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Ibérica por la libertad

Volumen 20, N.º 1, 15 de enero de 1972

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«SI QUIERES PAZ, TRABAJA POR LA JUSTICIA»

Párrafos del documento de la comisión de justicia y paz

«Se nos ha dicho tantas veces y de tan diversos modos que la paz de España se conquistó hace treinta años por medio de las armas, que quizá muchos no se hayan dado cuenta de la enorme y penosa distancia que hay entre la paz oficial y una verdadera cordialidad entre todos los españoles».

«La ola de represión desencadenada por el Gobierno, las manifestaciones pro-franquistas y la negativa a conceder a los españoles el derecho a formar asociaciones políticas, son hechos que demuestran que estamos todavía muy lejos de una paz verdadera». «La paz impuesta sin participación libre y responsable de todos los ciudadanos no responde a las exigencias de la justicia».



El documento critica el proyecto del régimen de crear una sociedad de consumo antes de conceder toda la libertad política y social, y dice:

«Es demasiado el precio que se paga por más y mayores mercancías materiales, si ello se hace a cambio de la despolitización de la ciudadanía y de una opinión política sin voz».

«Si los españoles no encuentran la manera de hacer justicia social y de crear un clima en que se solucionen los problemas por medio del diálogo, el país podría encontrarse en otra guerra civil».





IBÉRICA es una revista de información y doctrina, cuyo primer número apareció hace 19 años, dedicada a los asuntos españoles. La carencia de información objetiva dentro de España y la parquedad de la información exterior, hacen esta revista indispensable para los interesados en obtener una información veraz y responsable de la vida española en todos sus aspectos.

IBÉRICA ofrece a todos los que mantienen sus esperanzas en una España libre y democrática, la oportunidad de expresar sus opiniones.

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IBÉRICA is published monthly on the fifteenth of the month, except August-Sept. when bimonthly, in Spanish, by the Ibérica Publishing Co., 112 East 19 th St., New York, N. Y., 10003. All material contained in this publication is the property of the Ibérica Publishing Co., and may be quoted, but not reproduced in entirety.

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ArribaAbajoMás sobre el ejército

Salvador de Madariaga


El 15 del pasado septiembre publiqué en esta revista un «proyecto de rumbo hacia la normalidad», en el que procuraba sentar las bases -o por lo menos unas bases- para salir del atolladero en que se encuentra España. Dos eran las ideas que deslindaban el campo de mi proposición: una era una toma de posición sobre las tres alternativas que se le abren a España en la encrucijada que se avecina: estagnación; reforma; revolución.

Implícita en mi proposición iba una decisión en favor de la reforma, y netamente contraria a la revolución. No creo en la fertilidad de las revoluciones. Me parece posible sentar sobre la experiencia histórica:

-que las revoluciones dejan las cosas y las personas peor que las encontraron;

-que si algo hacen nunca es mejor que lo que el país pudo haber hecho sin ellas;

-que cuando suceden deben considerarse como calamidades análogas a un terremoto.

Renuncio al placer de desarrollar el tema en aras de la brevedad.

La segunda idea que perfilaba el área de mi proposición era que hoy en España no queda más que una institución. Antes de la guerra civil -ejemplo si los hay de revolución estéril- había en España tres instituciones: el Ejército, la Iglesia y la Unión General de Trabajadores. La UGT está totalmente desarticulada. La Iglesia está dividida, y mucho me temo que haya caído en la maldición que persigue a las instituciones españolas partidas por guerra en dos: la extrema izquierda desbarata a la izquierda, y la extrema derecha a la derecha.

Queda el Ejército. De las tres, es la que ha salido menos descalabrada. Y sobre este hecho capital, traté de establecer mis bases. No dije entonces, pero digo ahora, que el Ejército, de cualquier país que sea, constituye siempre, por ley natural, una reserva de poder político. Es, en efecto, la institución encargada de defender el país contra los peligros de fuera; pero, puesto que para nada sirve armar a un esquizofrénico, de la misión misma del Ejército se desprende que es su deber velar por la unidad moral del país.

Por esta razón me permití ya hace años escribir en una revista que Gorkin dirigía en París que no había por qué condenar el Ejército por haberse sublevado en 1936, si tal condena se fundaba en que un ejército no debe sublevarse nunca; sino tan sólo por haber juzgado mal la situación, y por haber prolongado toda una generación una dictadura militar que con cinco años que hubiera durado le habrían sobrado lo menos dos.

Si pues proponía yo en septiembre bases para ver de sacar a España del atolladero en que hoy se encuentra, no se me ocultaba que la operación sería siempre ardua y quizá peligrosa por hallarse también el Ejército en muy precaria situación moral. La primera enfermedad que sufre es muy similar a la de la Iglesia. Sus componentes se hallan divididos, y no faltan extremistas que «exigen» toda suerte de disparates y amenazan, si no se les conceden, con disparates aun mayores. No cabe ocultar que el Ejército ha menester de un guía que le imponga disciplina intelectual y moral, sin la cual, mal la puede sostener él en el país.

Si, pues, la operación ha de lograrse, es indispensable que el Ejército demuestre su capacidad para encargarse de una labor de tamaña envergadura. Lo primero que tiene que hacer es reconquistar la buena voluntad y aquiescencia del país. Aquí creo necesaria cierta franqueza a trueque de disgustar algún que otro sector. Los excesos cometidos precisamente por los revolucionarios que intentaron -y en gran parte lograron- apoderarse de la guerra civil, determinaron una concentración del rebaño nacional en torno al pastor de los botones de oro y del cayado férreo. Esta concentración subsiste y aun aumenta cada vez que se oye una estridencia de los revolucionarios que ni saben olvidar ni saben aprender. Bien sabido es que los excesos se produjeron por ambos lados; pero el recordarlo no quita ni pone nada a la situación hoy.

Por lo tanto, bueno es que los que aspiramos a sacar a España del atolladero sin derrame de sangre nos demos cuenta de que la operación se tiene que hacer en armonía con el Ejército, no sólo porque es la única institución que nos queda, sino porque tiene ya a su lado buena parte del país.

Pero tiene que conquistar la otra. Esta otra parte reprocha al Ejército por lo menos dos cosas:

-que lleva ya un tercio de siglo autorizando con su nombre y fuerza una proposición vergonzosa para España: que los españoles no son capaces de gobernarse mediante instituciones europeas;

-que se presta a poner la fuerza a él confiada por el país al servicio de una opresión intolerable en el terreno tanto de la libertad de opinión como de la justicia.

Así pues, el problema que los españoles libres tienen el derecho y el deber de plantearle al Ejército es si está dispuesto o no

-a demostrar que España es capaz de vivir en un estado de derecho regido como en el resto de Europa occidental por instituciones civiles de libre elección;

-a velar porque su propia organización aplique las leyes del modo más equitativo y justo y, por lo tanto, á fortiori, a que nadie en su propia organización las viole.

Es pues de suma importancia que el Ejército se prepare mediante una severa purificación espontánea a desempeñar el papel que le aguarda. Él es el que más directamente se encuentra ante la alternativa: reforma o revolución; el que más sufrirá de la revolución si cierra o contribuye a cerrar el paso a la reforma. Bueno será concretar con ejemplos.

La opinión española sigue amordazada. Al cabo de un tercio de siglo, el régimen no se atreve a prescindir de la censura, y en vez de abordar el problema de modo creador, organizando la libertad de la prensa con sus instituciones responsables, a los 32 años de monopolio del poder, se acoge a una ley que avergüenza hasta a sus adictos oficiales que cruzan el Pirineo. El Ejército ha consentido que esta ley vergonzosa se promulgue y se aplique.

Otro ejemplo. Me consta con prueba documental que el obrero de Getafe, Pedro Patiño Toledo, de edad de 33 años, casado y con tres niños menores, ha sido muerto el 13 de septiembre de 1971 en condiciones que implican la responsabilidad directa de uno o dos guardias civiles, y la indirecta de dos oficiales, uno de la Guardia Civil y otro de infantería. La documentación3 es tal que exige seria investigación de la conducta de estos agentes públicos antes y después del fallecimiento de la víctima. No estimo útil a mi propósito decir ahora más. Pero encarezco a los dos Institutos, hoy más confraternalmente unidos que nunca, la investigación de este caso y la necesidad de medidas que eviten se produzcan otros análogos en el porvenir.

Si no velamos por el bien de las pocas instituciones que tenemos, no habrá España.

SALVADOR DE MADARIAGA




ArribaAbajoContradicciones y perspectivas del régimen español

V. Botella Pastor


Empezamos un nuevo año, otro más de régimen de excepción para el pueblo español, régimen que cuenta ya con un tercio de siglo. Tal persistencia en la ignominia hace que los españoles conscientes de los peligros que la prolongada obstinación de la dictadura entraña sientan la urgente necesidad de salir de una situación tan anormal e ilegítima como peligrosa, pero para tratar de comprender la condición actual del sistema español, su línea política en el futuro inmediato y las posibilidades de un cambio de orientación no tenemos más fuentes informativas que las manifestaciones hechas por el Caudillo (a quien en adelante denominaremos el C. por abreviar, siguiendo la tendencia de designar a los hombres públicos por sus iniciales), las disposiciones dictadas por el mismo, las actividades del Gobierno y las por él toleradas, la actitud de los puntales clásicos del régimen y el examen de la situación actual de la sociedad española.

Las manifestaciones hechas por el C. son tajantes. Seguirá ejerciendo sus funciones mientras Dios le preste vida y claridad de juicio.

Ahora bien, aun cuando se ignore el momento en que Dios vaya a dejar de prestarle vida, el C. se encuentra ya en los umbrales de los 80 años, edad climatérica, en general, para los hombres de Estado, especialmente para Franco, que ha venido ejerciendo su poder personal omnipotente en la dirección de la nave del Estado llevando en sus manos como directiva de su política, de manera permanente, sin tregua, la represión contra el pueblo. Su desgaste es notorio. Pese a las declaraciones categóricas tantas veces repetidas del C., éste empieza a ser un instrumento ya muy gastado y hasta un estorbo en el camino tortuoso que se han trazado los más cautos y peligrosos de sus colaboradores. ¿Qué interpretación cabe si no a los periódicos rumores que corren sobre su retiro y que nacen al parecer en esferas oficiales y allegadas?

Tampoco nos consta qué entenderá el C. y quienes le rodean por claridad de juicio, pero se puede ya empezar a reflexionar sobre ella. En efecto, cabe preguntarse si goza de claro juicio quien involucra a Dios en la sangrienta guerra civil desatada por quien lo invoca y dice ante los manifestantes de la plaza de Oriente que ha podido llevar a bien su «misión» porque Dios estaba a su lado. No es la primera vez que el C. busca el apoyo y la complicidad celestiales ni la inspiración y consuelo de las santas reliquias. Este verano, en Santiago de Compostela, en la tradicional ceremonia al santo, había ya afirmado, rodeado de sus ministros y unos veinte obispos, que en su cruzada de liberación (un millón de muertos, medio de desterrados, 35 años de dictadura) había comprobado que las victorias más decisivas las habían logrado en los días correspondientes a las grandes fiestas de la Iglesia, cual fue el caso de la batalla de Brunete en la que tras varios días de vacilaciones les llegó la victoria el día de su santo patrón. Añadió también que «la guerra se hace más fácilmente cuando se tiene a Dios por aliado».

Cabe también formularse la misma pregunta ante la trayectoria seguida en el caso Matesa (diez mil millones de pesetas estafadas al Estado), pues ¿qué sentido tiene hoy en España, donde el poder se lo permite todo, que se abra paso al procedimiento judicial, que se compruebe la veracidad de los hechos incriminados y que el Tribunal Supremo condene entre otros a tres exministros, un exsubsecretario y varios exdirectores generales del régimen para que poco tiempo después el C. los indulte merced a una disposición excepcional en que se gracian por primera vez los delitos de carácter financiero?

Aparte de lo que como moralidad del régimen supone, la solución del caso Matesa indica que el timón del Estado se halla en manos ya más que vacilantes. Y es que el C. declina, ha empezado a dejar de ser quien era para empezar a ser instrumento de quienes le rodean. En realidad lo único que le mantiene en su sitial es su inmenso afán de poder, su ansia sempiterna de mantenerse en el ejercicio del mismo, que fue toda su filosofía de gobierno durante los 35 años que lo venimos padeciendo.

La «democracia orgánica»

Ante la manifestación de la plaza de Oriente el C. ensalzó una vez más su tan encomiada «democracia orgánica», sistema representativo por excelencia a su decir aun cuando, con arreglo a las últimas «elecciones», sólo represente en realidad a menos del 45% del muy restringido censo electoral cuidadosamente preparado a efectos de apuntalar el régimen y se hayan observado abstenciones tan copiosas como para oscilar entre un 60 y un 85% en un buen número de capitales y provincias, éxito que hizo afirmar al C. que los partidos políticos no tenían nada que hacer en España -otra prueba más de su lucidez.

Pero ¿qué es esa famosa democracia orgánica? El C. habla vagamente de tres pilares: la familia, cuyos representantes hemos visto que practican un ausentismo electoral desenfrenado; la colectividad local, a la que el poder central niega toda clase de atribuciones de cierta importancia; y el sindicato, al que el mundo laboral niega toda autoridad. Las palabras no consiguen transformar la entelequia en realidad, y lo que se advierte tras ellas es el juego cínico y descarado de los mentor es fascistas parteros del régimen actual.

Si de las palabras pasamos a los hechos veremos que la democracia orgánica es el sistema que a falta de votos se basa directamente en la violencia para resolver los conflictos laborales mediante la fuerza pública que, como recurso «orgánico», dispara contra los obreros a muerte cual en Erandio, en una manifestación de protesta contra la polución de los altos hornos; en Granada, en una huelga de la construcción; en Guipúzcoa, en una manifestación con motivo del proceso de Burgos; en Madrid, por el simple hecho de distribuir unas octavillas y últimamente en Barcelona, en la SEAT, en cuyos talleres los «grises» entraron al asalto y abrieron el fuego contra los obreros en huelga por varios casos de despido, desautorizados por un tribunal de trabajo, a quienes se pretendía imponer horarios nocturnos y ritmos de trabajo inhumanos.

Esa misma democracia orgánica es sin duda la que ha permitido a la empresa estatal Hunosa hacerse cargo de las minas deficitarias asturianas «indemnizando» más que generosamente a los propietarios y continuar su explotación con menosprecio de las más elementales normas de seguridad e imponiendo cadencias de trabajo excesivas, lo que ha ocasionado en un año cincuenta mil accidentes (once mil provocaron una incapacidad temporal y veintiséis la muerte) y produce un estado endémico de huelgas en Asturias.

Es la misma democracia orgánica la que elabora una ley de reforme agraria encaminada a favorecer la concentración de la propiedad agrícola en manos de empresas y grandes terratenientes ignorando en absoluto los intereses vitales de la nación y de los campesinos, agricultores y trabajadores de la tierra a quienes ni se les pide el menor parecer ni se les ofrece ninguna posibilidad de aumentar y mejorar la producción y elevar su bajo nivel de vida.

Otra de las virtudes de la democracia orgánica es permitir que se promulguen disposiciones como la del indulto Matesa que alentará a los voraces capitanes de industria del neocapitalismo español a entrar a saco en el presupuesto nacional en colaboración con los ministerios interesados para lograr un desarrollo industrial excepcional. Ahora bien, esas disposiciones de gracia que benefician a la vez en extraña camaradería a los delincuentes de derecho común y a unos cuantos grandes financieros y exmandatarios del régimen no son aplicables a los condenados de Burgos ni a los presos de carácter político, comprendidos en su casi totalidad en excepciones arteramente establecidas, discriminación ésta de una democracia verdaderamente genial.

Debe ser también condición de la democracia orgánica la política seguida por el Gobierno español de no permitir a la prensa nacional no ya una oposición más o menos de principio, sino ni el menor intento de dignidad e independencia respecto al poder político que tan ostensiblemente se ha manifestado en la persecución de que ha sido y es objeto el diario Madrid al que después de tratar de hundirlo a fuerza de suspensiones y las más elevadas multas imponibles a un periódico, tan improcedentes que alguna de ellas fue anulada por el Tribunal Supremo, se le ha retirado en un consejo de ministros el permiso de publicación por no aceptar las instrucciones telefónicas del Ministerio de Información ni allanarse a las intimidaciones y coacción de que venía siendo objeto.

También en el terreno cultural nos han ofrecido los medios imperantes del régimen una buena muestra de su democracia orgánica. En los mismos días en que se celebraba en Francia de un modo extraordinario y nunca visto cual subrayó toda la prensa del país, como es el de exponer en el museo del Louvre, con asistencia del Presidente de la República, obras de un pintor en vida -Picasso-, en Madrid se destruían obras suyas presentadas en una exposición, se llenaban las paredes de la misma de inscripciones bajas e injuriosas contra el artista, se ponían bombas en su antiguo taller de Barcelona, se detenía a un pintor y a un crítico de arte por haber tratado de intervenir en un homenaje al más genial creador de nuestros tiempos -homenaje que interrumpió por cierto la fuerza pública-, y todo ello ¿por qué? Fuerza Nueva -el titulito de la publicación es todo un poema- nos lo explica: «¡Por patriotismo y ferviente adhesión a Francisca Franco!» Tras todo ello es Guernica lo que duele; Guernica, máximo exponente de la barbarie nazi-franquista, que está depositado en el museo de Arte Moderno de Nueva York y que por disposición expresa del artista sólo volverá a España cuando la libertad resplandezca de nuevo en nuestra patria.

Son sin duda los méritos aludidos los que hacen perseverar al equipo gobernante en sus intentos de ingresar en la comunidad europea y en la Nato aun cuando para ello deban emplear medios tan vergonzantes como el trasladarse a Baden-Baden con una discreción merecedora de mejor causa por no desear sin duda el ministro alemán de un gobierno social-demócrata que se le vea demasiado públicamente en tratos con el franquismo, siendo así que era en Madrid donde protocolariamente debía celebrarse la entrevista interministerial; o el de recibir, tras una visita pospuesta de largo tiempo -a causa del proceso de Burgos- al ministro de Relaciones Exteriores de Francia que, ante la petición de varios demócratas españoles (no orgánicos) de que les recibiera, respondió por medio de la embajada de Francia en Madrid que no tenía ningún inconveniente en entrevistarse con ellos, pero que como era un invitado oficial del Gobierno español debía, por cortesía, observar la actitud que sus anfitriones esperaban de él. Con esta respuesta, motivada al parecer por una fuerte presión ejercida por la embajada de España en París ante el Quai d'Orsay, se evitó que se dijera de nuevo en la prensa internacional que el régimen seguía siendo el de un Estado totalitario y que no se le debía admitir en el seno de las auténticas democracias, cosa que, si bien de un modo más diplomático, ha quedado de todas maneras evidente una vez más.

Digamos para terminar lo relativo a este extremo que lo único que de la verdadera democracia existe en España son unas cuantas palabras llenas de seducción utilizadas en los países donde existe un estado de derecho, palabras que el poder y la prensa sumisa utilizan y hacen circular para satisfacer a los incondicionales, darse visos aceptables ante las potencias vacilantes y los turistas de toda clase, acallar merced a las buenas formas las conciencias acomodaticias, engañar a los pseudo incautos que desean dejarse engañar y para que el C. pueda proclamar que gozan de la mejor de las democracias cuando en España la ley, la única en última instancia, no es la aprobada por un parlamento libre y soberano elegido mediante sufragio popular auténtico, sino la orden personal y sin apelación dada e impuesta por el C. dictador.

Los puntales del régimen

Veamos ahora los puntales con que cuenta el régimen. Como instrumentos políticos dispone del grupo tecnócrata-neocapitalista encabezado por el señor López Rodó y de los restos burocráticos de la maltrecha Falange a los que sólo se acude, y de un modo indirecto, en casos de apuro como los del proceso de Burgos.

El grupo tecnócrata es una especie de organización política sui generis, algo así como una casa empezada por el tejado, sin base popular ni masas de ninguna clase, una pirámide montada al aire que quienes detentan el poder construyen manteniéndola en vilo por el vértice y añadiéndole, merced a las ventajas que facilita el poder y a la influencia en los medios bancarios, industriales y comerciales más importantes de la nación, unos elementos tras otros, dignos todos de la mayor confianza por corresponder sus intereses particulares a los de la situación que tienen la misión de sostener en espera de que llegue el momento en que, merced a su constante penetración en el Gobierno, la administración pública y los puestos clave de la actividad económica del país, puedan ampararse de todo ello y asentarse, a falta de una base democrática nacional, en la plataforma que los medios coercitivos de todo Estado totalitario proporciona a quienes lo gobiernan.

Se trata de una operación a largo plazo, con miras a la desaparición o inutilidad del C., pero se trata de un verdadero asalto solapado al poder y a los medios económicos y financieros del país, como demostró hasta la saciedad el caso Matesa que desprestigió por completo a este grupo ante la opinión pública nacional e internacional.

Por su parte Falange, separada virtualmente del poder hace ya más de dos años, y en contraposición a lo que sucede con el equipo neocapitalista del Sr. López Rodó, sigue la senda declinante que desde el poder se le ha marcado y continúa perdiendo posiciones, no sólo porque el papel que desempeñaba en el funcionamiento y actividades de los sindicatos obreros y de estudiantes ha quedado reducido al mero hecho de figurar en nóminas y recibir prebendas con cargo al erario público, sino porque su participación tanto gubernativa como económica en el aparato estatal se va reduciendo sistemáticamente a actividades de orden más o menos plumífero y burocrático.

En realidad hace ya tiempo que Falange dejó de existir y actuar como la fuerza política impulsadora que fue en el alzamiento fascista y en la organización y gobierno del régimen que naciera del mismo para transformarse en algo así como un privilegiado cuerpo de funcionarios del Estado al que la pérdida de la guerra por el Eje, el transcurso del tiempo con el consiguiente desgaste y la actual circunstancia democrática de la comunidad europea, con los designios que para la próxima época de transición que se avecina tienen quienes detentan el poder, han puesto en trance ineludible de extinción.

En cierto modo, sus propios dirigentes lo reconocen públicamente así. El doctor Carlos Ruiz, secretario de la Junta Nacional de Falange, tras indicar que se ha vaciado su movimiento de todo contenido ideológico falangista para transformarlo en un aparato burocrático, afirmó que Falange se niega a vivir en la clandestinidad. De ahí la aparición pública a la menor oportunidad de los restos fatigados y rencorosos de su pasado esplendor, sus histéricos gritos de muera -y saben mucho de ese menester- a todos cuantos desde el interior del propio régimen se proponen acabar con ella por ser un obstáculo para el ingreso en la comunidad europea, sueña dorado del neocapitalismo tecnócrata del que Falange es la víctima propiciatoria.

Pero ese flamante equipo tecnócrata se ha hundido cívica, moral y políticamente al dictarse el indulto a que nos hemos referido pues que implica a todos los gobernantes e incluso al régimen en pleno que favorece con tal descaro a los condenados por la más alta autoridad judicial del país, a la que se desautoriza al poco tiempo de dictar su fallo, a la vez que se le impone con el mayor cinismo la impunidad total de los condenados.

Todo ello es tan grave en la vida pública del país que el asunto Matesa podría convertirse muy bien un día en lo que fue el expediente Picasso para la monarquía tal como lo van indicando ya los síntomas de repulsa que se advierten no sólo entre el hombre de la calle sino en los medios intelectuales, obreros, profesionales y universitarios y hasta en círculos del propio régimen, como en los que el ya citado doctor Carlos Ruiz manifestó públicamente que Falange «se niega a ser cómplice de un Gobierno que se declara liberal y europeo y comete la fabulosa estafa del asunto Matesa», y los de la propia jerarquía de la Iglesia cuando el recién fallecido obispo de Santiago de Compostela se distanció públicamente del C. -de quien era amigo personal- a raíz del indulto de que nos venimos ocupando.

La gran contradicción

Pese a la situación expuesta, por ahora aún le queda a Falange su presencia amenazadora y vocinglera en la calle, que se le tolerará mientras sea útil en los momentos en que corra peligro el régimen antes de que desaparezca el C., y eso es lo único que puede obligar a que colaboren en el mínimo indispensable el equipo tecnócrata-neocapitalista y los viejos restos del yugo y las flechas. En política, día es vida, y si Matesa fue el divorcio, Burgos hizo la reconciliación, porque en ella iba envuelta la seguridad de todos los veladores del régimen.

Pero esta misma colaboración forzosa e indispensable del fascismo y de quienes pretenden representar una evolución europeizante para defender los privilegios conquistados merced a la guerra civil, entraña a la vez la gran contradicción del régimen que por una parte se esfuerza en revocar su fachada porque necesita ingresar en la comunidad europea, condición indispensable para lograr el desarrollo económico de España y mayor provecho de los intereses del neocapitalismo gobernante y, por otra, a fin de seguir manteniendo su régimen fosilizado que de otro modo caería estrepitosamente, se ve obligado a adoptar medidas de orden interior que lo alejan precisamente del mundo social y político de esa Europa deseada que, por su propia condición internacional libre, no admite en su seno a pueblos sojuzgados ni a naciones desposeídas de su soberanía e imposibilitadas de evolucionar.

En efecto, si no bastara con echar una ojeada a la historia contemporánea no hay más que considerar los dos breves y tímidos intentos hechos por el sistema para cambiar un poco de plumaje. Tanto la célebre «liberalización» de Fraga Iribarne, como los intentos «democratizadores orgánicos» del flamante equipo que hoy nos gobierna se tradujeron en un inmediato recrudecimiento de la represión, en una situación más tensa. Había que atajar al pueblo español en el camino de la recuperación de sus derechos de la soberanía nacional para hacerle retroceder a los módulos del riguroso régimen de fuerza impuesto mediante la guerra civil y la ayuda de las potencias fascistas.

Es el sino de las dictaduras, no poder no ya abrir la mano sino ni entreabrir los dedos, pues que a la menor concesión se corre el riesgo de acarrear el derrumbamiento de todo el sistema coercitivo y de represión. Pueden compararse los medios de contención de las dictaduras a los «polder». La menor grieta, la más mínima infiltración, puede transformarse en la anegación total y catastrófica de los campos y ciudades por las masas del océano.

En el orden interior las consecuencias de la condición dictatorial del régimen y de la contradicción señalada es también evidente. El tan temido vacío que producirá la desaparición del C. y que se intenta salvar con la institucionalización del Príncipe Juan Carlos, seguirá sin colmarse y la temible incógnita del futuro seguirá en pie, con la agravante de que el régimen que era un trípode (Ejército-Falange-Iglesia) se habrá convertido en una balanza en desequilibrio y de estabilidad precaria (equipo tecnócrata-Falange) ya que en la mayoría del Ejército existe una decidida y clara voluntad de apoliticismo manifestada públicamente por uno de sus más altos representantes y que la Iglesia se desolidariza y distancia cada vez más del régimen con el que incluso se enfrenta como cuando 124 sacerdotes de Navarra denuncian las torturas infligidas a detenidos políticos en Pamplona, o cuando en el debate sobre la función de la Iglesia en la guerra civil habido en la asamblea de obispos y sacerdotes españoles se presentó una moción para que la Iglesia reconozca humildemente los errores por ella cometidos en la guerra civil y pida perdón por no haber favorecido la reconciliación de un pueblo dividido por la lucha fratricida, propuesta que condena implícitamente la carta pastoral colectiva firmada por el episcopado español en 1937 calificando el alzamiento militar de «cruzada», o cuando como en Canarias el obispo de Las Palmas organiza colectas en las iglesias en favor de los obreros huelguistas, o en Madrid el obispo auxiliar firma con 230 sacerdotes una carta de solidaridad con los obreros de la construcción en huelga y deplora la muerte de un obrero madrileño causada por la guardia civil por el hecho de distribuir unos impresos.

Es decir, al desaparecer el C., núcleo clave e integrador del régimen y autoridad indiscutible que lo rige, se acentuarán las insolubles contradicciones del mismo y se caerá en una situación en la que al uso y abuso de más de un tercio de siglo de poder arbitrario y despótico se unirán el desgaste moral y material ya apuntados de los elementos dispares, contradictorios y hasta enemigos que lo sostienen y la desaparición casi total de la base que le daba la generación que con tanta dureza administrara en beneficio propio la victoria lograda merced al alzamiento militar.

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Las perspectivas

Lo dicho significa que si al desaparecer el C. no hay una solución de continuidad el Príncipe tendrá que gobernar con el equipo tecnócrata-neocapitalista que tan arteramente se sitúa y prepara para ello y se verá obligado a actuar en complicidad con una situación dictatorial, puesto que lo único que del régimen quedaría en pie serían la fuerza como base para sustentarlo y la represión como sistema de gobierno. Con ello uniría su suerte a la de los herederos del levantamiento fascista y tendría que enfrentarse con la inmensa mayoría de la nación.

No hay que olvidar que las realidades de la actual sociedad española han cambiado profundamente con el transcurso del tiempo. La vida del país corre a cargo cada vez más de generaciones que no conocieron la guerra civil ni sufrieron tampoco el impacto del período de represión de la postguerra. El pueblo español no es ya el pueblo atemorizado al que se puede seguir sometiendo y explotando año tras año para alcanzar a su costa un desarrollo económico en cuyos beneficios apenas participe. Tanto los obreros como los estudiantes no están dispuestos a seguir esperando estoicamente que se cumpla el objetivo tecnócrata de los mil dólares per capita de renta nacional para que se les empiece a conceder el derecho a utilizar la cabeza para pensar y participar en la vida social, económica y política del país. Las corporaciones de las profesiones liberales han salido también de su mutismo y defienden sus derechos frente a los abusos del poder. La Iglesia vuelve por los fueros de la verdadera doctrina cristiana y se pronuncia clara y públicamente contra los atropellos de quienes detentan el poder. Y a la mayoría del Ejército no se la ve dispuesta a seguir defendiendo eternamente un régimen de excepción que no goza del menor prestigio entre las naciones democráticas.

Por otra parte, el Príncipe caería también en la gran contradicción que condena al régimen al inmovilismo dictatorial, ya que las dictaduras ni evolucionan ni se modifican, sino que persisten en la opresión y represión o desaparecen.

Otra cosa muy distinta sucedería si por parte de quienes pueden hacerlo o lleguen a poderlo hacer, se tuviera el sentido cívico y la inteligencia de evitar esa situación de punto muerto y callejón sin salida habilitando una solución transitoria que permitiera el regreso a la normalidad constitucional y el ingreso en la realidad europea, solución que sin duda contaría con el apoyo de la mayoría apolítica del Ejército a que nos hemos referido, así como el de una Iglesia en plena revisión de actitudes y renovación de jerarquías y con la colaboración entusiasta de la gran mayoría del pueblo español que ansía salir de la incierta, peligrosa y vergonzosa situación actual para lograr una verdadera normalización de la vida nacional.

No sería la primera vez que un régimen nacido del más intransigente fascismo fuera por caminos seguros hacia una auténtica democracia. Ahí tenemos los ejemplos de Italia y Alemania que nos dan una prueba bien patente de ello. ¿Por qué España no podría ser el tercer ejemplo? Estoy seguro que de ser así todas las naciones verdaderamente democráticas de Europa lo verían con la mayor satisfacción, se liberarían de su complejo de culpabilidad respecto al pueblo español y acelerarían la accesión de España a ella, no ya en la forma vergonzante de la actual raquítica participación indirecta aplicada a lo que se repudia, sino por la puerta grande y con toda plenitud de derechos, lo que nos permitiría alcanzar el grado de desarrollo indispensable para mejorar las condiciones de vida del pueblo español.

V. BOTELLA PASTOR




ArribaAbajoNuestro clamor a 1972

Manuel de Irujo


Ibérica me sugiere que escriba en unas líneas lo que nosotros pediríamos al año que comienza, partiendo de lo que somos y con la proyección del futuro inmediato. Ahí va mi cantar.

Somos demócratas, europeos y occidentales. Aspiramos a que la ciudadanía, libremente convocada, fije el régimen del futuro en los órdenes político, social y económico.

Ansiamos una Europa federal, con un parlamento, un gobierno, un tribunal supremo, un ejército, una representación internacional, una moneda, unas aduanas y un régimen económico-social de base común, dentro de cuya comunidad vivan libres y solidarizados los pueblos que integran el continente.

Nuestra condición occidental no es excluyente, antes bien, queremos que la dignidad, el bienestar y el progreso que la civilización occidental ofrece a la humanidad se extienda, en régimen de libre determinación, a todos los hombres y a todos los pueblos.

Negamos al sistema franquista la condición de régimen de derecho. Los actos de gobierno que el mismo realice, los compromisos de orden internacional que contraiga y las fórmulas que arbitre para ordenar su continuidad sucesoria carecen de valor jurídico, eficacia legal y moral humana. Las condiciones de hecho que la Democracia encuentre al ser restablecida en todos los ámbitos del Estado, serán sometidas al libre refrendo de la ciudadanía, sin el cual no pueden ostentar otra estima que la de una situación de facto, a la que se llegó por la colusión del fascismo aplicada en la guerra civil.

Las conductas puestas de manifiesto con lamentable reiteración por algunos países democráticos y occidentales cerca del régimen franquista con la finalidad de mantener la dictadura totalitaria en el país y servirse de ella merecen nuestra indignada reprobación, pero no han de apartarnos de nuestra condición de demócratas y occidentales. De igual manera, los actos realizados por el gobierno de facto impuesto al Estado por las bayonetas del fascismo, en cuanto sean útiles y respondan al interés, al derecho y a la auténtica fisonomía espiritual del país los respetaremos, ratificándolos.

De manera singular tenemos el deber de consignar nuestra protesta respecto a la desatentada política persecutoria seguida por el régimen franquista contra los pueblos que con propia personalidad viven dentro del Estado. A la abrogación de los Estatutos autonómicos de Cataluña y Euzkadi, que significaban el reconocimiento de aquella personalidad y abrían cauce legal al diálogo constructivo dentro del orden jurídico y de la paz social, ha seguido una política represiva, ominosa, que avergüenza a cualquier hombre bien nacido y que, de manera concreta con motivo del proceso de Burgos, ha movilizado la opinión pública del mundo entero, enfrentándola contra un régimen capaz de aquella indignidad.

Claro que añadiría otras manifestaciones que afectan a mi ser vasco, republicano y educado en moral cristiana. Pero tal vez estos decires no respondieran a la condición genérica que aspiro a merecer con los párrafos que preceden, con los cuales saludo a Ibérica y a sus lectores, deseándoles un feliz 1972.




ArribaAbajoLas razones de un arzobispo

Catalina Román


Monseñor Cantero Cuadrado, arzobispo de Zaragoza, ha aceptado ser procurador en Cortes designado por Franco. Este nombramiento ha sido hecho dada la jerarquía eclesiástica de Cantero Cuadrado. Este, tratando de justificarse ante la opinión pública ha hecho unas declaraciones a la prensa. A nuestro juicio, esas pretendidas excusas no son válidas; ni siquiera prudentes.

Empieza monseñor Cantero Cuadrado poniendo de relieve que ha aceptado el nombramiento cumpliendo un deber: como acatamiento, lealtad y agradecimiento a Franco. Pero es poco inteligente pretender demostrar que un religioso deba más agradecimiento a Franco que a las Leyes Evangélicas y a la persona del Pontífice, contrarios a las ingerencias políticas con el poder. Si el poder ha hecho una ley por la que se puede nombrar procuradores en Cortes a los obispos, existe por parte de éstos la obligación de renunciar al nombramiento para poder dedicarse más y mejor a sus tareas pastorales, como hizo monseñor Morcillo, arzobispo de Madrid. Es obvio que ambas funciones son incompatibles. En el Sínodo se expuso muy claramente la voluntad de la Iglesia: «Como las opciones políticas son contingentes por su naturaleza y no expresan total, adecuada y perennemente el Evangelio, el presbítero, testigo de las cosas futuras, debe mantenerse a cierta distancia de cualquier cargo o empeño político».

Para seguir siendo un signo válido de la unidad y para poder anunciar el Evangelio en toda su plenitud, el presbítero puede ser obligado a abstenerse del ejercicio en otro campo. Más aún; hay que procurar que su opción no aparezca ante los cristianos como la única legitimidad, que se convierta en motivo de discordia entre los fieles. El asumir una función directiva en un partido político es algo que debe excluirse entre los componentes de la Iglesia. El tiempo de que disponen los miembros de la Iglesia deben emplearlo en su misión pastoral, sin compartirlo con labores impropias.

Monseñor Cantero Cuadrado dice que la gratitud es un deber cristiano, pero no señala en qué se base esa gratitud al jefe del Estado. Pareciera que esa gratitud se debe a que el poder civil lo ha hecho arzobispo y que no debe agradecerlo ni a Dios ni al Vaticano. Esto es poner dos velas al diablo, negándoselas a Dios, y reconocer que, para ser elegido obispo, sus méritos eran escasos.

Habla monseñor de un planteamiento legal sobre las leyes orgánicas y cree que de no aceptar el nombramiento de procurador en Cortes se irían abajo dichas leyes. «Esto no es competencia de un obispo. La Iglesia no debe mezclarse con el Poder ni la Iglesia puede dar normas de conducta al poder civil. Puede criticarlas y exigir que estén de acuerdo con los preceptos del Evangelio y los Derechos Humanos, pero no debe tomar partido ni ayudar a promulgarlas. Los representantes de la Iglesia deben mantenerse al margen de los órganos de gobierno o de representación política otorgados desde el poder político».

Dice monseñor Cantero Cuadrado que no aceptar el nombramiento sería actuar en contra del proceder de los obispos que le han precedido en las Cortes; pero monseñor se olvida que después de dichas actuaciones la Iglesia ha celebrado el Concilio en el que, al tratarse estos temas, se han dado normas de abstenciones para las cosas terrenas, y que el mismo monseñor Morcillo ya había dimitido «para dedicarse de lleno y solamente a la pastoral de la Iglesia».

Añade monseñor Cantero Cuadrado que ha aceptado el nombramiento en las Cortes porque «los obispos se limitan a actuar en aquellas deliberaciones en las cuales se ventilan valores espirituales que la Iglesia debe defender, y especialmente aquellos valores que afectan a la justicia social y a la realización de la aspiración del pueblo a su participación en el campo de la cultura y en el campo del poder».

He reproducido lo dicho por monseñor Cantero Cuadrado para poner de relieve el nulo valor que han tenido sus actuaciones en las Cortes. No ha conseguido nada absolutamente. Las leyes aprobadas en las Cortes han sido contrarias al bien común, y monseñor Cantero Cuadrado no ha dicho esta boca es mía. Ha presenciado y aprobado todo lo que allí se ha propuesto, y no ha dicho una palabra de reparo. Y no digamos que todo lo aprobado haya sido en beneficio del pueblo. De allí han salido leyes como la de Orden Público y las de Represión contra obreros y estudiantes, violadoras de los Derechos Humanos. Los obreros y los estudiantes han sido encarcelados y torturados por los poderes que defiende monseñor Cantero Cuadrado.

Jamás ha defendido a los pobres perseguidos por el Sistema, perseguidos solamente por tener otras ideas diferentes a las de los poderosos y del gobierno que apoya monseñor Cuadrado: los pobres que no pueden vivir con salarios de hambre, los que han sido separados del servicio por no pensar como los del poder, los que no están defendidos lo suficientemente por la Seguridad Social. Los que padecen hambre y sed de justicia no han sido defendidos por monseñor Cantero Cuadrado.

No hemos pretendido agotar el tema. Entendemos que con lo anotado basta para despertar algunas mentes obtusas y señalar a los bien pensantes la torpe actitud de un obispo frente a su grey.

CATALINA ROMÁN

Madrid, diciembre 1971




ArribaAbajoSin permiso de la censura

Información de nuestro corresponsal en España


Telmo Lorenzo


La tónica del año

Próximo a terminar el año 1971 nos ocurre, irremediablemente, que volvamos la vista atrás, a los doce meses transcurridos en nuestro observatorio madrileño, con la humana tentación de establecer un saldo, un balance, con su debe y su haber. Y aunque no nos dejemos ganar por la tentación, sí cabría decir, a modo de introducción a la crónica decembrina, que el año se ha caracterizado por el inmovilismo del Poder. Se entró en él bajo el signo de «la crisis de Burgos», en que los peores designios fueron contenidos por la opinión nacional e internacional, pero en que se manifestó sin veladuras la intención de los grupos fascistas y «ultras» incrustados en el Estado y en sus instituciones, con el beneplácito del Poder. Burgos sirvió para que se viniera a tierra el disfraz «liberal y evolucionista» del Gobierno formado en 1969.

1971 ha sido el año en que la fuerza pública ha hecho nuevas víctimas entre obreros huelguistas, el año de la suspensión del diario Madrid y de la vergonzosa agresión contra las obras de Picasso (la mayoría de cuyos autores, bien respaldados, están ya en libertad); el año en que se ha enterrado un cadáver, el de las llamadas asociaciones políticas, el año en que se ha amnistiado a los ex-ministros implicados en el escándalo «Matesa» (por un procedimiento que algunos juristas consideran ilegal); el año de unas nuevas Cortes más «domésticas» aún que las anteriores y de un repudio público a la farsa de elecciones de procuradores «familiares».

Sin embargo, 1971 ha sido el año de una asamblea de alcance histórico del clero español, del triunfo de los candidatos de Comisiones Obreras en las principales empresas, de la asamblea del frente democrático de Cataluña, de contactos útiles y cordiales entre todas las fuerzas de la oposición... Ha sido un año más de inestabilidad e ineficacia universitarias, y el año de más huelgas en las empresas industriales.

Esa tónica se ha seguido dando durante los últimos treinta días. En algunos aspectos, se trata del desarrollo de procesos ya iniciados; ese es el caso del nombramiento de nuevos obispos en que el Gobierno, sin renunciar de derecho al principio de «presentación» ha cedido, en una especie de compromiso, a las propuestas de prelados hechas por el Vaticano, no exentas tampoco de cierta ambigüedad. Sacar a Mons. Cirarda de Bilbao y Santander para llevarlo a Córdoba, es una concesión del Vaticano, pero la designación de Mons. Enrique y Tarancón, como cardenal-arzobispo de Madrid, es un punto en favor de la Iglesia conciliar. También en Barcelona, donde Mons. Jubany es un prelado catalán. En Bilbao, parte del clero está descontenta del nombramiento de Mons. Añoveros, por no ser vasco; se trata, sin embargo, de un prelado de fuertes inquietudes sociales. El problema no ha sido enteramente arreglado, pues las vacantes de dos archidiócesis clave, Tarragona y Santiago de Compostela, dejan subsistir una lucha por las designaciones en que puede dirimirse la orientación del episcopado español.

El documento episcopal de la comisión «Justicia y Paz» de la Iglesia española, presidida por el obispo de Huelva, se presenta en la misma línea de la asamblea del Clero, y ha causado muy mal efecto en los medios oficiales. El texto episcopal, que ha sido leído el domingo 19 en numerosas iglesias es, en efecto, muy duro. En él se habla de «la larga y dolorosa distancia que separa la paz oficial establecida desde el final de la guerra civil, de la paz verdadera que debiera existir entre todos los españoles». Estamos lejos de la verdadera paz -dicen los obispos- a causa de «las amenazas, los secuestros, la suspensión de derechos fundamentales...» La crítica de un desarrollo económico que no reduce sino aumenta las desigualdades sociales, así como la afirmación de que el progreso económico no basta para asegurar la justicia, son las piezas claves del documento.

Un subsecretario con inquietudes

El subsecretario de Justicia, don Alfredo López, ha reaccionado con fuerza. No ha faltado en su alegato la denuncia de una «alianza de un sentido marxista de la vida con viejas herejías, ahora renacidas», la crítica abierta contra quienes «ven el reino de Dios como la realización del progreso social». Otros eclesiásticos han sido tratados de «oportunistas políticos». El Sr. López quiere una Iglesia que no intervenga en la vida social, una Iglesia «angelista»; no vacila en hablar de «la grave infección de que está aquejada la Iglesia». ¡Singular visión la de estos hombres, que nunca se plantearon ese problema cuando eran bendecidos sus cañones, cuando había clérigos que desfilaban brazo en alto con el yugo y las flechas!

La problemática social refleja igualmente la tónica del año que termina. En Chrysler se firmó un convenio colectivo, contra el criterio de la mayoría de los obreros, que se vieron defraudados. Fueron a una huelga en la que participaron 1.500 trabajadores. Llegó la fuerza pública y fueron detenidos varios obreros; luego, la empresa ha despedido a veintiséis. La Dirección de Seguridad impuso multas cada una de cien mil pesetas, a seis de los trabajadores detenidos, cuatro de los cuales son del jurado de empresa, otro es enlace sindical y el último pertenece al comité ejecutivo de la HOAC. Naturalmente, como esos obreros no son millonarios, no porfían pagar la multa, y han sido ya encerrados en la prisión de Carabanchel.

No menos significativo es el «aguinaldo» de la Electromecánica Alconza S.A. de Vizcaya, que acaba de despedir a 280 trabajadores (de un total de 474) acusándolos de participar en huelgas. Y en Sevilla la empresa Laminadora del Sur suspende también los contratos de trabajo de 196 obreros por un espacio de tres meses. La situación de Sevilla es particularmente difícil a causa del crecimiento del desempleo; el pleno de la Unión de Trabajadores del Metal de Sevilla se ha reunido el día 23, denunciando los cierres de fábricas, el paro y la actitud de las empresas, a quienes hacen causantes de la emigración. Piden también la congelación de precios.

El caso de «Madrid»

Pero si los hechos citados reflejan un espíritu inquietante, la cuestión de los derechos de información y de libertad de expresión parece sin duda ocupar los primeros planos de la actualidad, hecho que -entre líneas- no deja de señalar la prensa que se publica «con permiso». Es indiscutible que la suspensión del diario Madrid ha sensibilizado a toda la opinión. Por añadidura, la reacción del Poder contra el Sr. Calvo Serer no podía por menos de producir pésima impresión. En efecto, tras un artículo publicado en un prestigioso diario extranjero por el Sr. Calvo Serer (en el que se atacaba durante al Sr. Carrero Blanco y a algunas otras personalidades) el Tribunal de Orden Público ha dictado auto de procesamiento y prisión contra el presidente de la empresa «Madrid, diario de la noche» (que se halla en París). Formalmente se dirá que es el poder judicial quien ha tomado esa disposición, pero hay cosas que ni un párvulo se las cree; entre ellas la «independencia del poder judicial» en asuntos políticos (además, ha sido siempre negada por los teorizantes del régimen); en sistemas como el de España, nadie ignora que una medida de esa naturaleza y gravedad sólo se toma con anuencia del Ejecutivo. Y, en este caso, por implicación personal, esa anuencia corre el riesgo de parecer poco elegante.

Redactores y obreros de Madrid visitaron al Príncipe Juan Carlos, al Cardenal Enrique y Tarancón, al ministro de Trabajo, al presidente de las Asociaciones de Prensa de España... La postura del prelado fue la más clara, «deseando la rápida aparición del periódico y alabando su objetividad». «En un caso como éste -añadió el cardenal-Arzobispo de Madrid- la Iglesia no puede permanecer neutral». El Príncipe de España, que los recibió el día 23, les dio buenas palabras. En cuanto al ministro de Relaciones Sindicales, Sr. García Ramal, se salió por la tangente diciéndoles «que la suspensión no era por decisión del Gobierno, sino como resultado de una decisión ministerial».

Mientras tanto, todas las negociaciones de la empresa con la Organización Sindical quedaron en punto muerto. Esta última quería presentarse como «salvadora» del personal del periódico, pero imponiendo un director suyo y consejeros y, de hecho, cambiando la línea del periódico. No era posible entregarse así, y los redactores y obreros afirmaron, por su parte, que si ese caso llegaba, ellos preferían quedarse en la calle y no colaborar.

La empresa había invitado a un acto la noche del 24, de ocho a dos de la madrugada, a periodistas y trabajadores, todos del periódico, con sus familias, y a los lectores y amigos. A última hora fue suspendido; según noticias de buena fuente la suspensión obedeció a amenazas que emanaron de las autoridades. En aquel momento se habían recibido ya 5.000 telegramas de adhesión. Entre los telegramas, saludos y mensajes de adhesión recibidos hasta ahora, figuran los de los redactores de Le Monde, New York Times y Le Soir, éste de Bruselas, de los profesores Ruiz-Giménez, Tierno Galván y Raúl Morado, de los escritores José María Pemán y Alfonso Sastre, del cineasta Basilio Patiño, del director general de Archivos y Bibliotecas Sr. Sánchez Belda, de estudiantes de numerosos Colegios Mayores y de la Escuela de Periodismo de Barcelona. Ha sido comentado un telegrama muy efusivo enviado por Daña Rosa Moya, nieta del fundador de Heraldo de Madrid.

La Asociación de la Prensa de Madrid, en su asamblea general del día 22 decidió por unanimidad apoyar todas las gestiones para una pronta reaparición de Madrid. En consecuencia, se han iniciado contactos entre el presidente de la Asociación y el Sr. García Trevijano, apoderado de la empresa. Se esperan algunas reuniones decisivas en los próximos días. Por su parte, el procurador Sr. Tarragona ha dirigido un ruego solicitando que las sanciones administrativas a la prensa no sean inmediatamente aplicadas.

El caso de Madrid, decíamos, ha sensibilizado poderosamente a la opinión. Pero todos los días se perpetran atentados contra los derechos más elementales. Hace dos semanas se prohibió un recital-homenaje a Neruda, en la Universidad de Valladolid. No ha habido homenaje a «los 3 Pablos» (Picasso, Casals y Neruda) que no haya sido prohibido, lo que dice mucho sobre la naturaleza de los «evolucionistas» en el Poder y de sus gobernadores civiles. Con razón, el obispo de Canarias, Mons. Infantes Florido, en una pastoral sobre el Día de la Paz (1.º de enero) acaba de decir:

«En un orden "pacífico" pueden confabularse flagrantes injusticias, desde la discriminación política o religiosa, las marginaciones en la participación en la vida pública, los grandes fraudes económicos, hasta las simples diferencias sociales; una gama completa de negaciones y atentados frente a los derechos humanos». (La situación en Canarias, según las últimas noticias, es particularmente tensa).

Otro triste botón de muestra ha sido la detención, en Barcelona, de los abogados D. Alberto Fina, D. José Ejea y Doña Asunción Solé, defensores de ocho obreros de la fábrica Seat, a quienes se acusa de «albergar en sus despachos reuniones de obreros destinadas a provocar la agitación social».

Otro factor de descontento

Un poderoso factor de descontento, aunque no sea el único, es que de nuevo, sin explicación plausible, se asiste a una acelerada carrera de los precios. Y lo más inquietante es que, según una publicación oficial, Información Comercial Española, «el incremento de los precios será el problema de 1972». ¿Adónde vamos a llegar? se pregunta todo el mundo, En Madrid, desde el mes de octubre hasta la fecha, los precios «de la plaza» han ascendido en proporciones astronómicas. He aquí algunos ejemplos tomados en el mercado: Aceite, pasa de 46 pts. a 50 el litro; Besugo, de 90 a 120 el kilo; Lenguados, de 110 a 170; Pollos, de 49 a 65; Carbón (Ton.) de 1.300 a 1.750 pts. Las amas de casa del popular barrio de Usera han difundido un escrito con más de doscientos firmas en el que puede leerse: «Aunque el propio comisario de Abastecimientos, Sr. García de Andoaín, insistía en que no debe existir temor a una perturbación grave de los precios, la realidad es que la escalada es ininterrumpida desde hace años, pero sobre todo en este desastroso 1971, en el que al culminar en estas fechas navideñas, la subida alcanza a la luna, sin que haya presupuesto que pueda alcanzarlo». Sin olvidar la subida del gas butano, de ciudad, electricidad, agua, teléfono, carbón, etc. «Es que las AUTORIDADES competentes no pueden solucionar este gravísimo problema? ¿Qué es lo que hay que hacer? ¿Cuántas horas tienen que trabajar nuestros maridos e hijos?» La verdad es que esas «autoridades» ven muy poco claro el asunto y ya hay algunos tecnócratas que repiten el refrán de que la inflación acompaña al desarrollo (cosa que no convence mucho a las señoras de Usera).

La subida de precios en diciembre va a influir, sin duda, en la discusión de los nuevos convenios colectivos de trabajo. Porque unos seiscientos de ellos caducan este 31 de diciembre y afectan a dos millones de trabajadores, casi el 25% de la población asalariada. He aquí una de las incógnitas sociales con que va a abrirse el año 1972.

La hipoteca de la sucesión

Las «autoridades» piensan sin duda en otros problemas no menos complejos. En primer término, sería ingenuo olvidar que sobre la situación política española, vista desde intramuros del régimen, gravita la hipoteca de la sucesión. Y esa es, probablemente, la mayor incógnita y la mayor preocupación de ese sector. Sobre el particular se hacen hipótesis para todos los gustos; por ejemplo, esta última semana, todo se han vuelto interpretaciones de unas palabras pronunciadas por el Príncipe Juan Carlos en el aniversario del Colegio de Abogados de Madrid: «La España de este final del siglo XX debe caracterizarse no sólo por un crecimiento de su nivel económico, sino, por encima de todo, por un perfeccionamiento incesante de su justicia...» Pidió a los abogados que «elaboren los cauces jurídicos que sean necesarios para lograr el perfeccionamiento que tanto deseamos... Único modo y forma adecuada, para que, sin convulsiones estériles y con toda eficacia, sea posible la reforma de las estructuras».

Jamás el Príncipe, de manera oficial, había ido tan lejos. Pero los grupos oligárquicos, a quienes tanto asustan las aperturas de cauces y las reformas de estructuras, se apresuran a limitar el alcance de esas declaraciones. Un ideólogo del régimen (de segunda categoría, pero cada régimen tiene los que puede), el profesor Muñoz Alonso, se ha explicado claramente en una conferencia que dio en uno de esos «clubs» donde parlotea la minoría que no quiere que los demás españoles tengan voz ni voto. El Sr. Muñoz Alonso ha dicho, entre otras cosas: «Podría acontecer para desgracia y desventura del pueblo español que la Monarquía del futuro de España, instaurada como forma política del Estado, se viera amenazada por la irracionalidad de convulsiones internas o por anemia orgánica en su desarrollo político. Es el momento en que una institución del Estado, las fuerzas armadas, se verían obligadas a dar razón de su existencia como institución... La Monarquía del futuro de España habrá, pues, de reconocer en las Fuerzas Armadas la defensa del orden institucional del Estado y de la seguridad nacional, no ya frente a una hipotética convulsión declarada, sino ante la eventual subversión incoada, si se presenta con alardes provocativos sistemáticos de inseguridad para una convivencia social y política civilizada».

De modo que está claro; si en una futura Monarquía alguien pretende desplazar (aunque ese alguien sea la voluntad de los españoles) a la oligarquía instaurada desde 1939, el ejército se encargará de impedirlo. El ejército, según esa concepción, no tiene por misión la defensa nacional, sino la defensa de un régimen y ello sin sujeción a normas legales precisas. Se trata de preparar una monarquía militarista y antidemocrática. Falta saber si los militares consentirán que, tras falsos halagos, se confunda su misión, y que una oligarquía se sirva de ellos como de instrumento represivo contra el clamor creciente de libertad, de justicia social y de democracia, que cada día gana más capas sociales del país. La amenaza está ya precisada, por si falta hacía, y cada cual puede saber a qué atenerse.

El laberinto de la salida

Claro que en el laberinto de la sucesión pocos o ninguno han encontrado aún la salida. El lector avisado dará también toda su importancia (aunque en la letra estricta parezca no tenerla) al sorpresivamente anunciado matrimonio de otro nieto de Alfonso XIII, don Alfonso de Borbón y Dampierre. La prometida es, como todo el mundo sabe, hija del marqués de Villaverde, quien desde hace poco menos de un año ha expresado sin equívocos su vocación política. A la cena de gala celebrada en el Palacio del Pardo con motivo de la petición de mano asistieron personalidades de las finanzas como los Srs. March y Fierro, de la política, como los Srs. Serrano Súñer, Samaranch y Calviño, de la aristocracia como los duques de Alba. También los Reyes de Grecia y la reina Federica. El Príncipe de España se hizo representar por el jefe de su Casa Real, marqués de Mondéjar.

En fin, no hay grupo ni grupito que no se dedique a «preparar la sucesión» sin contar mucho, eso es verdad, con lo que piense esa inmensa mayoría de españoles considerados como menores de edad. Conviene señalar también una detonante conferencia del Sr. Fraga en Canarias, acusando de «falta de representatividad» a la situación actual.

¿Y los «ultras»? se dirá. Esos no estarán de acuerdo con nada. Precisemos; los «ultras» juegan su papel, como ya lo hemos señalado repetidas veces. Están ahí para cometer los vandalismos que al Poder no le conviene respaldar oficialmente. Pero, ¿qué mejor espaldarazo que la comida en homenaje a D. Blas Piñar, después que éste ha excusado públicamente a los agresores de la Galería Theo. Y allí estaban ministros, allí estaba el presidente de las Cortes. Un señor de esos que la prensa domesticada intenta lanzar, un tal Stampa, presidente de una casi desconocida Asociación para el Estudio de los Problemas Actuales, inventada «por las necesidades de la causa», partidario de la despolitización y otras lindezas, ha tenido la torpeza de descubrir el juego. Al preguntarle por los ultras, el teleguiado Sr. Stampa dice: «Yo creo que, en realidad, no es malo que exista un sector ultraderechista al que quizá se ataque. Porque si no existiese, su puesto sería ocupado por otro que quedaría un tanto inutilizado para la realidad política». ¿Está claro? Al Gobierno le interesa tener un grupo a su derecha para que sea blanco de los ataques y se desacredite, en vez del propio Gobierno; para que haga lo que los hombres del Poder quieren hacer y no se atreven a hacerlo por conveniencias de política nacional o extranjera; y para que, en todo momento, los señores del Poder digan: «No se metan ustedes con nosotros, que si vienen los de Piñar y compañía será mucho peor».

Probablemente el nudo de la cuestión se halla en las fuerzas que están efectivamente con las manos en las palancas del Poder, mucho más que en los comparsas, por espectaculares que éstos sean. Pero hay una cadena de complicidades como lo demuestra que altos cargos militares (que no representan el criterio del militar medio, ni el del Estado Mayor) son «ultras». Los «ultras» conectan incluso con los «evolucionistas» a través de sus viejos contactos con los sectores falangistas que no dejan el Poder (los Valdés, Girón, Valcárcel, etc.). En el otro extremo de esa cadena están los «tecnócratas», obstinados en hacerse con la nave del Estado cuando suene la hora de la sucesión.

Es muy significativa la reforma, promulgada hace tres días, de la Secretaría General Técnica de la Presidencia del Consejo, verdadera «sala de manillas de mando» de todo el Estado, ampliado con todo género de servicios. La secretaría general y los servicios del Plan, así como las direcciones generales de Gobernación (las no policiales) tienen el Estado en sus manos. Luego, naturalmente, están los departamentos de Hacienda, de Asuntos exteriores... Ahí está la clave del mando... siempre que se cuente con las fuerzas armadas.

Se trata, como ven ustedes, de combinaciones y especulaciones, contando muchas veces con la fuerza, algunas con la llamada «eficacia», pero jamás con la voluntad nacional. Ahora que 1972 va a empezar y habrá que intentar abrir las Universidades (cerradas la mayoría antes de llegar Navidades, por miedo al disturbio cotidiano), habrá que negociar esos centenares de convenciones colectivas de trabajo, habrá que negociar con la Iglesia, con los profesores de segunda enseñanza, con los médicos, con los abogados... Ciertamente, aún queda alguien a altura ministerial que sabe que el inmovilismo «no es rentable». Pero todos son presa del engranaje, de un engranaje casi enteramente bloqueado.

TELMO LORENZO

Madrid, 28 de diciembre de 1971



Índice del volumen 19

Enero-diciembre 1971

    Temas político-sociales

  • Balance político de 1970: la utopía del Opus Dei (Raúl Morodo) [N.º1]
  • Técnica de las manifestaciones espontáneas (Juan Granell) [N.º 1]
  • La opinión antifranquista y sus características (José Bullejos) [N.º 2]
  • Aleccionadoras consecuencias del proceso de Burgos (Alfonso Ayensa) [N.º 2]
  • Franco en trance de jubilación (Francisco Martínez de la Vega) [N.º 2]
  • España: situación sindical (Juan Granell) [N.º 2]
  • Situación y perspectivas del régimen y la oposición (V. Botella Pastor) [N.º 3]
  • La oposición del régimen (Manuel de Irujo) [N.º 3]
  • Carta de España (Ginés de Buitrago, Jr.) [N.º 3]
  • Balance político de 1970: activación de la oposición (Raúl Morodo) [N.º 4]
  • Un nuevo concepto sindical (Juan Granell) [N.º 4]
  • Anormalidad continuista o normalización democrática (Julián Gorkin) [N.º 5]
  • 1936-España-1971. Notas cortas de un viaje rápido (Andrés Montes) [N.º 5]
  • El ideal republicano está vivo (Antonio Martínez Sánchez) [N.º 5]
  • La burocracia franquista (B. Descamps) [N.º 5]
  • La eficacia de la oposición (Manuel Díaz-Marta) [N.º 6]
  • 1936-España-1971. Notas cortas de un viaje rápido (II) (Andrés Montes) [N.º 6]
  • Sindicalismo obrero y política democrática (Fernando Valera) [N.º 7]
  • Joaquín Costa y Manuel Azaña (Raúl Morodo) [N.º 7]
  • Proyecto de rumbo hacia la normalidad (Salvador de Madariaga) [N.º 8/9]
  • Las elecciones a procuradores. ¿Participación o abstención? (Raúl Morodo) [N.º 8/9]
  • Lecturas de verano (Antonio Martínez Sánchez) [N.º 8/9]
  • Los nuevos canovistas (Enrique Tierno Galván) [N.º 10]
  • Las condiciones de la alternativa democrática (Julián Gorkin) [N.º 10]
  • El XI Congreso de la UGT (Juan Granell) [N.º 10]
  • La oposición antifranquista, el exilio y el futuro de España (Alfonso Ayensa) [N.º 11]
  • «El cardenal de la paz» (Antonio Martínez Sánchez) [N.º 11]
  • Posibilidad de una nueva coyuntura histórica (Manuel Tuñón de Lara) [N.º 12]
    En recuerdo

  • Miguel Maura (Victoria Kent) [N.º 7]
    Lecturas

  • Medio siglo de cultura española (Victoria Kent) [N.º 2]
  • ¿Hacia Europa? La economía española: 1969. Antonio Machado (I y II: Antología). Ortega y Gasset otra vez. Mi política fuera de España (tomos II, III y primera parte del IV). La lluvia [N.º 6]
    Documentos

  • Mensaje a los españoles (Gobierno Republicano Español en el Exilio) [N.º 4]
  • República Española (Junta Permanente del Estado) [N.º 7]
  • Declaraciones de la Asamblea de Cataluña [N.º 2]
  • Toda la verdad sobre el caso Patiño [N.º 12]
  • Declaración de grupos regionales [N.º 12]
  • Comunicado de la Liga de Mutilados Exilados en Francia [N.º 12]
  • Aclaraciones sobre la Ley Sindical [N.º 12]
    Portugal

  • Aumentaron las tensiones en Portugal (Álvaro Gomes) [N.º 4]
  • En el tercer aniversario (Mário Soares) [N.º 11]
    Crónicas del País Vasco

  • La violencia como norma [N.º 1]
  • Calma aparente [N.º 2]
  • Una situación confusa [N.º 3]
  • El movimiento continuo [N.º 4]
  • «No hay diferencia de causas» [N.º 5]
  • Cada vez más orgánica [N.º 6]
  • Ya nos estamos preparando [N.º 7]
  • Pretendido alivio de la tensión [N.º 8/9]
  • Comentando dos sucesos [N.º 10]
  • Solidaridad dentro y fuera [N.º 11]
  • Aquí y allá algo pasa [N.º 12]
    Editoriales

  • Los movimientos de Euzkadi [N.º 1]
  • Al margen de la visita [N.º 2]
  • La ley esperada [N.º 3]
  • A las puertas de Moscú [N.º 4]
  • Un problema sin escape [N.º 5]
  • Sin equívoco [N.º 6]
  • Torpes reiteraciones [N.º 7]
  • El decreto del 16 de julio [N.º 8/9]
  • El buen camino [N.º 10]
  • Ficción al descubierto [N.º 11]
  • Democracia bilateral [N.º 12]
    Crónicas de nuestro corresponsal en Madrid

  • El proceso abre el futuro de España [N.º 1]
  • Lucha de facciones [N.º 2]
  • Luchas sordas y malestar nacional [N.º 3]
  • Tejer y destejer contradicciones [N.º 4]
  • El tira y afloja entre «aperturistas y duros» [N.º 5]
  • Resultado de treinta años de «democracia» [N.º 6]
  • La comedia terminará [N.º 7]
  • Panorama estival [N.º 8/9]
  • Calar a fondo en la situación [N.º 10]
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ArribaAbajoEditorial

Pasos decisivos


Aún vibran estas declaraciones hechas por el entonces Primado de España, monseñor Enrique y Tarancón, en una entrevista celebrada con el Padre Martín Descalzo: «La iglesia busca su independencia y su libertad. En tal sentido la Asamblea Conjunta ha sido un gran paso, y, desde luego, se darán más en el mismo sentido».

Estas palabras eran una promesa, promesa cuyo cumplimiento no se ha hecho esperar. La Comisión de Justicia y Paz, con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz, ha publicado el 1.º de enero de este año un documento, titulado «Si quieres paz, trabaja por la justicia», que consta de 11 páginas, en el que se hace la crítica más abierta y más dura que jamás haya hecho la Iglesia española contra el régimen en los 35 años que lleva Franco a la cabeza del Estado. La publicación de dicho documento ha sido prohibida en España por orden del Gobierno; pero, penas perdidas: el documento circula clandestinamente de mano en mano, su difusión ha tomado proporciones nacionales ya que ha sido leído en todas las iglesias españolas durante la misa del domingo 19 de diciembre.

La acogida en el extranjero ha sido general y excelente, dedicando amplias informaciones y comentarios elogiosos a dicha declaración. Como contraste hemos podido apreciar las breves líneas dedicadas al añejo discurso de Franco con motivo del Año Nuevo.

El documento ha sido redactado por los obispos que formaban la Comisión de Justicia y Paz, bajo la dirección de monseñor Rafael González Moralejo, obispo de Huelva. Este obispo de Huelva es personalidad reconocida como jefe del ala reformista de la Iglesia; actuó como taquígrafo en el Parlamento republicano y se hizo sacerdote al terminar la guerra civil. No nos sorprende, pues, que el fiscal general don Fernando Herrero Tejedor, haya presentado una información al Gobierno sobre el documento para que estudie la posibilidad de formular cargos criminales contra el presidente de la Comisión, monseñor González Moralejo.

Apreciamos dos objetivos en el documento: la independencia y libertad de la Iglesia y la defensa de las libertades básicas de los españoles. El primer objetivo camina con pasos firmes, decisivos, hacia su consecución: la independencia y libertad de la Iglesia, y lo prueban las posiciones tomadas. Ya el Vaticano es libre en lo que respecta al nombramiento de las altas jerarquías y obispos en España. Ahí tenemos las nuevas designaciones de arzobispos y obispos, comprobadas hace unos días: el cardenal Enrique y Tarancón, que era arzobispo de Toledo, ha sido nombrado arzobispo de Madrid; el arzobispo de Barcelona, Marcelo González Martín, ha sido nombrado Primado arzobispo de Toledo; monseñor Cirarda, administrador de la diócesis de Bilbao, ha sido nombrado obispo de Córdoba; monseñor Jubany, que era obispo de Gerona, ha sido nombrado arzobispo de Barcelona; es catalán y autor de la misa en esa lengua. A estos nombramientos, hay otros tres que siguen.

¿Cuál ha sido el procedimiento adoptado por la Santa Sede para estos nombramientos? El contrario al establecido en el Concordato y practicado hasta ayer, por el cual las designaciones eran hechas por el jefe del Estado español. La Santa Sede se ha limitado a presentar la lista de los siete prelados al Gobierno español, que se limitó a aceptarla sin la menor reserva. Esta definitiva conquista de la Iglesia no va sin contrapartida; la Iglesia pierde, según los principios presentados al Vaticano para un nuevo Concordato o pactos bilaterales, las subvenciones concedidas por el Estado, que representan seis mil millones de pesetas al año; pierde la jurisdicción especial que disfrutaban los eclesiásticos en España; el matrimonio canónico será suprimido para aquellos casos en que los dos contratantes sean católicos; esta innovación es una concesión de la Iglesia.

Hay que reconocer que las conquistas de la Iglesia tienen un fondo de generosidad y visión del futuro, pero ese otro objetivo que apreciamos en el documento, la defensa de las libertades básicas de los españoles, es también una promesa y habrá que aprestarse a emprender el camino para su cumplimiento. No en vano el documento acusa al régimen con estas palabras: «El problema de la justicia es el problema más grave que presenta nuestro país»; «La paz está ausente cuando no hay garantías suficientes contra el paro, cuando una emigración masiva se utiliza para remediar problemas económicos, cuando la igualdad ante la ley no está establecida para todos los españoles»; «Un combate contra las estructuras sociales españolas es necesario, pues no se puede pedir a los hombres conducirse con justicia si al mismo tiempo están obligados a vivir bajo el peso inhumano de sistemas injustos».

No podemos sino aplaudir el camino emprendido por la Iglesia para la conquista de su independencia y de su libertad, pero la libertad no existe en ningún país en compartimentos estancos; la libertad es indivisible; la libertad no puede ser patrimonio de ninguna institución, por muy respetable que ella sea. La Iglesia española, o continúa su batalla para la libertad de los españoles, o su prestigio y fuerza de que hoy dispone, quedarán reducidos a unos gestos ocasionales.




ArribaResumen de noticias

La comisión episcopal española acusa

MADRID, 17 dic., Ibérica: -La Comisión Episcopal de Justicia y Paz de la Iglesia Española, presidida por el obispo de Huelva, Rafael González Moralejo, ha publicado el miércoles de esta semana un documento en el que se hace la acusación más dura que haya podido hacer un organismo de la Iglesia española.

Expresa dicho documento, entre otras afirmaciones no menos elocuentes: «Se nos ha dicho muchas veces que el problema de la justicia había sido resuelto por la victoria de las armas en 1939. Existe una dolorosa distancia entre la paz oficial y la verdadera armonía entre los españoles». «La paz está ausente cuando no hay garantías suficientes contra el paro, cuando una emigración masiva se utiliza paró remediar los problemas económicos o procurarse divisas extranjeras, cuando la igualdad ante la ley no ésta establecida para todos los españoles».

El documento ha causado sensación y se dice que el ministro de Información ha prohibido a la prensa su publicación, pero ya circulan por aquí multitud de copias.


Declaración del arzobispo de Barcelona

MADRID, diciembre, Ibérica: -Después de la clausura de la XV Asamblea plenaria del Episcopado, el nuevo arzobispo de Barcelona hizo una declaración de la que damos los siguientes párrafos:

«El Concordato de 1953, su ante-proyecto de revisión de 1910, no garantizan plenamente la libertad de la Iglesia en la realización de su misión evangélica». «Es necesario revisar profundamente el Concordato por acuerdos parciales con la Santa Sede; después de la Conferencia Episcopal». «El futuro de la Iglesia -dijo por último el prelado- no es ser protegida por el Estado. Ha de residir en la fuerza de su mensaje y en la claridad de su obligación cristiana».



Nota de la redacción: Toda la prensa europea comenta el documento de la Comisión Episcopal apreciando la firmeza de la actitud de la Iglesia en el ataque al régimen actual español. La prensa española ha guardado absoluto silencio.


«Madrid» preocupa a la opinión pública

PARÍS, 24 dic., Ibérica: -Según Le Monde, de ayer, la suspensión del diario Madrid, por el Gobierno español, preocupa en España a la opinión pública. En el diario Le Monde Calvo Serer publicó el 11 de noviembre último un articulo titulado «Yo también acuso», que el Tribunal de Orden Público de Madrid ha calificado de delito «contra la seguridad exterior del Estado español».

La prohibición del diario Madrid preocupa a amplios sectores de la opinión pública española. En numerosas iglesias, los sacerdotes trataron el asunto, pidiendo que el diario reaparezca. Los representantes sindicales: de los empleados bancarios han expresado su solidaridad con la empresa y el cuerpo de redactores de Madrid. Trece de los disputados familiares han interpelado al ministro de Información sobre los verdaderos motivos de la suspensión de dicho periódico. El ministro contestó con evasivas.


Calvo Serer en el exilio

PARÍS, enero, Ibérica: -El diario americano, International Herald Tribune, editado en esta capital, en su número del 28 de diciembre publicó un artículo de Jack Moret, del que copiamos:

«Los vaivenes y caprichos de la política española le han hecho a Calvo Serer algunas cosas interesantes con el correr de los años. En la guerra civil, siendo partidario del general Franco, se encontró metido en la zona republicana y se vio obligado a ingresar en las Brigadas Internacionales. En la década de los 50 ayudó a los "tecnócratas" a ingresar en el Gobierno de Franco. Los tecnócratas están ahora en el poder, pero los que dominan en el Gobierno han cerrado el mes pasado el periódico que Calvo Serer publicaba».



Añadimos que Calvo Serer, presidente o ex presidente del consejo de administración del diario Madrid, se halla exilado en Francia, París. El juzgado de Orden Público de Madrid ha acordado últimamente su prisión preventiva. Calvo Serer, partidario de la monarquía en la persona de don Juan, prepara, desde su exilio, un libro de historia española contemporánea.


Otra protesta obrera

EIBAR, dic., Ibérica: -A mediados de este mes seguía el problema de los 110 trabajadores de la empresa Presicontrol, de Ermua, y de su filial eibarresa Pumar, que con motivo del paro laboral fueron despedidos el día 2 de los corrientes. Los trabajadores presentaron el 11 un escrito solicitando su readmisión, manteniendo todos sus derechos. Pero este último punto no lo ha aceptado la empresa y continúan solicitando nuevo personal mediante anuncios públicos. Protestando contra esta disposición, un grupo de trabajadores, representando a la totalidad de sus compañeros, se han refugiado hoy por la tarde en la parroquia de San Andrés, de Eibar.


Obreros que no cobran

SEVILLA, 13 dic., Ibérica: -Los trabajadores de la empresa Laminadora del Sur, S.A., que se habían concentrado en la factoría de la calle Afán de Ribera en señal de protesta contra la dirección, abandonaron al atardecer la factoría al ser requeridos por la fuerza pública, que no llegó a intervenir. Los trabajadores, unos doscientos, vienen protestando porque llevan más de un mes sin percibir sus salarios, disculpándose la empresa con dificultades financieras. (El obrero, pues, no tiene participación en los beneficios, pero sí en lo que va mal).


Protocolo hispano-checoslovaco

MADRID, 14 dic., Ibérica: -Ha sido firmado el protocolo de 1972 para la ejecución del Acuerdo a largo plazo sobre las relaciones económicas entre España y Checoslovaquia. El pago en divisas convertibles entrará en vigor el próximo 1 de enero y tendrá una validez de cinco años prorrogables. El protocolo contiene tres listas de mercancías que las autoridades de ambos países consideran más susceptibles de ser objeto de comercio.


Los comunistas españoles

PARÍS, 27 dic., Ibérica: -El periódico Le Monde del- 23, publica una extensa información sobre unos comunicados separados, del partido comunista español y del partido comunista chino. En ambos comunicados se anuncia que se han establecido relaciones entre ambos. La declaración del partido comunista español fue publicada en el periódico Mundo Obrero, órgano del partido comunista, el 10 de este mes de diciembre. Publica una declaración sobre el viaje a China de una delegación del partido, que termina así: «Al restablecer nuestras relaciones con el partido comunista chino, el comité ejecutivo ha dado cumplimiento al mandato que había recibido del comité central, el que, con ocasión del pleno celebrado en septiembre de 1970, se pronunció en favor de tal establecimiento».

En una interviú, publicada en Mundo Obrero, sigue diciendo el periódico, Santiago Carrillo ha definido las bases del acuerdo entre las dos formaciones de esta manera:

«Entre nuestros dos partidos existen todavía diferencias... y también convergencias considerables». «Lo que hemos hecho -establecer las relaciones bilaterales con el partido chino- otros partidos ciertamente lo harán, más pronto o más tarde. Nuestro viaje muestra que es posible, sin renunciar a sus posiciones».

«Al establecer sus relaciones con la formación de Santiago Carrillo, el partido comunista chino le reconoce una autenticidad que la existencia de otro partido español, llamándose "maoísta", le había retirado hasta ahora. Esta formación "maoísta", el P.C.E. (M.L.), partido comunista español marxista-leninista, fue fundada en 1964, después de una escisión en el seno del partido oficial, al que le reprochaban su carácter burocrático, antidemocrático y pequeño burgués». «Se estima que esas divergencias han impedido la firma de una declaración común en Pekín».




«Una juventud triste»

MADRID, dic., Ibérica: -Así se titula un comentario publicado por el diario Ya, de esta capital, el 13 del corriente, y que no puede ser más elocuente. Damos estos párrafos:

«El dirigismo estatal ha impuesto durante muchos años un sistema de vida político apático y monocolor, de nula participación, de no fomentar el interés por la cosa pública, de no dejar abierta una espita, de no crear vías de escape para el desarrollo de las inquietudes políticas y sociales, tanto personales como de grupo». «Quizá una de las características sociológicas más notables de los actuales universitarios españoles -y en general de la juventud- sea su continua apariencia triste y la falta de alegría que suele reinar en las actividades universitarias. A veces, cuando se presencia cualquier acto público donde participan jóvenes, da la impresión de tener en frente al senado romano en tiempos de julio César».




El conflicto del la Chrysler

MADRID, dic., Ibérica: -Se ha reunido varias veces la comisión deliberadora del convenio colectivo de Chrysler España, S.A. (antigua Barreiros), de esta capital. En tales reuniones se ha tratado, preferentemente, la cuestión de los salarios. Los aumentos solicitados por los obreros llegaban a la cifra total de 250 millones de pesetas, de los cuales se rebajaron más tarde diez. Se sigue trabajando en este convenio estudiando varios aspectos más, tales como horarios, primas, etc.


Contra un homenaje a Franco

ASUNCIÓN, dic., Ibérica: -El Radical, semanario de la oposición que se publica en esta capital del Paraguay, ha recogido las manifestaciones hechas en el Senado por el senador Alejandrino Meza sobre un homenaje que algunos de sus colegas proyectaban al «tirano español», bautizando con su nombre una calle de esta capital.

«Nunca daré mi voto -dijo el senador Meza- con más convicción y firmeza que hoy al pronunciarme contra ese proyecto de ley sometido a la sanción de esta Cámara. Porque nunca, que yo sepa, se ha presentado en la Legislatura Nacional un proyecto más sorprendente». Añadió: «Hubiera yo querido eludir el desagrado de inmiscuirme en las intimidades del régimen político instaurada en España hace más de 30 años, aunque no sea más que por motivos de repugnancia cívica». «Hubiera querido yo ignorar a quien, tras una guerra civil de las más cruentas registradas en la Historia, que desatara contra un gobierno republicano legítimamente constituido, se empotró en el Poder, que ejerce con carácter omnímodo y vitalicio, después de haber permitido la invasión del suelo patrio por los camisas negras de Mussolini y la morisma bárbara. Hubiera querido olvidar la invasión del cielo patrio por la aviación de Hitler. Hubiera querido ignorar en esta oportunidad al mandatario que lleva más de seis lustros desconociendo la voluntad popular».


Secuestran ejemplares de un diario

PAMPLONA, 14 dic., Ibérica: -Ayer se personó la policía en los locales del diario El Pensamiento Navarro, de esta capital, procediendo al secuestro de ejemplares restantes del número del 4 de noviembre último. La orden de secuestro, que procede del juzgado de Orden Público de Madrid, ha tenido lugar unos cuarenta días después de la salida del número secuestrado, y se debe a un breve editorial conmemorando la festividad de San Carlos, onomástica de los reyes carlistas.


Opinión de López Rodó sobre la entrada en el M.C.

MADRID, dic., Ibérica: -A una pregunta formulada por un redactor del diario ABC el 18 del corriente al ministro Sr. López Rodó, éste contestó:

«No existe ningún obstáculo serio de orden político que impida la entrada de España en el Mercado Común. Podrá haber pretextos invocados por grupos sectarios de algunos países. Creo que nuestras Leyes Fundamentales resisten el cotejo con cualesquiera otras Constituciones de los países del propio Mercado Común».




Comunidad Europea

BRUSELAS, dic., Ibérica: -El Boletín mensual de este mes de diciembre de la Comunidad Europea, inserta artículos del mayor interés en relación con la entrada de Inglaterra; entre otros uno del Presidente Almalafatti y otro de Arnold J. Toynbee. Pero nos interesa hacer especial mención del firmado por Carmelo Cembrero, titulado «Asociación y adhesión a la Comunidad Europea», del que copiamos lo siguiente:

«Para ingresar en la Comunidad es indispensable que entre el país candidato y los países miembros exista una marcada analogía en las cuatro importantes materias siguientes:

a) grado de desarrollo económico

b) política económica

c) política exterior

d) principios, instituciones y regímenes políticos.

La integración comunitaria no puede menos de culminar en la unión política bajo forma de federación. Ya dijo el Presidente Hallstein que la unión de Europa es como un cohete teledirigido de tres pisos: unión aduanera (ya realizada), unión económica (ya iniciada) y unión política (cada día más urgente). Y una federación sólo puede funcionar basándose en regímenes prácticamente idénticos de los países que la componen.

Este último punto ha sido frecuente y claramente explicado por la Comisión en sus dictámenes al Consejo de Ministros, con motivo de la petición británica de ingreso. La Comisión Europea habla siempre de la necesidad de tener regímenes "comparables" todos los países miembros. Y en respuesta a numerosas preguntas de miembros del Parlamento Europeo, la Comisión ha insistido siempre en la necesidad de que los países aspirantes al ingreso cumplan como condición, previa incluso a la asociación, el requisito de tener instituciones democráticas análogas a los países miembros de la comunidad».




Protestas internacionales contra una muerte

BRUSELAS, dic., Ibérica: -La muerte del obrero Antonio Ruiz Villalba, acaecida el 1 del pasado noviembre, a consecuencia de un ataque que la policía hizo, a petición de la empresa, contra los trabajadores de la SEAT en Barcelona, una de las factorías más importantes de España que ocupa a unos 20 mil trabajadores, ha suscitado una ola de protesta en todo el mundo.

La Federación Internacional de Trabajadores de las Industrias Metalúrgicas envió inmediatamente una delegación a Barcelona para aportar su apoyo moral y material a los trabajadores de la SEAT. Telegramas de protesta se enviaron además al Gobierno español y a Giovanni Agnello, director de la FIAT en Turín, de cuya firma la SEAT es filial. Una protesta oficial contra el régimen de Franco fue enviada al director general de la Oficina Internacional del Trabajo por violación de los Convenios de la OIT sobre libertad sindical y pidiendo su intervención cerca del gobierno español para que cese de utilizar la violencia.

Protestas similares fueron hechas por los sindicatos italianos y por el Sindicato argentino de los trabajadores del automóvil SMATA, quienes enviaron, asimismo, ayuda material. La Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres protestó también cerca del gobierno español y comunicó a la OIT su apoyo total a la queja presentada por la FITIM.


Misión comercial española

MADRID, 14 dic., Ibérica: -Ha regresado a Madrid la misión comercial española, que a fines del pasado noviembre llegó a Hungría para mantener contactos con industriales de este país. La visita a Hungría, organizada por la Cámara de Comercio de Madrid, correspondiendo a la invitación de la de Budapest, ha sido satisfactoria. Se han tratado programas conjuntos hispano-húngaros de cooperación técnica y de penetración en terceros países.


Aumentos en el coste de vida

MADRID, dic., Ibérica: -La revista Acción Empresarial presenta un estudio que se refiere a los aumentos, que reputa fuertes, en el coste de vida durante el año 1971. Estipula dicha revista que el presupuesto mínimo y diario se calcula en 360 pesetas para un matrimonio con dos hijos en Madrid. Añade que los alimentos se llevan casi la mitad del presupuesto general de esta clase de familia.


Don Pablo de Azcárate

GINEBRA 17 dic., Ibérica: -El lunes 13 de este mes ha fallecido en esta capital D. Pablo de Azcárate a la edad de 81 años. Fue Secretario General de la Liga de Naciones hasta 1937, en que dejó este cargo para servir al Gobierno republicano español. Desde ese año hasta 1939 ocupó el cargo de embajador de España en Londres.

El periódico La Tribune de Genève dice lo siguiente sobre el Sr. Azcárate: «Hizo esfuerzos sobrehumanos pidiendo a las grandes potencias renunciasen a la política de NO intervención que asfixiaba a la República, o que, por lo menos, se respetase el acuerdo impidiendo que Hitler y Mussolini ayudasen abiertamente a la parte contraria».

El cargo de embajador en Londres lo ocupó hasta el final de la guerra civil en 1939, en que renunció cuando la llegada de Franco al poder.


Planes matrimoniales

PARÍS, 18 dic., Ibérica: -International Tribune de ayer, publicó un artículo de su corresponsal en Madrid, Miguel Acoca, refiriéndose al próximo matrimonio de la nieta mayor de Franco con Alfonso de Borbón Dampierre, primo de Juan Carlos y de mayor edad que éste. Extractamos:

A los partidarios de Juan Carlos les sorprendió la noticia cuando se empezó a hablar del proyecto en el otoño pasado. Según ellos esta boda no tiene otro objeto que el de minar el prestigio y la autoridad de Juan Carlos y aumentar el poder de la familia de Franco después de la muerte de éste, así como también el de contrarrestar el poder de Juan Carlos en el caso de que éste estuviera muy influenciado por su padre.

Se dice que el propio Juan Carlos se llevó un gran disgusto cuando por vez primera se enteró del proyecto matrimonial, pero qué no formuló protesta alguna. En cambio su esposa, la Princesa Sofía de Grecia, está furiosa porque entiende que ello va a contribuir a debilitar la posición de su marido.

La esposa de Franco, abuela de la futura esposa de Alfonso, dotará a su nieta con trece millones de dólares.


Triunfo de «Yerma» de García Lorca

NEW YORK, dic.: -El New York Times de hoy publica una extensa crónica de su corresponsal en Madrid, Richard Eder, con el título que precede, de la que damos los siguientes párrafos:

«Yerma es el triunfo y el escándalo de esta temporada teatral en Madrid. La representación ha sido prohibida tres veces: una por la huelga de teatros, otra por la hostilidad de los viejos críticos y otra por intervención de la policía en el momento de la llegada del público. Uno de los impedimentos para la representación de Yerma ha sido la personalidad de su intérprete, señora Nuria Espert, cuyas representaciones teatrales en Londres y París la han hecho reconocer como la trágica española de un poder mágico, en su sencillez y en su sinceridad dramática».

«Ocho días antes de la fecha fijada para la representación en Barcelona, la policía la prohibió. En Tarragona, donde ella y su marido tenían alquilado un teatro, la policía les impidió la llegada. Nuria Espert es considerada en Cataluña como una heroína. No hay explicación oficial para estas prohibiciones, pero privadamente se sabe que son razones políticas: La Sra. Espert ha sido la estrella de una película de Arrabal titulada Viva la muerte, dada a conocer en París el año pasado».

«Por último, en Madrid,: unos días antes de la representación de Yerma, la policía la prohibió hasta tres veces; pero en la última el escándalo que se produjo en la sala fue tan fenomenal, que cada persona más o menos relacionada con el teatro llamó, de un sitio y otro, a las autoridades y los actores se declararon en huelga. A pesar de tantos obstáculos Yerma se representó tres días después de lo anunciado. El triunfo de Nuria Espert ha sido rotundo».




Fallece D. José Rezola

PARÍS, 27 de dic., O.P.E: -El 26 de este mes falleció en San Juan de Luz don José Rezola Arratibel, vicepresidente del gobierno regional de Euzkadi. Tenía 71 años de edad.

En los primeros meses de la guerra perteneció a la Comisión de Guerra de Guipúzcoa, y en octubre de 1936 fue nombrado Secretario General de Defensa, a las órdenes del consejero de Defensa don José Antonio de Aguirre que ostentaba, además, la presidencia del gabinete.

Prisionero en España, tras numerosas peripecias cruzó clandestinamente la frontera el 8 de agosto de 1945; refugiándose en Bayona, donde se hizo cargo, con plenos poderes del presidente Aguirre, de Radio Euzkadi. Más tarde formó parte del gobierno como representante de la Democracia Cristiana. Rezola luchó mucho en pro de los presos, represaliados, perseguidos y exilados, tanto en Europa como en la América de habla española.


Declaraciones de Caetano sobre las bases

LISBOA, dic., Ibérica: -En una de sus «conversaciones en familia» por televisión, del primer ministro portugués Marcelo Caetano, el jefe del Gobierno ha manifestado, a su regreso de las Azores, que «el Gobierno portugués, al contrario de otros países que cedieron bases a los Estados Unidos, no exigió pago por este hecho». Se refería a las bases concedidas por Portugal a los Estados Unidos en las Azores. Añadió, refiriéndose al empleo de los 430 millones de dólares prometidos por los Estados Unidos en calidad de préstamo: «Esos préstamos serán usados cómo y cuando convengan». Insistió también en que «Portugal seguirá su política de usar lo menos posible los créditos extranjeros, aun a costa de limitar las posibles inversiones».


Piden que Portugal sea excluido de la C.E.

BRUSELAS, enero, Ibéricas: -Las tres federaciones sindicales holandesas han pedido al Parlamento de los Países Bajos que actúe de forma que un arreglo favorable de la política comercial de la Comunidad Europea con Portugal dependa de las concesiones, políticas que haga el régimen en su país y de un cambio de su actitud en África. Si el régimen portugués se negase a hacer esas concesiones, la Comunidad Europea no podría dejarle esperar ninguna política comercial favorable. Resumen así: «Mientras el régimen portugués pisotee los derechos humanos en su país y lleve a cabo una guerra colonial brutal en tres frentes en el extranjero, hay que suprimirle toda asociación con la C.E.»


Abogados interpelados por la policía

BARCELONA, 15 dic., Ibérica: -Tres abogados de esta ciudad, entre ellos una mujer, han sido interpelados durante dos días en los locales de la policía. Se trata de los defensores de ocho obreros de la fábrica de automóviles SEAT, detenidos por «actividades subversivas y desórdenes públicos».



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