Don Antonio en su nave
Antonio Buero Vallejo
En verde mocedad sintióse anciano
y en su vivir muriendo halló la nave
burladora del tiempo, blanda llave
del agua inmensa abierta por su mano.
Fue nuestro padre y logró ser hermano
sosegador, gigante humilde y grave.
Al alma herida regaló el suave
destello de un fulgor siempre lozano.
Las voces obstinadas en negarlo
se ahogan en las ondas del gran mar
mientras boga en la nave su secreto.
Un arcano infinito... Revelarlo
mal las palabras puédenlo alcanzar.
No cabe don Antonio en un soneto.