Desandar lo andado es dar un
quiebro, es deslizarse por la cortadura, no con la insensata
ilusión de llegar a coincidir consigo mismo
—¿quién hay ahí?—, sino con la
idea menos mercurial de sopesar las encrucijadas donde ya se estuvo
—quizá sin llegar siquiera en aquel entonces a
percibirlas como encrucijadas.
Yo estaba destinado a tal
desasosiego. El tiempo transcurría lento como el aceite:
abracé una encina previa a toda reconstrucción.
Mesetas, mesetas verecundas, láminas de sigilo desde donde
organizar un retorno. Una reconstrucción.
Vigor híbrido
«Husmeo, ansioso, el sudor de una sorpresa»
José Luis Rodríguez
García
¿La revolución
—blanca playa, casa blanca, lancinante fulgor que
enceguece— acabaría invistiéndose de los
desvaídos prestigios de la tuberculosis?
¿Santificaremos el cansancio con tal de preservar el dudoso
lustre de un gesto decadente?
Dulce es el bálsamo del
desengaño, pero pronto mineraliza piel y músculos en
un rictus terrible. No hay ninguna dignidad intrínseca en el
perdedor. Me niego a juzgar la pandemia con las categorías
de la elegancia. El peñasco que se derrumba no metamorfosea
mágicamente las cualidades de la arena.
Mis turbias alamedas rebosan
anticuerpos contra la infección de la melancolía,
incluso cuando ésta pretende coronarse con un tallo de
enredadera arrancado del costado perenne de Hölderlin. Eso es
hacer de la necesidad virtud, me dices. Pero quién conoce,
en nuestro cosmos desagregado y renqueante, virtudes que provengan
de origen diferente. Los ágiles pétalos del bautismo
se abren, debajo no hay sino más pétalos. No
encontraré a mis compañeros muertos cerca de
ningún cadáver.
Del inacabamiento, la libertad
1. Punto de partida: el mal. No
puede ser otro. El mal, el sufrimiento, la destrucción: la
intolerabilidad del mundo en su estado actual.
2. El mundo tal como es resulta
inaceptable; no se puede vivir sin desear otro estado del mundo y
sin luchar por él.
3. No podemos ni caer en la
ingenuidad criminal de desear un paraíso sobre esta Tierra,
ni resignarnos al infierno sobre ella. No somos seres paradisiacos;
pero la vida carece de sentido sin resistencia al mal.
4. Existe lo sagrado, pero no hay
trascendencia.
5. Necesitamos orar (ponernos en
conexión con ese sagrado): pero no a ningún Dios. No
hay tal Dios.
6. Ojos cerrados, ojos abiertos: el
poema es una forma de oración. La meditación sobre un
texto esencial es una forma de oración. El recogimiento y el
encuentro con nosotros mismos puede ser una forma de
oración. El coito puede ser una forma de oración. Sin
embargo, no hay textos sagrados ni poemas sagrados.
7. Si lo sagrado está en
algún sitio, yo lo localizo en la vinculación. Los
vínculos son internos a este mundo.
8. El lenguaje es, para nosotros
—carne que habla—, la primera y más fundamental
forma de vinculación.
9. Nada hay sagrado en las obras
del hombre; sí en los vínculos.
10. Los vínculos que unen a
los ciudadanos en la asamblea y a los amantes en el lecho; los
vínculos entre el pasado y el futuro, y entre la memoria de
uno y la de los demás; los vínculos entre uno mismo y
su propia experiencia; entre el acto y sus consecuencias; entre los
genes del hombre y los del pez; entre el agua que me constituye y
el agua del océano. Los vínculos son internos a este
mundo.
11. Nada puede reconstruirse a
partir de su centro: sólo de sus orillas. Me tomo la
libertad de tal desplazamiento.
12. El cielo del materialismo no
está huero: es también un espacio para la
epifanía de lo sagrado, para el despliegue del poder de
creación de los seres humanos. (La crítica marxiana
de la religión se aplica a la idea de Dios, no a la
experiencia de lo sagrado).
13. La historia no recibe sentido
de una Historia Sagrada acaecida una sola vez y para siempre: no
tiene otro sentido que el que nosotros consigamos darle.
14. No somos siervos de un Creador:
nosotros somos los creadores, lo queramos o no, para bien o
—mucho más a menudo— para mal. Esa nuestra
condición no cambiará un ápice por pretender
ignorarla.
15. Ojos cerrados, ojos abiertos:
nadar siempre a favor de la corriente es un criterio fácil.
Nadar siempre a contracorriente es mucho más difícil,
pero en el fondo también es fácil. Lo verdaderamente
difícil e importante es ser capaz de combinar los
movimientos en contra de la corriente y a su favor, para culebrear
hasta el lugar de nuestro deseo.
16. El que lleva la linterna debe
tener el cuidado suficiente como para apagarla cada trecho, y
siempre un rato en cada encrucijada. Para no confundir a quienes
podrían tener la tentación de seguirle.
17. En una de las salas del museo
diocesano de la catedral de Tarragona, dos figuras yacentes como
nunca había visto. Un hombre y su mujer, una mujer y su
hombre (él de la familia Montagut, ella de la familia
Ça Terra, en una escultura fechada hacia 1330). Él
caballero con armadura, ella dama de largas vestiduras. Lo
insólito: en su sueño de piedra, más
allá de la vida, vueltos el uno hacia el otro. Los
guarda un pequeño perrito de piedra a sus pies.
18. Del abismo y el fondo sin
fundamento, la contingencia.
19. Del inacabamiento, la
libertad.
20. Entre esos dos jirones, el
espacio de lo propiamente humano, que percibimos cuando logramos
deshacernos de la mortal ilusión de fundamento y la mortal
ilusión de acabamiento.
Antes hay una larga incertidumbre
Considero que el aprendizaje
más difícil, con diferencia, es el de nuestra
posición respecto al enigma, nuestro trato con
él.
Un enigma no es lo mismo que un
secreto: no lo retraemos de ninguna terraza, existe por sí
mismo. No lo hacemos nuestro, no lo compartimos, ni
querríamos concederle el violento estatuto de una
interpretación.
Emplazado en el centro de cualquier
saber, el enigma vehicula su impulso en un movimiento espiral. Como
el buceador en la laberíntica caverna submarina, hay que
evitar rozar las paredes o el fondo: el finísimo fango
apagaría fatalmente el resplandor de la linterna.
Con extrema discreción, el
enigma dice solamente: yo estoy aquí. Dejar exento en
derredor suyo el espacio del acontecer, sin ningún tipo de
expectativa ni de espera, constituye para mí el aprendizaje
más difícil.
Sueño del cuatro de octubre
Tenía que explicar por
qué era acertado —y casi inevitable— el aforismo
poesía: flujo de vacío. Bajo el patrocinio
lacerante de Heráclito de Éfeso, supe
desempeñarme con razonable desenvoltura. Ahora camino
apretando en la mano esta frase, como un guijarro que hubiese
heredado de mi padre condenado a muerte.
¿Por qué el gato sabe que
la caricia es suya?
«La poca gente que hay peligrosa en el mundo es la que no
reconoce límites; la que ve las fronteras como humo, lo
prohibido como niebla, los finales, si mucho, como punto y
aparte»
José Viñals
1. No has llegado, no has llegado
ni por fortuna llegarás nunca.
2. Las intenciones no cuentan:
cuentan los actos.
3. Las palabras sin acción
engendran pestilencia (parafraseo a Blake).
4. Cuenta el poeta que los indios
navajos saben que un tejido no debe ser nunca perfecto: ha de
dejarse siempre un hilo suelto para que el alma de quien
tejió no quede aprisionada en la obra.
5. Intentar la (imposible)
perfección de nuestras obras —no digo de nuestros
actos—, sin enamorarnos de nuestras propias obras: en ese
tenso esfuerzo nos jugamos la dignidad o el envilecimiento de
nuestro actuar en el mundo.
6. No tenemos una misión,
pero sí que tenemos —decía el poeta— una
tarea. Nuestra vida es única e irrepetible; está
irremediablemente entrelazada con las demás vidas; puede
lograrse o malograrse.
7. Si es así, si estamos
arados por el lenguaje hasta el punto en que nuestro ser más
vivo es indistinguible de ese surco, entonces el sarnoso poder de
la pantalla —hoy en apariencia omnímodo— en
realidad es frágil, de una frágil
superficialidad.
8. La palabra que cura y la palabra
que mata no se han desvanecido: que momentáneamente sean
inaudibles las hace, si acaso, más densas en su fuerza.
Aquí está en juego algo semejante a la
inviolabilidad. La existencia del límite no hace seguramente
la vida más fácil, pero sí más digna de
ser vivida.
9. Kafka, que estudió
Derecho de joven, solía decir que estudiar textos legales
era como alimentar el espíritu con aserrín. Por
desgracia, las fuentes de aserrín intelectual son mucho
más numerosas.
10. Hay quien dice:
«¡me cago en las vanguardias y en la puta que las
parió!», sencillamente para no tener que decir:
«¿por dónde se sale a la noche, al árbol
mineral del cielo, a la resonancia de la primera
pregunta?»
11. No escribimos para la historia
de la literatura. Escribimos, entre otras cosas, para que en La
Habana ese perro atropellado salga con bien del lance. Para que esa
delicada concha sobre la arena sepa que lo que la vincula con el
trozo de madera pulida es un hemistiquio. La poesía no es un
asunto de sentimientos, es una cuestión de inscripciones; no
es asunto de deudas, es menester de vinculaciones.
12. Dice el poeta que cada autor
tiene el lenguaje que necesita... menos los malos autores, que
tienen mucho más del que necesitan.
13. La escalera está
podrida, y ni siquiera está claro que arriba se encuentre el
alimento necesario. Pero tendrás que aprender a subir por
los peldaños de tu sudor.
14. Dejadme llegar con vosotros a
la fiesta de las elipsis.
15. Inversión: el saber de
los ingenieros se aplica a la construcción de
depósitos para la sequía. Y hay suficientes
originales como para considerar esto normal.
16. La primera calidad del
verdadero poder de dominación estriba en hacerse
innombrable.
17. La prepotencia del que no tiene
que ponerse de acuerdo con los demás es odiosa. Pero la
elegancia del que no tiene que ponerse de acuerdo con los
demás es repugnante.
18. Y sin embargo, al final de
todos los finales, subsiste una cuestión esencial:
¿con quién estás? ¿Con los
asesinos o los masacrados? ¿Con los explotadores o con los
explotados? ¿Con los prepotentes o los humillados?
¿Con los verdugos o con las víctimas?
19. En cuanto te quedas de verdad
solo, los animales se adelantan hacia ti.
20. El alma es música: pero
música inacabada.
OBSTÁCULO.
¿Qué estás escribiendo? Un obstáculo.
Que quizá pueda ayudarte a desandar lo andado.
El
esplendor de la metamorfosis
Has ganado la punta de maldad que
necesitan los buenos para ser auténticamente buenos.
Has ganado la pizca de obscenidad
que necesitan las mujeres para ser auténticamente
misericordiosas.
Has ganado la docena de escaleras,
recámaras y dobles fondos que necesitan los cerebros para
ser auténticamente imaginativos y precisos.
Has ganado un par de kilos, pero te
sientan como a una diosa anterior a la era de las
liposucciones.
El cambio, de un día a otro,
es infinitesimal. Pero los días se van endeudando con
semanas, las semanas imponen normas a los meses, los meses
profieren rigurosas últimas advertencias contra los
años, imperceptiblemente y sin claudicaciones
han pasado cuatro años y
eres otra —la misma, claro, y otra—, la metamorfosis se
ha cumplido.
Cuando te introduces en la cama a
las seis de la mañana después de haber trabajado toda
la noche y quieres hacer el amor
desearía matarte desde
luego, pero deseo mucho más
aunque me halle confuso como pez
arrojado a la luz desde lo más hondo del sueño
submarino
hasta en tus pliegues más
blancos y secretos follarte, amiga dulcísima, mientras va
amaneciendo a trompicones en este barrio de cristianos bemeuves y
glaciales céspedes ingleses que no hemos elegido y del que
esperamos poder escapar pronto.
Has esquivado la baba de la muerte
prendida a un hilo de risa y de miedo deslumbrante,
te has ganado la vida los
días en que la vida era tormento y también aquellos
en que era juego,
estás aquí, intacta y
recreada, inconcebible e inconfundible, espejeante en la fuerza
algebraica del deseo, en el exacto esplendor de la
metamorfosis.
¡Pero qué guapas sois
las chicas morenas con los ojos claros!
Eres
mi
mujer
y estoy tan orgulloso que
tenía que escribir este mensaje para hacértelo
llegar, fax mediante, el 17 de diciembre de 1994.
Según la narración de los
pájaros
En el invierno del
mundo, el caminante sólo llega donde ya está.
En el verano,
abandona el lugar donde nunca estuvo.
Homenaje a Orwell
Siendo Eric Arthur Blair un hombre
con un millón de frutales plantados sobre la espalda, no
importa tanto que tenga mala dentadura. Es de los que dejan abierta
al menos una ventana de la casa, para no olvidar que afuera sigue
haciendo frío. Le pongo la palma abierta de mi mano
izquierda sobre el corazón.
Brassaï en el Reina
Sofía
¿Pero habría
aún un lugar al que huir, veleidades de celebración,
una rueda sin eje? La gran lápida vertical cubierta de musgo
nos cierra el paso. Hay inercias más destructivas que
ningún golpe, que ninguna inmediatez. La cabeza de muerto de
Brassaï emerge de las sombras: su teatro carnal
alimentó horas de agonía. «Los objetos me han
ido elevando hasta su altura», le había dicho Goethe,
animal prójimo, y él se lo repitió al anciano
de Weimar a los ochenta y tres años. La cabeza de muerto del
surrealismo emerge, llamarada de un deseo desarbolado,
retráctil, incandescente; timón de una belleza
involuntaria, radicalmente curada de nostalgia. Qué
envergadura la de este jinete escamoso. El tren avanza hacia
atrás, desde el último vagón me gritan: las
cosas pueden hacerse de otra forma. La vida puede enlazarse con
otra libertad.
Estrategias
La cuestión es si comenzamos
la línea con un cero o con un uno.
El método que aconseja tomar
como punto de partida la peor hipótesis posible pasa por ser
racional y realista. Y en cierto sentido su racionalidad y realismo
son incontestables. El problema es que semejante método nos
pone en una situación en la cual la peor hipótesis
posible adquiere una elevada propensión a abandonar el mundo
de las hipótesis para encarnarse en el de las realidades.
Los científicos sociales estudian estas profecías que
arrastran consigo su propio cumplimiento.
Si trato a mi hermano como si fuese
un canalla, y le hago saber que lo considero un canalla, casi con
toda seguridad se comportará como un canalla. Si
señalo a mi vecino que lo considero un enemigo, y
actúo como si fuese un enemigo, casi con toda seguridad
él obrará como mi enemigo. Si te trato como a un
cadáver, sin ponerte la mano encima estoy contribuyendo a
matarte. En cada caso, cargándome —eso
sí— de racionalidad y realismo.
La cuestión es si comenzamos
la línea con un cero o con un uno. Gandhi, antes de que
comenzase la digitalización del mundo, escribió:
«El socialismo comienza con el primer convencido. Si hay uno
así se podrán agregar ceros al uno, y el primer cero
contará por diez, y cada agregado valdrá diez veces
el número anterior. Si no obstante el que comienza es cero
—o, en otras palabras, nadie se atreve a empezar— la
multiplicidad de ceros también producirá un valor de
cero. El tiempo y el papel empleados en escribir ceros serán
tan sólo desperdicios».
También se puede releer a
Monatte, un sindicalista francés de comienzos de siglo:
«Cuando llego a un lugar y me dicen que no se puede hacer
nada, inmediatamente pienso que está todo por
hacer».
Qué te voy a contar si
está sobre la mesa
Mutilada de sabiduría,
rugosa dulce, cálida apiadada. No vamos a tolerar que un
desorden celular cualquiera nos desbarate la vida. Hay un antes y
un después, pero las posibilidades mejores no se extinguen,
y una gota de zumo negro nos enriquece la lengua. Afuera encinas,
cigüeñas fértiles, trenes que no prevarican, la
nieve y todos sus animales blancos.
Un
vestido azul para unos hombros delgados
Hay otra forma de hacer las cosas.
El girasol lo sabe. El petirrojo lo sabe. El molino de viento lo
sabe. Que el presidente del gobierno no lo sepa es sólo una
contrariedad menor —a condición de que nosotros no
perdamos la capacidad de desandar lo andado.
Descansar o ser libres
Cuando la montaña herida se
repliega a su calavera de cuarzo, continúa latiendo el
corazón. Cuando la noche desjarretada intenta contar sus
incontables sacos, sólo una pequeña parte de los
cuales contiene grano comestible, y apenas sabe qué hacer
con las manos torpes como cuerdas, ahí sigue la
impertérrita almendrita roja desprovista de la ciencia del
bien y del mal. Ciudadano corazón: hay que elegir entre
descansar o ser libres. Eso lo dijo Tucídides, pero a la
exuberancia juvenil de tu ventrículo le suena como una
confidencia de la aorta. Ciudadano corazón: en el helado
confín donde te mueves, escarcha retráctil,
descoyuntada leyenda, ¿estás de veras listo para
recibir el viático de tu amarga inmensidad?
Muro con inscripciones / Todas las cosas
pronuncian nombres (1996-1998)
ESTÁ AHÍ, está
ahí, nosotros sólo
escribimos lo que estaba
ahí, los nombres
como huellas
sin fatiga pronunciadas por las
cosas.
SABEMOS ESCAPAR de la
cárcel.
Pero somos incapaces de explicar
cómo a los presos
y ni siquiera logramos
persuadirlos
de que efectivamente estamos
fuera.
Y acabamos
preguntándonos:
¿estamos
de verdad
fuera?
PASÓ EL tiempo de las
moradas
y de las fundaciones.
¿Inhabitable
esta intemperie?
Está por ver.
(Si hay voluntad de andar
se encuentran los caminos).
Mientras tanto el aguacero
sigue los preceptos de los
cardiólogos.
UN POCO de más, la vida.
Un poco de menos, la vida.
UN ÁRBOL equilibra la
montaña;
las huellas errabundas
de un lince, la playa más
secreta.
El ser humano equilibra
también algo, pero no lo
sabe.
«El bien nunca se posa / No tiene nido sólo tiene
alas»
Paul Éluard
DICES QUE el bien no existe
que en caso de existir no podemos
conocerlo
que supuesto conocido no
podríamos
de ninguna manera
realizarlo
Acaso tengas razón.
Y no obstante
ninguna de esas razones
justifica
dejar de resistir al mal.
Mi posición es
ésta:
algarrobo, limonero, almendro.
Mi posición es
ésta.
LOS PARAÍSOS mienten,
los héroes no hacen
falta.
Crema de bubango.
Chocos.
Vino blanco seco de Tacoronte.
Queso ahumado palmero.
Bienmesabe
con una copita de
malvasía.
Café negro muy prieto.
Y en la sobremesa rebatiré a
un poeta local
que defiende el carácter
paradisíaco
de estas islas.
TIENES QUE decidirte:
o lo real son los movimientos del
dinero,
o lo real son los cuerpos de
hombres
y mujeres.
Irreconciliablemente
esa opción seccionará
el mundo.
Lo llamaremos lucha de
clases.
DESAPARECEN LAS eras
y se construyen chalés
adosados
desaparecen los ríos
y se construyen autopistas
desaparecen los hombres y
mujeres
y da miedo mirar oler decir
lo que están
construyendo.
ESE MIEDO a ser
succionado
chupado
deglutido
gestionado como hueso de
aceituna
o sintagma incorrecto
o rara enfermedad
¿no será en el
fondo
como sugería el maestro
Pasolini
ansia de ser devorado?
Semejante celo en la defensa
¿no delata a veces la
pasión de sucumbir?
A TRAVÉS de los versos
traducidos entrevemos algo
del poema original
comprendemos gozamos y al mismo
tiempo
deploramos la pérdida
pero ¿habría que
lamentar
las pérdidas
inevitables?
También cuando leemos
el poema en su lengua original hay
pérdida
vivir es también
entrevisión con pérdidas
que no cabe evitar
amar es luchar hacia una presencia
inasible
y ser buscados por una lucha
semejante:
se encuentran antes las luchas que
los cuerpos
sin herida nada queda
entero
dice el poeta
somos de lo incompleto
y está bien, está
bien, está bien.
NO SE trata precisamente
de asbestosis, cáncer de
escroto o intoxicación por disolventes orgánicos
pero también a los poetas
nos acechan
peligrosas enfermedades
profesionales:
cuánta asma causan los
versos de Paul Celan
en condiciones de
ventilación escasa
cuánta cleptomanía
por leer mal a Borges
cuánta fractura
conminuta
en quebrantos relacionados con
Juarroz
cuánto esguince mal
curado
después de tropezar en Luis
Cernuda.
(Esto en lo que concierne a las
grandes dolencias:
los pequeños achaques mejor
ni mencionarlos).
EL POETA necesita la
antipoesía
El antipoeta necesita la
poesía
Si tengo que elegir
entre el poeta y el antipoeta
me quedo con el antipoeta
y con el poeta
CON EL nuevo año, una
enfermedad
me debilitó durante varios
días.
Tardé en darme cuenta de que
era un golpe
de suerte,
un presente de lentitud.
SI EL paisaje es perfecto
hace falta una mosca
si es perfecto el desnudo
una mosca, una mosca
una mosca perfecta
que desbarate todo.
DIGO:
la palabra
in-
esencial.
(Las esencias
hay que atraparlas al descuido
aprovechando un instante de
distracción.
Y si fallas al primer intento
ya puedes dar por perdida a esa
esencia
para siempre).
En ese momento
¡zas!
EL ARTISTA apolítico
reprocha al artista político
su politicismo
y que acepte subvenciones
El artista político
reprocha al artista
apolítico su apoliticismo
y que busque subvenciones
Don Gerardo
pensaba que al poeta le
convenía más robar fruta
que pronunciar conferencias.
UNA POLÍTICA
homogeneizadura
puede acallar las identidudas
e imponer ineptidades
sólidas:
¿a qué precio
a qué costas
seductoras de naufragios?
Mejor su curso a la nube,
su libertad al tiempo,
al yo su equívoco.
UN ÁRBOL
con medio cuerpo seco y medio
vivo
¿Las ramas luminosamente
grávidas
querrían deshacerse de las
ramas muertas?
Si lo hicieran
el árbol
moriría.
«get ready for the future: it is
murder»
Leonard Cohen
EN PAÍSES donde no hay
televisión
hay escuadrones de la muerte
Donde hay televisión
suele bastar con el
fútbol
el body-building
y los programas-concurso
Pero si no basta el
fútbol
siempre pueden volver como
último recurso
los escuadrones de la muerte
incluso en los países donde
hay televisión.
EL BIEN ya no es lo que era
el mal ya no es lo que era
la identidad ya no es lo que
era
la alteridad ya no es lo que
era
la modernidad ya no es lo que
era
la posmodernidad nunca fue lo que
era
el sujeto ya no es lo que era
el objeto deja mucho que
desear
la ciencia ya no es lo que era
el mito de ninguna manera es lo que
era
la verdad ya no es lo que era
y la ficción para qué
contarles
el capitalismo
caníbal
sigue siendo
lo que era.
SOMOS CASI cuarenta millones de
seres humanos.
No digo que sobre nadie.
Somos menos de noventa osos
pardos.
Digo que faltan muchos.
LAS ATROCES fotografías de
las violaciones
y asesinatos a cuchilladas de
las
mujeres timorenses a manos de
soldados indonesios
¿fueron tomadas
y sacadas clandestinamente de
Indonesia
para apoyar la causa
del sojuzgado pueblo de Timor
Oriental
o fueron tomadas
y exportadas clandestinamente
para ganar dólares
en las lucrativas redes
comerciales
de la pornografía
necrófila?
Tú que las miras
mírate.
VIVIR ES pasar
de una prisa a una urgencia
de un terror a un naufragio
de un golpe a otro
pero sólo vives
si en medio de ese
tránsito
sabes construir un nido.
PASAJES
entre la voz y la tos,
sutilezas en el calendario del
frío
Nidos
en lo vertical, cobijos
sin apoyo, virtud
mínima:
los nidos del sosiego
La angustia de la falta de
estructura
La libertad de la falta de
estructura
No sabes
vivir, dije, no sabes
construir nidos
Como son imposibles hay que
hacerlos despacio
Tan finos hilos
de sosiego, trazo tan tenue,
cobijos sin apoyo
invención
pariente del desierto
nidos en lo inhabitable
Los nidos desplomados
Los nidos del sosiego
NIDOS: LO más habitable
está tejido de
andrajos.
Otros dirán
elipsis:
los no-lugares donde está la
vida.
«mujer que existís / para que exista el amor en
algún lado»
Juan Gelman
«mi mujer hecha para alcanzar el encuentro con el
presente»
René Char
NO ES posible
encontrarse
con alguien
sin correr el riesgo de no
reconocerlo.
LOS LABIOS
no desgastan el cuerpo:
lo recrean
La luna nace
cada plenilunio
La derrota
no es el final de una lucha
sino el comienzo de otro
aprendizaje
Nada de esto lo ignoras
Hace años que vivimos
juntos
pero si abres los ojos ahora
sé que veré una luz
desconocida
EL AULLIDO del loco
horada la realidad
el parpadeo de la mariposa
sutura la herida
lo que queda no es
la mentira de un cuerpo
intacto
sino un vientre vivo
completado por su fecunda
cicatriz.
LOS HOMBRES y mujeres no somos
recursos humanos
Los árboles no son
capital natural
Los animales no son
biomaterial
y las palabras no son
solamente
cuchillos que estrangulan
cuerdas que degüellan
bombas que irradian.
para Joel Tickner en INTERNET:poesía de la
experiencia pura y dura
A
DESESPERADO de su ciudad y sus
conciudadanos
se vuelve hacia B
en la lejanía
—tan distante que apenas se
distinguen
las cúpulas y torres
más brillantes—
y le escribe: en tu lejana
ciudad
verdaderamente sí que reinan
la libertad y la paz,
es un modelo para todos.
B
que también desespera de su
propia ciudad
y sus conciudadanos
sonríe con amargura para sus
adentros
pero resiste porque sabe que en la
remota
ciudad de C
es donde resplandecen
verdaderamente
la libertad y la paz
ejemplarmente
para todos.
A C solamente lo
salva
de la desesperación
irremediable y absoluta
saber de buena tinta que la
distante ciudad de A
—tan lejana que apenas se
vislumbran
las cúpulas y torres
más brillantes—
es un ejemplo vivo de que en una
ciudad al menos
reinan la paz
y la libertad
en realidad
de verdad.
dedicado a los criminalesque nos
gobiernan
LA OVEJA padece
encefalopatía espongiforme
ovina
La vaca devora a la oveja
y contrae
encefalopatía espongiforme
bovina
La cabra devora a la vaca
y contrae
encefalopatía espongiforme
caprina
El cerdo devora a la cabra
y enferma
de encefalopatía
espongiforme porcina
El gato devora al cerdo
y no escapa
a una encefalopatía
espongiforme felina
El perro devora al gato
y como pueden imaginar ustedes
encefalopátase espongiforme,
caninamente
El hombre devora al perro
y contrae
encefalopatía
espongiforme
inhumana.
en los días en que se juzgaba a Scilingo
CUÁNTOS FUERON
Cuántos fueron
No basta que me digan treinta
mil
Yo necesito saber
si 29.998
ó 30.112
Díganme cuántos
fueron
LAS MADRES de la Plaza de Mayo se
volvieron
Abuelas de la Plaza de Mayo
A mi perrita envejecida
le cuesta subir las escaleras
La masacre continúa
La explotación
continúa
La tortura continúa
No olvides
te
TENEMOS detrás de
nosotros
una muralla de sangre tan suave y
tan doliente
que simplemente no podemos
retroceder
en homenaje a Miguel Ángel Blancoasesinado, utilizado, asesinado
INCONDICIONALMENTE
fiel
a nada
—salvo los cuerpos
vulnerables
uno a uno.
Para todo lo demás
criterios
salvedades
condiciones.
HABRÍA QUE rescatar a la
top-model.
¿Pero cómo?
¿Quién puede hacerle
llegar el pañuelo arrugado?
¿Quién la jaulita de
azúcar con la cucharada de sal?
EN TIEMPOS malos —dice
un sociólogo a quien
respeto— la gente se desplaza
una casilla a la derecha
menos los más listos
que saltan dos o tres.
Por otra parte
casi todas las ideas de izquierdas
importantes
tienen una versión de
derechas
—o más bien una
perversión de derechas—
aborrecible: pero en tiempos
malos
sólo llega la voz
de esta hermana deforme.
Es cierto que los tiempos
malos
pasan
—pero a menudo llegan
después los peores.
Si hubiera que sacar
conclusiones
yo diría que el grillo
acompaña
acompaña su canto
cuando uno camina a través
de la noche
y que mi nombre y apellidos
cuando me tiento las
vértebras
son hoy
los mismos que ayer.
ME GUSTARÍA no saber
palabras
como
lixiviación
autosoma
disruptor endocrino
actínido
efecto Grenzach
pero una vez las sé
lo que no puedo hacer es vivir
como si no las conociera.
DESEAR
que siga existiendo el mundo para
que siga existiendo
toda la belleza del mundo
es una ingenuidad
a la que no renunciamos.
ERA POSIBLE producir sin
tóxicos
acabar con el hambre
vivir con dignidad en ciudades
habitables.
No la fraternidad desmesurada:
la solidaridad era posible.
Teníamos las respuestas
perfectas
para las que nadie se hacía
las preguntas.
«Los tulipanes debieran estar enjaulados como tigres
salvajes»
Sylvia Plath
«Que haya lenguaje donde tiene que haber
silencio»
Alejandra Pizarnik
SE ACUMULA la nieve
sobre las páginas del
mundo
¿Tienes demasiadas
palabras?
Algo grita
desde un abismo lateral
helado:
evita el lugar donde
el testimonio de la verdad
sea la muerte
PALABRA
desollada
desventrada
horadada
degollada
desangrada
huyendo de cualquier cobijo
sufriendo con cualquier roce
buscando enloquecida
a los seres humanos a quienes
aterró
girando enloquecida
en la plaza desierta
bajo el sol alguacil de la
mudez.
HAY DEMASIADA autocomplacencia
demasiado exhibicionismo
demasiada imprecisión
demasiada cobardía.
Hay demasiados gestos
demasiadas reticencias
demasiada iluminación
nocturna
demasiada penumbra diurna.
Hay demasiada moral
demasiada grasa
demasiados sustantivos tomados en
vano
demasiado convencionalismo
anticonvencional.
Hay demasiado esfuerzo
demasiada avaricia
demasiada prisa
demasiado pesimismo
autogratificante.
Hay demasiado de mí en estos
poemas.
Pero no hay
la suficiente rabia
ni el suficiente amor.
De eso
nunca hay bastante.
TIEMBLO POR el antílope, por
el lobo y por el ser humano:
pero quedan y quedarán
suficientes mohos, bacterias e insectos
como para que este planeta siga
siendo un lugar muy agradable.
MIENTRAS EL capital va
convirtiéndose en una estructura de acero