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ArribaAbajoÉpocas de algunos acontecimientos importantes, según las apunta el autor de esta historia

En 1493, Américo Vespucio sale de Lisboa para las Indias, y Cristóbal Colón vuelve a España de sus descubrimientos.

En 1494 (7 de Junio), se celebra entre las coronas de España y Portugal el tratado de Tordesillas, para demarcar los límites de sus posesiones en América.

En 1503, el Rey don Manuel, de Portugal, hace el primer reparto de tierras en las costas del Brasil.

En 1506, don Martín Alfonso de Souza puebla San Vicente.

En 1512, Juan Díaz de Solís, piloto mayor del rey, sale de España para las Indias.

En 1519 (20 de setiembre), Hernando de Magallanes sale del puerto de San Lúcar.

En 1520 (31 de Marzo), Magallanes descubre el Río de la Plata, y el estrecho que lleva su nombre.

En 1526, cuatro portugueses, por orden de don Martín Alfonso de Souza, salen de San Vicente, para descubrir las tierras hacia el Paraná.

En 1530, Sebastián Gaboto, o más bien Caboto, sale de la bahía de Cádiz, para el Río de la Plata.

En 1532, Siripo, cacique de los Timbús, hace morir por celos a Sebastián Hurtado y a su mujer Lucía Miranda.

En 1533, Caboto vuelve a España.

En 1534, los españoles pelean por primera vez con los portugueses en el nuevo mundo, cerca de la villa de San Vicente.

En 1535 (14 de agosto), don Pedro de Mendoza sale del puerto de San Lúcar para el Río de la Plata.

En 1536, D. Pedro de Mendoza funda la ciudad de Buenos Aires.

En 1537 (12 de Febrero), don Juan de Oyolas llega a Nuestra Señora de Candelaria.

En 1537, don Francisco Ruiz, que había quedado de lugar teniente de don Pedro de Mendoza en Buenos Aires, se le reúne en Corpus.

En 1537, los compañeros de don Pedro de Mendoza, que le sobreviven, llegan a España.

En 1537 (12 de setiembre), Carlos V arregla el modo de reemplazar los gobernadores del Río de la Plata.

  —VIII→  

En 1538 (3 de Febrero), Simon Jacque y Diego de Abreu derrotan a los indios, cerca del fuerte del Corpus.

En 1538, Domingo Martínez de Irala derrota a los Payaguás, en una isla cerca del puerto de San Fernando.

En 1533, Domingo Martínez de Irala es elegido Capitán General en la Asumpción, en lugar de Juan de Oyolas.

En 1539, los pueblos de Ibitirucuy, Tebicuarí, y Mondás se levantan contra los españoles.

En 1540, Álvaro Núñez Cabeza de Vaca sale del puerto de San Lúcar.

En 1541, Cabeza de Vaca entra a la Asumpción.

En 1541 (24 de Julio), Alonso Riquelme de Guzmán obtiene una victoria sobre los indios de Taberé.

En 1541 (13 de Diciembre), Cabeza de Vaca sale de la Asumpción en busca de minerales.

En 1542, Cabeza de Vaca derrota a los Yapirús, y somete a los Mongolás.

En 1543 (15 de Agosto), Domingo Martínez de Irala es proclamado Capitán General en la Asumpción.

En 1543, Diego de Almagro es derrotado, y hecho prisionero en Chupas.

En 1544, Cabeza de Vaca sale procesado para España.

En 1545, Domingo de Irala se ocupa de aquietar los alborotos pasados.

En 1546, el mismo emprende, con cerca de 4000 hombres, una expedición al Perú.

En 1548, Alonso Riquelme de Guzmán sale de la Asumpción para ir a dar cuenta a España de la elección de Abreu.

En 1548, el Presidente de la Gasca derrota a Gonzalo Pizarro en la batalla de Xaqui-xaguana.

En 1549, la expedición de Irala al Perú regresa a la Asumpción.

En 1550, Juan Núñez de Prado, por orden del Presidente de la Gasca, emprende la conquista de Tucumán.

En 1550, Domingo de Irala hace otra expedición al Perú.

En 1552, la expedición del Adelantado Juan de Sanabria sale del puerto de San Lúcar.

En 1553, Hernando de Tejo funda el pueblo de San Francisco, en la costa del Brasil.

En 1554, el capitán García Rodríguez de Vergara sale de la Asumpción, para fundar la primera población al Este del Paraná.

En 1555, don Fray Pedro de la Torre, primer Obispo del Paraguay, llega a la Asumpción, la víspera de Ramos.

En 1556, el capitán Pedro de Segura sale de la Asumpción, para reemplazar en el mando de la villa de Ontiveros al capitán Vergara.

En 1557, el capitán Rui Díaz Melgarejo funda, en la Guayra, la Ciudad Real, tres leguas arriba de Ontiveros.

En 1557, Nuflo de Chaves sale para los Jarayes.

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En 1557 (1 de noviembre), los Guatos sorprenden, cerca de la laguna de Aracay, a la gente de Nuflo de Chaves, y la destrozan.

En 1557 (29 de Julio), la expedición de Nuflo de Chaves llega al puerto de los Perabazanes.

En 1557, Nuflo de Chaves sale del puerto de los Perabazanes, a fin de Agosto.

En 1558 (22 de julio), Francisco Ortiz de Vergara es elegido Gobernador, Capitán General y Justicia de la Asumpción.

En 1559, el Gobernador Vergara sale de la Asumpción, para escarmentar a los indios.

En 1560, (3 de Mayo), los indios presentan la batalla al Gobernador Vergara, y los españoles los derrotan.

En 1561, comienza la guerra en la Guayra, para someter a los indios.

En 1563, Alonso de Riquelme es nombrado Gobernador de la Guayra.

En 1564, sale de la Asumpción el Gobernador Francisco de Vergara, con un gran séquito de españoles y de indios, para la provincia de Santa Cruz de la Sierra.

En 1565, el Gobernador Francisco de Vergara, acompañado del Obispo la Torre, entra al Perú.

En 1566, Diego de Heredia y Versocana prende a Francisco de Aguirre, Gobernador de Tucumán, en los altos de Aguirre, cerca de Santiago.

En 1568 (12 de noviembre), Felipe de Cáceres obtiene una gran victoria sobre los indios Payaguás y Guarapayos.

En 1569, Felipe de Cáceres entra a la Asumpción, y toma posesión del mando.

En 1569, vuelve a alterarse la paz de que disfrutaba la Guayra.

En 1569, el capitán Alonso Riquelme, depuesto del gobierno de la Guayra por una insurrección, se pone en camino para volver a la Asumpción.

En 1570, Felipe de Cáceres sale de la Asumpción para ir a reconocer la boca del Río de la Plata.

En 1572, los partidarios del Obispo prenden en la iglesia al General Felipe de Cáceres, y lo echan en un calabozo.

En 1573, Juan de Garay sale de la ciudad de la Asumpción, para fundar una población en Sancti Spiritus, o donde más convenía.

En 1573, día de San Jerónimo, Juan de Garay funda la ciudad de Santa Fe; y en el mismo día se echan los cimientos de la de Córdoba.

En 1575 (22 de Octubre), el Gobernador Juan Ortiz de Zárate, revoca las mercedes dadas por el intruso Martín Suárez de Toledo.

En 1605, una expedición, salida de Buenos Aires, en busca de la Ciudad de los Césares, descubre la Bahía sin Fondo.



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ArribaAbajoTabla de los grados de latitud de varias ciudades y parajes, según se hallan determinados en el curso de la presente historia

Cabo San Vicente
Olinda, o Pernambuco
Santa Cruz de la Sierra 20º
Puerto de San Francisco 25º
Asumpción 26º
Esteco 26º 30'
Tucumán 28º
Corrientes 28º
Laguna de los Patos 28º 30'
Santiago del Estero 29º
Santa Fe 32º
Córdoba 32º
Cabo Santa María 35º
Buenos Aires 36º
Cabo Blanco (San Antonio) 37º 30'
Puerto de Santa Ursula 53º
Estrecho de Magallanes 55º 30'




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ArribaAbajoÍndice geográfico e histórico

Los artículos entre paréntesis [ ] son del editor.


ArribaAbajo- A -

Abaparí. Pueblo guaraní, en la margen del río Atibajiba-55. [Esta es una de las tantas voces que han desfigurado los españoles, por quererlas amoldar a la pronuncia de vocablos análogos, o más conocidos. La palabra Abaparí, en guaraní, quiere decir indio cojo21.]

Abejas. Abundan en Santa Cruz de la Sierra-13. [Herrera, en su historia de las indias, describe con bastante precisión las variedades de abejas que se crían en América; pero nada dice de las del Perú, cuyo clima es tan favorable a la reproducción y las labores de este industrioso insecto. Garcilaso habla de la abundancia de la miel en Chuquisaca, así, como nuestro autor pondera la mucha cera que se recogía en los montes de Santa Cruz de la Sierra. Azara ha observado siete especies de abejas en el Paraguay; una de las cuales es de un tamaño doble que las mayores de España.]

Abreu (Diego), de Sevilla; viene con don Pedro de Mendoza-31. Derrota a los indios cerca de Corpus-42. Se le cree autor de la sentencia contra la Maldonado-39. Vuelve a Buenos Aires, para hacer evacuar el Fuerte, y lleva la gente a la Asumpción-48. Trae socorros al convoy de Cabeza de Vaca-57. Es electo Gobernador en ausencia de Irala; se conspira contra su persona-76. Prende al jefe del complot, y lo condena a muerte-77. Informa a España de su nombramiento; se resiste a devolver el mando al Gobernador Irala; se retira a las tierras de los indios-78. No quiere volver a la ciudad-79. Es sorprendido y herido. Lo llevan muerto a la Asumpción-83.

Abreu (Gonzalo) de Sevilla. Es nombrado Gobernador de Córdoba-140.

Acay. Tierra de indios, en el Paraguay-64, 78. [Voz guaraní, cuyo sentido literal es cabeza del agua.]

Acay. Pueblo de la misma provincia-56.

Aceitunas. Se hallan en la isla de los Orejones-13. [Los olivares eran desconocidos en América, y los primeros que se introdujeron al Perú fueron traídos de Sevilla el año de 1560. Garcilaso, en el libro 9 de sus Comentarios Reales de los Incas, nos ha conservado hasta el nombre del que los introdujo. Tan vivo y general era el deseo de gustar de estas frutas, que para guardar tres plantas, las únicas que pudo salvar su dueño, le fue preciso organizar un ejército de negros y perros, que rondaban de día y de noche al rededor de su chacra. A pesar de estas precauciones, amanecieron un día solo dos olivares, y se supo después que el otro había sido enviado a Chile, de donde volvió al cabo de tres años, en fuerza de las muchas excomuniones que hizo conminar su dueño contra los ladrones.]

Adúlteros. Castigados por los caciques-14. [Las leyes, o más bien las costumbres de los aborígenes del Nuevo Mundo, trataban con la mayor severidad a los adúlteros. Mutilados en algunas provincias de Méjico; apedreados y ahorcados en otras: condenados a la muerte en el Perú, eran entregados al ofendido en Yucatán, donde los maridos tenían el mismo poder que les confería una antigua ley de Partida en España. Pero nadie sobrepujó en rigor, o más bien en crueldad, a los habitantes de Guaxtotitlan,   —II→   en el valle de Oaxaca. Allí, el esposo agraviado, luego que adquiría pruebas de la infidelidad de su mujer, convidaba a sus parientes, y les daba a comer a la adúltera.]

Agaces. Atacan a Gaboto con más de 300 canoas; dominan todo el río Paraguay; sostienen un combate muy reñido contra los españoles-20, 37, 95. Matan a los indios que sirven a los españoles. Son presos y muertos-111. [Los Agaces eran una de las tribus más belicosas del Paraguay, y cuya lucha fue más encarnizada contra los Españoles. Su nombre no se halla en ningún mapa, porque se les ha confundido siempre con los Payaguás de quienes eran una ramificación. Formaban ambos una misma familia; pero su situación geográfica era distinta, siendo más meridional el territorio de los Agaces, y por consiguiente más en contacto con el de los españoles establecidos en la Asumpción. Asegura Azara que aún no se ha borrado en el Paraguay la línea imperceptible de demarcación entre ambas tribus, y que a los Agaces se les designa más particularmente con el nombre de Tacunbú, o de Siacuás. Hablan el guaraní, y es tan gutural su pronunciación, que no es menos difícil entender su jerga que escribirla. Generalmente hablando, los alfabetos modernos, sobre todos los de los pueblos meridionales de Europa, son insuficientes para expresar adecuadamente las inflexiones guturales y nasales de los idiomas indios. El único que podría marcarlas es el ruso, que no tiene menos de 36 signos. Los misioneros españoles e italianos, que emprendieron grandes trabajos sobre las lenguas primitivas de América, se vieron obligados a multiplicar los acentos, y a inventar nuevos tildes para señalar el distinto modo de pronunciar las vocales; y si algo han conseguido por estos arbitrios, no es ciertamente facilitar el estudio de estos idiomas.]

Aguapey. Río que sale al Paraná-115, 117. [Hay dos ríos de este nombre. El que indica el autor, es el menor de ellos, y uno de los tributarios del Paraná. El otro mucho más caudaloso, desagua en el Uruguay, cerca de la Cruz, en la margen derecha de este río. Aguapey quiere decir agua con ovas: es decir, río cuyas márgenes están cubiertas de plantas acuáticas. Azara no hace ninguna mención de este río, sin embargo de ser uno de los grandes confluentes del Uruguay.]

Aguarás. Pueblo de indios no lejos del de Roque-94. [Tribu poco conocida, y que ya no existe. Esta voz guaraní quiere decir zorros: tal vez, porque en el territorio ocupado por ellos en las márgenes del Uruguay, cerca de la confluencia del río Curitubá o Iguazú, abundaba de22 esta clase de animales.]

Aguilar (Nuflo). Enviado del gobernador de Córdoba para intimar a Juan de Garay que le ceda la jurisdicción de Santa Fe-139.

Aguirre (Francisco). Antiguo conquistador del Perú; encomendero de Coquimbo; es nombrado gobernador del Tucumán, por el gobierno de Chile; manda a su antecesor procesado a Chile; traslada la ciudad del Barco al río del Estero; y funda la ciudad de Santiago; divide su jurisdicción y empadrona a los indios-82. Gobierna el Tucumán, por orden del virrey del Perú; manda fundar la ciudad de San Miguel, en 1564-120. Es atacado por su gente, y llevado preso a la ciudad de la Plata-121. Vuelve a su puesto por disposición de la Audiencia: es preso por orden de la Inquisición, y enviado a Lima-122.

Albuquerque (Alfonso). Recibe en propiedad las tierras del Cabo de San Agustín; puebla la ciudad de Olinda-2. [El que fundó la ciudad de Olinda, no fue Albuquerque, sino Eduardo, o como dicen los portugueses, Duarthe Coelho Pereyra. Otra equivocación del autor es atribuir al rey don Manuel un acto que pertenece a la administración de su sucesor. El primero, a quien se concedieron tierras en el Brasil, fue Martín Alfonso de Souza; o Sosa, y sus títulos de donación los recibió de Juan III en 1531. Es, pues, evidente que los de Coelho, que son del año de 1534, no pueden haber sido dados por el rey don Manuel, que murió en 152123. A más de que, Alfonso de Albuquerque, nombre ilustre en la historia portuguesa, nunca vino a América, y el teatro glorioso de sus hazañas no fueron las Indias Occidentales, sino las Orientales. Tal vez nuestro autor haya confundido con el Marte lusitano al hijo de Coelho, que habiendo agregado, según la costumbre de aquella nación, el apellido de la madre al de su familia, se hizo llamar Duarthe   —III→   Coelho de Albuquerque. Pero este heredó de su padre, en 1554, época muy distante del reinado del rey don Manuel.]

Alejandro VI (Papa). Hace una nueva demarcación de límites entre las posesiones de Portugal y de Castilla en América-1. [Si se necesitasen argumentos para probarla imperfección de los conocimientos geográficos en la época en que te extendieron más los límites del mundo conocido, se hallarían en el texto literal de la bula de Alejandro VI. Se quiso establecer una línea divisoria entre los dominios ultramarinos de las coronas de Castilla y de Portugal, y por haber colocado vagamente en las islas de Cabo Verde el punto de arranque de esta línea imaginaria, no fue posible trazarla: y a pesar de una nueva bula, y de las estipulaciones de Tordesillas, de Lisboa, de Bajadoz y Yelves, las dos coronas continuaron disputando sobre límites, hasta la última época de su dominación en el Nuevo Mundo.]

Algodón. Se halla en Río Grande-5. Abunda en Santa Cruz de la Sierra-13. Producción del Guayra-102. [No sólo el algodón se cultivaba en América, sino que era casi general el arte de trabajarlo. En el Perú, en Quito, en Méjico, se hacían tejidos de varias clases, y Colón en su cuarto y último viaje se apoderó de una canoa de indios, que salía de la costa de Yucatán, y en la que encontró mantas y camisetas de algodón, todas pintadas y de un trabajo exquisito. En Méjico el algodón tenía otro uso, que comprueba su importancia, y era ayudar a pagar los tributos.]

Almagro (Diego). Derrotado y hecho prisionero en Chupas-69. [Hijo del conquistador del Perú y de Chile. Vengó la muerte de su padre, inmolando a Pizarro; pero tuvo igual suerte, cuando derrotado y hecho prisionero por Vaca de Castro, fue entregado al mismo verdugo que había ejecutado al autor de sus días. Padre e hijo llevaban el mismo nombre; y para no confundirlos se agrega a este último el dictado de El mozo.]

Almendras. Se hallan en la isla de los Orejones-13. [Al modo como los historiadores de América han hablado de esta fruta, no parece que haya sido de la misma especie que la del viejo mundo. En Europa los almendros no son acopados como el pino, ni crían sus frutas en erizos, como se dijo de las almendras de Chachapoyas. Para justificar estas dudas, trascribiremos las oportunas reflexiones de un escritor, que inspira confianza en lo que dice, por haber sido contemporáneo de la conquista. «Muchas otras frutas se crían de suyo en los Antis, dice Garcilaso, como son las que los españoles llaman almendras y nueces, por alguna semejanza que tengan a las de acá (Europa), en que quiera que sea. Que esta rotura tuvieron los primeros españoles que pasaron a Indias; que con poca semejanza, y ninguna propiedad, llamaron a las frutas de allí (América) con los nombres de las de acá; que cotejadas las unas con las otras, son muy diferentes que es muy mucho más en lo que difieren, que no en lo que se asemejan: y aun algunas son contrarias, no solo en el gusto, sino también en los efectos: y así son estas nueces y almendras24.]

Altamirano (Gonzalo). Quiere defender al Gobernador Cáceres, y lo matan-134.

Alvarado (Francisco). Proveedor de la armada de don Pedro de Mendoza-30. Acompaña a Oyolas a Corpus-35. Va a España a informar al Rey sobre el estado del país-41.

Álvarez Ramón (Juan). Oficial de la armada de Gaboto, naufraga en el Uruguay, y muere en manos de los Charrúas-19.

Amazonas. Río más grande que el Marañón-15. [Esta comparación es errónea; porque Amazonas y Marañón designan un sólo y mismo río. Tiene también otro nombre, que es el de su descubridor Orellana; pero poco usado en el día. Este inmenso río nace cerca de los 11º de latitud, y después de haber atravesado en todo su ancho el continente americano, por este lado de los Andes, versa el crecido tributo de sus aguas en el seno del Océano, debajo de la línea. De estos tres nombres, el más antiguo es el de Marañón, aunque se ignore el que le daban los naturales antes de la llegada de los Españoles. El nombre de Amazonas le fue impuesto por Francisco de Orellana, por haber creído que, entre los naturales que salieron a estorbarle el paso, se hallaba una nación de mujeres, armadas de arco y de flechas, y peleando como varones. Sin embargo, puede excusarse el error   —IV→   en que ha incurrido nuestro autor, por haber prevalecido la especie, hasta fines del siglo XVII, que el Marañón y las Amazonas eran dos ríos.]

Amazonas. Nombre de un pueblo que los indios decían estaba gobernado por mujeres-73. [Entre las cosas extraordinarias, que pretendieron los españoles haber visto en el Nuevo Mundo, debe citarse a ese pueblo de guerreras en las orillas del Marañón, y cuya aparición le mereció el nombre de Río de las Amazonas. Muchos escritores han tachado de mentiroso al autor de esta especie. Seremos más generosos con él, declarándole iluso, y procurando indagar el origen de su engaño.

Uno de los rasgos más característicos de casi todas las naciones indígenas de esta parte del globo, es la falta de pelo en la barba; y en algunas tribus son tan idénticas las formas exteriores y visibles de ambos sexos, que a primera vista no es tan fácil reconocerlos y clasificarlos. Si a estas disposiciones naturales se agrega cierta conformidad en el traje, a más bien su ausencia, se entenderá de qué modo ha podido equivocarse un jefe, que tuvo noticias de un pueblo de mujeres en el territorio que invadía, y que debía haber oído hablar mucho antes de la existencia de tan singular asociación. Cuando el capitán Gonzalo de Sandoval volvió de su expedición al sud de Méjico, dijo a Cortés que los habitantes de Colima le habían informado de que, «a diez soles de aquel paraje, había una rica isla de Amazonas»25. Estas pocas palabras descubren el fundamento de un error, al que dio más peso la imaginación de Orellana, por haber hablado de las Amazonas como testigo ocular. Cuando se lee la historia de los viajes y descubrimientos que iniciaron los Europeos al salir de la XV centuria, no debe olvidarse que era la época de las ideas romanescas, que aun no habían sido ridiculizadas por el genio inimitable de Cervantes. La poca o ninguna ilustración de los que se arrojaban a la conquista del Nuevo Mundo; cierta disposición casi general, en los hombres de aquel tiempo, a las novedades y las aventuras; y el influjo poderoso, aunque indirecto, de los estudios clásicos, de que se ocupaba con fervor la parte ilustrada de la sociedad europea, predisponían esas inteligencias subalternas a lo extraordinario y lo maravilloso. Ninguno de ellos arribaba a las playas del Nuevo Mundo con el sosiego necesario para observar los objetos que le rodeaban. Alterándolos más o menos, según el grado de exaltación en que se hallaban, vieron muebles de oro, templos de plata, gigantes, pigmeos, monstruos de toda clase; y hasta hicieron revivir en las márgenes del Marañón el imperio fabuloso de las Amazonas del Termodonte.

Todos los matices que la imaginación de los griegos inventó para representar a esa antigua tribu de heroínas, los empleó Orellana para pintar a las que engendró su fantasía destemplada. Estas también gobernaban sus estados, y los defendían con sus brazos, sin auxilio de los hombres con quienes vivían en estado de aislamiento. Y para que nada se echase menos en la copia, se les representó con la mitad de su seno quemado, para dejarlas más expeditas en el manejo del arco.]

Ámbar. Lo arroja el mar a la costa de San Vicente; lo comen las aves y otros animales-6. [Esta substancia ha sido por mucho tiempo un objeto de controversia entre los naturalistas; y no ha mucho que se han recogido datos suficientes para clasificarla. Ya no puede dudarse de que es una especie de bezoar, que se forma en el vientre de los grandes cetáceos, y que por su poca gravedad específica, asoma a la superficie, luego que lo despiden, hasta que las olas lo arrojen a la costa. Si debe prestarse crédito a lo que dice Molina en su historia natural de Chile, los indígenas de aquel país conocían el verdadero origen del ámbar mucho antes que se empezase a reunir datos en Europa para averiguarlo. En el idioma de los Araucanos, a esta substancia se le daba el nombre de mayene, que significa excremento de ballena.]

Angostura. Paso del río Paraguay, a 40 leguas de su confluencia con el Paraná-20, 37.

Antas. Abundan en San Vicente-6. En el Paraguay-91. En el Brasil-3. Son del tamaño de una vaca-91. [Tan vagas y diferentes son las descripciones que tenemos de este animal, que sin negar su   —V→   su existencia es permitido dudar de su identidad. El Anta, más conocido en el país por la Gran Bestia, es un cuadrúpedo del tamaño de una yegua; tosco y anómalo en su estructura, y presentando, en la variedad de sus miembros, caracteres tan equívocos, que obliga al naturalista a crear una nueva especie para clasificarlo. Los rasgos más distintivos de este animal son: la desigualdad de sus uñas, que no tienen el mismo número de hendiduras en las manos que en los pies; y un apéndice móvil en la extremidad del hocico, que se desplega y arruga como la trompa de un elefante. Este apéndice, de que están provistas otras especies de cuadrúpedos, han hecho confundir al Anta del Brasil y del Paraguay, con el Maipurí de Cayena, que se parece más a un cerdo.]

Antropófagos. Lo eran los Chiriguanos-18. Y los Tupís-84. [Si hay un país donde no es permitido dudar de la antropofagia, es precisamente el Río de la Plata. Su primer descubridor, el desgraciado Juan Díaz de Solís, fue devorado por los Charrúas, a la vista de sus compañeros, y de un hermano. Este hecho es incuestionable. El argumento que le opone Azara es tan débil, que apenas merece ser contestado. «Ninguna de estas naciones, (los indios del Paraguay) come carne humana, ni se acuerda de haberla comido»26. En igual caso se hallan todos los pueblos que han sido antropófagos, y que han dejado de serlo. Preguntad a los descendientes de los Cafros, de los Hotentotos, de los Caribes, si se acuerdan cuando sus padres devoraban a los prisioneros; y todos a una os contestarán negativamente. Sin embargo sobran pruebas de la antropofagia de estas naciones. Voltaire conoció y trató personalmente a una familia de salvajes de Misisipí, que en 1725 fueron presentados a la Corte de Francia en Fontainebleu. Había entre ellos una mujer, a quien el joven filósofo preguntó, si le había ocurrido alguna vez de comer hombres. La dama, como la llama Voltaire, contestó que ¡sí! Y como se apercibió del horror que produjo en los circunstantes esta confesión, agregó, que más valía comer ti sus enemigos, que dejar sus cadáveres a merced de las bestias feroces». Las más veces la antropofagia es el efecto de la venganza; y siendo esta pasión mucho más fuerte en el hombre de la naturaleza, que en el civilizado, ¿qué extraño es que se coman entre sí los salvajes, cuando se ha visto al populacho de París devorar los miembros palpitantes del Mariscal de Ancre, y al de la Haya partirse el corazón del Gran Pensionario de Witt?]

Aracay. Laguna poblada de indios canoeros, llamados Guatos-102. [Aracai, quiere decir agua que se acumula con el día, con las lluvias del tiempo.]

Arachanes. Nombre de los guaranís en el Río Grande; gente dispuesta y corpulenta; con el cabello revuelto y encrespado por arriba; están en continua guerra con los Charrúas y los Guayanás-5. [Esta nación ya no existe. Su nombre expresa el lugar que ocupaban con respecto a los demás guaranís. Ara es día, y chane, el que ve. Así, pues, Arachanes, es un pueblo que ve asomar el día, es decir un pueblo oriental.]

Araguay. Río, a cuatro leguas de la Asumpción, llamado Itica por los Chiriguanos, y Pilcomayo por los indios del Perú; nace en los Charcas-11, 16, 17. [El Pilcomayo, antes de desembocar en el Paraguay, se divide en dos brazos: el inferior conserva el nombre primitivo de Pilcomayo; y el otro, que es el que más se acerca a la ciudad de la Asumpción, toma el de Araquaaî, que en el idioma guaraní quiere decir río del entendimiento; porque se necesita reflexión, esto es, hacer uso del entendimiento, para navegarle, sin perderse en las infinitas vueltas que da, y en las dilatadas lagunas que forma en sus márgenes.]

Arana (Diego). Prende al gobernador de Tucumán por orden de la Inquisición, y lo envía a Lima-122.

Arapia. Río del Brasil, cuyas barras caen en la Cananea-5. [Este río, que los portugueses nombran Ararapira, baña la provincia de San Pablo, y desemboca en el Océano, siete leguas más al norte de la bahía de Paranaguá, o Parnaguá, como se llama entre nosotros. Es inexacto lo que dice el autor de sus barras, porque entre la boca de este río y la barra de la Cananea median cuando menos doce leguas. Arapia se compone de dos palabras; Ara, día, o luz del día, y pia, corazón o interior de alguna cosa.   —VI→   Así, tratándose de río, Arapia quiere decir agua, cuyo corazón o fondo es claro y cristalino como el día.]

Arrecifes de don Pedro. Bajíos al sur de la Laguna de los Patos-32.

Arroz silvestre. Abunda en Santa Cruz de la Sierra-13. [En América no se conocía el arroz que se cultivaba en Europa, de donde se trajo por primera vez. El que el autor llama arroz silvestre es otra especie de planta, que los antiguos peruanos designaban con el nombre de quinua, y del que sacaban un brebaje, que reemplazaba el del maíz, donde no lo había. Garcilaso habla de esta planta en sus Comentarios Reales, Lib. VIII, Cap. 9.]

Asumpción. Capital del Paraguay-12. La ciudad más antigua, y cabeza del gobierno del Río de la Plata-11. Está sobre el río Paraguay; a los 26º; sujeta a calenturas y mal de ojos, en algunos meses del año-12. Descripción de esta ciudad-91. Asiento de la Iglesia. Paraje en que se fundó un oratorio para doctrinar a los indios-94. Atacama. Provincia del Perú; tierra de los Olipes-29. [Vasta porción del Perú, sobre la costa del Pacífico, cubierto en gran parte de arenales y desiertos. Su mayor riqueza consiste en un banco inmenso de hierro, cuya existencia ignoraron sus antiguos habitantes, y que hasta pocos años ha quedado oculto a los nuevos. Se ponderaban mucho las minas de oro y plata de esta provincia, y nadie se ocupaba de lo que con el tiempo le será mucho más provechoso.]

Atahualpa. Último Inca del Perú; hecho prisionero por Pizarro en los tambos de Cajamarca-29.

Atibajiba. Río que sale de una cordillera, poco distante de San Pablo; rodea el cerro de Nuestra Señora de Monserrate-8. Sus orillas están pobladas de indios guaranís-55, 94. Corre cerca del Iguazú-94. Entra en el Paranapané; es muy caudaloso; con muchos arrecifes y saltos, y poblado de multitud de indios-100. [Tibaxiva, o Tibagy, como lo llaman los portugueses, es un confluente del Paraná-pané. Nace al oeste de la Cananea, y se dirige al noroeste, atravesando los campos de Guarapuaba, donde se hace caudaloso con el tributo de otros muchos ríos que se le juntan. El mayor de ellos es el Cairussú, que pasa por la Sierra Dorada. El Padre Lozano, en su Historia de la Compañía de Jesús del Paraguay, tom. II, pág. 454, nombra varios pueblos de indios, que cubrían las orillas de este río. En el idioma guaraní, Atí es amontonar, hinchar; ba expresa el hábito de hacer alguna cosa; , chocar, y ba, lo mismo que antes. Así, pues, Atibahibá quiere decir, río, cuyas aguas se hinchan, y se entrechocan: esto es un hervidero de aguas.]

Avestruces. Abundan en la Banda Oriental-6. En los campos de Buenos Aires-9. En el Paraguay-92. [Animal indígena de la parte meridional de América, y de una especie distinta de la africana. Los indios del Perú los llamaban suri, y algunos de ellos se vestían con sus plumas. Esta costumbre era general en los pueblos de Santa Cruz de la Sierra27.]

Ayembí. Río que nace cerca del Cabo Frío; pasa por la villa de San Pablo; desagua en Atibajiba-8. [Nombre antiguo del río Tieté, y que recibía de una tribu que ya no existe. Nace a veinte leguas de la ciudad de San Pablo, de la que pasa bastante retirado; y poco más abajo recibe el río de Pinheiro por la margen izquierda. Trece leguas más adelante se le une por el lado opuesto el río Jundiahy, que pasa por la villa de este nombre. Desde este punto el río toma un incremento considerable, y que van aumentando sucesivamente el Capibary, el Sorocala; el Pirasicaba el río Lançoes, y por fin el Jacaré Pipirá. El curso del Tieté es tortuosísimo, y su albeo embarazado por un gran número de islas y saltos. A pesar de estos obstáculos, es muy frecuentado por los habitantes de San Pablo, que poseen grandes establecimientos rurales en los campos adyacentes, sobre todo, en la sierra de Araquara. El foco principal de esta navegación interior es Puerto Feliz, situado en la margen izquierda del mismo río Tieté. Aunque este nombre ha reemplazado el antiguo, rectificaremos la ortografía de este último, que en algunos mapas suele colocarse al lado del otro. No es Ayemby, como lo escribe nuestro autor, ni Nembis o Anambi, como lo llaman otros, sino Añembí, cuya significación es la siguiente. A designa el que habla, y ñembí es abajo. Así   —VII→   pues, Añembí, quiere decir, estoy más abajo; que corresponde exactamente a lo que es este río, cuyos multiplicados saltos lo precipitan cada vez más abajo, en su curso.]

Ayenay. Río-17. [Dudamos de la existencia de este río, que no hemos visto en ningún mapa del Brasil: y opinamos que en vez de Ayenay deba leerse Ayembí. Tan pequeña es la diferencia entre estos nombres, que por poco que se enrede la letra, puede inducir en error a un copista. Para nosotros la equivocación es evidente: porque, según el texto, el capitán Sedeño sale de San Vicente con soldados, canoas e indios; llega al Paraná bajando por el río Ayenay. Pues bien; ningún río de este nombre conduce al Paraná; y por otra parte, el único navegable, que se presenta al salir de San Vicente, es el Tieté, o el Añemby, como se llamaba entonces.]

Azúcar. La gente de la expedición de Magallanes se alimenta de las cañas de azúcar que encuentra en el Brasil-3. Producción del Guayra-102. [Se cree con bastante fundamento, que la caña de azúcar y el arte de extraerlo eran conocidos en China, desde una época inmemorial. De allí pasó a Arabia a fin del siglo XIII, y se propaga en Siria, Cipro, y Sicilia. Poco después se introdujeron a Madera y a las Canarias, de donde por último fueron llevadas A Santo Domingo, poco después de su descubrimiento. Esta genealogía ha hecho considerar a la caña de azúcar como planta exótica en América; mientras la opinión más general es que ha podido ser importada en algunas de sus partes, sin embargo de preexistir en otras. La extensión que ha adquirido en nuestros días el comercio de este ramo de industria del Nuevo Mundo hace que le sea más útil que las minas, que inflamaron exclusivamente la codicia de sus primeros invasores. Compárese la suerte de Cuba con la de Méjico, y el estado presente de algunas ciudades del Brasil, con la de Potosí, y de otros asientos de minas en el Perú y en la Nueva España, y se verá cuan ilusoria es la prosperidad con que brinda la explotación de estos ricos veneros28 de metales preciosos en la situación presente de América.]




ArribaAbajo- B -

Bacallaos. Islas del Banco de Terranova, descubiertas por Gaboto-18. [Mientras que los argonautas de la península ibérica exploraban la parte central y meridional del Nuevo Mundo, otra expedición, puesta por Enrique VII al cuidado del hijo de un mercader veneciano establecido en Bristol, salía de los puertos de Inglaterra con dirección al norte de Europa, y con el objeto de abrir paso a la India por aquellos mares. Después de navegar algún tiempo sin ver tierra, descubría al fin, el 24 de junio de 1497, el gran banco de Terranova; al que llamaron Tierra de los Bacallaos, por la abundancia, de un pescado de este nombre en sus cercanías. El autor de esta navegación se llamaba Sebastián Gaboto, que pasa después; al servicio de España para continuar los descubrimientos del desgraciado Juan Díaz de Solís en el Río de la Plata. Un recopilador inglés ha pretendido, que Gaboto se elevó en su primer viaje hasta los 67º 30' de latitud boreal: hecho, no sólo poco probable por la época a que se refiere, sino que está desmentido por un historiador contemporáneo. Pedro Mártir de Anglaría, en sus Décadas Oceánicas, dice positivamente, que Sebastián Gaboto halló a los 55º, bancos de hielo que le impidieron penetrar más adelante. Este viaje de Gaboto, además de los descubrimientos que se hicieron29, tiene el mérito de ser el más antiguo en la serie de los que se han emprendido para abrir una comunicación al norte entre Europa, y Asia. Los primeros navegantes fueron animados del mismo deseo: el de abreviarla ruta de Europa al Cathai. Esta idea acompañó a Colón en su primer viaje; y tal era su preocupación, que se creyó en Cipango cuando abordó a la isla de Cuba, figurándose de estar muy cerca del Gran Can y del Cathai.]

Bahía sin Fondo-4. [Nombre que dan algunos pilotos a la Bahía de San Mateo, en la costa patagónica; cerca de la península de San José.]

Baradero-133. [Pequeña y antigua población en la provincia de Buenos Aires. Sus primeros habitantes fueron los Mbeguás, que eran una tribu de los Guaraní.]

Barco de Abila. En la provincia de Salamanca;   —VIII→   patria del Presidente de la Gasca-80.

Barro. Lo comían los indios de Santa Fe, cociéndolo en un rescoldo, y empapándolo en aceite de pescado-10. [La geofagia es más común de lo que se supone. Humboldt la halló establecida en las orillas del Orinoco y del Magdalena, cerca de Popayán y en las alturas de Quito. Un viajero francés (Labillardiere) observó la misma costumbre en los habitantes de Java, y otro inglés (Goldberry) no se negó a comer tierra con los de la Nueva Caledonia. Los cazadores rusos en Siberia, y los mineros alemanes en Sajonia, suelen también tomar tierra, sin que les produzca la menor incomodidad. Los poyas de los Otomakes no se difieren, por la forma, de las bolas de que habla nuestro autor; pero más delicados que los habitantes del Orinoco, los Gualachos no se contentaban con tragar barro natural, sino que lo sazonaban con aceite de pescado; lo que, sobre ser más agradable, no les hacía sentir la necesidad de purgarse con la grasa derretida de los cocodrilos, que según el Padre Gumilla, era el remedio que empleaban los Otomakes para deshacer sus obstrucciones gástricas.]

Bayás. Indios del Perú, los descubre Martínez de Irala-34. [Tribu numerosa, descendientes de los Guaicurús, y cuyo verdadero nombre es Mbayás. A la llegada de los españoles, habitaban el Chaco, de donde se lanzaron al norte y al este del Paraguay, extendiendo sus conquistas, o devastaciones, desde la provincia de Itatin hasta las fronteras del Brasil por el lado de Cuyabá; segundados por los Chanas, que no los acompañaban como aliados, sino como esclavos. Mbayás, en el idioma guaraní, quiere decir cañizo; tal vez porque esta tribu vivía originariamente en algún paraje lleno de cañaverales.

Los españoles nunca consiguieron sujetarlos; a pesar de la activa cooperación de los misioneros, que fundaron a orilla del río Ypané-guasú la reducción de Nuestra Señora de Belén, con el único objeto de catequizarlos.

Las ideas religiosas de esta tribu estaban de acuerdo con sus acciones. «Tupa, decían ellos, hizo a un Mbayá y a su mujer, cuando ya había acabado de crear a las demás naciones. Nada le quedaba que dar, porque todo lo había repartido entre sus primeras criaturas. Movido por los ruegos del Mbayá, que le pedía un rincón de tierra para él y sus descendientes, le hizo decir por el Caracará30 (y el embajador era bien escogido), que podía invadir sus vecinos, ocupar sus terrenos, y hasta apropiarse sus familias».]

Benson (Martín). Mata a un cacique y pone en derrota a su gente-58.

Bermejo. Río que nace en los Chichas del Perú: es formado por los ríos de Tarija, Toropalca, San Juan, Humaguaca y Jujuy-11. [Río caudaloso del Chaco, y destinado por la naturaleza a ser una de las aortas principales de la navegación interior de esta parte del globo. El que primero lo miró bajo este aspecto, fue el coronel don Francisco Arias: los que lo precedieron en este camino, cuando no se ocuparon de la conversión o escarmiento de los indios, se limitaron a buscar comunicaciones terrestres, según lo acreditan los derroteros que se han publicado. Arias, Cornejo y Soria son los únicos que han intentado demostrar la posibilidad de la navegación de este río, y las noticias que nos han trasmitido, si no llevan el sello de la perfección, son bastantes a llenar el objeto de sus investigaciones.

La realización de este plan depende de la importancia que le den los que deben patrocinarlo. Cuando el iris de la paz vuelva a desplegar sus colores sobre estas inmensas regiones, no dudamos que la navegación del Bermejo llamará con preferencia la atención de los gobiernos, celosos de la prosperidad pública. Entonces se estrecharán de un modo natural e indisoluble los lazos de amistad entre la República de Bolivia y las provincias de la Confederación Argentina, igualmente interesadas en el buen éxito de esta empresa.]

Bocinas. Las tocan los indios en la pelea-114. [Clavijero, que nada ha omitido para dar una idea ventajosa de la cultura de los antiguos mejicanos, confiesa que la música fue el arte en que menos sobresalieron. No así Garcilaso, el cual pretende que en algunos distritos del Perú se conocía el uso de un instrumento parecido a una fístula, que los indios tocaban al modo de los paisanos   —IX→   rusos, sin echar glosa, con puntos diminutos, como se expresa Garcilaso, sino cada uno con la misma nota; a la que otros respondían en consonancia con la suya. Este era el estado de la música en las dos naciones más civilizadas de América; y que puede dar una idea de lo que debía ser en las que no lo eran. Buffon observa, que los cuadrúpedos que se hallaron en América, con muy pocas excepciones, carecían de cuernos. Si esta observación es exacta, como parece que lo es, las bocinas de que habla el autor debían ser de huesos de animales, o más bien de cañas.]

Bola: con la que los Querandís matan a don Diego de Mendoza-34. [Arma peculiar de los habitantes de estas provincias, y adoptada después por los criollos. Consiste en tres bolas de fierro, piedra o plomo, aseguradas a otras tantas sogas de cuero trenzado, de cerca de tres pies de largo, y juntas por el otro lado. Este arreo es inseparable de los que viven en el campo; que lo traen pendiente de su cintura a modo de una banda. De ella se valen, no sólo para cazar, sino para agarrar a sus caballos, cuando disparan. En ambos casos mueven las bolas horizontalmente, por en cima de su cabeza, y luego que le han dado la necesaria velocidad, las arrojan con fuerza a distancia de cuarenta, sesenta, y hasta ochenta varas, para que se enreden en las piernas del animal. En el manejo de esta arma, los campesinos, o gauchos, como se les llama en el país, son de una destreza asombrosa, y es casi imposible que competa con ellos un extranjero. Las bolas son a la vez una arma, un medio de salvación y de subsistencia. Sin ellas un hombre aislado en los inmensos campos que se extienden desde los Andes hasta el Océano, no sería dueño de sus caballos, ni podría recoger su hacienda, ni suplir las más veces a sus más urgentes necesidades. Es preciso no confundir, como lo han hecho algunos viajeros, las bolas con el lazo. Este último es un auxiliar del primero, y sirve sobre todo para entresacar a un animal del medio de su rodeo. Consiste, según lo indica su nombre, en una soga de correjuelas trenzadas; con una argolla de fierro en un extremo, por la que corre el lazo cuando es arrojado. Tiene desde 16 hasta 25 varas de largo, según el uso a que se le destina, a pie o a caballo. En este último caso está atado a la cincha, y se le da vuelta, como las bolas, por encima de la cabeza. Se necesita mucho acierto, brazo vigoroso, y una completa posesión del caballo, para usar del lazo, talento que es también exclusivo de nuestros campesinos. Los que procuran establecer analogías entre las costumbres del Mundo Nuevo con las del antiguo, se han esforzado a dar al lazo una origen remota; y en apoyo de su opinión citan un pasaje de Herodoto, que, en el libro de sus historias titulado Polimnia, al pasar en reseña el ejército de Xerxes, destinado a invadir la Grecia, habla de los Sargacios, auxiliares de los Persas, y cuyas armas consistían «en unas cuerdas de cuero trenzado, con un nudo corredizo en uno de sus extremos; y que arrojaban a los hombres y a los caballos para prenderlos y matarlos». Un autor inglés, el señor John Ranking, ha escrito un libro para probar que en el siglo XIII los Mongoles o Tártaros, conquistaron el Perú, Méjico y Bogotá, con un ejército de hombres y de elefantes. Esta analogía en el lazo podría estimular a algún otro escritor curioso a demostrar, que los Sargacios o Persas invadieron también las pampas de Buenos Aires.]

Brasil. Uno de los principales estados de la América Meridional. Poblado de gente feroz-1. Abunda de palo de este nombre; y de malagueta--2. Su primer descubridor fue Vespucio-3. [El mérito atribuido por el autor a Vespucio, de haber sido el primer descubridor del Brasil, le ha sido disputado por casi todos los escritores españoles y portugueses, y últimamente por el señor Navarrete, en el tomo III, pág. 320 de su importante Colección de viajes y descubrimientos de los españoles. Los primeros dan esta gloria a Vicente Yáñez Pinzón, y los segundos a Pedro Álvarez Cabral. Es tanta la que tiene Vespucio, que bien se la podría dejar arrancar este solo laurel de la espléndida corona que le ciñe. Pero la historia, que debe mostrarse imparcial hasta con los usurpadores, no puede menos de declarar, que el primer descubridor de las costas del Brasil fue Amérigo Vespucio. La demostración de esta verdad se hallará en los hechos siguientes.

Vespucio sale (por segunda vez) del puerto de Cádiz en 18 de mayo de 1499,   —X→   y a los 11 días de navegación, llega a una «cierta tierra nueva, (son palabra de su relación) situada en la zona tórrida, fuera de la línea equinoccial, a la parte del austro; sobre la cual se eleva el polo meridional cinco grados fuera de todo clima». Es decir el cabo San Roque.

Pinzón, sale del puerto de Palos a principio de diciembre de 1499, y en 20 de enero de 1500, descubre sobre los 8º el cabo de San Agustín, a quien dio el nombre de Santa Agustín, a quien dio el nombre de Santa María de la Consolación.

Cabral sale de Lisboa el 9 de marzo de 1500, y el 24 de abril siguiente descubre la costa del Brasil, sobre los diez grados al sur de la línea. Resulta, pues, de este cotejo, que Vespucio descubrió primero las costas del Brasil; y que los que se le quiere anteponer, fueron sus secuaces. El mismo argumento que se ha empleado a favor de Colón contra Vespucio, puede hacerse contra Pinzón y Cabral, para defenderle. No es el territorio el que ha dado el nombre a una de sus producciones, como lo han creído Covarrubias y otros; sino ésta a aquel. Queremos hablar del palo tintorio, conocido en Europa mucho antes que se descubriese el Nuevo Mundo. Muratori (Antiq. Ital., tom. II, Disert. 30) trae dos aranceles de aduana de 1193 y 1306, en que, entre otros renglones extranjeros, se comprende al brasil: y Capmany, en sus Memorias sobre la marina, comercio y artes de Barcelona, ha publicado otros documentos que tratan del Brasil, desde el año de 1221. Brasil deriva de brazas, palabra portuguesa, que se usó para indicar el color encendido de este palo de tinte; que por ser abundante y de excelente calidad en aquel país, indujo a los portugueses a substituir su primer nombre el de Santa Cruz, que ha conservado.

Bravo (Juan). Preso y ahorcado, por haber conspirado contra la vida del Gobernador Irala-79.

Buenos Aires. Tiene un puerto muy desabrigado; poblada por los primeros conquistadores, y abandonada después-10. Fundada por don Pedro de Mendoza en 1536,que le pone el nombre de Ciudad de Santa María-32. ¿Quién le dio el nombre de Buenos Aires?-33. Está a los 36º, sobre el Río de la Plata-9. Sufre una gran escasez y pestilencia-35 y 36. Muere mucha gente de hambre-40. El Gobernador Martínez de Irala dispone que se evacue, y manda a Diego de Abreu para reunir la guarnición y llevarla a la Asumpción en 1538-48. [Son diversas las opiniones que se han vertido sobre la época de la primera fundación de Buenos Aires, y en el Telégrafo Mercantil, que publicaba en 1602 en Buenos Aires el coronel Cabello, se ventiló esta cuestión en una serie de artículos, que nos proponemos reproducir, por ser muy difícil reunirlas partes de esta importante polémica. Guzmán no trata de la segunda fundación de Buenos Aires, por don Juan de Garay, que apenas empieza a figurar en las últimas páginas de su obra. De esta reedificación, que tuvo lugar en 11 de junio de 1580, se conserva memoria en nuestros libros capitulares. No así de la primera, cuya acta solo podría hallarse en copia en los archivos de España, adonde la hemos solicitado: porque es natural, que al abandonar el fuerte fundado por don Pedro de Mendoza, pasasen todos los documentos que contenía al archivo general de la Asumpción, donde se hallaron expuestos al incendio que sufrió en 1543. Buenos Aires quedó separada del gobierno del Paraguay, y su iglesia erigida en obispado en 1620; y con cédula de 8 de agosto 1776, fue declarada capital de virreinato de este nombre. Su latitud está errada; y a los 36º que le da Guzmán deben substituirse los 34º 36' 28'', que le asigna Azara. Pero ¡qué extraño es que haya padecido esta equivocación un escritor del siglo XVI, cuando el gobierno español, en una cédula de 12 de diciembre de 1701, califica de isla a la ciudad de Buenos Aires!]



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