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Ibérica por la libertad

Volumen 14, N.º 9, 15 de septiembre de 1966

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Salvador de Madariaga

SALVADOR DE MADARIAGA

Nuestro presidente de honor, que ha cumplido 80 años el 23 del pasado mes de julio. En esta ocasión la Universidad de Oxford le ha otorgado el título de Doctor Honoris Causa el 30 de dicho mes. Sus compatriotas, exilados también, le han honrado con un fraternal banquete en París.
Otros países de Europa han ofrecido a Don Salvador de Madariaga testimonios de alta estimación. España ha guardado silencio.
Ibérica rinde fervoroso homenaje al hombre, a su vida y a su obra

IBÉRICA es un boletín de información dedicado a los asuntos españoles y patrocinado por un grupo de americanos que creen que la lucha de España por la libertad es una parte de la lucha universal por la libertad, y que hay que combatir sin descanso en cada frente y contra cada forma que el totalitarismo presente.

IBÉRICA se consagra a la España del futuro, a la España liberal que será una amiga y una aliada de los Estados Unidos en el sentido espiritual y no sólo en sentido material.

IBÉRICA ofrece a todos los españoles que mantienen sus esperanzas en una España libre y democrática, la oportunidad de expresar sus opiniones al pueblo americano y a los países de Hispano-América. Para aquellos que no son españoles, pero que simpatizan con estas aspiraciones, quedan abiertas así mismo las páginas de IBÉRICA.

Directora:

  • VICTORIA KENT

Presidentes de Honor:

  • SALVADOR DE MADARIAGA
  • NORMAN THOMAS

Consejeros:

  • ROBERT J. ALEXANDER
  • ROGER BALDWIN
  • CLAUDE G. BOWERS1
  • FRANCES R. GRANT
  • JOHN A. MACKAY
  • VICTOR REUTHER

IBÉRICA is published monthly on the fifteenth of the month, except July-August when bimonthly, in English and Spanish editions, by the Ibérica Publishing Co., 112 East 19 th St., New York 3, N. Y. 10003. All material contained in this publication is the property of the Ibérica Publishing Co., and may be quoted, but not reproduced in entirety. Copyright 1966, by Ibérica Publishing Co.

Price: Single copy, 25 c. Year's subscription: $ 3.

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ArribaAbajo Entrevista con Don Salvador de Madariaga

Radio Berna dio el 1.º de julio una entrevista de Don Salvador de Madariaga sobre la situación política de España. He aquí el texto de la misma. Esta versión en español ha sido traducida por el propio autor.

I. ¿Cree Vd. posible que la parte vencida del pueblo español renuncie a la venganza al caer Franco y que así pueda constituirse un gobierno de unidad nacional y comprensión mutua? ¿O cree Vd. en otra dictadura militar?

R. De venganza no puede tratarse, ya que la inmensa mayoría de los españoles son hoy gente joven. Para ellos, la guerra civil pertenece ya a la historia. Del pasado no se ocupan. Les interesa el porvenir, o sea, cómo se va a organizar España en los años venideros. El obstáculo no es ideológico. Es una cuestión de confianza. ¿Podrá dar la España joven su confianza a quienes han cerrado la boca y pisoteado el cuerpo del país con botas de montar durante treinta años? No es posible llegar a un acuerdo con los que se han negado treinta años a escuchar las voces que querían hacerse oír.

Además, conviene evitar un error tan frecuente como natural. ¿Qué más natural que aspirar a una reconciliación nacional? Pero reconciliación significa volver a unir las dos partes; y nada más natural que dar por sentado que las dos partes son iguales.

Pero no es así. Las dos partes de la nación que se enfrentaron en la guerra civil podrán haber sido numéricamente equivalentes; pero la parte del país que desde el fin de la guerra usufructúa el poder con el apoyo del ejército es muy pequeña. En unas elecciones libres no lograría ni el 5 por ciento de los votos.

Esta estimación no se funda en el capricho o la fantasía. Bastará hacer constar que el sector político que hoy manda en España es la extrema derecha de la extrema derecha; un sector que ni por asomo logró ejercer el poder ni aun influencia alguna, no sólo durante la República sino bajo la monarquía. Este sector que, gracias a la opresión total de los derechos políticos de la inmensa mayoría de los españoles, y al monopolio del poder por la fuerza militar, manda hoy en España, viene siendo una pieza de museo o antigualla política y lo era ya no sólo en 1931 o en 1920 sino hasta en 1876. Se trata de un partido fósil.

No están contra el régimen sólo los, anarquistas, los comunistas, los socialistas, los republicanos, los monárquicos liberales, sino también la mayoría de los monárquicos conservadores, o sea aquellos que alternando, con los liberales, ocuparon el poder de 1876 a 1931. El sector que hoy manda es, pues, pequeñísimo.

Por tanto, unión nacional, sí, desde luego. Pero ya está hecha; y constituye la oposición al régimen. Una reconciliación con el 5 por ciento de extremistas reaccionarios que usurpan el poder no parece posible. Ni les convendría a los usurpadores. Ello no obstante, se impone un cambio. Para que sea pacífico y no sangriento es menester que el gozne de giro sea el Ejército. Para lo cual es indispensable que la iniciativa surja del sector más inteligente y consciente de la oficialidad. Reina creciente inquietud entre los oficiales jóvenes, mientras sus colegas más antiguos se contentan con seguir sentados sobre la válvula de seguridad usufructuando los beneficios del régimen. Los oficiales jóvenes se avergüenzan del papel que estos superiores egoístas y obtusos obligan a desempeñar al Ejército. Si este movimiento toma momento y velocidad y se propaga, pudiera llegar a dirigir y canalizar una evolución hacia una democracia liberal. De otro modo, la impaciencia del pueblo y las maquinaciones de los extremistas podrían conducir a una revolución violenta. En tal caso cabe imaginar dos salidas: hacia una conmoción proletaria que quizá terminara en un régimen comunista; o el retorno de una dictadura militar.

II. ¿Considera Vd., teniendo en cuenta la despolitización de los últimos treinta años y la falta de consecuente educación política, que el pueblo español sea capaz de gobernarse a sí mismo y de constituir una democracia de verdad? En este sentido, ¿podría hacerse algo mientras Franco vive todavía?

R. Aquí hay dos preguntas.

En cuanto a la primera, no hay que olvidar que el pueblo español creó instituciones políticas de marcada índole democrática ya en la Edad Media. No cabe, pues, dudar de su creatividad política. La despolitización de estos treinta años ha sido más deseo en el dictador que realidad en el pueblo. De no haber sido así, habría holgado tanto amordazar la prensa y monopolizar la radio y la televisión. El fermento político no cesó de actuar entre los obreros, los intelectuales y los estudiantes, síntoma visible de la agitación oculta en todas las capas de la nación.

¿A santo de qué, ha de ser el pueblo español menos capaz de gobernarse que cualquier otro? Su democracia será tan deficiente como la de cualquier otro pueblo -la francesa, por ejemplo, o la italiana, la yanqui o la alemana. ¿Dónde está la democracia de verdad y tal que no merezca críticas? Tampoco creo que se pueda sostener que estos treinta años hayan sido estériles para la educación política del pueblo español. Al contrario. Han sido dura escuela o aprendizaje de la política real; y además el mero hecho de que hayan salido a un destierro voluntario cerca de un millón de obreros en busca de mejores salarios, no dejar a de producir efectos significativos.

En cuanto a la segunda pregunta, ¿qué podría hacerse mientras Franco viva todavía? mi respuesta es clara: nada. La experiencia prueba que su única idea política ha sido sostenerse en el poder. Es pues un obstáculo para cualquier solución que implique progreso político. En lo político, Franco tiene que morir para que los españoles vivan.

III. ¿Considera Vd. la actitud actual del mundo libre para con España y en particular la de los países europeos como justa o como errónea (obstáculos en la relación entre España y las organizaciones europeas como CEE, Consejo de Europa, OTAN)? ¿Cree Vd. que, eliminado Franco, estará la Europa democrática dispuesta a asumir para con España su responsabilidad, y a conceder a España una mayor comprensión y consideración en lo económico y en lo político?

R. La reserva observada para con el régimen de Franco por parte del Consejo de Europa, de la CEE, de la OTAN y de otras instituciones similares es indispensable para el buen nombre y la autoridad moral de esas instituciones y de los países que las constituyen. Porque todas sus cartas proclaman que el fin que se proponen es el bien de la libertad, de la democracia y de los valores políticos que Franco ha rechazado siempre con desprecio.

La caída de Franco no bastaría para justificar el ingreso de España en estas instituciones. El nuevo régimen tendría que probar su respeto para con los principios de la democracia liberal. No se atribuya esta exigencia a un dogmatismo pedante. Es mero sentido común. En concreto, la integración de Europa presupone un mínimo de armonía entre las instituciones y las conductas de las naciones europeas.

No sigue España excluida de la Unión Europea porque así le plazca a alguna otra nación testaruda, sino sencillamente porque ni sus instituciones ni sus prácticas políticas se prestan a que ingrese. Por ejemplo, es imposible que en la Unión Europea, donde todas las naciones gozan de una prensa libre, entre una con su prensa esclava.

Cuando España haya adoptado instituciones políticas que se conformen al modelo europeo, será en interés de Europa incorporarla cuanto antes en su mancomunidad; porque España es una parte importante del cuerpo europeo, uno de sus mayores territorios, cuyos habitantes poseen grandes capacidades para el arte, la literatura, la ciencia y el comercio. Y su opinión pública es decididamente europeísta.

IV. ¿Cree Vd. que el pueblo español ha aprendido algo de los errores de la República y, en caso afirmativo, en qué sentido?

R. Pudiera muy bien resultar que el error más grave cometido por la República haya sido el indulto del General Sanjurjo, que acaudilló la primera rebelión armada contra la República que había jurado defender y fue por ello sentenciado a muerte. Dos hombres llevan la responsabilidad de este error: Azaña, que conmutó la pena de muerte en cadena perpetua; y yo que, como Ministro de justicia, firmé en 1934 el decreto amnistiándolo. Para agradecérnoslo, Sanjurjo se puso a la cabeza del alzamiento de 1936, y si no se hubiera matado de un accidente de aviación, hubiera él sido y no Franco el dictador de España.

No creo que el pueblo español haya aprendido nada de este error que cometió la República; porque reúne en su carácter una extrema dureza en la guerra y una gran conmiseración en la paz.

El problema de los españoles será cómo evitar no los errores de la República pasada sino los de la venidera. Tengo para mí que el pueblo español será menos exigente en su idealismo, más reservado en cuanto a dejarse ir a la violencia y mucho menos ingenuo en cuanto al idealismo de otras naciones y a su disposición para venir en su auxilio. En una palabra, será, como suele, una mezcla de Don Quijote y Sancho, pero con Sancho en auge.

Ilustración




ArribaAbajoEn memoria

José María de Semprún Gurrea


Aún estamos bajo la dolorosa impresión del fallecimiento de nuestro dilecto y devoto colaborador José M.ª de Semprún Gurrea. En prensa ya nuestro último número nos vimos forzados a dar en cuatro líneas la noticia; hoy deseamos dedicarle nuestro homenaje de admiración, respeto y afecto a este gran español desaparecido.

Semprún Gurrea nació en Madrid el 5 de agosto de 1893; era abogado y doctor en Derecho y fue hijo político del estadista Don Antonio Maura. A partir de 1926 dedicó su actividad política a la preparación de la futura República, haciendo propaganda oral y escrita durante la dictadura de Primo de Rivera. Figuró en la «Agrupación al Servicio de la República», fundada por José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón.

Proclamada la República fue nombrado Gobernador de la provincia de Toledo y más tarde de Santander. En el período de 1932 hasta la víspera de la sublevación militar, sin abandonar las actividades políticas dedicó más tiempo a las intelectuales. Excelente escritor y ensayista colaboró en el periódico madrileño El Sol, siendo uno de los fundadores de la revista literaria Cruz y Raya y corresponsal y colaborador de la revista francesa Esprit. Al producirse el levantamiento militar, abandonando toda otra actividad se puso al servicio del Gobierno legítimo, y fue nombrado Encargado de Negocios de España en Holanda. Terminada la guerra civil se trasladó a París donde se dedicó a la enseñanza en un liceo del Estado.

Terminada la guerra mundial va a Roma en 1946 como representante del Gobierno republicano en el exilio. Allí ha muerto rodeado del afecto de familiares y amigos y del respeto de los círculos políticos, diplomáticos e intelectuales. La prensa italiana ha dedicado en su honor extensos comentarios y fotografías, elogiando su prestigiosa personalidad y ejemplar labor; entre esa prensa debemos señalar Patria, La Voce Repubblicana, Avanti, y la revista Comuni d'Europa. Pietro Nenni, Vicepresidente del Gobierno italiano y Presidente del Partido Socialista, fundidos hoy los dos partidos, al tener noticia del fallecimiento envió a la viuda, Anita Litschi, el siguiente telegrama: «Expreso a usted e hijos el sentimiento de profundo pesar por la muerte de su marido José M.ª Semprún Gurrea, que con tanta dignidad y firmeza ha defendido hasta el último suspiro la causa de la democracia y de la República española».

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Otro telegrama, del ministro de justicia, Lorenzo Reale, decía: «Le ruego acoja la expresión de mi sentimiento por la desaparición del querido embajador y el profundo pesar por el noble amigo».

Es difícil trazar en un reducido espacio los rasgos esenciales de una figura de la talla y prestigio de Semprún Gurrea. Su derechura en la línea que de su vida deja trazada, es y será un ejemplo para las generaciones que han de forjar el futuro de España, y una muda y vigorosa censura a los acomodaticios a situaciones que el trasfondo de sus conciencias repudia. Esta gran pérdida, que afecta profundamente a los demócratas republicanos españoles, a nosotros nos arranca una leal amistad y un colaborador de calidad insuperable. Al nacer nuestra revista solicitamos su cooperación, la que prestó sin interrupción desde esos primeros tiempos. Sus últimas páginas escritas fueron dedicadas a nuestra revista y publicadas en nuestros números de marzo y junio de este año. En ellas, ya seriamente enfermo, hace un llamamiento con vigor y lucidez a los españoles, a «todos los españoles, en uso de su razón, para que vayan poniendo serenamente los relojes a la hora de la Libertad Democrática».

Por nuestra parte seremos deudores siempre a Semprún Gurrea por haber depositado en nuestras manos estas dos joyas del pensamiento político y social de la España actual: España en la encrucijada y Una república para España, las dos obras fundamentales de su vida. En estas obras los españoles han de saciar su hambre de futuro constructivo de la patria el día que les sea permitido leerlas y meditarlas en libertad. Semprún Gurrea, en estos dos magistrales estudios, continúa la noble corriente de libertad y democracia de la historia del pensamiento político español, corriente contraria a aquella otra, española también, de tiranía y autoritarismo, y lo hace dejando en ellos su más fina calidad de jurista, político e intelectual. Ambos estudios -no dudamos en afirmarlo- adquieren hoy rango y categoría de Testamento Político.

Queremos cerrar nuestro homenaje al exilado ejemplar con unas palabras suyas que figuran en su ensayo Libertad y Democracia en el pensamiento político español, publicado en Milán: «Esta corriente, como la que en España lleva el río Guadiana, de cuando en cuando parece esconderse bajo tierra para reaparecer más adelante con renovado ímpetu. Pronosticamos que no ha de dejar de correr y que, a pesar del duro silencio y clandestinidad, impuestos por la violencia, permanezca siempre más fuerte y más viva».

VICTORIA KENT




ArribaAbajoUn caballero de la República

José Quero Molares2


De la Ciudad Eterna recibimos, como un aldabonazo en el corazón, la noticia de la muerte de José M.ª de Semprún y Gurrea, que nos ha acompañado durante veintisiete años en el exilio. Nuestra relación personal en el curso de estos años se había transformado en entrañable amistad. Nos hemos visto periódicamente en Roma y con frecuencia nos hacía llegar muestras de su inteligente y luminosa prosa periodística. Le queríamos, le respetábamos y le admirábamos.

La conducta política de Semprún es un ejemplo para todos de fidelidad a las ideas liberales y democráticas y de entereza personal ante el sufrimiento físico causado por una artritis que iba minándole inexorablemente el cuerpo. En su modesto hogar romano que su inseparable esposa Doña Anita había convertido en refugio de trabajo y de paz, Semprún había proseguido, desde 1946, una labor continuada y tenaz de la defensa de nuestros ideales republicanos. Su conducta y su talento le abrieron las puertas de la política italiana, en la cual contaba con muy ilustres amigos. Era difícil sustraerse a la influencia de su palabra cordial, efusiva y comunicativa y al propio tiempo no sentirse hondamente impresionado por su modesta vida que con tanta dignidad y nobleza sobrellevaba. La causa de la República no podía tener mejor representante a orillas del Tíber y el Gobierno en el exilio del cual fue ministro, al confiarle su representación, ganó audiencia en los medios políticos italianos.

El pensamiento político sempruniano los lectores de Ibérica lo conocen, pues, a menudo, su prosa fluida y avasalladora -así era su palabra como si obedeciera a un indómito impulso interior- ha enriquecido sus columnas. Ha sido también Ibérica la que imprimió sus dos últimos libros, España en la Encrucijada y Una República para España, obras rebosantes de evocadoras ideas, en las cuales vertió sus anhelos de regeneración y de paz, en un orden de respeto de los individuos y de las nacionalidades peninsulares.

La labor intelectual de Semprún se inició en el campo de la filosofía del derecho. Sentía una particular inclinación hacia el profesorado y la Facultad de Derecho de la Universidad de Madrid le contaba entre sus miembros. Pero tenía preocupaciones más vastas, universales, sin desviarse de su profundo y auténtico catolicismo. Por eso le encontramos entre los fundadores de Cruz y Raya y le vemos colaborar en Esprit. Lo que en su tiempo fue recibido con suspicacias y recelos por altas jerarquías eclesiásticas ganó aprobación con el advenimiento de Juan XXIII, poner el catolicismo al ritmo de los tiempos, y Semprún sintió la personal satisfacción de ver sus más íntimas convicciones avanzar en campo abierto al impulso de la genial humanidad del «Papa buono», como le llamaba el pueblo romano.

A la política consagró Semprún lo mejor de su acción y de su inteligencia. Desempeñó altos puestos en ella, y al iniciarse la guerra civil fue Encargado de Negocios ante el Gobierno de los Países Bajos. Estos no se distinguieron nunca por una inclinación favorable hacia la República. En realidad, y es esta una de las más monstruosas aberraciones de aquella época, Holanda se complacía con la existencia del Tercer Imperio alemán que le proporcionaba como intermediaria pingües negocios, hasta que un día los SS cayeron sobre sus ciudades y campos sembrando el dolor y la muerte. Sin embargo, Semprún alcanzó un respeto y una consideración por parte de las autoridades holandesas que son índice revelador de su saber diplomático.

El talento y la modestia de Semprún se hermanaban a su sinceridad y a su voluntad inquebrantable de mantenerse fiel a la República sin vacilaciones ni veleidades. En un artículo que publicó hace menos de un año, «Presencia de Dante», hay unas frases que queremos recordar por su valor autobiográfico. «A los exilados por nobles motivos de concienzuda convicción política, que en todos los tiempos y de manera impresionante, por su cuantía y su generalización, en los tiempos presentes, crea la opresora y cruel intransigencia de los poderes arbitrarios, el pensar que también un hombre de su valía inmensa hubo de seguir hasta la muerte los ásperos caminos del destierro, quizá pueda librarles de ese oscuro e insidioso complejo de inferioridad y hasta de recóndita vergüenza que a veces se insinúa arteramente hasta en el alma del exilado más convencido de su razón y de la nobleza de su Causa, sobre todo cuando viene a hallarse en medio de quienes no pueden disimular el recelo con que consideran su situación. En tales casos -que contrastan con muchos otros en los cuales, para honor de la humanidad, las leyes y las costumbres concurren en prestar benévola acogida a quienes por razones de política idealidad, se sienten forzados a expatriarse- en tales casos, repito, pueden los exilados librarse de los aludidos complejos diciéndose a sí mismos y a quienes les miren de reojo y con menosprecio: tenemos en la Historia un compañero que se llama Dante Alighieri. El cual no fue precisamente un fugitivo vergonzante sino un hombre que tenía plena conciencia de la dignidad de su posición de exilado y la consecuente voluntad de no convertirla en mercadería que se baratea bajamente a trueque de reingresos en la patria nativa, maculados por la humillación».

En el exilio quedan depositados los restos mortales del compañero y amigo Semprún, junto a tantos y tantos republicanos, unos destacados hombres de la política, de la ciencia y del arte españoles, otros simples funcionarios, artesanos, campesinos y obreros, mientras los que les sobrevivimos esperamos serenamente nuestro turno. A todos nos ha unido y nos une nuestra filiación común republicana, y a medida que nuestras filas se clarean nos sentimos más cerca los que seguimos en pie y más convencidos de la justicia y razón de nuestra causa. La lealtad que debemos a las instituciones que el pueblo se dio en ejercicio de su libertad y soberanía, por medio del sufragio, viene robustecida por nuestro respeto a la sagrada herencia que nos confiaron nuestros muertos. Descanse en paz José M.ª de Semprún y Gurrea, caballero de la República. Nos queda su recuerdo ejemplar y entrañable. ¡Viva la República!

J. QUERO MOLARES




ArribaAbajo Problemas de la iglesia española

Canónigos beneficiados. París, 17 agosto, Ibérica: -Le Monde de hoy, en una crónica de su corresponsal en España dice lo siguiente: «Los doce canónigos beneficiados de la catedral de Lérida intentan vender 3400 hectáreas de tierra que les pertenecen desde hace siglos; precio: 400 millones de pesetas. Pero la venta de estas tierras dejaría sin recursos a 803 familias de aparceros que las cultivan desde hace más de 30 años y que carecen de dinero para comprarlas. Cuatro sacerdotes de la diócesis han protestado de esta determinación de los canónigos beneficiados. Dichos sacerdotes, Máximo Casanovas, Manuel Domingo, José Marco y Lázaro Bria, declaran en una carta abierta: "Ese gesto [el de los beneficiados] compromete a todo el clero y a la comunidad cristiana de Lérida". El tribunal eclesiástico de esta provincia se ha pronunciado contra los cuatro sacerdotes. Los cuales aducen: "Nuestra carta no obedece, en absoluto, a resentimientos personales y sí a un voto del Concilio". Los fieles leridanos se preguntan: ¿no pueden los beneficiados de Lérida repetir el gesto del conde de Sástago, que recientemente ha distribuido unas 4000 hectáreas de tierra a los campesinos que las trabajan?».

Gracias a sus tierras los canónigos de Lérida son los más ricos de España. Los impuestos pagados por este dominio agrícola alcanzan a cuatro millones de pesetas. Los doce beneficiados (este es su título como canónigos) perciben un ingreso anual de siete millones de pesetas.

París, 18 agosto: El Journal de Genéve de hoy, al comentar la anterior noticia dice que «en el expediente ordenado por el obispo de Lérida contra los cuatro sacerdotes autores de la carta abierta de protesta, se ponen en evidencia los extraordinarios privilegios, heredados de una tradición procedente de la Edad Media, que siguen gozando ciertos miembros del clero español. En el caso de Lérida el obispo parece desear la desaparición de la comunidad de los beneficiados por extinción. Cuatro beneficiados -de los dieciséis que constituyen el total- fallecidos en estos últimos tiempos, no han sido reemplazados, y sus participaciones han ido a parar al obispado. La venta de los bienes de las comunidades de beneficiados está, en principio, prohibida, salvo dispensa del Vaticano. Parece que el obispo de Lérida ha conseguido la autorización papal».

Una nueva bula

UNA NUEVA BULA

-Amadísimo prelado: hay que organizar una rogativa espontánea de todos mis prelados, pidiendo a Paulo VI que, dado que los españoles somos los más católicos del mundo, nos dispense de cumplir con las consignas del Concilio

Con fecha 22 y 24 de agosto Le Monde vuelve sobre este asunto y dice, en crónica de su corresponsal en España, que «una parte de las tierras de los beneficiados de Lérida será vendida a los aparceros, siguiendo la orientación y el espíritu del Concilio. Si bien el tribunal eclesiástico de la diócesis ha acusado a los cuatro sacerdotes que protestaron como falsificadores de la verdad, pidiendo que se les prive de oficiar su ministerio religioso, los arrendatarios de los beneficiados corroboraron la realidad de las denuncias, agradeciendo a los cuatro sacerdotes su defensa, al mismo tiempo que les dan las gracias al obispo porque trata de resolver el problema de acuerdo con las exigencias conciliares».

«Las 830 familias de arrendatarios han constituido un grupo sindical de colonización para estudiar la compra de las tierras a los beneficiados. El grupo sindical de colonización calcula actualmente lo que, en justicia, puede deducirse de la cantidad pedida por los beneficiados (400 millones de pesetas), teniendo en cuenta las importantes mejoras introducidas por los arrendatarios. A la vista de este informe, los arrendatarios podrían hacer una oferta a los beneficiados».

El «motu proprio» de Pablo VI. París, 16 agosto, Ibérica: -Le Monde de hoy publica la siguiente crónica de su corresponsal en España: «El "motu proprio" pontifical poniendo en ejecución los decretos conciliares, presenta un especialísimo interés para España. En dicho documento se dice que una de las misiones reconocidas a las Conferencias Episcopales a partir del 2 de octubre próximo será la de elevar al Papa los nombres de los candidatos para las sedes vacantes. En España este privilegio está reservado al jefe del Estado, en virtud de un acuerdo firmado por el General Franco y la Santa Sede en 1941 y ratificado en el Concordato de 1953».

«El general Franco no ha dicho que piensa renunciar a este privilegio, a pesar del deseo expresado por Pablo VI al jefe del Estado al terminar el Concilio. Por otra parte el general Franco ha continuado presentando a los obispos, entre otros a Monseñor González, arzobispo adjunto de Barcelona con derecho a sucesión. Las protestas a que dio lugar este nombramiento iban, más que nada, contra este privilegio del que el general Franco continúa haciendo uso».

Una alusión a los 25 años de paz. Roma, 4 agosto, Ibérica: -Al recibir recientemente Pablo VI a los participantes de la Segunda sesión del Consejo de administración del programa de las Naciones Unidas, ha declarado:

«Hace falta, de toda necesidad, encontrar un remedio a las grandes deficiencias que hacen sufrir a una gran parte de la Humanidad. Es necesario reabsorber las disparidades harto evidentes que existen en el disfrute de la civilización. Es preciso dominar los sistemas económicos en virtud de los cuales los pueblos pobres son cada día más pobres y los ricos cada vez más ricos».

El Papa se ha lamentado también de que «el hermoso nombre de paz» sea con frecuencia «la divisa de una propaganda no siempre sincera y leal» y que «en ciertas situaciones políticas sea el resultado de la privación de libertad» (El subrayado es nuestro).

Renuncia el arzobispo de Valencia. Valencia, 27 agosto, Ibérica: -El arzobispo de Valencia, doctor Marcelino Olaechea, en carta pastoral dirigida al clero y fieles de la archidiócesis anuncia su renuncia a la sede de Valencia, por haber cumplido los 75 años de edad y aceptando la exhortación «Motu Proprio» del Papa Pablo VI sobre jubilación de párrocos y obispos que hayan cumplido dicha edad. Dicho «Motu Proprio» afectaría, en España, a tres cardenales (Pla y Deniel, Herrera Oria y Arriba Castro), a cuatro arzobispos, doce obispos y unos dos mil sacerdotes.

El arzobispo Olaechea fue designado para la archidiócesis de Valencia en febrero de 1946. En la misma pastoral ruega a los párrocos de su archidiócesis que hayan cumplido su misma edad se mantengan en sus puestos hasta que sean relevados, dado que no será acción rápida debido a la escasez de sacerdotes.




ArribaAbajo«Cartas del pueblo español»

El primer libro al que no permite circular la libertad de imprenta


El día 6 de julio fueron depositados en el Ministerio de Información y Turismo los ejemplares del libro que determina la ley. Transcurrido el plazo reglamentario de depósito previo, el día 9 se hizo entrega en el propio Ministerio, a la persona que efectuó la presentación, del siguiente oficio, dirigido a don José María Gil Robles con esa misma fecha: «Pongo en su conocimiento que la Administración Pública inicia con esta fecha procedimiento de oposición a la difusión de la obra "Cartas del Pueblo Español", remitiendo un ejemplar, a los efectos oportunos, a la autoridad judicial correspondiente».

El mismo día y firmada por el Fiscal del Tribunal de Orden Público, señor González Cuéllar, se presentó en el juzgado de Orden Público una querella por «propaganda ilegal» contra el señor Gil Robles, como inculpado inicial de la publicación del libro, en la que se solicitaba, además, la declaración de los treinta miembros restantes del equipo redactor de la obra.

Admitida la querella el día 11 por el juez suplente de Orden Público, se procedió inmediatamente al secuestro de la totalidad de la edición, que se hallaba debidamente depositada en Madrid y Salamanca, donde se había efectuado la impresión.

Cumplimentadas las oportunas diligencias, los miembros del equipo redactor de la obra han iniciado desde los distintos lugares de España donde residen una comparecencia voluntaria y ordenada, a la vez que ininterrumpida, en el juzgado de Orden Público, después de haberse reintegrado al mismo su titular, para testimoniar sobre dicha obra.

Sumario del libro

Nota preliminar. I: No queremos el diluvio. II: Autoridad y pueblo. III: Persona y libertad. IV: Crisis de la democracia. Democracia y tecnocracia. V: Planificación y desarrollo. VI: Partidos políticos y grupos de presión. VII: Representación nacional. VIII: ¿Monarquía o República? IX: Relaciones entre los poderes del Estado. X: Formación de la opinión pública. XI: Rumbo al futuro.

Estas Cartas han sido redactadas colectivamente por un equipo de trabajo dirigido por José María Gil Robles, y del cual han formado parte, relacionados alfabéticamente:

Juan Abascal Fernández, Sevilla; Pablo Beltrán de Heredia y Castaño, Madrid; José de Benito Fernández, Valladolid; Miguel Bermudo Sánchez, Sevilla; Carlos Blanco-Rajoy y Martínez Reboredo, La Coruña; Miguel Blasco Roncal, Zaragoza; José Calatayud Bayá, Valencia; Antonio Córdoba y de Simón, Bilbao; Jesús Cortés Ormazábal, Madrid; José Duato Chapa, Valencia; Mariano Escudero y de Solís, Valladolid; Antonio Fernández Rañada, Oviedo; Ángel Fernández de Sepúlveda, Málaga; Daniel Gallejones Prieto, Santander; Jaime y José María Gil-Robles y Gil-Delgado, Madrid; José Guallart y López de Goicoechea, Zaragoza; Joaquín Maldonado Almenar, Valencia; José Luis Maruri Gregorisch, Santander; Manuel y Servando Meana Wert, Sevilla; Juan Benito Moreno Gonzalo, Madrid; José María Moutas Merás, Madrid; Rafael Moutas Merás, Oviedo; Juan Manuel Pascual Quintana, Madrid; Manuel Ramos Armero, Salamanca; Emilio Rodríguez y Rodríguez, Valladolid; Juan Terraza Martorell, Barcelona; Edgardo Vallejo de Angulo, Madrid, y Fernando Vega Bermejo, Cáceres.

Propósito de la obra

Con este libro ha pretendido un grupo de ciudadanos españoles hacer oír su voz, para entrar en diálogo con otros españoles. Cegados todavía los normales cauces representativos, ha utilizado una forma de expresión modesta, sin duda, pero auténtica; la de un equipo de trabajo que, sin otro nexo que el de una misma inquietud política, viene recogiendo, desde hace años, los latidos de un corazón que sigue vitalizando el cuerpo nacional, aun cuando no siempre se perciba su pulso. De ahí que la raíz última de este trabajo colectivo responda a una profunda realidad histórica y humana, que pretende reflejarse fielmente. En el fondo del examen de todos los problemas se advierte, además, la preocupación por el porvenir de España. Y también el sincero propósito de rehuir la tentadora pendiente de la demagogia, pero sin caer en halagos ni adulaciones que pudieran contrarrestar la dureza o gallardía de alguna afirmación.

Profesiones de las personas integrantes de este equipo de trabajo

1 ex Ministro, catedrático excedente de Universidad; 3 ex diputados a Cortes, Abogados; 1 Catedrático de Universidad; 1 Decano de Colegio de Abogados, Magistrado excedente; 1 Profesor Visitante de Universidad norteamericana; 1 Jefe de Sección del Ministerio de Educación Nacional; 1 Letrado de las Cortes Españolas; 1 Notario; 1 Médico; 15 Abogados; 1 Publicista, Miembro de la «Académie Napoléon», de Francia; 1 Corredor de Comercio; 2 Industriales y 1 Labrador.

Madrid, julio, 1966




ArribaAbajoSin permiso de la censura

Información de nuestro corresponsal en España


Incógnitas y certidumbres de un verano

(Crónica del mes de julio)

Hemos entrado en el verano con algunas diferencias de los años precedentes: libertad «vigilada» de prensa, con una verdadera intoxicación sobre el tema «Monarquía»; huelgas y acciones de las Comisiones Obreras en parte reflejadas en la prensa; cábalas sin cuento de cuantos se interesan por el inmediato porvenir político. Viendo un país que se interroga sobre qué instituciones y forma de gobierno deberá darse, le asaltan a uno varias reflexiones. La primera -que es una evidencia- es que ese país durante casi treinta años no ha tenido Constitución legal, ni instituciones, ni régimen de derecho, etc., y que el grupito que ha ejercido dictatorialmente el poder se da cuenta de todo, cuando se le agotan esas posibilidades de ejercicio autoritario. La segunda es que un observador superficial pudiera creer, leyendo los periódicos, que los españoles se debaten apasionadamente por aquello de la monarquía o la república, mientras que ninguno se ocupa de que haya sufragio universal y casi ninguno habla de los partidos políticos. Ese es el resultado de la fabulosa mixtificación de la «libertad vigilada» de prensa, con diarios que son todos de «casa». Y claro, lo que empieza siendo un proyecto de los equipos dominantes, acaba por penetrar insensiblemente en la cabeza de las gentes. Es la técnica moderna de la publicidad. Hay ya quien habla de Monarquía como del «Servetinal».

Con todo y ello, hay derecho a preguntarse qué se esconde tras la cortina de humo publicitaria y las riñas de quienes durante muchos años cousufructuaron en amigable coyunda las ventajas del poder. Se entra en el verano de 1966 con algunas incógnitas, si no inmediatas, por lo menos a seis o siete meses vista. ¿Va España a ser una Monarquía o una República? ¿Va a celebrarse o no un referéndum para decidir sobre nuevas leyes fundamentales? ¿Va a reformarse o a mantenerse la Organización Sindical (vertical)? Estas tres preguntas, unidas a las que se refieran al porvenir de la Universidad y de la Iglesia, parecen las más cargadas de signos dubitativos y las que condensan el centro de gravedad, hoy por hoy, de la política española.

Pero luego veremos cómo junto a esas incógnitas hay otras tantas certidumbres, que se desprenden de la práctica política cotidiana, con las que hay que contar imprescindiblemente si se trata de escrutar ese porvenir inmediato de la política española.

Veamos, en primer lugar, en qué estado se halla el debate entre quienes buscan ansiosamente unas formas institucionales que les permitan no ser catapultados de la vida pública cuando el Caudillo desaparezca.

Durante las últimas semanas seguían todos discutiendo sin mayores estridencias: Pemán se esforzaba por decir que el franquismo había sido, pero que hay que ser razonable y ponerse a tono con los tiempos, siempre de la mano de la inevitable dinastía borbónica. Arriba inició también su encuesta -como Madrid, como Ya, etc.- en la que, salvo excepciones que luego mencionaremos, se repitió hasta la saciedad el cuento de los voraces banqueros y los pobres trabajadores, al mismo tiempo que se cantan elogios sobre Franco, el Glorioso Alzamiento, etc., contradicción tan grande que no se sabe si expresa un cinismo consumado o simple raquitismo mental.

Una clara certidumbre

Así estábamos, digo, cuando el joven periodista monárquico Luis María Ansón, tuvo la ocurrencia de enviar a su periódico, el ABC, uno de sus brillantes, aunque a veces no muy sólidos, artículos. Ansón decía que la Monarquía española debería ser como la sueca o la holandesa, que debería ser pluralista, con sus partidos políticos y su sufragio universal, y encarnada en la persona de Don Juan de Borbón. Ansón citaba a los profesores Prados Arrarte, Tierno Galván, Ollero, etc., al Sr. Satrústegui, al equipo de Revista de Occidente, etc.

Nada del otro mundo -¿verdad?- si se trata de discutir sobre formas de gobierno y de Estado. ¡Ah! Pero allí fue Troya. Se creyó en alto lugar que había llegado el momento de dar el alto. Bien está que se hable de monarquía y de república, pero siempre que sean de «las buenas». Ahora, con partidos políticos y sufragio universal... eso no! ¡Eso es romper la baraja! Y ABC fue recogido y Luis María Ansón sometido a proceso por presunto delito de propaganda ilegal. La policía se movilizó por todos los kioscos madrileños, y algo análogo sucedió en Sevilla. La Monarquía de todos de Luis María Ansón se convertía en un panfleto político peligroso cuya difusión había que impedir para salvaguardar el bien común.

Inmediatamente tocaron a rebato en los medios del régimen y allí aparecieron los hombres de servicio. Emilio Romero, que días antes se manifestaba comprensivo con motivo de la fecha del 18 de julio, revelaba una vez más su doble juego; ahora, en tonos paternalistas reprende a «mi querido Luis María Ansón», para en realidad concluir que la única propaganda que conviene a la Monarquía es la que se hace dentro del régimen. Ahí es donde duele: Emilio Romero sale a la palestra cada vez que se pone al régimen en tela de juicio.

No hablemos de Arriba: los redactores de ese órgano subvencionado, que nadie lee y donde nadie anuncia, creyéndose en la época de su adorado Hitler, se han desatado en improperios en un editorial titulado La Monarquía de todos los enemigos. «La monarquía de que lícitamente puede hablarse -dice Arriba- es la que acepte, propugne y defienda los principios del Movimiento proclamados por nuestro Caudillo».

Todavía, y en las mismas páginas de ABC, el más añejo tradicionalismo se ha expresado por la pluma del Sr. Araúz de Robles, diciendo que jamás ellos apoyarían una Monarquía con partidos políticos.

Así, pues, junto a tantas incógnitas, he aquí una certidumbre. Ninguno de los que ejercen el poder, ni tampoco sus fieles funcionarios falangistas y tradicionalistas, están dispuestos a aceptar otra Monarquía que no sea la de una vergonzante tapadera para mantenerse dictatorialmente en el poder. En el fondo están todos de acuerdo en ello, y cuando una persona de buena fe cree y dice lo contrario -caso Ansón- se le echan encima como una jauría temerosa de perder su presa.

Los sindicatos contra los sindicalistas

La tozudez en agarrarse a su situación de privilegio, en sostener la dictadura contra viento y marea, se ha manifestado de manera aún más tajante, en la reacción de los «mandos» sindicales contra los cuatro miembros de las Comisiones Obreras, detenidos varios días -liberados tras serios incidentes de huelga en varias fábricas- y procesados por «asociación ilegal y manifestación no pacífica».

Se trata, como ustedes saben, de don Marcelino Camacho, de la Comisión de metalúrgicos, vocal del jurado de empresa de «Perkins-Hispania»; don Ceferino de Maestu, de la Comisión de Prensa y Artes Gráficas, vocal provincial del Sindicato de Prensa; don José Hernando, de la Comisión de Electricidad, vocal provincial del Sindicato de Electricidad; don Víctor Martínez Conde, de la Comisión de Prensa y Artes Gráficas, redactor de la agencia Fiel, dirigente de la HOAC.

Los tres primeros, que tienen cargos electivos en la llamada Organización Sindical, se han visto sometidos a expediente por el Delegado Provincial de Sindicatos de Madrid y sometidos a instrucción de un «juez» sindical. Esa agresión inaudita, en la que participa activamente el Sr. Solís -y alguien más por encima de Solís- dice mucho, tal vez demasiado, sobre lo que pretenden esos «sindicalistas» que hablan de reformarse y democratizarse sin salir del verticalismo.

Los expedientados han nombrado abogados defensores ante esta pintoresca jurisdicción a doña María Luisa Suárez, don José Jiménez de Parga y don Mariano Robles Romero-Robledo. En primer lugar, ha sido interpuesto recurso de alzada, que se funda, entre otras cosas, en que el Reglamento de 2 de febrero de 1948, «para la desposesión de cargos electivos», no puede tener efectividad jurídica, puesto que jamás ha sido publicado en el Boletín Oficial del Estado.

El paralelismo no puede ser más aleccionador: la Organización Sindical se suma al Tribunal de Orden Público para intentar otro proceso más a estos representantes obreros (elegidos por partida doble, en la estructura sindical legal y en el plano de las Comisiones).

Todos los delegados de carácter electivo del ramo de la metalurgia se han dirigido ya al Gobierno protestando de la instrucción y pidiendo su inmediata anulación.

Claro que el carácter y propósitos del régimen y de su «política social» se demuestran estos días también por otros hechos. Por ejemplo, el gobernador de Barcelona, Sr. Ibáñez Freire (ahijado del Sr. Alonso Vega), el hombre del asalto al convento de Capuchinos (claro que por órdenes superiores, muy superiores, según se dice) y del apaleamiento de sacerdotes en la vía pública, ha sido premiado por tan meritorios servicios, con el puesto «social» de Subsecretario de Trabajo. El Sr. Martín Villa, delegado provincial de Sindicatos de Barcelona (que antes tuvo otro alto puesto en la Organización Sindical, desde el que dialogó con los anarcosindicalistas) pasa ahora a ser Director general de Industrias textiles, alimentarias y diversas. ¡Y siempre a vivir del presupuesto, sea el del Movimiento o del Estado, que todo es uno!

(Gobernador de Barcelona ha sido nombrado don Tomás Garicano, viejo militar del Cuerpo jurídico, enlace del general Mola durante la conspiración contra la República, auditor del Cuerpo de Ejército de Navarra, ex gobernador civil de Guipúzcoa, etc., etc.).

Esta es otra certidumbre: que los altos cargos, las recompensas, etc., se siguen repartiendo en un círculo de incondicionales, extraño a todo intento de «liberalización», porque si ese intento fuera en serio acababa con sus sinecuras.

Algunas incógnitas y algunas verdades

Ven, pues, ustedes las certidumbres que hay. Luego están las incógnitas. ¿Hasta qué punto las luchas intestinas en el seno del Gobierno no van a provocar un estallido? ¿Habrá o no referéndum? ¿Qué va a pasar con el Mercado común, con la nueva larga torera que nos han dado hasta octubre? (Todo el mundo sabe que si las cosas no cambian, sólo se podrá obtener un acuerdo especial con algunas cláusulas de indemnización). Y no me refiero a lo de Gibraltar porque eso sí que es un movimiento de diversión que no engaña a nadie.

Sin embargo, a través la tupida red de incógnitas y las inquietantes certidumbres que la salpican, las verdades se van abriendo paso; y hasta podría decirse que ese «jugar con fuego» de falsos debates y libertades de vía estrecha (que son, a su vez, productos de una presión popular, no de una voluntad gubernamental) posibilita esas aperturas.

Por ejemplo, en medio de las alabanzas al régimen aparecidas en Arriba, el dramaturgo Lauro Olmo ha tenido el coraje de decir que no es posible aceptar todo el proceso político desde el 18 de julio (como suponía implícitamente la encuesta), que las modificaciones más prometedoras han sido la consecuencia de las voces de protesta, y, por último, que -así como suena- «el desarrollo debe culminar en una democracia socialista y, en lo inmediato, hace falta que puedan vivir los auténticos órganos de oposición responsable».

Las huelgas recientes en los talleres de la RENFE, en Perkins, en Schneider, en la Firestone de Bilbao, en Mieres, etc., son, como la protesta de los metalúrgicos madrileños, otras tantas maneras de abrirse paso la verdad. Como también, y a su manera muy específica, la quema simbólica de números de ABC ante millares de personas en los Sanfermines de Pamplona, por su artículo sobre los Fueros, que lo era también contra el ministro Sr. Fraga, al declarar que no se volverá al régimen de Concierto económico existente con las provincias vascas hasta 1937.

La verdad -triste en este caso- aparece también por la confesión oficial de que el costo de la vida ha subido de 2.35% desde comienzos de año y en más del 7% desde junio del año pasado (en 4% los precios al por mayor), situación delicada sobre la que llama la atención el recientísimo Informe del Banco de España.

Y, en fin, se dice de fuente muy segura, que el cacareado referéndum va a retrasarse mucho, todo lo posible. Y se dice, siempre por el mismo canal, que quien está empeñado en «responder ante Dios y ante la Historia» no tiene demasiada prisa en que, ni aun jugando con las cartas marcadas, se pueda abrir la espita del descontento de la opinión nacional.

TELMO LORENZO

Madrid, 28 de julio de 1966

Los peligros de la intransigencia

(Crónica del mes de agosto)

Pecaríamos del vicio de exageración si afirmásemos que en esta canícula agosteña el océano político-social de la Península se ha agitado más allá de la marejada. Si es bien cierto que las inquietudes de todo orden subsistieron con más fuerza que nunca hasta bien entrado julio, el mes que ya va haciéndose clásico como de vacaciones ha respondido a esta tónica suave.

Pero igualmente pecaríamos de superficiales si no anotáramos la persistencia agudizada de cierta irritabilidad, de ese espíritu que hemos llamado otras veces de «romper la baraja», que se da en personajes y personajillos del régimen: no en todos, sino en aquellos que prefieren que se hunda el mundo antes de que se hundan sus sinecuras y una falsa situación en que la situación de España -paradójica con respecto a la de Europa- les ha permitido vivir.

Esas personas, grupos y tendencias son las que se suelen denominar de un tiempo a esta parte con el calificativo de «ultras», que es una extraña mezcla de super-extremista de derechas y del cavernícola de hace treinta y cinco años. El caso es que esta tendencia está suficientemente representada en organismos del Estado (altos cargos, policía), del Ejército -que, al fin y al cabo es del Estado, aunque otra cosa parezca leyendo la Historia-, de parte de la prensa y de la bien «engrasada» alta burocracia del Movimiento (sin hablar de los prelados de Cruzada, que es otro cantar). La actitud de estos grupos, su espíritu de intransigencia, sus actividades constantes encaminadas a que ahonden las heridas en vez de restañarse, a que se aviven los odios, a mantener la discriminación entre «buenos» y «malos», a reducir los derechos de ciudadanía -que ni son tales- una minoría de españoles que parece tener exclusivamente derecho a decidir sobre el hoy y el mañana del país, a la triste «dialéctica de las pistolas» (pero ahora son pistolas con marchamo del Estado y no las relativamente románticas de José Antonio P. de Rivera), pone en grave peligro la solución de concordia, de convivencia para buscar entre todos las sendas que haya de recorrer el país, solución que, al fin y al cabo, es vivamente deseada por la inmensa mayoría de los españoles.

Y para no hablar en el aire, vamos a referirnos a un muestrario de hechos relativamente inquietantes -en el sentido señalado- que han tenido lugar durante las últimas semanas.

Por un lado, hay algunos ejemplos de fuerzas que estiman monopolizar el patriotismo y el honor nacional, cuya intemperancia puede resultar cara. Así ocurre, con el caso de un libro de poemas, que había sido autorizado por la censura antes de su extinción, y que luego ha sido publicado en Canarias, debido a la pluma del Sr. Betancourt. Por lo visto, había en él una composición de carácter pacifista y, dentro de ella, un verso que decía: «paz en los ejércitos de tierra, mar y aire», verso que a nadie había llamado la atención. Pero cayó el librito en manos de uno de esos nostálgicos de las Ligas Fascistas que dirigen las llamadas Hermandades de Alféreces Provisionales (en cuya vida interviene sólo un a exigua minoría de los españoles a quienes las circunstancias llevaron hace treinta años a obtener un grado en los ejércitos de Franco). Ese señor presentó denuncia al Tribunal de Orden Público, por «atentado a la moral del Ejército». Y ahí tienen ustedes que se ha procedido a una instrucción judicial en la que el primer asombrado es el juez instructor.

Otro botón de muestra: hace un mes, poco más o menos, se le ocurrió escribir al Sr. Pemán un artículo en el ABC, doliéndose de cómo cambiaban cosas y paisajes con el tiempo; y de que a la estampa clásica de la Guardia Civil caminera perfilándose en el horizonte de las rutas de España, haya sustituido un «jeep» cualquiera que se encuentra uno en muchos recodos de la carretera, como se pudiera encontrar a los bandidos (cito de memoria, por eso no garantizo la letra sino el espíritu de lo dicho por Pemán). ¡La que se armó, Dios mío! ¡Qué vilipendio para la Benemérita! Se ejercieron toda clase de presiones sobre Pemán, que no tiene que sufrir muchas para plegarse dócilmente, y al fin nuestro poeta monárquico rectificó en ABC recordando que se había criado en el amor a la Guardia Civil, que «¿cómo va a decir él nada contra la Benemérita, cuando él mismo es un propietario?» -la confesión es de talla-, etc., etc.

Me dirán acaso ustedes que son dos detalles. Sí, pero dos detalles graves. Reparen en que, por esta vez, nada hay que decir de los organismos del Ministerio de Información, al margen del problema. Y por eso el asunto es de más alcance.

Pero no por eso el citado Ministerio se ha convertido en el ágora democrática de una ciudad ateniense. Lejos de ahí, les ha creado toda suerte de dificultades a las publicaciones de las organizaciones católicas, so pretexto de que no tenían vida legal por no haber sido registradas en la Dirección general de Prensa. ¿Cómo iban a estarlo, si, por ejemplo, el Boletín de las HOAC era interno y se acogía al régimen especial que antes tenían las publicaciones de la Iglesia? La cosa parece en vías de arreglo, tras una reunión que celebraron el Director general de Prensa, el «católico» Sr. Jiménez Quílez, y el Presidente de la junta Nacional de Acción Católica, don Santiago Corral. Las publicaciones saldrán, pero todas sometidas a las prescripciones generales de la Ley de Prensa.

En fin, el tono de intransigencia y de truculencia política lo han seguido dando la Brigada político-social, y los organismos superiores del Ministerio de la Gobernación, la prensa diaria, etc., al intentar montar el conocido cuento de la «organización comunista» para intentar desacreditar a las Comisiones Obreras de Guipúzcoa.

Contra las comisiones-obreras

La cosa empezó por una manifestación en Eibar, en la primera quincena del mes, en que la Comisión Obrera intentaba presentar los pliegos de reivindicaciones firmados por más de 15000 trabajadores, relativos a salario mínimo, derecho de huelga, libertad sindical y garantías en las elecciones sindicales. Fueron lanzadas contra los manifestantes varias compañías de «grises», lo que no impidió que fueran dueños de las calles de la ciudad durante cuatro horas, es decir, hasta que llegó el momento de irse a cenar. Se produjeron varias detenciones, pero sólo cuatro de ellas fueron mantenidas; los detenidos fueron trasladados a la cárcel de San Sebastián acusados de «manifestación no pacífica y asociación ilícita» y sometidos a proceso por el Tribunal de Orden Público.

Al día siguiente, 7000 obreros de Eibar se declaraban en huelga por solidaridad y se produjeron nuevas manifestaciones y choques con la policía. Llegó el fin de la semana y luego empalmó con la segunda quincena de agosto en que la mayoría de las fábricas de la localidad cerraban por vacaciones.

Dos semanas después, la policía «descubre» que se trata de «una maniobra comunista para perturbar el orden y desprestigiar a la Organización Sindical». Detienen a uno o dos comunistas por otro lado, les intervienen textos en que dicen estar de acuerdo con las Comisiones, y hacen la clásica amalgama. Y así se da la noticia en la radio y en la prensa regional. Al día siguiente, en la prensa nacional, se da marcha atrás. Se afirma haber descubierto una organización comunista (lo que ya no vale la pena de armar bulla, cuando se sabe que eso está penado con seis meses de arresto), pero ya no se dice que la Comisión Obrera sea una organización comunista. Lo que sí queda es que los señores don Claudio Plaza, don Sabino Basterrica, don Víctor Lecumberri y don Manuel Calvo, miembros de esa Comisión, elegidos por los obreros en sus fábricas, siguen presos y procesados.

En parte se comprende la maniobra por la necesidad de desacreditar las eventuales candidaturas de esas Comisiones en las próximas elecciones sindicales y también para reforzar las medidas de arbitrariedad en las mismas. Pero sigue siendo ex presión del sector que piensa defender a la Organización Sindical por el expeditivo medio de tener la policía a su servicio, como ocurre desde hace 27 años.

Claro que este tipo de cosas pueden hacerse mucho menos fácilmente en Madrid, donde el asunto de las Comisiones parece traer «cola». No sólo porque aquí no pueden decir que don Ceferino de Maestu (de antecedentes falangistas y director de la Agencia Fiel) y el dirigente católico don Víctor Martínez Conde (con el que por cierto acaba de solidarizarse públicamente el Padre Llanos) son comunistas, sino también porque en el asunto intervienen abogados y personalidades de todos los matices y porque son muchos miles los trabajadores de la Perkins, de Standard, Schneider, Marconi, etc., para ponerles el sambenito rojo.

A los tres miembros de las Comisiones madrileñas que tenían cargos electivos en la Organización Sindical (Srs. Maestu, Hernando y Camacho), los ha destituido «por las buenas» el Delegado provincial de Sindicatos (el cual no es electivo sino nombrado a dedo por Solís, es decir, indirectamente por Franco que es quien nombra a aquél). Pero ellos han recurrido por vía administrativa y judicial, y han formulado réplica al pliego de cargos. Aducen que el reglamento invocado para desposeerlos de sus cargos, de 2 de febrero de 1948, es nulo, puesto que jamás se publicó en el Diario Oficial. El Sr. Maestu ha dicho además que «desde hacía más de un año no podía exponer las legítimas aspiraciones de los trabajadores que mediante su sufragio me habían hecho representante suyo, por la razón, sin duda definitiva, que desde hace más de un año no se convoca la sección social del Sindicato. Ante esta situación, en cumplimiento de mi deber de representante de los trabajadores, pedí numerosas veces la convocatoria, sin conseguirlo. Por último, en la imposibilidad de lograr tan justo deseo de mis representados, lejos de acudir a cualquier posibilidad de acción más o menos clandestina decidí, en unión de otros compañeros, representantes electivos de los trabajadores, hacer entrega al Excmo. Ministro del Trabajo de un escrito en el que se exponían las reivindicaciones sociales y laborales a que he hecho referencia».

Don José Hernando ha comentado las recientes declaraciones de Solís concluyendo que, «para que de verdad exista rigor democrático no debe tolerarse que los representantes elegidos de los trabajadores sean desposeídos de sus cargos arbitrariamente. Sólo pueden desposeerlos los mismos que los eligieron». Análogas razones esgrime don Marcelino Camacho.

Un hecho digno de señalar: aunque estos señores siguen procesados, parte de la prensa publica extractos de sus declaraciones.

Claro que, para volver al tema de la intransigencia -pues el muestrario del mes no está agotado- podemos señalar la prohibición de la semana de la Universidad de estudios vascos y europeos, que debía celebrarse en Iruña (Pamplona) del 28 de agosto al 4 de septiembre. Todo estaba autorizado y a la semana debían asistir y pronunciar conferencias el secretario del movimiento europeo Sr. Varscherdel y varios profesores extranjeros. Hace ocho días comunicaron desde la Dirección general de Seguridad de Madrid al Gobierno civil de Pamplona, que todos los actos quedaban prohibidos por la autoridad gubernativa.

Escisión en el seno de la iglesia

Pero si todas estas noticias, aunque reveladoras de un mismo espíritu de intransigencia son, más que otra cosa, «botones de muestra», hay otra cuestión que arranca de hondo y va a tener sin duda sus repercusiones en el futuro inmediato. Nos referimos a la profunda escisión en el seno de la Iglesia causada por la obstinación de la mayoría de los obispos en solidarizarse con el régimen y, en general, con las formas político-sociales más anacrónicas, entrando así en conflicto con los fieles más conscientes de su doctrina, con el clero joven, ¿y... con Roma? Eso es una incógnita.

El asunto viene de lejos: la maniobra de la Comisión permanente del Episcopado arrogándose indebidamente funciones para redactar y difundir una pastoral de solidaridad con el régimen. Según el Reglamento de la Conferencia episcopal, la citada comisión permanente (compuesta tan sólo de 18 miembros) sólo puede publicar un documento doctrinal en casos de emergencia. No era ese el de junio de 1966, mucho más cuanto que el documento fue publicado tan solo diez días antes de reunirse la Conferencia episcopal en reunión plenaria, sustrayéndole a ésta una atribución indiscutible (esos cardenales y arzobispos nombrados por Franco, que son unos procuradores en Cortes, que cenan con los gobernadores civiles, etc., tienen tan poco gusto a la democracia que no la toleran ni siquiera entre los mismos obispos). A pesar del secreto, se sabe qué una veintena de obispos se pronunciaron en la sesión plenaria contra la pastoral de la Comisión permanente.

Hace pocos días, el conocido canónigo y teólogo don José María González Ruiz, confirmaba una expresión que nosotros habíamos utilizado aquí sin sospechar la coincidencia con tan elevada autoridad: «en el seno del catolicismo español, hay hoy dos Iglesias», dice el padre González Ruiz. Y, partiendo de la «realidad dolorosa de las dos Españas», según la tesis de Menéndez Pidal, estima que el hecho diferencial de esas dos Iglesias es «la crisis religiosa del dogma hispánico», es decir, la aparición o vigorización del sector católico que niega el «dogma» de que el catolicismo monopolizaba la realidad de lo español, que lo que no era católico no era español, «dogma hispánico» que, según el P. González Ruiz, ha sido desautorizado por el Concilio.

Y a propósito del Concilio, el otro asunto que ahora remueve a la Iglesia española es la disposición pontificia pidiendo que los obispos mayores de setenta y cinco años dimitan. ¿Qué van a hacer Arriba y Castro, Quiroga, Olaechea, Herrera... la plana mayor de la jerarquía española?3 Y en cuanto al nombramiento de nuevos obispos, el Gobierno se sigue negando a renunciar a ese privilegio, como lo ha solicitado el Concilio y lo da a entender el Papa.

En realidad, dentro de la Iglesia, por razones políticas y no religiosas, se produce el mismo fenómeno de la intransigencia.

Nostálgicos intransigentes

Esos intransigentes pueden provocar lo peor, si son amparados y alentados -como así parece que lo son- por algunos ministros, algún que otro general u obispo e incluso por la inercia senil de quien no va a desdecirse al final de su vida. Sin embargo el asunto es grave; y lo es, en primer lugar, para los hombres y grupos conservadores de espíritu moderno y europeo, para tantos, que ellos sí que tienen que perder, mucho más que unos enchufes, unos privilegios mezquinos o unos puestos apañados en la rebatiña de la «Cruzada». Es asunto de todos, pero en primer lugar de los conservadores -si es que quieren conservar algo- evitar que la intransigencia de un puñado de nostálgicos del pasado, exaspere a la opinión y conduzca a la violencia. Piensen, por ejemplo, que hace unos años, muchos de ellos creían que bastaba con pagar todos los meses a la Guardia Civil y a la policía para que no hubiese huelgas. Que ahora (¡y estamos en agosto!) ha habido tan solo en Bilbao más de 7000 huelguistas, sin contar los de Guipúzcoa, los de AEG de Madrid... tantos más. Que también hay ahora manifestaciones, cosa impensable entonces. Que la Universidad está en la oposición, después de que el régimen expulsó a la mayoría de los catedráticos y cerró el paso a los estudiantes hijos de «rojos». ¿De que les sirvió todo esto? ¿De qué serviría extremar hoy la intransigencia, a quienes tienen que salvar algo más que «enchufes»: patrimonios familiares, empresas...?

Por eso -y por otras razones- somos optimistas. Las intransigencias de hoy pudieran ser la retaguardia pirotécnica de un pasado de odios que dejase paso al entendimiento de todos.

TELMO LORENZO

Madrid, 28 de agosto de 1966




ArribaAbajoDeclaración del partido socialista

Considerando que el régimen franquista ha entrado en la última fase de su existencia por la bancarrota del propio régimen, el PSOE y la UGT han dado a la publicidad unas declaraciones en cuyo preámbulo examinan la actual situación española basándose en los siguientes puntos: la gravedad del problema agrario; la deformación de la industrialización acometida por el régimen; la pérdida de mercados extranjeros sin compensación de un sólido mercado interior; la total asfixia cultural y científica del país.

A estos puntos, esbozados por nosotros someramente, la declaración añade que ante esta dramática situación del país las fuerzas políticas del franquismo han abierto públicamente debate sobre el acontecimiento que domina en la actualidad la vida política española: la sucesión o sustitución de Franco.

A continuación de este preámbulo que acabamos de extractar, dicho documento textualmente añade:

La lucha se libra con encono y odio actualmente entre los diferentes grupos que aspiran a la conquista del poder, sin que ninguno de ellos se inspire en necesidades auténticamente nacionales y progresivas. Se esfuerzan todos por conquistar o conservar la hegemonía o el predominio dentro del Estado a favor de los intereses del grupo que representan. Pretenden mantener todo lo que sea posible del sistema franquista, por lo que han adoptado, desde los monárquicos a Falange, el lema de la continuidad, de la persistencia de lo actual, tomado como punto de partida para un supuesto perfeccionamiento en el futuro.

El Partido Socialista Obrero Español y la Unión General de Trabajadores de España, juzgándose intérpretes no sólo de los intereses de la clase trabajadora, sino del interés de todo el país, consideran que la solución de los gravísimos problemas del momento presente ha de tener un carácter nacional y eminentemente democrático. Y, ratificando nuestra posición política que excluye toda solución al problema sucesorio español que no emane de la voluntad popular libremente expresada, nuestras organizaciones consideran indispensable y de urgente aplicación los siguientes puntos:

1.º Restablecimiento de las libertades democráticas y de los derechos humanos fundamentales, garantizando su libre ejercicio a todos los españoles. Libertad para reconstruir o reorganizar los partidos políticos. Libertad sindical y derecho de huelga no restringido.

2.º Liberación de los presos políticos y reparación de los daños ocasionados por la represión desde 1936. Política de pacificación que permita la convivencia humana de todos los españoles.

3.º Apertura de negociaciones con la Comunidad económica europea para el ingreso en el Mercado Común europeo en condiciones que no lesionen nuestra economía.

4.º Relaciones de la Iglesia con el Estado de acuerdo con el Concilio Vaticano II.

5.º Reconocimiento y garantía de las características, idiosincrasia, derechos, costumbres e instituciones de las diversas regiones y pueblos de España.

6.º Transcurrido un período prudencial de tiempo, después de haber sido reorganizados los partidos políticos y estar en vigor las libertades civiles, se convocará al pueblo a elecciones constituyentes para que elija a sus representantes y resuelva el problema institucional.








ArribaAbajo Editorial

Forzoso repudio


Durante la segunda quincena del pasado mes de julio, se celebraron en Bruselas entrevistas y conversaciones oficiosas entre don Alberto Ullastres, jefe de la misión española ante el Mercado Común, y el Sr. Herbast, director general de Relaciones Exteriores en el seno de la Comisión de la organización. Esas conversaciones no han dado el resultado apetecido por el Gobierno español: Desde que Francia se mostró madrina entusiasta de España para apoyar su entrada en el Mercado Común, España ha venido sosteniendo con tesón su petición en distintas ocasiones; coincidiendo con reuniones del Consejo de Ministros de la CEE, instaba una respuesta a su demanda. Las autoridades de dicho organismo, diplomáticamente, diferían la cuestión. Recientemente el Consejo de Ministros pidió a la Comisión especial nombrada al efecto, redactara un informe sobre las conversaciones iniciadas con el Gobierno español. El Informe ha sido enviado al Consejo de Ministros.

Aquellas demandas de «asociación» han sido sustituidas por una solicitud de «acuerdo»; las esperanzas del Gobierno español han ido languideciendo a medida que el entusiasmo de Francia por la candidatura de España se enfriaba. En todo caso, ni Francia ni Alemania -que también se muestra complaciente- harán de España un miembro del Mercado Común.

Existen realidades fundamentales que determinan la actitud de la Comunidad Europea y son estas: la agricultura española está en crisis desde hace años; los trabajadores del campo emigran a otros países o se trasladan a las ciudades y zonas industriales en busca de jornales más altos; la balanza comercial agrícola arroja un déficit en el año 1965 de 250 millones de dólares; el Informe anual de la OCDE, que acaba de ser publicado, señala en el capítulo dedicado a España: la subida inquietante de precios, el déficit de la balanza comercial en 1965, la producción nacional en situación de no poder hacer frente a la demanda creciente de productos alimenticios; advirtiendo dicho Informe que, de no aplicarse medidas urgentes necesarias, se prevé un período de depresión de consecuencias graves; a partir del 1.º de julio de 1968, según los acuerdos sobre política agrícola, tomados recientemente por los seis países miembros de la CEE, regirán precios comunes en todos los países del Mercado Común para los productos agrícolas; el nivel de estos precios se ha fijado bastante alto, por lo que esta medida hará muy difícil el acceso de los productos agrícolas de otros países a los que integran la Comunidad. Y, por último, señalemos que esos mismos acuerdos señalan el establecimiento de la Unión Aduanera común, que ha de establecerse en ese mismo año de 1968.

Hasta ahora España ha venido exportando sus frutas y productos agrícolas a los países de la CEE, pero las circunstancias señaladas la hacen ver que está en peligro de perder ese mercado, y ya ha empezado a concertar tratados con los países del Este, tales como Bulgaria y Hungría, y ha establecido conversaciones con Bucarest, Belgrado y Praga; pero el consumo de estos pequeños países no puede compensar el consumo del Mercado Común. Y la realidad es que la Comunidad Europea necesita a España, la economía del Oeste europeo es incompleta sin España; pero hay que tener en cuenta los factores que fuerzan al Mercado Común a la no admisión de España, dadas las bases sobre las que está constituida dicha organización y su finalidad. Creada la Comunidad Económica Europea por el Tratado de Roma de 1957, tiene por finalidad sustituir progresivamente las economías separadas de los países que la integran por un gran mercado COMÚN en el cual, no solamente las mercancías, sino las personas, los servicios y los capitales puedan circular libremente.

La importancia cada día mayor de la intervención del Estado en la vida económica, lleva al Mercado Común a coordinar las distintas acciones de los Estados: de otro modo no podría realizarse una verdadera unión europea. El Tratado de Roma, el espíritu que lo informa, es eminentemente democrático. Los seis países que integran la Comunidad son democráticos: de ahí que algunos de ellos, como Holanda, Luxemburgo y Bélgica, se opongan a la entrada de España, y de ahí la razón de que las organizaciones Sindicales Internacionales realicen firme y continuadamente gestiones cerca de las comisiones responsables de las negociaciones con terceros países, reiterando su oposición a las gestiones del gobierno español.

La llamada «aversión política» de esos países y entidades no significa oposición a España, sino forzoso repudio de un sistema de gobierno autoritario y personal que carece de órganos estatales democráticos, que tiene secuestrada la libertad de prensa, de reunión, sindical y religiosa, y continúa encarcelando y condenando a fuertes penas de prisión, a través de 25 años, a los trabajadores que pretenden formular, por los medios que les dejan a su alcance, reivindicaciones de salarios, de libre asociación, de libre expresión de sus ideas.

Los datos señalados expresan claramente la situación actual de España y subrayan las bases funcionales y los objetivos de la Comunidad Económica Europea. Conjugados, ponen de manifiesto las verdaderas razones de la no admisión de España. Mientras su régimen político no adopte y practique las normas democráticas que imperan en los países que integran el Mercado Común, España quedará fuera de él.




ArribaResumen de noticias

Persecución a las comisiones obreras

PARÍS, 15 agosto, Ibérica: -Le Monde de hoy publica el siguiente despacho de su corresponsal en España: «Tres miembros de las Comisiones Obreras (ilegales) de Eibar (Guipúzcoa) han sido encarcelados en San Sebastián y puestos a la disposición del Tribunal de Orden Público. Se trata de Claudio Plaza, Sabino Bastarica y Víctor Lecumberri que, en unión de miles de trabajadores, participaron en una manifestación que las Comisiones Obreras organizaron el pasado jueves en Eibar, importante centro metalúrgico del norte de España. Esta manifestación "ilegal" tenía por objeto presentar a las autoridades un documento firmado por 15 mil obreros pidiendo que el salario mínimo, ahora de 60 pesetas, sea elevado a 250. Reclamaban también el derecho a la huelga y libertad para las elecciones sindicales. Los manifestantes de Eibar se habían mantenido en la calle por más de cuatro horas a pesar de las violentas cargas de la policía. Durante unos días ha habido una fuerte tensión en la localidad, donde un gran número de obreros se había declarado en huelga por solidaridad con sus compañeros detenidos».


Juicio contra afiliados a la ASO

MADRID, 7 agosto, Ibérica: -Ha comenzado el juicio contra los miembros de la Alianza Sindical Obrera por «asociación ilegal» y «propaganda ilícita», y también por haber asistido, en 1965, al Congreso de la CISL de Amsterdam. Los acusados son Jesús González Quesada, Mariano Nuero, Antonio Nogués y Manuel Fernández-Montesinos, este último hijo del alcalde de Granada, bárbaramente asesinado en julio de 1936 y sobrino del poeta García Lorca.

El fiscal ha pedido cinco años para Montesinos y tres para los restantes procesados. Montesinos se ha defendido a sí mismo; los otros defensores fueron los abogados María Josefina Bertomeu, Josefina Arrillaga y Francisco Zapico. Todos insistieron en el carácter europeo de la ASO, afiliada a la Confederación Internacional de Sindicatos Libres. Declaró como testigo de descargo el diputado socialdemócrata de Alemania Oeste, Sr. Matthöfer. El fiscal retiró la acusación que se había hecho al comienzo del proceso contra otros tres españoles residentes en Francia a los que el tribunal pretendía juzgar en rebeldía.

Fernández-Montesinos ha sido condenado a seis meses de arresto y sus compañeros a cuatro meses.


Otros trabajadores procesados

MADRID, 11 agosto, Ibérica: -En la última semana Luis Arrieta de las Heras, Pablo Crespo Soto y José González León, fueron condenados a tres meses de arresto por haber distribuido unas octavillas de la Alianza Sindical Vasca, clandestina, el 1.º de mayo de este año con un llamamiento a los trabajadores en favor de una demostración pacífica en Bilbao. El fiscal había pedido dos años de prisión y multas importantes.

El mismo día, o sea el 5 de agosto, y también en Madrid, Arcadio González Alonso fue juzgado por «asociación ilegal» y «propaganda subversiva», como se juzgó a los anteriores. González Alonso, obrero metalúrgico, había distribuido también octavillas en Ponferrada, León, en pro de otra manifestación de obreros asturianos para el 1.º de mayo. Fue condenado a dos años, habiendo pedido tres el fiscal y una multa de 20000 pesetas. Su defensor, la señorita Arrillaga, entablará recurso ante el Supremo.

Delegados sindicales extranjeros asistieron a ambos juicios.


Los estudiantes de Barcelona rechazan reglamento

BARCELONA, 12 agosto, Ibérica: -Los estudiantes de Barcelona rechazaron el reglamento que el Gobierno había elaborado para las oficiales Asociaciones Profesionales de Estudiantes (APE) y la proposición que se les había hecho de celebrar reuniones con dirigentes de esta asociación. Además, los estudiantes han decidido ignorar las APE mientras, no sean amnistiados los profesores y estudiantes sancionados y hasta que los estudiantes puedan participar en los proyectos de reforma universitaria.


Liberalización aparente

BRUSELAS, 13 agosto, Ibérica: -Con motivo del juicio de los cuatro sindicalistas acusados de ser miembros de la clandestina Asociación Sindical Obrera y su presencia en el Congreso de Amsterdam, de julio de 1965; el representante de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, Mark de Kock, declaró que el Tribunal español de Orden Público, que ha sustituido a los antiguos tribunales militares, ofrece en relación con estos ciertas mejoras, o sea; penas menos fuertes, más libertad para los defensores y la audición de testigos extranjeros. Añadió que esta «liberalización» está, sin embargo, contenida en estrechos límites; que, sobre todo en provincias, se sigue maltratando a los detenidos, y que en cuanto aparece un conflicto obrero tal liberalización desaparece, como se ha comprobado en las huelgas de Asturias; además, que el Tribunal está trabado por una legislación que niega a los trabajadores toda libertad, para organizarse, defender sus derechos y mejorar su situación.

«Por todo ello, añadió el comentarista, el régimen de Franco sigue siendo reaccionario y autoritario, o sea un régimen inaceptable para la Europa democrática y el movimiento obrero internacional».


Se hacen escuelas para Bolivia

MADRID, 22 agosto, Ibérica: -ES, semanario del ministerio de Información publica hoy: «Se reciben noticias en Madrid que las negociaciones que se vienen realizando en La Paz (Bolivia) entre una empresa española y el gobierno boliviano para facilitar una serie de escuelas prefabricadas, van por buen camino. El importe de la operación forma parte del crédito abierto por dicha empresa al gobierno de La Paz, también en negociación, de unos 27 millones de dólares, el mayor concedido por España a un país hispanoamericano».

Como comentario a esta noticia debemos decir que, según un trabajo aparecido hace semanas en el periódico oficial del franquismo, Arriba, y firmado por Octavio Roncero, se calcula que había en España en el curso 1964-65, según la última estadística, unos 750000 niños sin escuela, comprendidos entre los seis y catorce años. Otras declaraciones oficiales reconocen que solamente en Madrid 50 mil niños carecen también de escuela. Los comentarios de estas dos noticias quedan para el lector.


Otro libro secuestrado

MADRID, 15 agosto, Ibérica: -Contrariando la libertad de prensa, el juzgado de Orden Público ha procedido al secuestro de la novela Alrededor de un día de Abril, de Isaac Montero, joven escritor español. El día 2 de agosto ya le había sido comunicada a su autor la prohibición de difundir su novela. En meses atrás esta había sido objeto de negativa en cuanto a su publicación, salvo la aceptación de cortes que el autor no aceptó. El juzgado acusa a Montero de propaganda ilegal. El prólogo del libro se refiere a «Relatos y consideraciones en torno a las diversas artes y libertades existentes hoy día». Salvo por este prólogo y porque el autor ha querido aprovechar la sedicente libertad de prensa actual y que la portada de su novela indica que ésta ha sido prohibida dos veces, el texto de la obra no justifica realmente la prohibición. El autor se halla, pues, procesado y expuesto a una pena entre 6 meses y un día y 6 años y, además, multa de 10 mil a 500 mil pesetas.


Franco y la Pasionaria coinciden

PARÍS, 8 agosto, Ibérica: -L'Express de hoy publica: «París. -Alain Resnais debía presentar su última película La guerre est finie en el Festival de Cannes. El gobierno franquista protestó y la película fue excluida de la selección. Alain Resnais debía presentar La guerre est finie en el Festival de Karlovy (Checoeslovaquia), pero como consecuencia de una gestión personal de Dolores Ibárruri, más conocida por La Pasionaria, protestando en nombre del partido comunista español, la película fue retirada del concurso, después de un bonito escándalo».

La revista parisiense L'Evenement, del mes de agosto, nos aclara un punto interesante. Dice la revista en un prólogo del director a un excelente artículo de Jorge Semprún: «Semprún realizó con Resnais la película La guerre est finie, fue comunista y hoy está en ruptura con el partido». «Semprún es un hombre libre».

Quedan aclarados los motivos de la exclusión de la película del Sr. Semprún en el festival de Cannes y en el de Checoeslovaquia. En el primero quedó complacido Franco, en el segundo los comunistas. El paralelo de ambas políticas así lo requiere.


El franquismo y Cuba

MADRID, agosto 1966, Ibérica: -Pedro Salvador de Vicente, subdirector del Instituto de Iberoamérica y Director General de Iberoamérica del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha realizado en estos últimos días varias conferencias con el dictador cubano Fidel Castro. Parece que se trata del primer contacto de alto nivel entre un representante del franquismo y el primer ministro de Cuba.


¿Hacia una elevación del salario mínimo?

PARÍS, 12 agosto: -Le Monde de hoy publica el siguiente despacho de la agencia F.P. procedente de Madrid: «Según fuentes generalmente bien informadas, el gobierno piensa elevar el salario mínimo de 60 a 85 pesetas diarias. Este salario mínimo de 60 pesetas no ha sido aumentado en los últimos tres años, a la par que la vida subía en España un 42 por ciento, la que se estima como la más fuerte alza en Europa. Los sindicatos oficiales hace meses que vienen reclamando un salario mínimo diario de 130 pesetas, mientras que las organizaciones sindicales clandestinas estiman que serían necesarias 250 pesetas».

Nuestro corresponsal en Madrid nos comunica el 22 de agosto que la última reunión del Consejo de Ministros celebrada en el Pazo de Meirás, precedida por una reunión de la Comisión de asuntos económicos, sólo se ha preocupado de tomar medidas de protección, aún no conocidas en detalle, para asegurar el empleo de los obreros de más de 45 años, y se ha dicho vagamente en la referencia que «se estudió seriamente la modificación del salario mínimo». No es mucho.


Estatuto para los protestantes

MADRID, 5 agosto, Ibérica: -Parece que es inminente la discusión en Consejo de Ministros del Estatuto para los protestantes. Se supone que prevé la igualdad ante la ley y la administración pública de católicos y no católicos, el derecho de asociación para los protestantes, el de tener sus iglesias y cementerios, imprimir libros de oraciones y enseñar su religión.

La dispensa del servicio militar disfrutado por los sacerdotes católicos, se extendería a los ministros de otras religiones. Los no católicos dejarían de estar obligados a asistir a los actos del culto en el Ejército, las cárceles, etc.

Este es el proyecto preparado por, una Comisión, y que llevará al Consejo el ministro de justicia.


El referéndum y la sucesión del dictador

PARÍS, 12 agosto: -Le Monde de hoy publica el siguiente despacho de su corresponsal en España: «El ex ministro de Asuntos Exteriores, señor Serrano Súñer, ha manifestado recientemente en Alicante que en el próximo referéndum se tratará del establecimiento de la Regencia». Añadió que «el momento político español es delicado, como lo son todos los momentos constituyentes. Hay formas y maneras políticas que se imponen cuando se da la desgracia de una guerra civil, pero que no pueden prolongarse indefinidamente».

Según rumores que parecen nacer muy arriba, el referéndum, que sería anunciado antes de fin de año, propondría al pueblo el «regencialismo», el cual se presentaría bajo la forma de una República presidencial, porque sería sorprendente que, a la muerte del dictador, se nombrara un regente vitalicio.

Lo de la Regencia parece ser una maniobra para que falangistas y otros franquistas puedan conservar el poder sin transferirlo a un rey que fuera soberano, y sin remitirse, tampoco, al sufragio universal de los españoles.


Declaraciones de Solís

MADRID, 9 agosto, Ibérica: -La revista ES, que podemos llamar oficial, publicó en su número de ayer unas declaraciones del señor Solís, ministro del Movimiento, de las que damos el siguiente resumen:

Afirmó que un sindicato es libre si elige libremente a sus representantes y éstos pueden también expresarse libremente. «Sólo unos 30 puestos de mando son ratificados por decreto, y esto es necesario puesto que los máximos sector es del sindicalismo tienen reconocidas facultades muy importantes que al margen del Estado -y menos aún en contra suya- no podrían cumplirse». Señaló también: «Siempre que no se destruya la unidad, podrían existir tantos sindicatos como sean necesarios, dentro de la común normativa». «España viene estructurándose desde 1936, al ser elevado Franco a la jefatura del Estado, y esto es un sistema de construcción perfectible y abierta. Va a darse un nuevo paso y cuanto se haga beneficiará a España, merecerá la aprobación del pueblo y, desde luego, la unánime de los hombres del Movimiento».

El Sr. Solís no deja duda en sus declaraciones: las modificaciones que puedan surgir en los sindicatos estarán dentro de las normas del Estado y serán del agrado del Movimiento.


El señor Garrigues y sus «Proyectos institucionales»

MADRID, 31 agosto, Ibérica: -El Embajador Antonio Garrigues, actualmente embajador español en la Santa Sede, anteriormente embajador en Washington, ha presentado al general Franco unos proyectos constitucionales, que serán discutidos, en breve, en Consejo de Ministros. Según informaciones dignas de crédito, se trata de «institucionalizar» el actual régimen, dándole un matiz liberal-conservador. Se interpreta, en círculos de la oposición, que intenta ser una fórmula de «neofranquismo» liberalizado, contando, para ello, con una aprobación implícita del Vaticano y quizá de Washington.


Homenajes a García Lorca

PARÍS, 22 agosto, Ibérica: -Le Monde de hoy publica el siguiente despacho de su corresponsal en Toulouse: «Para celebrar el trigésimo aniversario de la muerte de Federico García Lorca, el Centro Cultural de Objetores de Conciencia, de Oust (Ariege), ha organizado varias manifestaciones que tendrán lugar del 20 al 30 de agosto. La más importante es una exposición de documentos y de dibujos inéditos, de fotografías y de obras prestadas por el Teatro Recamier, el Teatro Estudio de los Campos Elíseos, Madame Marcel Schweitze, autora de la música de escena de Yerma, el pintor Carlos Pradal y Madame Marie Laffranque, directora de investigaciones en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas y especialista de la obra de Lorca. El domingo pasado Mr. André Bonhomme, profesor de París, comentó la proyección de la película de Alain Resnais Guernica. El viernes 26 de agosto los "Amigos del Teatro Español" darán un recital de poemas de Federico García Lorca».


Importancia política de la renuncia de Mr. Olaechea

PARÍS, 1 septiembre, Ibérica: -Témoignage Chrétien de hoy publica el siguiente comentario: «Monseñor Olaechea, arzobispo de Valencia (España), respondiendo al reciente "motu proprio" de Pablo VI, acaba de renunciar a su cargo episcopal a causa de su edad: setenta y seis años. Pero he aquí una dimisión que va a perturbar a mucha gente. En efecto, el arzobispo de Valencia es también "procurador" en Cortes (el Parlamento español), consejero del Reino y uno de los tres miembros del Consejo de Regencia llamado a ocupar el poder en caso de desaparición del jefe del Estado y hasta la llegada de su sucesor».


Sacerdotes piden separación de la Iglesia y el Estado

NEW YORK, 9 septiembre: -El New York Times de hoy inserta un despacho especial desde Madrid en el que da cuenta de que un secreto grupo de sacerdotes, llamados ellos mismos «Acción Moisés», proyectan celebrar una reunión en Madrid a mediados de este mes, para formular un ataque contra la jerarquía y proponer la separación de la Iglesia y el Estado.


El mercado Común y España

BRUSELAS, 12 agosto, Ibérica: -Han concluido en esta capital las conversaciones exploratorias entre España y el Mercado Común. La comisión encargada ha enviado su informe al Consejo de Ministros de la Comunidad, con objeto de que éste lo examine próximamente y se tomen las medidas oportunas, para iniciar la fase de negociación.

Se han venido celebrando en estos últimos días conversaciones oficiosas entre Alberto Ullastres, jefe de la misión española ante el Mercado Común, y Mr. Herbast, director general de Relaciones Exteriores en el seno de la comisión del Mercado Común. Los contactos efectuados parecen confirmar que España no insistirá en la noción «asociación» y que está dispuesta a discutir un acuerdo sobre los problemas concretos que la creación del Mercado Común le ha planteado a España.


Las confederaciones internacionales contra la entrada de España

BRUSELAS, 12 agosto, Ibérica: -La Confederación Internacional de Sindicatos Libres y la de los Sindicatos Cristianos han publicado una comunicación conjunta en la que expresan lo siguiente: Después del intercambio de puntos de vista sobre las negociaciones entre la CEE y la España franquista que tuvieron lugar a finales del mes de julio en la reunión de los seis ministros de la CEE, los secretarios sindicales del Secretariado Sindical Europeo (CIOSL) y de la Organización Europea (CISC), señores Harm Buiter y Jean Kulakowski, representando respectivamente ambas organizaciones, efectuaron una gestión cerca de la CEE el 25 de julio.

En esa gestión ambos secretarios generales han recordado al Sr. Jean Rey, miembro de la Comisión del Mercado Común responsable de las negociaciones con terceros países, la firme y categórica oposición de sus organizaciones a toda clase de «relaciones privilegiadas» entre España y la CEE, mientras el pueblo y los trabajadores españoles no gocen de las libertades democráticas, con inclusión de la libertad sindical.


Peligro de inflación

MADRID, 19 agosto, Ibérica: -El Informe anual de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico), que acaba de ser publicado, es en extremo severo en el capítulo dedicado a España; hace una razonada y seria advertencia sobre el inminente peligro de inflación que amenaza a España.

Según este informe, los progresos efectuados en el desarrollo de su economía respecto a la producción industrial y la construcción, estos índices van acompañados de una subida de precios inquietante: 13,2% en un año, mientras que los salarios aumentaron en un 14%, por lo que el poder de compra de los trabajadores no ha cambiado. Sigue indicando el Informe otros signos de desequilibrio: la balanza comercial ha dejado un déficit en 1965 de un millar 76 millones de dólares. Por la primera vez, desde los esfuerzos realizados para la estabilización, la balanza de pagos es deficitaria, a pesar de los 1300 millones de dólares aportados por los turistas y los 300 millones enviados a España por los trabajadores españoles que trabajan en el extranjero. Las reservas de divisas han bajado en 140 millones de dólares.

«España -dice el Informe-, que tradicionalmente era gran exportadora de productos agrícolas y alimenticios, se ha convertido claramente en importadora por el hecho de que la producción nacional no llega a hacer frente a la demanda creciente de productos alimenticios, característica de ingresos más elevados. Es indispensable reorientar la política agrícola, de manera que se llegue a alentar una producción creciente de los productos alimenticios correspondientes a las nuevas demandas».

El Informe aconseja: reducir los gastos públicos; aumento de las inversiones privadas; reducción de la creciente demanda de bienes y servicios; exportar más e importar menos. Si :estas medidas que se requieren no se aplican a su debido tiempo, se prevé un periodo de depresión de graves consecuencias para el equilibrio de los próximos años.


Conversaciones sobre Gibraltar

PARÍS, 2 sept., Ibérica: -Le Monde de ayer inserta una crónica enviada desde Londres por su corresponsal Alain Jacob. De ella extraemos los párrafos siguientes: Las conversaciones anglo-españolas sobre Gibraltar, inauguradas el 18 de mayo por los señores Stewart, entonces Secretario del Foreign Office, y Castiella, ministro español de Asuntos Extranjeros, se iniciarán de nuevo el 6 de este mes de septiembre. ES la tercera vez que los representantes de estos dos países se reúnen.

El objeto de estas conversaciones, será doble: se espera que los españoles contesten a las «proposiciones» británicas, formuladas en julio. Los españoles proponían, entre otras, cosas, que el Gobierno de Madrid estuviera representado por un cónsul dentro de la colonia, y que el Gobierno de Gibraltar se transformara en «Consejo municipal».

Los británicos, por su parte, parece que han preparado una respuesta detallada a todas las reivindicaciones presentadas por Castiella, sobre el problema de la «soberanía». Sobre este punto no es posible esperar un acuerdo, pero se lía abierto el diálogo sobre Gibraltar, aunque los problemas son considerables y no se pueden prever soluciones.


Cinco barras de oro

LONDRES, 14 agosto, Ibérica: -El Daily Express de ayer inserta la siguiente noticia, procedente de Madrid: «Dos hermanos españoles han encontrado cinco barras de oro, cada una de un valor de 1200 libras, (80000 pesetas), ocultas entre cardos cerca de la base americana de Torrejón».



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