notable la que ahora citamos.

El Dr. Bowle (p. I, §. 171, y p. II, §. 16) se dedicó al estudio de la lengua castellana, y al del copioso número que adquirió de libros italianos y españoles de caballerías, poesías y entretenimiento, todo para investigar la erudición de Cervantes, y señalar sus alusiones e imitaciones en el Quijote; y al cabo de catorce años logró ilustrar esta obra, formar un índice de sus palabras y frases, exponer las variantes con las primeras ediciones y dar algunas noticias de su autor.

En la dedicatoria al conde de Huntington, fecha el día de San Jorge 23 de abril de 1781, dice que Cervantes ha tenido el lauro de que dos ilustres Grandes de Inglaterra hayan patrocinado en diversas épocas su historia de D. Quijote, dando una prueba de su buen gusto con fomentar las ediciones en su inimitable original:   -pág. 510-   manifiesta su intención de descubrir e ilustrar la erudición de este autor celebérrimo, tan justamente estimado de todas las naciones cultas, y el nunca como se debe alabado Miguel de Cervantes Saavedra, honor y gloria, no solamente de su patria, pero de todo el género humano; e indica sin embargo su desconfianza de haber desempeñado el objeto y plan que se propuso, ya por ser un extranjero que nunca estuvo en España, y el primero que después de tantos años acometía lo que muchos hombres sabios no osaron emprender, y ya por haber en el Quijote muchos lugares tocantes a cosmografía, fábulas e historias, algunos de ellos corrompidos o adulterados.

Teniendo ya casi concluida su obra, tuvo la satisfacción de hallar apoyado su plan con la autoridad del M. Sarmiento cuando decía (Conjet. sobre la Íns. Barat. ms.): «Importa mucho que los que hablan sepan lo que hablan, los que leen sepan lo que leen, y los que escriben sepan lo que escriben... Infinitas voces, poco o nada entendidas, se hallan en la historia de D. Quijote: es error creer que porque D. Quijote anda en manos de todos es para todos su lectura. Son poquísimos los que tienen los requisitos para entender a Cervantes: por lo que toca a sus expresiones y voces es preciso leer antes lo que había leído Cervantes para escribir su historia de D. Quijote... Quiso ridiculizar los libros de caballería, y no lo hiciera con acierto y gracia si antes no los hubiese leído y se hubiese familiarizado con ellos: así usa de nombres propios, de voces caballerescas, y del estilo y expresiones que idénticamente se hallan en aquellos libros, y con especialidad en los cuatro libros de Amadís de Gaula. Y como esos libros y los que siguieron son ya muy raros, y muy pocos los han leído, por eso son muy pocos los que pueden leer a D. Quijote con toda el alma que en él puso Cervantes... Por esta razón no sería mal recibido el que algún curioso se dedicase a comentar la historia de D. Quijote con notas literales. No piense en eso el que no leyese antes a Amadís y a otros libros   -pág. 511-   semejantes. En este caso se debe formar un glosario de las voces más difíciles que usa Cervantes, de las voces facultativas de los libros de caballería, de las expresiones concordantes con las de Amadís etc., y otras curiosidades de este género. Dirá alguno que será cosa ridícula un D. Quijote con comento: digo que más ridícula cosa será leerle sin entenderle».

32.ª El ingenioso hidalgo D. Quijote etc.- Edición corregida por la Real academia Española.- Madrid: por D. Joaquín de Ibarra.- 1782.- 4 tomos: 8.º

Por haber sido muy considerables los gastos que causó la grande edición de 1780, no pudo ser el precio de sus ejemplares tan cómodo como deseaba la academia para hacer más general la lectura de esta obra. Con este objeto solicitó y obtuvo permiso del rey en 2 de marzo de 1781 para imprimirla en menor volumen, como lo verificó, sin omitir cosa alguna de cuanto se incluyó en aquella; haciéndose con igual corrección y esmero y con nuevas láminas, en las cuales se variaron los asuntos, y se dibujaron y grabaron por hábiles profesores.

33.ª Vida y hechos del ingenioso hidalgo etc.- En Madrid, por D. Manuel Martín.- Año 1782.- 4 tomos: 8.º con 44 estampas abiertas en madera.

34.ª El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha.- Tercera edición corregida por la Real academia Española.- En la imprenta de la academia. Por la viuda de Ibarra, hijos y compañía.- Madrid, 1787.- 6 tomos: 8.º

Esta edición es idéntica a la de 1782, con la única diferencia de haberse distribuido la obra en seis volúmenes para mayor comodidad de los lectores.

35.ª —— Madrid, en la imprenta Real: año 1797.- 6 tomos: 12.º

El regente de la imprenta Real D. Andrés Ponce de Quiñones emprendió esta edición con el objeto de manifestar la belleza que podía darse a las impresiones en aquel establecimiento; escogiendo para esto el Quijote,   -pág. 512-   como el mejor libro de nuestra lengua, y porque de tantas ediciones como había de él ninguna reunía bastantemente la claridad y hermosura de la impresión con la conveniencia del tamaño para manejarse y llevarse de una parte a otra.- El texto se arregló a las de la academia Española, adoptándose aquellas variantes con que el autor corrigió o mejoró algunos lugares.- Contiene una noticia bien escrita de la vida de Cervantes (parte II, §. 19), cuyo retrato y algunas graciosas viñetas adornan esta edición, que es además muy apreciable por su mérito tipográfico.- Las láminas correspondientes a ella se publicaron poco después como empresa particular de un aficionado.

36.ª —— Nueva edición, corregida de nuevo, con nuevas notas, con nuevas estampas, con nuevo análisis, y con la vida del autor nuevamente aumentada, por D. Juan Antonio Pellicer etc.- En Madrid, por D. Gabriel de Sancha, año 1797: 5 tomos: 8.º marquilla.

En tiempo de Cervantes podrían reputarse superfluas las notas e ilustraciones a una obra tan popular como la del Quijote, según lo da a entender diciendo (parte II, cap. 3.º): es tan clara que no hay cosa que dificultar en ella. Pero conforme a la opinión del P. Sarmiento, nos enseña la experiencia que lo que era común y conocido en vida del autor, como personas, costumbres, libros etc., no puede dejar de ser oscuro y difícil para nosotros después de dos siglos. Por esta causa creyó necesario el Sr. Pellicer ilustrar el Quijote con notas históricas, literarias, morales, gramaticales y críticas; arreglando antes el texto por la edición de 1608, y corrigiéndole por la de 1605 en la parte I, y adoptando respecto a la II la de 1615. Para exponer los pasajes que Cervantes imitó de los libros caballerescos, especialmente del Amadís de Gaula, y de los poetas italianos o latinos, y hacer algunas otras observaciones se aprovechó de los trabajos del doctor Bowle; y como su empleo le proporcionaba en la sala de mss. de la Real biblioteca otras noticias que no estaban   -pág. 513-   entonces al alcance de todos los literatos, logró confirmar y aclarar algunos sucesos verdaderos que se refieren en aquella fábula; expresando los autores y libros que en ella se citan; descubriendo las fuentes de donde tomó Cervantes ciertos casos y aventuras; manifestando las alusiones de algunas sátiras; dando razón de los usos y costumbres nacionales, y explicando varias frases y palabras oscuras.- Precede a la obra la vida de Cervantes (parte II, §. 20), y un discurso preliminar, en que se trata de las ediciones primeras y de la legitimidad de su texto, de algunas traducciones, y del primer libro de caballerías impreso en España, cuyo héroe se remeda en Don Quijote; y se analiza la acción de esta fábula, su duración, y los fines a que se dirige. Al fin de ella añade el comentador una descripción histórico-geográfica de los viajes de D. Quijote, en la que refiere varias antigüedades de la Mancha y de alguna parte de Aragón, singularmente de la cueva de Montesinos, de las lagunas de Ruidera, del cerro de la Mora encantada en término del lugar de Barchín, de los pueblos del campo de Cariñena, con otras noticias que ilustran el itinerario que se señala en el mapa, y que se supone siguió el caballero andante de la Mancha.- La impresión es buena: los dibujos hechos con bastante propiedad por Paret, Camarón, Navarro y Jimeno, variando los asuntos o aventuras, están grabados en Madrid por Moreno Tejada, y en París por P. Duflos; y todo reunido hace digna esta edición del aprecio distinguido que tiene entre las mejores que se han hecho del Quijote.

37.ª —— Nueva edición corregida de nuevo, con nuevas notas, con nuevas viñetas, con nuevo análisis, y con la vida del autor nuevamente aumentada: por D. Juan Antonio Pellicer etc.- En Madrid, por D. Gabriel de Sancha.- En el año 1798, los tomos 1.º y 2.º: en 1799 los tomos 3.º, 4.º, 5.º, 6.º, 7.º y 8.º; y en 1800 el tomo 9.º que contiene la vida de Cervantes.- 9 tomos en 12.º

  -pág. 514-  

Esta edición es conforme en todo a la anterior; pero se repartió en tomos tan reducidos para mayor comodidad. Adórnanla treinta y dos viñetas, inventadas y dibujadas por D. Luis Paret, y grabadas por D. Juan Moreno Tejada. El tomo 1.º tiene un frontispicio alusivo a la locura de D. Quijote y al carácter de los caballeros andantes, y comprende el discurso preliminar: los tres siguientes contienen la parte I del Quijote: los cuatro sucesivos la parte II, y además el 8.º el mapa de los viajes, la descripción geográfico-histórica de ellos, y el índice de cosas notables. Al fin de cada tomo están las notas que le corresponden; y separadamente en el tomo 9.º la vida de Cervantes.

38.ª —— En Berlín, por Enrique Frölich.- Año 1804.- 6 vol. en 8.º mayor.

El Sr. Luis Ideler, astrónomo de la real academia de Ciencias de Berlín, se propuso ilustrar esta obra en su original castellano, y la dedicó al Sr. Federico Augusto Wolf, profesor de poesía y elocuencia en la universidad de Halle. Para dar un texto correcto y facilitar la inteligencia del Quijote a los extranjeros aficionados a nuestro idioma escogió la edición de Pellicer: insertó su vida de Cervantes y su discurso preliminar: se aprovechó de sus notas, haciendo en todo las supresiones de lo que juzgó no podía interesarles; y agregó algunas observaciones del Dr. Bowle, y la explicación de varias expresiones o refranes difíciles, valiéndose para ello del diccionario de la academia y de la instrucción de algunos españoles residentes en Berlín: con lo que pudo ofrecer un comentario todo en castellano sin haber estado jamás en España, ni aprendido esta bella lengua sino por los libros.- Para hacer menos costosa la edición omitió las estampas: solo el retrato de Cervantes se ve al principio bien grabado por H. Lips. Los cuatro primeros tomos contienen el texto: el quinto la vida de Cervantes, el discurso preliminar y las notas a la Parte I, y el Sexto las notas a la II. Es edición correcta y apreciable, por sus ilustraciones y su mérito tipográfico.

  -pág. 515-  

39.ª —— En Burdeos: en la imprenta de Juan Pinard.- Año XII (1804).- 4 vol. en 8.º menor.

Esta edición, que tiene belleza y exactitud, está hecha literalmente por la que publicó la imprenta real de Madrid el año 1797 en 6 vol., en 12.º; y así es que contiene al principio del tomo I la misma advertencia del editor y la noticia de la vida de Cervantes que escribió D. Manuel Quintana.

40.ª Vida y hechos del ingenioso caballero D. Quijote de la Mancha etc.- En Madrid.- Año 1804.- En la imprenta de Vega.- 6 tomos en 8.º

Colócase al principio la mal inventada dedicatoria a D. Quijote por su cronista; y la vida de Cervantes escrita por Ríos, mutilada y falta de la introducción y de las pruebas. Esto hace ver que las especulaciones mercantiles en materia de libros, cuando se hacen sin inteligencia ni discernimiento, son capaces de corromper las mejores producciones del ingenio humano.

41.ª —— En Madrid: por la viuda de Barco López.- Año 1808.- 4 tomos en 8.º

42ª. El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha etc.- En Londres.- Año 1808.- 4 vol. en 18.º (Catálogo de Dulau, imp. en Londres, 1813, pág. 416)

43ª. —— Nueva edición, conforme en todo a la de la real academia Española hecha en Madrid en 1782.- En París por Bossasegge y Masson, calle de Taurnon núm. 6, y en Londres etc. 1814.- 7 tomos en 8.º

Esta edición, que tiene hermosas estampas, se hizo bajo la dirección de Josef René Masson: el primer tomo contiene la vida de Cervantes, el análisis del Quijote y plan cronológico de sus viajes, que escribió Ríos: en el 2.º, 3.º y 4.º, está repartida la Parte I de esta novela con las notas de Pellicer; y la II con las suyas en el 5.º, 6.º y 7.º



  -pág. 516-  
Traducciones francesas

1.ª Cesar Oudin, que había publicado y traducido la novela del Curioso impertinente en 1608, e impreso La Galatea en París en 1611, diciendo ser del autor que inventó y escribió aquel libro, no sin razón intitulado el ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha, tradujo también la parte I de esta obra, que dio a luz en aquella capital el año 1620, en 8.º344, y se reimprimió varias veces, entre ellas en Ruán con este título:

Le valeureux Dom Quixote de la Manche, ou l'histoire de ses grands exploicts d'armes, fidèles amours et adventures estranges. Traduit fidèllement de l'espagnol de Michel de Cervantes, dédie au roy par Cesar Oudin, Secretaire Intérpréte de sa Majesté.- À Roven: 1646.- 2 vol.: 8.º

Adviértese que Oudin adultera el título de la obra; y en la dedicatoria al rey le dice: que por saber S. M. la lengua castellana le ofrecía este libro, con el cual había corrido y visitado todo el país de D. Quijote, y hallándose ya de regreso en Francia, quería ponerle a hablar con los franceses.

2.ª Histoire du redoutable et ingenieux chevalier Dom Quixote de la Manche: traduite de l'espagnol de Miguel de Cervantes Saavedra par Mr. Rosset. Dernière edition enrichie de figures en taille douce. À Paris: 1665.- 2 vol. 12.º

D. Casiano Pellicer (trad. de La Galatea, pról. p. VI) asegura que J. Rosset solo tradujo la parte II del Quijote; pero en el ejemplar que hemos visto en la biblioteca Real de Madrid se contienen las dos partes, y esta edición indica que no era la primera, y que antes de 1665 se habían publicado otras de la misma traducción.

3.ª La tercera hecha al francés por un anónimo comprende también ambas partes del Quijote, y se publicó en París el año 1678, en 4 vol. en 8.º, sin   -pág. 517-   prólogo ni advertencia del traductor. Así lo dice D. Casiano Pellicer (p. VI), y Mayans (núm. 145) cita otra edición hecha en el mismo lugar y año, pero en 4 vol. en 12.º

4.ª Si la traducción anterior es de un anónimo, como dice Pellicer, es preciso tratar separadamente de la del Sr. San Martín, que se hizo muy común en Francia, y de la que hemos visto citada la siguiente edición: (Diction. bibliog. París, 1791, tom. I, p. 260).

Histoire de l'admirable Don Quixotte de la Manche; trad. de l'espagnol de Michel de Cervantes Saavedra en françois (par le sieur Filleau de Saint-Martin), avec figures en taille-douce.- Amsterdam, 1696.- 5 vol. in 12.º fig.

Esta edición es muy linda, y la más apreciable de todas cuantas se han publicado en francés. Repitiose con igual esmero en Amsterdam por Arkstée en el año 1768, en 6 vol. en 12.º, con las figuras de Coypel, que se colocaron en la edición castellana de 1755, hecha por el mismo impresor.

5.ª La quinta traducción francesa contiene también ambas partes, y es igualmente hecha por un anónimo que la dio a luz en París el año 1741, en 4 vol. en 8.º Dedicola al Delfín, y la acompañó con un prólogo en que manifiesta los motivos que tuvo para hacerla, por estar las anteriores escritas en estilo antiguo y en parte desusado. (D. C. Pellicer, lug. cit.)

6.ª En el tomo 2.º de las Memorias de la academia que se estableció en Troyes por los años 1740 (p. 1, §. 173) se halla a la pág. 19 la que leyó en ella M. *** en 10 de mayo de 1744, y se publicó en 1756 con el título de Proyecto de un viage a España para averiguar y hacer constar un hecho importante de la historia del caballero D. Quijote, cual era la muerte del pastor Grisóstomo referida en los caps. 12 y 13 de su parte I.

Queriendo el autor de esta Memoria examinar los terribles efectos de la pasión de amor, buscaba para ello un acontecimiento que ni fuese increíble o dudoso por   -pág. 518-   su mucha antigüedad, ni por muy moderno dejase de ser auténtico y notorio: y aunque pudo convenir a su intento la trágica historia de una doncella de Granada llamada Jacinta, que el Dr. Suárez de Figueroa, en su Pasajero publicado en 1617, refiere al fol. 359 como ocurrida poco tiempo antes; se fijó en el suceso de Grisóstomo, porque le parecería más estupendo, por haber creído que pasó efectivamente como lo cuenta Cervantes, así como creía que hubo un autor Cide Hamete Benengeli, y un original árabe del Quijote. Con estas ideas, y siendo imposible, según dice, que se haya perdido en el Toboso la memoria de una dama tan principal como la princesa Dulcinea, juzgó se podría averiguar en este pueblo el de la residencia de Don Quijote, y adquirir noticias de su familia y la de Sancho, y del año y sitio en que murió y fue enterrado Grisóstomo, infiriendo por las datas que examinó en la novela del Cautivo que esto debió acaecer en el verano de 1580; y proponía que el viajero sacase un testimonio del testamento en que Grisóstomo dejó por su heredera a la hermosa Marcela; que preguntase a las gentes del país, y en especial a los ancianos; reconociese la fuente del alcornoque, en cuya proximidad se le sepultó, y buscase el epitafio que le dedicó su amigo Ambrosio para copiarle exactamente. Logradas estas y las demás indagaciones que proponía, y para las cuales le nombró la misma academia después de examinar el pensamiento (aunque por haberse esta disuelto no llegó a verificarse el viaje) pensaba también hacer una edición del Quijote muy superior a las que habían precedido, y añadir una nueva traducción, porque aunque la del abate de San Martín, (dice) que anda en manos de todos sea agradable, no es siempre fiel, y hay en ella omisiones de mucha consideración.

7.ª Don Quichote de la Manche, traduit de l'espagnol de Michel de Cervantes par Florian: ouvrage posthume: avec figures. París: 1799, 3 vol. 8.º- París: 1799: 6 vol. 18.º- Londres: 6 vol. 18.º- París: 1802: 6 vol. 12.º- 1809: 6 vol. 16.º

  -pág. 519-  

El Caballero Florian, que apreciaba mucho las obras españolas, y supo aprovecharse de su invención, no conoció más que una de las traducciones francesas del Quijote, de la cual forma un concepto poco favorable, porque siendo muy literal, según dice, no puede conservar la gracia del original, y pareciéndole que merece tener más de un traductor en Francia, se propuso tomar a su cargo este trabajo.

Juzga Florian con razón que una obra traducida tantas veces a todas las lenguas, y siempre con tan general aceptación, encierra necesariamente un eminente mérito. Procura demostrar esta verdad examinando las buenas calidades de la fábula del Quijote; pero atendiendo a la diversidad de gustos y costumbres entre españoles y franceses, y entre el siglo de Cervantes y el suyo, cree que no pueden agradar ahora ciertos pasajes difusos y algunas pinturas y donaires; y como por otra parte halla imposible trasladar a su lengua las continuas bellezas que compensan tan ligeros lunares, se toma la libertad de alterar ciertas imágenes, mudar tal vez los versos, suprimir unas cosas, abreviar otras, y suplir algunas. El mismo Florian, conociendo cuan excesiva era esta libertad, pide perdón a los que saben la lengua castellana, por haber compendiado un libro que admiraba tanto como ellos, y lo juzgaba como obra magistral de ingenio, de delicadeza y de gracia. Esto basta para convencerse de que no se puede juzgar por esta traducción ni del ingenio de Cervantes ni del mérito del Quijote.

8.ª Por haberlo juzgado así el Sr. H. Bouchon Dubournial, ingeniero de ejército, que residió muchos años en España, emprendió traducir al francés las mejores obras de Cervantes, empezando por la del Quijote, que asegura no se conocía en Francia sino horriblemente contrahecha y desfigurada, como acontecía también a las demás de este autor; y confió el examen y censura de su trabajo al mismo Florian, cuya muerte lamenta; y solo su falta, dice, pudo hacer que saliese a luz esta obra.

  -pág. 520-  

La colección de las que se propuso publicar Dubournial se componía: 1.º de la vida política y literaria de Cervantes traducida de la que escribió Ríos: 2.º del D. Quijote seguido de su examen crítico extractado, al parecer, del análisis del mismo Ríos: 3.º del Persiles y Segismunda, o Los Peregrinos del Norte: 4.º de las trece novelas, comprendiendo en ellas la del Curioso impertinente, que omite en la I parte del Quijote, donde está fuera de su lugar según el voto de su autor. No incluía La Galatea por parecerle imposible igualar ni mejorar el trabajo que sobre ella hizo Florian; ni el Viaje al Parnaso, ni las Comedias, creyendo que ni aquel puede ya tener el interés que cuando se escribió y se conocían los poetas que critica, ni estas el aprecio público resintiéndose tanto del mal gusto teatral de su tiempo.

Proponíase Dubournial hacer a un tiempo cuatro ediciones de esta colección: 1.ª en 8 vol. 4.º con 73 estampas: 2.ª en 12 vol. 8.º con el mismo ornato: 3.ª en 16 vol. 12.º con 16 láminas: 4.ª en 16 vol. 18.º con las 16 estampas anteriores; y poco tiempo después empezó publicando:

Oeuvres complettes de Cervantes, contenant son Don Quichotte, nouvelle traduction par Dubournial.- Paris, 1807.- 8 vol. in 12.º fig.

Recomiendan esta traducción dos insignes literatos, como Mr. Arnault y Mr. Mercier, individuos del Instituto nacional. El primero augura que la simplicidad y pureza del estilo del traductor no desdice del original de Cervantes; y el segundo dice que siempre había presumido que el autor español estaba muy mal traducido, porque percibía un cuadro hermoso manchado y oscurecido continuamente, y donde la libertad y franqueza del pincel se hallaba alterada por todas partes. Pocas lecturas, (añade) conozco tan agradables como la de vuestro D. Quijote; y me parece que los antiguos escribían con esta verdad, esta gracia y esta simplicidad. Estos dictámenes son tan honoríficos a Cervantes como a su traductor.

  -pág. 521-  

Si los elogios que los más doctos franceses han tributado al ingenio de Cervantes, y si las multiplicadas imitaciones que varios literatos de aquella nación han hecho del Quijote (p. I, §. 172), prueban su originalidad y su mérito, la mayor gloria del escritor español consiste en conservar la primacía sobre cuantos han intentado seguirle o imitarle después de dos siglos de cultura e ilustración.




Traducciones inglesas

1.ª Pocos años después que Cervantes publicó la última parte del Quijote ya gozaron los ingleses de esta obra célebre completamente traducida a su propio idioma por Shelton, con tanto aprecio como lo indican las muchas ediciones que se hicieron de esta traducción, de las cuales podemos citar las siguientes:

Don Quixote translated by Shelton.- Londres, 1620, 2 vol. 4.º- 1652, 1 vol. fol.- 1675, 1 vol. fol.- 1725, 4 vol. 8.º- 1740, 4 vol. 12.º, con estampas.- Dublin, 1731, 4 vol. 12.º- 1740, 4 vol. 12.º con estampas hechas con los dibujos de Coypel.

(Índ. de Davis, 1784, p. 90 y 186; de White, 1784, p. 55 y 240; de Champan, 1787, p. 17; de Robson, 1786, p. 163; de Egerton, p. 100).

2.ª Pleasant Notes upon Don Quixote, esto es, notas festiva sobre D. Quijote por el caballero Edmundo Gayton: Londres, por Guillermo Hunt, año 1654.- Un tomo en fol.

En esta obra está traducido en verso, aunque sumariamente, el contexto de los capítulos del Quijote, y explicada la I parte con difusas notas en prosa. Estas, según Pellicer (disc. prel. §. II) son inútiles para ilustrar el Quijote, porque o recaen sobre algunos escritores y personas de Inglaterra, o son alusivas a sucesos de su tiempo, o indecorosas, o tal vez contra la iglesia romana. Su estilo es chocarrero, y suele errar   -pág. 522-   cuando habla de lo que pertenece a España, como le sucede equivocando el Tesoro de varias poesías de Padilla con el Thesaurus poeticus que suelen usar los estudiantes. (Índ. de White, p. 55)

3.ª The History of the most Renowned Don Quixote of Mancha: and his trusty squire Sancho Panza, Now made in english according to the Humour of our Modern Language, and adorned with several copper Plates. -By J. P.- London, Printed by Tho. Hodgkins.- MDCLXXXVII; esto es, la Historia del famosísimo Don Quijote de la Mancha y de su fiel escudero Sancho Panza, vertida últimamente al inglés, y adaptada al estilo moderno de nuestro idioma; adornada con diferentes láminas en cobre. Por J. P.- Londres.- Impresa por Tomas Hodgkins: 1687: un tomo en fol.

El traductor J. Philips dedica su obra al conde de Yarmouth, la cual es una paráfrasis en que procura acomodar a los idiotismos y refranes castellanos los equivalentes de la lengua inglesa, buscando siempre las expresiones jocosas y festivas más análogas a las ideas de Cervantes. El diálogo, que sirve de prólogo, está escrito en estilo burlesco y familiar, pero con donaire y agudeza; y tratando de la dificultad de divertir a los lectores con los libros, y de la ventaja particular del Quijote para este objeto, descubre al mismo tiempo su utilidad y provecho para desviar a la juventud de las viciosas y nocivas inclinaciones a que la conducían los libros caballerescos. Más fácil (dice) es corregir los vicios ridiculizándolos, que reprendiéndolos con acritud; y el mejor modo de hacer ver la deformidad de un objeto es presentarlo delante de un espejo terso y limpio. La edición que poseemos tiene cierto aire de magnificencia, y las láminas están dibujadas y grabadas con bastante gusto y corrección. (Índ. de White, 1784, p. 55)

4.ª Don Quixote, in verse, by Ned Ward o   -pág. 523-   Ward's Don Quixote in Hudibrastick verse, esto es, Don Quijote en verso burlesco, por el estilo del Hudibras por Ward.- Impreso en Edimburgo: año 1711: 2 vol 8.º (Índ. de King, 1787, p. 55; y de Payne, p. 107).

5.ª History of Don Quixote by Motteux.- Imp. en Londres: año 1712: 4 vol 12.º con estampas.- Hay otra edición posterior en 4 vol en 18.º (Índ. de Hayes, 1786, p. 180; y un Catál. imp. Lond. 1773).

El Sr. Josef Collyer, que trabajó la parte histórica y biográfica de la obra, intitulada A Dictionary of the World etc., impresa en Londres año 1772, dice en el artículo Motteux (Peter) que este escritor tradujo el D. Quijote del español, o como decían algunos, de una traducción francesa. Si esta última circunstancia fuese cierta, podría atribuirse a ella el no haber tenido esta versión el aplauso que otras, cuyas ediciones han sido más repetidas y hechas con mayor ornato y suntuosidad.

6.ª Don Quixote by Ozell: imp. en Londres: 1721: 4 vol 12.º con estampas.- Glasg. 1743: 5 vol 12.º con estampas.- Glasg. 1747: 4 vol 12.º- 1771: 4 vol 12.º (Índ. de Hayes, 1787, p. 172: de Robson, 1786, p. 163: de Gordon, 1786, p. 48 y 78).

7.ª Don Quixote by Durfey: 2 Parts, 12.º- 1729; esto es, D. Quijote por Durfey: 2 partes en 12.º: año 1729. (Índ. de Payne, 1784, p. 159).

8.ª The life and exploits of Dom Quixote de la Mancha, by Charles Jarvis; esto es, Vida y hechos de D. Quijote de la Mancha, por Carlos Jarvis. Londres: 1742; 2 vol 4.º- 1747: 4 vol 8.º- 1749: 2 vol 8.º con estampas.- 1756: 2 vol 4.º- Dublin: 1766: 4 vol 12.º con estampas.- Londres: 1776: 4 vol 12.º (Diction. bibliog. París, 1791, tom. I, p. 260.- Índ. de Otridge, 1785, p. 230; y de Faulder, 1788, p. 156).

  -pág. 524-  

Este traductor no solo añadió un prólogo sobre el origen de los libros de caballerías y la vida de Cervantes extractada de la de Mayans, sino que ilustró el Quijote con algunas notas y estampas copiadas de la edición de Londres de 1738. El Sr. Pellicer advierte con razón las siniestras o equívocas interpretaciones con que intenta a veces ilustrar o descubrir las ideas morales o religiosas de Cervantes, o las costumbres y usos de nuestra nación. (disc. prel. §. 11, y notas a los cc. 52, p. I; y 13 y 18, p. II). Sin embargo, esta traducción parece que es la predilecta de los ingleses, por lo cual en el año 1808 ofreció Mr. Belfour hacer de ella una edición nueva, adornada de magníficas estampas, e ilustrada con notas históricas, críticas y literarias sacadas de los mejores comentadores; añadiendo algunas noticias de la vida y escritos de Cervantes, del estado de las costumbres y de la literatura del siglo en que vivió. (Gaceta de Mad. 20 junio, 1808: art. Londres).

9.ª Don Quixote translated by Smollet; esto es, Don Quijote traducido por Smollet: impreso con hermosas láminas. Londres: 1725: 2 vol. 4.º- Dublin 1761: 4 vol. 12.º con estampas.- 1765: 4 vol. 12.º- Londres: 1770: 4 vol. 12.º con estampas.- 1782: 4 vol. 12.º con idem.- 1783: 4 vol. 8.º (Índ de Egerton, p. 100: de Robson, 1786, p. 163: de White, p. 240: de Faulder, 1785, p. 184: de Carter, 1784, p. 159).

10.ª History of Don Quixote translated by Wilmot, whit a new set of copper-plates; esto es, Historia de Don Quijote traducida por Wilmot, con una buena colección de láminas grabadas en cobre. Londres, 1775: 2 vol. 8.º (Índ. de Hayes, 1786, p. 101).

11.ª El Dr. Bowle, que ilustró el Quijote en Castellano, escribió también: Letter to Dr. Perey, relative to Don Quixote: 1 vol. 4.º impreso en Londres año 1777 (Índ. de White, 1784, p. 116); y otros sabios e ingeniosos ingleses se propusieron por modelo a Cervantes   -pág. 525-   en la composición de algunas obras de imaginación y de entretenimiento. Hemos citado (p. I, §. 172) a Samuel Butler, que floreció en el siglo XVII, poeta de raro ingenio y de invención maravillosa, de quien dice un célebre escritor inglés el Hudibras es nuestra Don Quijote: a Pope, Arbuthnot y Swif; y podemos añadir al autor del Spiritual Quixote, or summers ramble of Mr. Geoffry Wildgoose; esto es, El Quijote espiritual o Peregrinación veraniega de Gofredo Wildgoose, que se imprimió en Londres en tres tomos en 12.º en 1773 y 1774. También merecen citarse las colecciones de estampas de las aventuras de Don Quijote; siendo notable la de veintidós láminas grabadas por Vandergucht anunciadas en un tomo en 4.º, y acaso serán las mismas de la edición de 1738. (Pellicer, V. de C., p. CI y sig.- Índ. de Cater, 1784, p. 153: y de Anders, 1787, p. 100). Últimamente una erudita dama inglesa, la Sra. Harriet Kiernan, que obtuvo el premio ofrecido por la real academia Irlandesa al mejor discurso sobre la influencia de las historias fabulosas en las costumbres y usos de los modernos, hace de Cervantes los más juiciosos elogios manifestando la oportunidad y eficacia de los medios que adoptó para corregir los vicios de su tiempo, y el tino y felicidad con que lo consiguió; lamentándose de que estas armas de la ficción, de la ironía y de la burla, manejadas por él con tanta maestría y discreción, hayan caído después en manos de escritores perversos o corrompidos. (The Transactions of the royal irish Academy. vol. XII.- Dublin: 1815, 4.º- Part. Lit. págs. 61 a 97).




Traducciones italianas

1.ª L'ingegnoso Cittadino Don Chisciotte della Mancia, composto da Michel di Cervantes Saavedra, et hora nuovamente tradotto con fedeltá é chiarezza di Spagnuolo in Italiano, da Lorenzo Franciosini, Fiorentino. Opera gustosissima é di grandissimo trattenimento á chi é vago d'impiegar   -pág. 526-   l'ozio in legger battaglie, desfide, incontri, amorosi biglietti, et inaudite prodezze di Cavalieri erranti.- Con una tabola ordinatissima per trovar facilmente á ogni capitolo gli stravaganti succesi, é l'heroiche bravure di questo gran Cavaliero.- Dedicato all'Altezza Serenissima di Don Ferdinando Secondo, Gran Duca di Toscana.- In Venetia, appresso Andrea Baba.- 1622: un tomo en 8.º

La dedicatoria está firmada en Venecia a 13 de agosto de 1622. Este traductor suprime los versos que anteceden a la obra, por difíciles de traducir para quien no es poeta, y por no juzgarlos esenciales para la inteligencia de la prosa; sin embargo, conserva en su lengua original los epitafios y demás versos que están al fin del libro. Como poseía bien la lengua castellana conoció la imposibilidad de trasladar literalmente al italiano los idiotismos, frases y refranes; y así hizo parafrástica su traducción, remitiéndose al diccionario, que había trabajado de ambas lenguas para la correspondencia de algunos vocablos. En el año 1625 se reimprimió esta traducción en Venecia por el mismo impresor y en igual tamaño, añadiendo los versos que había traducido Alejandro Adimaro, también florentín. (Mayans, n.º 145.- Lampillas, disert. VII, §. 7). Venecia: 1795.- 2 tom. 12.º (Catál. de Dulau, Lond. 1813, p. 384).

Otras ediciones se han hecho del Quijote traducido al italiano, aunque ignoramos si son todas nuevas traducciones; y hemos visto citadas las siguientes:

Una impresa en Roma año 1677, 2 tom. 8.º; y otra en Venecia, 1738, 2 tom. 8.º (Catál. White, 1787 y 1788, núms. 10315, 10316 y 10354.)- Don Chisciotte, imp. en Venecia, 1755, 4 tom. 8.º (Índ. de Faulder, 1788, pág. 310).




Traducciones e ilustraciones hechas en Holanda

Aunque nos consta que los holandeses tienen traducido   -pág. 527-   en su lengua el Quijote (Pellicer, disc. prel. §. VI) no hemos logrado ver ejemplar alguno; pero sí dos ediciones en francés y en holandés de una obra sobre aquella fábula, hechas ambas con singular magnificencia en La Haya el año 1746, en un tomo en 4.º mayor, por Pedro de Hondt, con este título:

Les principales avantures de l'admirable Don Quichotte, représentés en figures par Coypel, Picart le Romain, et autres habiles maitres: avec les explications des XXXI planches de cette magnifique collection, tirées de l'original espagnol de Miguel de Cervantes.

Dedica Hondt esta edición en francés al Sermo. príncipe Real de Polonia y duque de Sajonia Francisco Xavier, como propia para recrear su ánimo, respecto a que la obra de Cervantes ha sido calificada como clásica en su género por el espacio y las luces de más de un siglo. «Esta historia (dice) ha sido y será el recreo de toda clase de personas, aun de las más graves y circunspectas. Así lo juzgaba uno de los filósofos más sensatos que ha producido la Francia (Saint Evremont), a quien la Inglaterra dio grata acogida, y vio al fin espirar en su seno. Este testimonio, confirmado por la experiencia de más de un siglo, me alienta a dirigir a V. A. R. la presente edición». En la advertencia que precede dice que esta ingeniosa sátira fue recibida con tal aplauso en su nación y en las extrañas, que todas se apresuraron a reimprimirla, a traducirla, y a formar bellas estampas de sus principales aventuras: que entre las colecciones de esta clase, ninguna hay superior a la que trabajó Carlos Coypel, así en la parte artística como en la histórica de las costumbres, trajes y usos de España, donde adquirió los diseños: y que estos grabados se recibieron con tal estimación que muy en breve llegaron a hacerse raros y a venderse a precio exorbitante. El famoso Bernardo Picart el romano ideó después reducirlos a láminas en 4.º, y ya había concluido doce de ellas cuando murió en 1733; pero sus discípulos y otros grabadores   -pág. 528-   las concluyeron, completando el número de treinta y una, que forman esta magnífica colección, explicándose al frente, y en una tabla al fin, su respectivo argumento, sacado del texto original. Estas láminas, dice el editor, pueden sustituirse a las que se pusieron en la edición de Londres de 1738, en las cuales no se estamparon sino actitudes y costumbres inglesas en lugar de españolas: censura que puede recaer también sobre las que publicó Hondt, pues representan más bien personajes franceses que españoles. Las mismas estampas reducidas a menor tamaño se dieron a luz con las ediciones del Quijote castellano en los años 1744 y 1755, y de una traducción francesa en 1768.

A un mismo tiempo se tiraron ejemplares de esta edición en folio y en 4.º, siendo muy corto el número de los de la primera clase, por cuya razón llegaron a tener un valor tan excesivo, como el de doscientas treinta libras, o pesetas, respecto al de cincuenta o sesenta en que se vendieron al principio. (Diction. bibliog. París, 1791, tom. 1, p. 261).

Esta misma obra con sus láminas se halla escrita en lengua holandesa por Jacobo Campo Veyerman, quien añade al principio la vida de Cervantes extractada de la de Mayans; y a la explicación histórica de las estampas, traducida del original español, precede un resumen del argumento en verso holandés. Existe un ejemplar en la biblioteca Real de Madrid.




Traducciones alemanas

Es regular que en Alemania haya traducciones antiguas del Quijote, y aun de las demás obras de Cervantes, por haberse dado todas a luz en tiempo en que era tan frecuente y estrecha la comunicación entre ambas naciones; pero solo podemos citar dos que modernamente se han hecho y publicado allí; la una por el Sr. Tiek, y la otra por el Sr. Soltau: (Ideler, edic. del Quij. tom. V, pág. LXII). De esta última hablaron con mucho elogio varios periódicos literarios, haciendo   -pág. 529-   mención del mérito del traductor, que también ha traducido con mucha gracia el antiguo poema de Reynier intitulado Le Renard, escrito en bajo-sajón; El Hudibras, poema inglés, y otras obras muy recomendables. (Arch. litter. de l'Europe, n.º 14, p. 34. feb. 1805.- Mon. univ. de France, n.º 165. mar. 1805, art. Hamburgo).

Los literatos alemanes han excitado varias veces en estos últimos tiempos a los libreros de su país a que reimpriman los mejores autores españoles, que no pueden adquirir sino con gran dificultad y a mucho costo. Movido de estos deseos Mr. Sommer, librero en Leipsic, se disponía en el año 1798 a publicar una reimpresión del Quijote de Cervantes, adornada con láminas conforme a la magnífica edición hecha por la academia Española; y si esta empresa le salía bien, meditaba continuar publicando las obras escogidas de todos los clásicos españoles en verso y en prosa. (Miscel. inst. 1798, tom. VII, pág. 207).




Traducción portuguesa

Como cuando se publicó el Quijote se hallaba unido el Portugal a la monarquía española, y era por consiguiente más común allí la lengua castellana, no parece que por entonces se tradujese, aunque las ediciones en su original fueron muy repetidas, especialmente en Lisboa. Así es que no hemos visto más traducción que la siguiente:

O engenhoso Fidalgo Dom Quixote de la Mancha. Por Miguel de Cervantes Saavedra. Traduzido em vulgar.- Lisboa, Na tipografia Rollandiana: 1794: 6 tomos, 8.º




De otras traducciones

Algunos curiosos nos han dado noticia de una traducción latina del Quijote hecha por un literato alemán; de otra en lengua danesa por una dama de Copenhague,   -pág. 530-   y aun de algunas en sueco y ruso; pero no constándonos estos hechos por noticias tan positivas como las que hemos dado anteriormente, nos parece propio manifestarlo así con franqueza para satisfacción de los lectores.






ArribaAbajoPedro de Morales, insigne poeta cómico y representante (§. 178)

212. Dos veces habló Cervantes de Pedro de Morales para manifestar su gratitud a la generosidad con que le socorría en sus necesidades. En el cap. 2.º del Viaje al Parnaso se explicó en estos términos:


Este que de las Musas es recreo,
   La gracia y el donaire y la cordura,
   Que de la discreción lleva el trofeo,
Es Pedro de Morales, propia hechura
   Del gusto cortesano, y es asilo
   Adonde se repara mi ventura.



Y en el cap. 8.º pintando su despedida de varios poetas, dice:


El pecho, el alma, el corazón, la mano
   Di a Pedro de Morales y un abrazo...



¿Pero quién era este Pedro de Morales tan discreto y gracioso, y tan liberal para con Cervantes? El Sr. Pellicer dijo solamente en la Vida de este escritor (pág. CLXXIII)que podría acaso ser el discreto, farsante y autor cómico, celebrado por Agustín de Rojas y Lope de Vega. Pero si lo creía o sospechaba así, ¿cómo es que en el Tratado histórico sobre el origen y progresos de la comedia y del histrionismo en España (t. 2.º, p. 13), que publicó su hijo D. Casiano poco después, esto es, en 1804, solo se trata de Alonso de Morales, sin que en toda la obra aparezca otro farsante y autor de comedias del mismo apellido, asegurándose que este Alonso floreció en tiempo   -pág. 531-   de Felipe IV? Si el haber omitido en esta obra a Pedro de Morales, de quien hacen memoria Rojas y Lope, no merece disculpa, todavía es menos disimulable la equivocación o el error de afirmar que Alonso de Morales floreció en tiempo de Felipe IV: monarca cuyo reinado no comenzó hasta el año 1621, siendo cierto que ya habló de aquel farsante Agustín de Rojas en su Viaje entretenido publicado en 1603 (t. 1.º, págs. 112 y 115, últ. edic.), distinguiéndole de Pedro de Morales en estos versos:


   Virués hizo su Semíramis
Valerosa en paz y en guerra:
Morales su Conde loco,
Y otras muchas sin aquestas...
   De los farsantes que han hecho
Farsas, loas, bailes, letras,
Son Alonso de Morales,
Grajales, Zorita, Mesa...
Sánchez, Ríos, Avendaño,
Juan de Vergara, Villegas,
Pedro de Morales, Castro...
Y otros que no se me acuerdan,
Que componen y han compuesto
Comedias muchas y buenas.



Al fin del Peregrino en su patria, que publicó Lope de Vega en Madrid el año 1604, hace memoria de Pedro de Morales, cierto, adornado y afectuoso representante; y en el Compendio de las fiestas que en toda España se hicieron en la beatificación de Santa Teresa, escrito por Fr. Diego de San Josef, tratándose de las fiestas celebradas en Alba de Tormes desde el día 3 de octubre de 1614, se dice que en los días 4, 6, 7 y 8 de aquel mes representó Morales y su compañía las comedias de San Francisco, la Vida de Santa Teresa, La Serrana de la Vera, y Alerta, no os descuidéis.   -pág. 532-   Llámasele famoso representante; pero no expresándose su nombre, ignoramos si fue Alonso o Pedro de Morales de quien se trata en este lugar. Finalmente sabemos que este bienhechor de Cervantes vivía todavía el año 1636, en que el Dr. Juan Pérez de Montalván dio a luz la Fama póstuma de Lope de Vega, pues entre los muchos elogios que reunió y publicó en esta obra escritos por los más esclarecidos ingenios se encuentra un soneto a la vida y muerte de Frey Lope Félix de Vega Carpio, escrito por Pedro de Morales, que empieza:


Desde que fue pastor tierno Belardo...






ArribaAbajoLugar de la sepultura de Cervantes (§. 189)

213. En uno de los libros de difuntos de la parroquia de San Sebastián de esta corte existe la partida de Cervantes que publicaron Nasarre, Pellicer y Ríos. Por ella consta que se mandó enterrar en las monjas trinitarias; y como los historiadores de Madrid han dado noticias tan equívocas o diminutas sobre el primitivo establecimiento de estas religiosas, nos ha parecido necesario entrar antes en esta investigación para deducir el lugar donde se enterró Cervantes, y donde paran sus cenizas.

214. Según las noticias que conserva la comunidad, la mayor parte tradicionales (pues apenas tiene más papeles anteriores al año 1665 que el libro de entradas, profesiones y visitas eclesiásticas), parece que Doña Francisca Romero y Gaitán tenía en su casa doce beatas, a quienes y a ella puso el hábito de trinitarias descalzas en 1612 el B. Juan Bautista de la Concepción, reformador de esta orden: que entonces se establecieron en una casita en la calle del Humilladero, que pertenecía   -pág. 533-   a la Doña Francisca, habiendo esta consignado una corta cantidad para su subsistencia: que en 21 de noviembre del mismo año se colocó el Santísimo Sacramento en la iglesia del nuevo monasterio, según escritura otorgada en aquel día por Pedro Ibarrola, notario de la vicaría: que antes de que profesasen pasaron a él en 1613 del de gerónimas de Corpus-Cristi (vulgo de la Carbonera) dos religiosas que llevan el título de fundadoras, de las cuales una quedó en aquel, y fue prelada mucho tiempo, y la otra volvió al suyo dos años después: que permanecieron allí con mucha estrechez hasta el 1619, en que noticiosas de que el marqués de la Laguna trataba de fundar un patronato, imploraron su beneficencia, logrando las cediese algunas casas en la calle de Cantarranas, donde se edificó el convento de San Ildefonso, que es el que habita la comunidad desde 1633; y finalmente que en este año se trasladaron a él los huesos de todas las religiosas y los de sus parientas y parientes que se habían enterrado en el de la calle del Humilladero.

215. Como las tradiciones se alteran o desfiguran con facilidad, es preciso examinar estas, cotejándolas con otras noticias auténticas que hemos conseguido. La comunidad procuró en efecto desde su fundación ir adquiriendo varias casas en la calle de Cantarranas; pues consta en el libro III de la Regalía de la casa de aposento (bibliot. Real, sala de mss., est. R, cód. 39, fol. 64, n.º 12) que entre los once sitios que ocupa el actual monasterio, el 4.° y 5.º pertenecían a la fundadora Doña Francisca Romero y a Doña Catalina Díaz, y que estando los tres primeros exceptuados de carga desde 30 de junio de 1590, lograron las monjas descargar los ocho restantes en 1617, 1627, 1666, 1673 y 1713, así como en 1773 las casas núms. 5   -pág. 534-   y 11, que también habían adquirido. Pero no es cierto, como se supone, que la de su primitiva clausura en la calle del Humilladero fuese la núm. 2, manz. 105, porque ni esta perteneció a Doña Francisca Romero, ni la comunidad la adquirió hasta muchos años después. Según el libro II de la Regalía de aposentos, fol. 6, y las escrituras que tiene el actual poseedor, y hemos visto, había sido de Nicolás de Escovar: la heredó después su hermana Doña María; y esta la vendió en octubre de 1616 a Gaspar Rodríguez de Castro.

216. Pudo suceder que en 1619, y quizás cuando ya se habrían mudado por mayor comodidad a la calle de Cantarranas, hubiesen traslucido las monjas las intenciones del marqués de la Laguna D. Sancho de la Cerda, y de su segunda mujer la señora Doña María de Villena, que hicieron unidamente su testamento cerrado en 22 de abril del mismo año. Pero lo que consta de cierto es, que habiendo fallecido el marqués en 14 de noviembre de 1626 se abrió en este día el testamento; y que la marquesa viuda, como ejecutora de las disposiciones de su marido, y la comunidad de trinitarias, con intervención del vicario general eclesiástico el Dr. Conrado Gedler, autorizado al efecto por el infante cardenal administrador del arzobispado (a quien hicieron constar estar libres de la fundación de Doña Francisca Romero, por haber salido incierta), contrataron en 20 de diciembre de 1630, ante el escribano Santiago Fernández, dar el patronato a la marquesa y sucesores que ella nombrase; cederla las monjas todo el sitio que entonces tenían, con expresión de algunas cláusulas menos esenciales; y edificar la marquesa nuevo convento e iglesia, otorgando fundación y dotación perpetua para su conservación y aumento, como parece lo verificó, dotándolo con unas   -pág. 535-   casas en la calle de Santiago, y con los demás bienes que pertenecían a ella y al difunto marqués. Este es el origen del patronato, que corresponde hoy al Excmo. Sr. duque de Medinaceli en unión del marqués de Arronches, ahora duque de Lafoens en Portugal.

217. Con auxilios tan eficaces pudo muy bien estar concluido el convento para el año 1633, y trasladarse entonces a él los huesos de las religiosas y demás personas que se habían enterrado en la iglesia de la calle del Humilladero, si es cierta la primitiva residencia allí: lo cual no deja de ofrecer reparos a la buena crítica, pues no consta que en aquella calle tuviese la fundadora casa propia, y sí en la de Cantarranas, y se sabe que en esta libertaron las monjas en 1617, y diez años después, de las cargas ordinarias algunos sitios que ya poseían. Es también muy notable que los diligentes historiadores de Madrid el M. Gil González Dávila y el Dr. Gerónimo Quintana, testigos oculares de cuanto ocurría desde 1620 a 1630 en que escribieron sus historias, nada digan del primer establecimiento en la calle del Humilladero, cuando fijan la fundación del monasterio en 1609. No son estas las únicas objeciones que inspiran desconfianza en tales tradiciones, y acaso se habría desvanecido si en los archivos del ayuntamiento y de la vicaría y visita eclesiástica de Madrid existiesen las noticias que en vano hemos solicitado.

218. Si cuando murió Cervantes en 1616 moraban las trinitarias (según sus noticias) en la calle del Humilladero, allí debió por consiguiente dársele sepultura: y esta parece ser todavía la tradición constante en el convento; creyéndose también que por hallarse allí religiosa su hija Doña Isabel serían trasladados sus huesos al de la calle de Cantarranas en 1633 con los de los demás parientes   -pág. 536-   de las otras monjas. Doña Catalina de Salazar, mujer de Cervantes, que falleció en 31 de octubre de 1626 (P. II, §. 46), se enterró también en el convento de las trinitarias... y fundó una memoria, según la partida mortuoria existente en la parroquia de San Sebastián. Dícese que esta memoria quedó abandonada mucho tiempo ha; y nada consta auténticamente en la comunidad del entierro de uno ni otro consorte. La desgracia que persiguió a Cervantes durante su vida, parece que quiso anonadar su memoria hasta en el silencioso retiro de los claustros. Las contradicciones que padeció la hija trascendieron a cuanto pertenecía al padre; pero su buen nombre vive y vivirá con aprecio, y merecerá siempre el voto e interés de los buenos patricios para erigirle un monumento digno de su mérito en el lugar cierto donde reposen sus cenizas, como lo ejecutan todas las naciones cultas con los hombres ilustres que les pertenecen.




ArribaAbajoRetrato de Cervantes (§. 191)

219. En las Grandezas de España del M. Pedro de Medina, ampliadas por Diego Pérez de Mesa, e impresas en 1590, se dice, tratando de Sevilla (fol. 122 v.): Hay agora de presente en aquesta ciudad muchos varones muy sabios que con sus letras dan contino mucha erudición y doctrina. Entonces estaba allí Cervantes, ya conocido por su Galatea, sus comedias y otras composiciones; y entonces comenzaba a darse a conocer por sus pinturas y poesías Francisco Pacheco, cuya casa y oficina, según Rodrigo Caro (Cl. Var. de Sev. ms.) era frecuentada de los hombres más doctos que residían en aquella ciudad. El mismo Pacheco dice (Arte de la Pint. L. III, c. 8.) que había hecho de lápiz negro y rojo más de ciento setenta   -pág. 537-   retratos, entre ellos hasta ciento de hombres eminentes en todas facultades, y algunos de mujeres; y que pasaban de ciento y cincuenta los que había pintado de colores; habiéndole sucedido retratar solo por relación a alguno para no privarle en su libro de tan honroso lugar. Comprueba esto Caro diciendo que Pacheco pintó las imágenes de varones ilustres que había conocido y alcanzó con su larga edad, poniendo a cada uno un elogio, y que de todas hizo un volumen que remitió al conde duque de Olivares. Infiérese de aquí que se equivocó Ortiz de Zúñiga (An. L. XV) suponiendo que el libro solo contenía personas notables de Sevilla, y que se perdió con la muerte de su autor, dividiéndose en varios aficionados, pues esto pudo suceder con los borradores u otras copias que conservase. Prueba de que la idea de Pacheco no fue limitada a sus paisanos, es lo que dice Baltasar Elisio de Medinilla en una advertencia a la Jerusalén de Lope de Vega, impresa en 1609: Habiendo llegado a mis manos este elogio, sacado del libro de retratos que hace Francisco Pacheco en Sevilla de los hombres en nuestra edad insignes, quise comunicarle a los aficionados a los escritos de Lope. Es pues muy regular que Pacheco retratase también a Cervantes, que residía en Sevilla, para no privarle del honroso lugar que merecía en su libro, pues que su conato se extendió a retratar por relaciones ajenas a los que por ausentes no podía copiar al natural. Así lo creyó la academia Española en su prólogo a la edición del Quijote en 1780, y así lo aseguran otros escritores. Si el libro de Pacheco se hubiera conservado con los elogios y resúmenes de las vidas de las personas retratadas, muchas dudas se hubieran evitado tal vez sobre el retrato y los sucesos de Cervantes. En el caso de haberse dividido   -pág. 538-   por muerte de su autor, no hubiera sido extraño que siendo Sevilla tan concurrida siempre de extranjeros, adquiriesen estos algunos, y entre ellos el de Cervantes, que se estampó en la edición de Londres de 1738, aunque allí se dice que era sacado por el mismo, esto es, por la relación que hace de su fisonomía y de su persona, añadiendo el Dr. Olfield en las advertencias a dicha edición, que por más solicitud que se puso no se halló retrato alguno de Miguel de Cervantes. También le retrató, según él mismo asegura en el prólogo de las novelas, Don Juan de Jáuregui, gran pintor y poeta sevillano. Ignorándose el paradero de ambos retratos, y juzgando por arbitrario y caprichoso el de la edición de Londres, practicó la academia las diligencias más exquisitas para descubrirlos; pero todas en vano, hasta que sabiendo que existía uno en Sevilla en poder del conde del Águila, se le pidió para sacar una copia, y este caballero tuvo la generosidad de regalárselo. Viendo la mucha conformidad y semejanza entre él y la estampa de Londres, se preguntó al conde sobre las circunstancias de su adquisición, y contestó que le había comprado en Madrid años hacía a un negociante de pinturas, que se la vendió por de Alonso del Arco: que el retrato manifestaba con evidencia no ser hecho por la estampa; y que los editores de Londres, que habían solicitado con mucho empeño uno de Cervantes, pudieron tal vez adquirir en Madrid copia de este. En tal perplejidad dispuso la academia que lo examinasen los directores de pintura de la de San Fernando, D. Antonio González y D. Andrés de la Calleja; y en su informe dado en 10 de marzo de 1777 dijeron que era mucho más antiguo que la estampa, pues que por la vejez del lienzo y por el rancio de los colores se conocía no ser del siglo XVIII; que el estilo era de   -pág. 539-   las escuelas de Vincencio Carducho y Eugenio Cajes, que florecieron en tiempo de Felipe IV: que no era voluntario, por tener los efectos del natural en el claro y oscuro que resultan del natural mismo; y que algunos retoques de otra mano, y ciertos defectos de dibujo denotaban estar sacado por otro mejor y más antiguo, y probablemente del tiempo en que vivía Cervantes. Por este original grabaron Carmona y Selma los que publicó la academia en sus anteriores ediciones; y de sus estampas se han copiado las que se han hecho y repetido después en España, Francia, Inglaterra, Prusia y otras partes. Para dar mayor exactitud y propiedad al que ahora publica la academia, confió su desempeño a la habilidad y conocimientos de D. Blas Ametller, que con examen, y a la vista del original, e instruido de estos antecedentes, lo ha dibujado grabado con el primor y espíritu que manifiesta la fisonomía de Cervantes y la ingeniosa alegoría que le acompaña en la parte inferior, donde dominando el tiempo, representado por la cabeza de Jano, y enlazada la corona triunfal por haber destruido los libros caballerescos y otras preocupaciones, con el símbolo de la perpetuidad que merecen sus obras, se indica el pensamiento con el mismo verso con que Lucano preconizaba la inmortalidad a su libro: Vivet et a nullo tenebris damnabitur aevo. Para elogiar el mérito del autor y del artista que le ha copiado y grabado con tanta maestría, escribió nuestro académico honorario el Sr. D. Fernando de la Serna el siguiente dístico, que pudiera muy bien acompañar al retrato:


Immortale decus formae ars effinxit in aere.
   Sed cupis ingenium noscere? Scripta dabunt