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Sobre el aforismo

Ramón Eder1

«Un libro de aforismos debe ser como una de esas playas de Brasil llenas de sirenas que están bien y muy bien, pero en las que hay una docena que nos acelera el pulso».


«Un aforismo es lo contrario de un mamotreto».


«El aforismo es un género literario que no gusta a los lectores pasivos».


«Los aforismos buenos son imperdonables».


«Un libro de aforismos debe ser como una de esas fiestas en las que hay mujeres sensa-cionales, pero en la que hay una que es lite-ralmente inolvidable».


«Un buen aforismo es un relámpago en las tinieblas».


«Los aforismos, la verdad, a veces suenan como petulantes cantos de gallo».


«En todo libro de aforismos, cada aforismo es una pincelada cuyo conjunto forma el autorretrato del autor».


«En los libros de aforismos se agradece que, por lo menos, en cada página haya alguno que nos haga sonreír».


«El reto del aforismo es escribir una pequeña gran frase».


«Los aforismos sin punta son como escotes puritanos».


«El escritor de aforismos, si se descuida, puede acabar convirtiéndose en un sabio de almanaque».


«Los aforismos "jarro de agua fría" pueden ser muy buenos».


«Generalmente al escritor de aforismos no le queda más remedio que pulir una piedra semipreciosa, porque no tiene piedra preciosa que pulir».


«Hacer aforismos es alejarse del mono».


«El aforismo, desde el "Eclesiastés", ha tenido una tendencia solemne y hasta grave, como de música de réquiem. Durante siglos, en forma de máximas, ha tendido a decir verdades tristes como sepulcros. Pero también hay verdades alegres y el aforismo moderno prefiere alternarlas para no abrumar al lector. Está muy bien leer a los grandes escritores de aforismos lúgubres como La Rochefoucauld, Schopenhauer o Cioran, y muchos otros, cuyos aforismos excelentes frecuentemente resuenan como clavos que se clavan en un ataúd. Pero también hay que leer a los grandes irónicos, menos numerosos, como Lichtenberg, Oscar Wilde, S. J. Lec o Jules Renard, que les daban a sus aforismos un aire de comedia, por lo que debemos estarles agradecidos. Porque también dicen la verdad, pero provocando la sonrisa. Y es que los aforismos humorísticos pueden ser tan lúcidos como los sepulcrales. Y, a veces, este tipo de aforismos es el que nos apetece leer para huir de la cárcel de la melancolía».


«Pronto saldrá algún apocalíptico y dirá que el aforismo ha muerto».


«El desorden temático de un libro de aforis-mos debe ser sólo aparente».


«El aforismo excelente comienza donde termina».


«El aforismo es simplemente quitarle a una página lo que le sobra».


«Un buen aforismo lo escribe cualquiera que se dedique a escribir aforismos, lo difícil es escribir un buen libro de aforismos».


«Cuando el pensamiento y su expresión llegan juntos surgen los mejores aforismos».


«La "citabilidad" es la cualidad principal de todo escritor de aforismos».


«El aforismo cuando es bueno es una frase feliz, es una verdad irónica, es filosofía cristalizada, es una flecha que da en el blanco, es la inteligencia buscando una salida y encontrándola, es humor refinado, es una enorme minucia, es la gracia de la brevedad, es ética sutil, es la ligereza de la gramática, es cinismo superior, es un verso irrefutable, es un fragmento lúcido, es la elegancia de la sintaxis, es una manera de decir arcaica y moderna a la vez, es lo contrario a un mamotreto, es una burla sublime, es un cuento sintético, es ingenio científico, es una agudeza memorable, es un juego de palabras revelador, es una paradoja inquietante, es una autobiografía de una línea, es una definición inolvidable, es sabiduría lapidaria, es alegría instantánea, es un espectáculo subversivo, es la nostalgia del latín. El aforismo, cuando es bueno, es el erotismo de la inteligencia».


«Está bien introducir el "yo" en los aforismos para saber que nos habla alguien, no la frígida sabiduría».


«El amor, la muerte, el paso del tiempo, los viajes, la injusticia, el destino, el poder, los paraísos perdidos, el egoísmo, el sentido de la vida, la amistad, la ambición, la belleza… Estos son los grandes temas literarios. Y el escritor de aforismos escribe sobre todos estos temas osadamente porque el género es así, superficial y profundo a la vez. Con la máxima brevedad el aforista trata de decir algo que merezca la pena de ser leído y recordado. Perfección formal, agudeza, lucidez, ironía y gracia son algunas de las características que salvan al género aforís-tico. Si no, se cae en la tonta ingeniosidad, en las meras ocurrencias o en la estéril grandilocuencia. Pero cuando el aforista acierta, se produce el milagro. Los buenos aforismos son como relámpagos en la oscuridad».


«Está bien introducir el "yo" en los aforismos para saber que nos habla alguien, no la frígida sabiduría».


«El aforismo tiene que imitar a las estrellas, que parecen diminutas y son enormes».


«Los libros de aforismos son diarios sin fechas».


«En los aforismos que no son memorables falla algo».


«Algunos aforismos insufribles son verdades de Perogrullo escritas con grandilocuencia gaseosa».


«Detrás de cada aforismo excelente hay un fracaso convertido en un éxito».


«El aforismo tiene que sorprendernos pero no porque diga algo raro sino porque dice algo evidente que, sin embargo, no se veía».


«Hay aforismos en el aire que hay que cazar como si fueran mariposas».


«A pesar de las semejanzas, un eslogan es lo contrario de un aforismo».


«En el aforismo lo mejor es que la primera frase sea también la única».


«Todo buen aforismo es una cerradura para la que se ha encontrado la llave».


«Todo aforismo excelente es una lacónica obra maestra».


«Un aforismo pésimo no estropea un buen libro de aforismos, pero es como una mancha de café en una camisa blanca».


«Siempre fracasa el que quiere definir el aforismo y ese es el éxito del aforismo».


«El buen aforismo es el que dice más de lo que parece, no el que parece que dice más de lo que dice».


«Un libro de aforismos es una especie de diario, no de lo que uno hace sino de lo que uno piensa».


«El aforismo gominola es blandito, dulzón y sin sustancia, o sea que no es un aforismo».


«Si no me preguntan qué es un aforismo lo sé, si me lo preguntan no lo sé».


«Abunda, y no está mal, en el aforismo la metafísica de bolsillo».


«El aforismo es un arma cargada de inteli-gencia».


«El aforismo tiene que tener por lo menos dos palabras y es bueno que no tenga muchas más».


«Un aforismo es una jaula de la que se escapa un pájaro».


«Un aforismo escrito a mano no dice lo mismo que el mismo aforismo escrito en letras de molde».


«No todas las frases buenas son aforismos: el aforismo tiene que tener algo de autónomo y desconcertante».


«Los escritores de aforismos que no se contradicen son como discos rayados».


«La ética del aforismo reside en no decir tonterías».


«De ciertos aforistas son muy citados algunos aforismos pero para llevarles la contraria, lo cual es una especie de éxito».


«El mejor aforismo puede acabar en la bolsita de azúcar que te dan para el café en un bar de carretera».


«Si publicas un aforismo muy bueno, ya es de todo el mundo».


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