Instituciones oratorias
Prólogo
Libro primero
Proemio
Capítulo I. De la educación del que ha de ser orador
Capítulo II. Si es más útil la instrucción doméstica que la pública
Capítulo III
Capítulo IV. De la gramática
Capítulo V. Qué libros deben leer primeramente los niños, y de qué manera
Capítulo VI. De los primeros ejercicios de escribir, en que deberá emplearse el gramático
Capítulo VII. El niño, antes de dar principio a la retórica, debe ser instruido en otras artes, si éstas son necesarias para uno que ha de ejercitar la elocuencia
Capítulo VIII. Sobre la música y sus alabanzas
Capítulo IX. De la geometría
Capítulo X
Capítulo XI. En la primera edad pueden apreciarse muchas cosas a un tiempo
Libro segundo
Capítulo I. Cuándo ha de estudiar el niño la retórica
Capítulo II. De la conducta y obligación del maestro
Capítulo III. Si conviene tomar desde el principio el mejor maestro
Capítulo IV. Cuáles deben ser los primeros ejercicios del que estudia retórica
Capítulo V. Qué oradores e historiadores se deben leer en las escuelas de retórica
Capítulo VI. Qué escritores se han de leer primero
Capítulo VII. Qué asuntos debe el maestro de retórica dar a sus discípulos para la composición
Capítulo VIII. Aprendan los niños algunos lugares selectos de los oradores e historiadores; pero raras veces las composiciones que ellos han trabajado
Capítulo IX. Si en la enseñanza de los discípulos se le debe llevar a cada cual por lo que su ingenio pide
Capítulo X. De la obligación de los discípulos
Capítulo XI. Conviene que las declamaciones sean muy semejantes a las causas del foro
Capítulo XII. Refútase a los que dicen que la elocuencia no necesita de preceptos
Capítulo XIII. Por qué causa los menos instruidos suelen comúnmente ser tenidos por más ingeniosos
Capítulo XIV. En las reglas debe haber tasa y medida
Capítulo XV. División de toda la obra
Capítulo XVI. Después de refutadas las opiniones de otros, muestra que la retórica es ciencia de bien decir; y que su fin es hablar al intento
Capítulo XVII. De la utilidad de la retórica
Capítulo XVIII. Si la retórica es arte
Capítulo XIX. En qué género de artes se comprende la retórica
Capítulo XX. Qué cosa ayuda más para la elocuencia, el arte o la naturaleza
Capítulo XXI. Si la retórica es virtud
Capítulo XXII. De la materia de la retórica, que es todo aquello de que trata
Libro tercero
Capítulo I
Capítulo II. Origen de la retórica
Capítulo III. Cinco son las partes de la retórica
Capítulo IV. Tres son los géneros de causas
Capítulo V
Capítulo VI. De tres maneras es el estado de la causa
Capítulo VII. Del género demostrativo
Capítulo VIII. Del género deliberativo
Capítulo IX. Del género judicial
Libro cuarto
Capítulo I. Del exordio
Capítulo II. De la narración
Capítulo III. De las digresiones
Capítulo IV. De la proposición
Capítulo V. De la división
Libro quinto
Capítulo I. De la división de pruebas
Capítulo II. De los juicios antecedentes
Capítulo III. Del rumor y de la voz común
Capítulo IV. De los tormentos
Capítulo V. De las escrituras públicas
Capítulo VI. Del juramento
Capítulo VII. De los testigos
Capítulo VIII. De las pruebas artificiales
Capítulo IX. De los indicios o señales
Capítulo X. De los argumentos o pruebas
Capítulo XI. De los ejemplos
Capítulo XII. Del uso de los argumentos y pruebas
Capítulo XIII. De la refutación
Capítulo XIV
Libro sexto
Proemio. Quéjase de su mala fortuna por la pérdida de sus hijos y mujer
Capítulo I. De la peroración
Capítulo II. De los afectos
Capítulo III. De la risa
Capítulo IV. De la altercación
Capítulo V. Del juicio y del consejo
Libro séptimo
Proemio. De la utilidad de la disposición
Capítulo I. De la disposición
Libro octavo
Capítulo I. De la elocución
Capítulo II. De la claridad
Capítulo III. Del ornato
Capítulo IV. De la amplificación
Capítulo V. De las sentencias
Capítulo VI. De los tropos
Libro noveno
Capítulo I. De las figuras
Capítulo II. De las figuras de sentencias
Capítulo III. De las figuras de palabras
Capítulo IV. De la composición
Libro décimo
Capítulo I. De la afluencia de palabras
Capítulo II. De la imitación
Capítulo III. Del modo de escribir
Capítulo IV. De la corrección
Capítulo V. Qué cosas principalmente se han de escribir
Capítulo VI. De la meditación
Capítulo VII. De la facilidad de decir de repente
Libro undécimo
Capítulo I. Del modo de decir como conviene
Capítulo II. De la memoria
Capítulo III. De la pronunciación
Libro duodécimo
Capítulo I. Que ninguno puede ser orador sin ser hombre de bien
Capítulo II. Que debe el orador tener conocimiento de la filosofía
Capítulo III. Que es necesaria al orador la ciencia del derecho civil
Capítulo IV. Que necesita el orador tener conocimiento de las historias
Capítulo V. Cuáles han de ser las prendas de un orador
Capítulo VI. Cuál sea el tiempo de comenzar a defender pleitos
Capítulo VII. De lo que debe observar el orador en las causas que toma por su cuenta
Capítulo VIII. De lo que debe observar el orador en el estudio de las causas
Capítulo IX. De lo que debe observar el orador en la defensa de los pleitos
Capítulo X. Del estilo
Capítulo XI. Cuáles deben ser las ocupaciones del orador después de haber cesado de tratar causas. Exhortación a la elocuencia
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