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Acto tercero



Es de noche; la sala estará iluminada con arañas y cornucopias.

ESCENA I
DON JUAN. Entra con varias cartas en la mano.
JUAN. Parezco un primer ministro,
pero sin sueldo y sin bolsa...
¡Tres cartas en veinte pasos!
Y muy importantes todas. (Leyendo despacio una de ellas.)
«La que con viejo se casa,
derecha al cielo se va;
porque antes de ir por allá,
el Purgatorio aquí pasa:
El niño no la despierta
con su llanto o su gracejo;
y a no ser la tos del viejo,
durmiera como una muerta.
Aprende a hacer muchas cosas,
y todas a cual mejor:
a preparar lamedor,
dar friegas y echar ventosas.
Sin celos que la den pena,
descansa en su fiel esposo;
porque nada hay tan juicioso
como una gota serena.
Y si el cielo le depara
hijitos de bendición,
le dice algún socarrón:
¡Se os parecen en la cara!» (Rompiendo el papel.)
Pues no es mala desvergüenza:
¡a mí venirme con coplas!...
Algún tunante que quiso
divertirse hoy a mi costa... (Abriendo otra carta.)
Si estotro papel también...
Mas no son versos, es prosa...
Carlos... ¡Ah! Será el hermano
de la condesa... Esta es otra... (Leyendo.)
«Señor brigadier: No es tiempo de disimulo ni de miramientos: usted va a robarme mi bien, y yo estoy resuelto a traspasarle antes el corazón...»
¿Está loco este muchacho?
«Bien sea que muera usted a mis manos, o bien que yo muera a las suyas, Luisa no será su esposa...»
Luisa no será su esposa...
¿Pues de quién?... Juicio, Juan, juicio,
que la sangre se alborota.
¡Y a tu edad! Hasta en la cara
temo que me lo conozcan...
«Nos amamos desde la niñez; no puede amar más que a mí, a mí solo en el mundo; y si otra cosa dice, miente. Yo tengo sus palabras, sus promesas, y no las suelto sino con la vida...»
¡Con la vida!... Juicio, juicio,
que nunca estará de sobra.
«Yo a usted no le culpo; sé que es un hombre de bien, un caballero; y por eso le pido la satisfacción que en tales casos se acostumbra. Sólo culpo a su madre, que así abusa de su autoridad; la culpo a ella, que va a faltar indignamente a su fe y a sus juramentos; culpo a mi mala suerte, que me ha hecho tan infeliz... Espero esta misma noche la respuesta o yo iré por ella; la hora, el sitio, las armas; antes que sufrir este tormento prefiero mil vecesla muerte. Carlos de Guevara.»
(Después de una pausa, paseándose con agitación.)
¿Estoy despierto o soñando?...
¿Es cierto lo que en mis propias
manos tengo, lo que veo?...
Esta carta..., escrita toda
con tal desorden...; las señas...,
la amistad entre una y otra....
vecinos y de una edad...,
tratándose a todas horas...,
él muy triste al despedirse...,
ella siempre cavilosa..., que
la madre..., mil circunstancias
que ahora traigo a la memoria...
Pero ¿y si no fuese cierto?
¿Si alguna mano alevosa
ha fingido...?¿Y con qué fin?...
¡Quién sabe! Suceden cosas
en el mundo!... Pero no;
sea lo que fuere, importa
averiguarlo ahora mismo,
pues que va en ello mi honra.
 
ESCENA II
DON JUAN, EL DEMANDADERO.
Al dirigirse DON JUAN hacia una de las puertas erales sale el otro por la del foro, con un canastillo y dos palomas adornadas con cinta y talco.
DEMANDADERO. La madre Natividad
os envía estas palomas
como símbolo inocente
de tan suspiradas bodas...
JUAN. Gracias...
DEMANDADERO.                     Y las dos son blancas,
pluma rizada y moñonas...
JUAN. Gracias...
DEMANDADERO.                      Y nunca han criado;
que la santa religiosa no
consiente que en su celda...
JUAN. (Con impaciencia, dándole una moneda.)
¡Gracias!...
DEMANDADERO. (Poniéndolas en una mesa.)
                        Aquí, que no estorban.
JUAN. En cualquier parte...
DEMANDADERO. (Al irse.)
                 ¡Qué genio!
Lástima tengo a la novia...
(Al irse, tropieza con los músicos y echa a rodar un violín.)
¡Haya brutos!...
MÚSICO 1.º                            ¿Y no ve?...
 
ESCENA III
DON JUAN, MÚSICOS.
MÚSICO 1.º Ya que se nos proporciona
el felicitar a usía,
y en obsequio de la esposa...
(Empiezan a tocar una música alegre y ruidosa.)
JUAN. Adentro...
MÚSICO 1.º                        Es obligación...,
Sólo falta la viola,
porque está el pobre de parto...
JUAN. Adentro...
MÚSICO 1.º                        Si se incomoda
usía...
JUAN.                No me incomodo...
MÚSICO 1.º (A los otros.)
Pues da capo...
JUAN.                                   ¡Dale, bola!
¿No he dicho ya que se vayan?...
MÚSICO 1.º (Al irse.)
No entiende un punto de solfa.
(Se van por una puerta lateral y al mismo tiempo salen los criados.)
 
ESCENA IV
DON JUAN, LACAYOS.
LACAYO 1.º Señuritu, aquí venimus...
JUAN. (Dándoles unas monedas.)
Bien; os lo agradezco; toma...
LACAYO 2.º Yo soy primeru...
TODOS.                                        ¡Yo!... ¡Yo!
JUAN. Sólo falta esta camorra...
¡Id a reñir a la cuadra!...
LACAYO 1.º Yo no lo sueltu..., y me ahoga...
JUAN. Pronto... ¿No os vais?
LACAYO 2.º                                      Ya nos vamus...
LACAYO 1.º Dios le dé a usía la gloria. (Al entrar.)
Me has deshechu las narices;
pero he ganadu... y no importa.
 
ESCENA V
DON JUAN y DOÑA JUANA.
Sale DOÑA JUANA muy compuesta.
JUANA. ¿Qué infierno es éste?...
JUAN.                                              Que el diablo
anda suelto. ¿Y la señora?
JUANA. En la otra sala...; la niña
es la que está tan hermosa...
JUAN. Pues dígale usted que salga...
JUANA. ¿A la niña?
JUAN.                            No; a la otra...
JUANA. No es pasión, señor don Juan;
pero parece una rosa...
JUAN. Bien está...
JUANA.                         Tan inocente...
¡Se lleva usted una joya!...
JUAN. Bien...
JUANA.                     Como una manzanita
está de sana y sabrosa...
JUAN. ¿Quiere usted ir con mil santos?...
JUANA. Ya voy...; mas quisiera ahora...
JUAN. ¿Qué?
JUANA.                   Echarle a usted una arenga
que he aprendido de memoria.
JUAN. Después...
JUANA.                           ¿Y si se me olvida?
JUAN. No tal.
JUANA.                  Señor, si es muy corta...
JUAN. He dicho ya que después...
JUANA. Durará un cuarto de hora...
JUAN. ¡No hay paciencia para tanto!
JUANA. Y si voy..., ¿por qué se enoja? (Aparte, al entrar.)
Ya soltó la piel de novio,
y uñas de marido asoma.
 
ESCENA VI
DON JUAN.
JUAN. Juan, ¿quién te ha metido a ti
en toda esta batahola?...
Una muchacha sin seso,
una madre tontiloca,
este estafermo de vieja...
¡Y por remate y corona,
un amante de novela
que te disputa la novia!...
 
ESCENA VII
DON JUAN, LA MARQUESA.
MARQUESA. Yo esperaba a usted adentro...
JUAN. Quisiera hablaros a solas...
MARQUESA. Después tendremos lugar...
JUAN. Es que no sufre demora.
MARQUESA. (Suena la música.)
¿Pues no oye usted?
JUAN.                                      Sí; ya oigo...
MARQUESA. La sala está muy vistosa...
JUAN. Lo creo...
MARQUESA.                      Lindas muchachas
puestas a la última moda...
JUAN. Ya...
MARQUESA.            Bailan nueve parejas...
JUAN. Sí; pero ante todas cosas...
MARQUESA. ¿Y no ha de bailar usted?
JUAN. ¡Estoy para cabriolas!
MARQUESA. ¿Se siente usted malo?
JUAN.                                         Un poco...
MARQUESA. Pues no es aprensión: Se os nota
algo amarillo el semblante...
Tendréis bilis...
JUAN.                               Y de sobra.
MARQUESA. Un poco de ipecacuana...,
bastarán un par de tomas...
JUAN. (Entre dientes.)
De rejalgar...
MARQUESA.                               ¿Palma Christi?
Irrita y no desahoga...
JUAN. ¡Si no me da un tabardillo!...
MARQUESA. Pues refresco de chicorias...
JUAN. ¡Qué chicorias ni qué diablos!...
¿Quiere usted venir, señora,
y que hablemos un instante?
MARQUESA. ¿Y quién aquí nos lo estorba?
JUAN. Tiene que ser en secreto;
y es fácil que aquí nos oigan...
MARQUESA. ¡En secreto! ¿Es cosa mala?...
Ya tiemblo como una hoja...
JUAN. Pues no tiemble usted, y vamos...
MARQUESA. Es que siento una congoja...
JUAN. Vamos de prisa, que vienen...
MARQUESA. ¿Qué será, Virgen de Atocha?
Se me ha erizado el cabello
y se levanta la cofia.
 
ESCENA VIII
DOÑA TERESA, DON JOAQUÍN.
Ella delante y él detrás, saldrán por el lado donde suena el baile.
TERESA. Déjeme usted; si no quiero...
JOAQUÍN. Van a notarlo en la sala...
TERESA. Si he dicho que no, que no...
¡Haya tema más pesada!
JOAQUÍN. ¿Y qué dirán?
TERESA.                               Lo que quieran.
¿No puedo ponerme mala?
JOAQUÍN. Pero ¿no bailar?...
TERESA.                                     ¿Y acaso
he hecho yo alguna contrata?
JOAQUÍN. Esa es una niñería;
y estando ya apalabrada...
TERESA. ¡Miren quién da los consejos!
¿Y usted?...
JOAQUÍN.                             Si sabéis la causa...
TERESA. Disculpas...
JOAQUÍN.                           No tal...
TERESA.                                              Excusas...
JOAQUÍN. Si tengo la pierna hinchada
con esta maldita bota...
TERESA. Mentira...
JOAQUÍN.                      Si no se aparta
el zapatero, le mato...
TERESA. Todo ficción y maraña...
JOAQUÍN. El talón en carne viva...
TERESA. ¡Así tuvierais el alma!
JOAQUÍN. Pero ¿a qué viene esa furia?
TERESA. ¿A qué?... Pregunta excusada.
JOAQUÍN. Pero hable usted...
TERESA.                                   Su maldad
le estoy leyendo en la cara...
JOAQUÍN. ¿Y qué veis?
TERESA.                               Más que quisiera...
JOAQUÍN. Si tenéis queja, aclaradla.
TERESA. ¿Quiere usted que le regalen
el oído?
JOAQUÍN.                   ¡Qué bobada!
TERESA. ¿Le han prohibido a usted bailar?
JOAQUÍN. ¿Quién?
TERESA.                     Por sabido se calla...
JOAQUÍN. Si no os explicáis, no caigo.
TERESA. ¡Si fuera de una muralla!
JOAQUÍN. Os juro que ni sospecho...
TERESA. ¿La habéis visto esta mañana?
JOAQUÍN. ¿A quién?
TERESA.                      ¿Estaba muy linda?
Con la boca remilgada,
echándola de chistosa
y sin maldita la gracia.
JOAQUÍN. Si no sé de quién habláis...
TERESA. Le sienta bien lo enlutada;
ayer la vi y me espantó;
se me figuró una graja...
 
ESCENA IX
Los mismos. LA CONDESA.
Sale ésta por la puerta de cristales.
CONDESA. (A DOÑA TERESA.)
¡Insolente!
TERESA.                     ¡Ay Dios!
CONDESA. (A DON JOAQUÍN.)
                                              ¡Infame!
JOAQUÍN. Se vino a cuestas la casa.
CONDESA. ¿Quiere usted negarlo ahora?...
Y usted, niña mal criada...
TERESA. Vuelva usted por mí...
CONDESA.                                          ¿Quién? ¿Él?...
Tenéis la lengua muy larga...
TERESA. ¡Ay, que me da..., que me da!...
Por Dios, un vaso de agua... (Cae desmayada.)
CONDESA. ¡Ya le dio la pataleta!...
Qué pronto yo la curara...
JOAQUÍN. Repórtese usted, por Dios...
CONDESA. Vaya usted en hora mala...
JOAQUÍN. Pero óigame usted...
CONDESA.                                            Jamás.
JOAQUÍN. Las apariencias engañan...
CONDESA. Más engaña un hombre vil.
JOAQUÍN. No grite usted...
CONDESA.                                    ¿Quién lo manda?
JOAQUÍN. Yo os lo suplico...
CONDESA.                                          No quiero.
JOAQUÍN. Si lo oyen desde la sala...
CONDESA. ¡Villano, indigno, traidor!...
Quiero que sepan su infamia.
 
ESCENA X
LA CONDESA, DON JOAQUÍN, DOÑA TERESA, LACAYO 1.º
LACAYO 1.º ¿Quién llama?... ¡Jesús mil veces!
¡Una muerta!...
JOAQUÍN.                                  ¡Bruto, calla!
LACAYO 1. ¿Y si lo ve el escribanu?
CONDESA. Vete adentro; si no es nada...
LACAYO 1.º (Gritando.)
¡Se ha muertu una señurita!...
¡Y la condesa se escapa!
(El lacayo detiene por la falda a la condesa en el acto de querer volverse al paraje de donde salió.)
JOAQUÍN. ¡Maldita sea tu lengua!...
Este escondite me valga...
(Va a esconderse debajo de la mesa, en que están las palomas, y al verificarlo atropelladamente las derriba y se cae el tapete, quedando él descubierto y como en ademán de buscar una cosa.)
 
ESCENA XI
DON JOAQUÍN, DOÑA TERESA, LA CONDESA, LA MARQUESA, DON JUAN, DOÑA LUISA.
La MARQUESA y DON JUAN salen por una puerta lateral, y DOÑA LUISA por la otra de enfrente con dos o tres amigas.
MARQUESA. ¿Qué ha sucedido?
LUISA.                                      ¿Qué es esto?
JUAN. ¿También andas tú en la danza?
JOAQUÍN. Estoy buscando un pomito...
MARQUESA. Pero ¿qué ha pasado?
JOAQUÍN.                                          Nada...
LUISA. Tú, Leonor...
CONDESA.                                Ese animal,
que ha alborotado la casa...
LUISA. Teresa así...
(Ya estarán a su amado y abanicándola las que han salido últimamente.)
JOAQUÍN.                                 Fue un vahído
del calor y la algazara...
Yo acudí...
CONDESA.                        ¡Como el señor
tiene tan buenas entrañas!...
MARQUESA. Ya va volviendo...
TERESA.                                   ¡Ay de mí!
MARQUESA. Asomadla a una ventana...
(La llevan sosteniéndola las señoritas que antes habían salido.)
CONDESA. (A DON JOAQUÍN.)
¿No ayuda usted?...
MARQUESA (Al lacayo.)
LACAYO 1.º                                         ¿Qué traes tú?
Traigu una pluma quemada
para que huela...
MARQUESA.                                    Anda, bruto...
LACAYO 1.º (Al irse.)
¡Qué bien hablada es el ama!
 
ESCENA XII
DOÑA LUISA, LA MARQUESA, LA CONDESA, DON JUAN, DON JOAQUÍN.
JUAN. Pero sepamos al cabo
qué ha sucedido...
JOAQUÍN.                                   En sustancia
lo diré (muy de prisa.): que Teresita
se sintió en el baile mala,
que la vi descolorida,
que me ofrecí a acompañarla,
que la condesa acudió,
que ella cayó desmayada,
que lo vio el lacayo, y luego...
CONDESA. No hay una sola palabra
de verdad en cuanto ha dicho...
Yo diré las cosas claras (Imitándole);
que el señor es un bribón
que me ha tenido engañada;
que también engañó a esotra,
que quiso jugar con ambas,
que él la enamoraba aquí,
que ella un sayo me cortaba,
que yo perdí la paciencia
y a los dos cogí en la trampa.
He dicho.
MARQUESA.                   ¡Jesús! ¡Jesús!...
JOAQUÍN. ¡Condesa!...
CONDESA.                            Pues no faltaba
mas; servir yo de juguete
al señor teniente. Basta.
MARQUESA. ¡Y nosotros en el limbo!
JUAN. ¡Qué limbo ni calabaza!
MARQUESA. Pues tú también lo sabrías,
bribona...
LUISA.                       ¿Yo?
MARQUESA.                                     ¡Mojigata!
Para que a ti te encubrieran...
LUISA. ¿A mí, qué?...
MARQUESA.                                 No ignoro nada.
LUISA. (Aparte.)
Muerta estoy...
JUAN.                               ¡Por Dios, señora!...
MARQUESA. ¡Ya nos veremos las caras!
JUAN. Pero ¿es esto lo ofrecido?
MARQUESA. ¿Pues qué quiere usted que haga?
JUAN, Callar y dejarme a mí...
MARQUESA. Callaré como una estatua.
JUAN. En esa silla.
MARQUESA. (Sentándose.)
                            ¿También?
JUAN. Esto pronto se despacha.
Condesita, por mi parte,
debo darle a usted las gracias...
CONDESA. ¿Y de qué?
JUAN.                         Voy a decirlo:
usted estuvo casada
con un señor ya de edad...
CONDESA. Cierto...
MARQUESA. (Queriendo levantarse.)
                  Es que aquél le llevaba...
JUAN. ¿Quiere usted callar?
MARQUESA.                                      Ya callo.
JUAN. En aquella temporada,
¿fueron ustedes felices?
¿No responde usted?... Me basta.
Murió hace un año...
CONDESA.                                              Así es.
MARQUESA. Hoy mismo se celebraban...
JUAN. Lo sé, y por esa razón,
al ver aquí lo que pasa,
digo para mi capote:
Juan, cuando vieres pelada
la barba de tu vecino...
MARQUESA. ¿Qué dice usted?
JUAN.                                   Chito y calma.
MARQUESA. Pero ¿qué va usted a hacer?...
JUAN. Una cosa lisa y llana:
impedir que tres seamos
infelices por mi causa.
MARQUESA. Explíquese usted...
JUAN.                                      Ya voy.
MARQUESA. Mire usted que estoy en ascuas...
JUAN. Luisita, usted no me quiere...
MARQUESA. ¿Quién os mete esas patrañas?...
Habla tú...
LUISA. (Acercándose a la CONDESA.)
                          ¡Leonor!...
CONDESA.                                                  No temas.
JUAN. Déjela usted...
MARQUESA.                             Pero habla...
JUAN. No la hostiguéis a que mienta:
está de otro enamorada;
él la quiere y yo lo sé.
¿Queréis que infeliz me haga
por mi gusto, y que la vea
siempre triste y desgraciada?...
¡Dios me libre!... Mejor quiero
un asistente con barbas.
(Saca el contrato del bolsillo, le prende fuego en una bujía y lo arroja ardiendo.)
MARQUESA. ¿Qué hacéis?
JUAN.                        Un auto de fe...
Y enciendo las luminarias. (A DOÑA LUISA, acercándose a ella.)
Esta es ya mano de amigo
y no de esposo: tomadla.
 
ESCENA XIII
Dichos. DON CARLOS.
Este entra precipitadamente por la puerta del foro.
CARLOS. ¡Eso no, mientras yo viva!
JUAN. Pues esto no más faltaba...
CONDESA. ¡Carlos!...
LUISA.                       ¡Ay de mí!...
MARQUESA.                                                     ¿Qué es esto?
¿Quién atropella mi casa?...
CARLOS. Señora..., yo adoro a Luisa...
Ella me ha dado palabra...,
y vengo a que me la cumpla.
MARQUESA. ¿Qué es esto que por mí pasa?
CARLOS. Luisa o la muerte.
MARQUESA.                                 Habla tú...
LUISA. (Yendo a arrodillarse a sus pies.)
¡Perdón, madre de mi alma!
MARQUESA. ¡Quita, pícara, o si no!...
CARLOS. (En ademán de querer sacarla de allí.)
Ven, Luisa...
JOAQUÍN. (Conteniéndole.)
                           ¡Carlos!
CONDESA. (Conteniéndole.)
                                                Aparta...
MARQUESA. ¿No mando yo ya en mi hija?... (A DON JUAN.)
¿Y usted tolera esta infamia?..
JUAN. Por Dios, juicio...
MARQUESA.                                ¡Bribonzuela!...
JUAN. Si en esta ocasión nos falta,
puede ser que hagamos una
que a todos nos cueste cara.
La verdad, Luisa: ¿queréis
a don Carlos?
CONDESA.                           Sí, le ama...
JUAN. Que lo diga con su boca...
LUISA. (Con rubor y timidez.)
Sí, señor...
JUAN.                         ¿Y por qué causa
no me lo dijisteis antes?...
Así todo se evitaba.
LUISA. ¡Me daba tanta vergüenza!...
Y luego se disgustaba
mi madre...
MARQUESA.                           Y tú, picarona...
JUAN. ¿Volvemos a las andadas? (A DON CARLOS.)
Usted aspira a su mano...
El ganarla con la espada
no fuera cosa tan fácil
como usted imaginaba,
seor bachiller; pero yo,
a sus fieros y amenazas
contesto, cual debe un hombre
que peina hace tiempo canas...
CARLOS. Yo... Si...
JUAN.                       No intento sacaros
los colores a la cara;
sólo sí daros ejemplo
de cómo toman venganza.
los que caballeros nacen.
Marquesa mía, una gracia
voy a pediros.
MARQUESA.                              ¿Cuál es?
JUAN. Vuestra licencia; y se casan.
MARQUESA. ¿Quién?
JUAN.                   ¿Quién ha de ser? Los dos:
un joven y una muchacha.
LUISA. (Queriendo echarse a sus pies.)
¡Señor don Juan!...
JUAN. (Impidiéndolo.)
                                     ¿Qué hace usted?...
LUISA. ¡Estoy tan avergonzada!...
JUAN. ¿De qué, hija mía?
LUISA.                                  Ven, Carlos;
ven tú también...
JUAN.                                 ¡Qué niñada!
Id, que la mamá os espera:
una lágrima, y se ablanda. (Los dos se acercan con timidez.)
LUISA. ¡Madre!...
CARLOS.                       ¡Señora!...
MARQUESA.                                              Dejadme...
Me tenéis muy irritada...
JUAN. ¿Y ya qué remedio tiene?
Bendición y santas pascuas.
CONDESA. Si vale un empeño...
MARQUESA.                                        ¡Y buen
empeño se atravesaba!...
CONDESA. Si es por intereses, Carlos
tiene una hacienda mediana,
y yo le doy un cortijo,
el mejor...
LUISA.                      ¡Leonor!...
CARLOS.                                             ¡Hermana!...
¿Cómo podré yo pagarte?...
CONDESA. A mí nada me hace falta;
y a ti sí... No tengo hijos,
ni vocación de casada...
JOAQUÍN. (Haciéndole señas.)
Condesita...
CONDESA.                          Mande usted,
caballero...
JOAQUÍN.                                  ¿Así se falta
a lo ofrecido?...
CONDESA.                                  He hecho voto
de morir como una santa:
Santa Mónica bendita...
JOAQUÍN. ¿De veras?
CONDESA.                      No, sino en chanza:
¡Yo mi señora tinienta!...
Pues fuera una mentecata:
¿Joven y rica y viuda?...
Capitana Generala.
JUAN. Ya lo oyes, sobrino: tienes
que tocar a retirada...
CONDESA. Con los honores de guerra:
bandera, equipaje y armas.
 
ESCENA XIV
Dichos, DOÑA JUANA, que sale por la puerta del baile.
JUANA. Ya está corriente el refresco...
JUAN. ¡Pues no es mala la embajada!
JUANA. Don Juan y su esposa juntos,
al testero de la sala...
MARQUESA. Vete adentro, que ya vamos...
JUANA. Es que el escribano aguarda...
MARQUESA. Si vamos...
JUANA.                        Y los testigos...
JUAN. (Aparte.)
¡Haya vieja más pesada!...
Ya vamos.
JUANA. (Acercándose en secreto.)
                           Si usted quisiera
cumplirme aquella palabra...
JUAN. (Con impaciencia.)
¿Qué palabra?
JUANA.                           La arenguita...
Al momento despachaba.
JUAN. ¡Ya esto es por demás! Marquesa,
por cuantos santos se hallan
en la corte celestial...
MARQUESA. Aún no estoy determinada...
JUAN. Pues acabe usted.
CARLOS.                                 ¡Señora!...
LUISA. ¡Madre mía!...
(Van a echarse h sus pies; ella los levanta y se abrazan.)
MARQUESA.                                    ¡Dios os haga
unos santos!...
LUISA.                              ¡Carlos!...
CARLOS.                                                      ¡Luisa!...
JUANA. Yo estoy soñando o borracha... (A DON JUAN.)
Si quisierais explicarme...
JUAN. ¿Pues no lo veis?... Que se abrazan.
JUANA. Pero ¿delante de usted?...
JUAN. Ha llegado ahora de Francia
esa moda...
JUANA.                     ¡Ni el demonio
tales modas inventara!
LUISA. (Acercándose a él con muestras de gratitud.)
¡Cuánto os debemos, don Juan!
CARLOS. ¡Y yo tan loco!...
JUAN.                                 ¿Quién habla
ya de eso?
CARLOS.                       Ni con la vida
acción tan noble pagara...
JUAN. ¿Y qué mérito hay en ella?
Yo, que he escapado de tantas,
con mis sesenta del pico,
iba a hacer una bobada...
Abrí con tiempo los ojos
y doy a Dios muchas gracias...
¿Y los que los abren tarde?...
Ellos sabrán lo que pasa.



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