Escena I
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Varios Aguadores bailan la danza prima,
mientras un ciego toca la gaita, y su Lazarillo hace habilidades. Algunos Majos
de ambos sexos están en grupos viendo cómo bailan los Aguadores,
jaleándolos, y cantando para que continúen.
FARRUCO, sentado sobre su cuba en el proscenio,
parece muy pensativo; pero sonando la gaita a pocos compases después de
principiar la orquesta, no puede resistir la tentación, se levanta y
baila solo.
LUCÍA en su puesto y entregada a su quehacer.
SENTO entre los Majos, mirando también el
baile.
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MAJOS | (Cantado.) | Marusiña, Marusiña, | | hija del Corregidor, | | siendo tu padre tan rico, | | llevas tú muy mal jubón. | | Marusiña, Marusiña, | 5 | no me niegues esa flor; | | dámela, y te doy por ella | | al instante un coscorrón. | |
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(Al tomar
FARRUCO una de sus vueltas, atraviesa
GRIGORIO, embozado y cauteloso, de izquierda a
derecha, por detrás de la fuente, mirando hacia donde está
LUCÍA.
FARRUCO, que le ve, se queda con una pierna en alto
y exclama colérico:)
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MAJOS | ¡Sí... sí... Es Grigorio, | | el perverso
sedutor! | 10 |
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FARRUCO | Él es... ¡Oh rabia! No puede | | contenerte el corazón. | | ¡A ese cuervo maldecido | | blanco ya de mi
ojiriza, | | he de darle una paliza, | 15 | he de hacerle reventar! | | Ya verás si yo te mido | | las costillas con mi tranca, | | que mi mano, aunque no es blanca, | | también sabe solfear. | 20 |
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MAJOS | Desde el colodrillo al anca | | ábrele de par en par, | | échale después la zanca | | y llevémosle a enterrar. | |
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FARRUCO | (Hablado.) | Por Santiago de Galicia | 25 | que me cansa el tal muñeco | | tan flacucho, tan enteco | | y tan lleno de malicia. | |
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SENTO | Pardal es el Sacristán | | que cantar puede en la mano. | 30 |
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FARRUCO | Pues antes que ser mi hermano | | los mengues le llevarán, | | que Lucía, aunque asturiana, | | desde niña está en
Madrí, | | donde... |
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SENTO | Por supuesto, aquí | 35 | siempre en finura se gana. | |
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FARRUCO | ¡Y tanto! No la conoce | | el padre que la parió. | |
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FARRUCO | ¡Es verdad! Mi padre no | | parió nunca. Fue una coce. | 40 | Mírala, se pinta sola | | para esto de asar castañas. | | (Señalando a la puerta de la
taberna.) |
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SENTO | Ya tiene todas las mañas | | de la
mes guapa manola. | |
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FARRUCO | No hay
nenguna que la exceda. | 45 |
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SENTO | ¡Y qué garbo! ¡Es mucho cuento! | |
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FARRUCO | Cuando anda, aunque no haga viento, | | se levanta polvareda. | | ¡Y qué empuje! El otro día | | bajaban por esa acera | 50 | adelante una niñera, | | dos señoras y un usía. | | Pues, amigo, mete mano, | | cuélase como una flecha | | y le dice: | (FARRUCO se pone en jarras y remeda el tono de
LUCÍA.) | «la derecha | 55 | es mía, don Cayetano». | | Saca entrambos los dos codos, | | las rodillas y las ancas, | | y por zancas o barrancas | | fueron los cuatro a los lodos. | 60 | (Todo esto se dice acompañado de
la acción.) | Vota como un carretero, | | se empina media tinaja | | y maneja una navaja..., | | ¡quia!, ¡mejor que un baratero! | |
Fegúrate si quien tales | 65 | prendas, y más, atesora, | | deberá escuchar ahora | | requiebros sacristanales. | | Ella necesita un majo | | de forma y de fundamento, | 70 | de éstos que con el aliento | | echan un gigante abajo; | | de éstos que tienen la hiel | | muy amarga..., y se pelean | | por nada..., y se puñalean | 75 | por un pito de papel. | | ¡Ya lo tengo, voto a San! | | El herrero de ahí enfrente, | | enjuto, pero valiente | | lo mesmo que un
tamborlán. | 80 | Y se pirra por la chica, | | aunque ella no le
quier miaja, | | porque el Sacristán trabaja | | y la cosa... se complica. | | Por eso en
anochiciendo, | 85 | para salir ya de dudas, | | el escribano don Judas | | va hoy a casa. |
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SENTO | Sí, te entiendo. | | Se
hase un contrato y te quitas | | de
ensima... |
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FARRUCO | Luego echaremos un trago | | de lo moro y... |
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LUCÍA | ¡Calentitas! | | (Con el tono en que pregonan las
castañeras su mercancía, y meneando como ellas la vasija que
sirve para asar las castañas.) |
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LUCÍA | ¿Cuántas..., cuántas, | | que ahora queman? |
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FARRUCO | No hay que hablar... | | En oyéndola cantar | 95 | se postra un rey a sus plantas. | |
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Escena II
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Dichos.
MANOLO, que llega por la izquierda.
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MANOLO | Güenas tardes, caballeros. | |
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FARRUCO | ¡El amo de los chisperos | | va a ser mi cuñado! |
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| (Con sumo regocijo, echando los brazos al
cuello a
MANOLO.) |
MANOLO | Sí. | 100 | Mas no pase de esta noche | | que echemos el garabato. | |
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FARRUCO | Por supuesto, el trato es trato... | | Y por la mañana... |
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FARRUCO |
Vusotros, yo no. | 105 | ¡Juera un escándalo! A
pata | | iré yo. |
(LUCÍA se ha levantado, viene a incorporarse
en el grupo de los demás interlocutores, quedando a la derecha de
FARRUCO. Se pone las manos en las caderas y dice
con mucho desgarro:)
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MANOLO | ¿De qué? ¡De que
sacabó | | desde hoy lo del Sacristán, | | alma de los dos! | (Remedando el tono de
LUCÍA.) |
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LUCÍA | ¿De veras? | 110 | ¡Miste que tiene goteras | | la casa! |
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LUCÍA | ¡Quia! ¡Si eso no puede ser! | |
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FARRUCO | Vamos..., no armes rebullicio. | |
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MANOLO | ¡Señá Lucía,
más juicio! | 115 |
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LUCÍA | Señor Manolo..., ¡moler! | | (Vuelve
LUCÍA las espaldas a todos, siempre en
jarras.) |
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MANOLO | ¡Cudiao y que no
haiga
groma! | | ¡Que no le entre a
usté la luna! | |
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LUCÍA | ¡Miste que voy a hacer una | | que dé golpe, tío Carcoma! | 120 | ¡El demonio del señor! | | (Mira
LUCÍA de alto a bajo a
MANOLO, sonriéndose malignamente.) |
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MANOLO | ¿Me mira
usté a los tobillos? | |
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LUCÍA | Présteme
usté esos palillos | | para tocar el tambor | | en casa esta
nochegüena. | 125 |
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FARRUCO | ¡Chica, que me comprometes!
(Al oído.) | |
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LUCÍA | ¡Si me gustan los bonetes! | |
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| MANOLO Prestar no, dados, morena. | | Y apriete
usté, son de roble; | | apriete
usté bien los brazos. | 130 |
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LUCÍA | Yo lo hago todo pedazos | | cuando
quio dar un redoble. | |
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SENTO | (Alma tiene de Caín | | la dona.) |
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FARRUCO | Esto se gobierna | | así. ¡Pronto, a la taberna! | 135 |
(Coge a
LUCÍA por un brazo y la conduce
violentamente. Ella al marchar se vuelve y dice a
MANOLO:)
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LUCÍA | ¡Le llega su San Martín | | a cada puerco, so guapo! | |
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(FARRUCO da a
LUCÍA un empellón. Ella le hace un
gesto.)
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FARRUCO | ¡No me tuerzas el
jocico! | |
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LUCÍA | ¡Y le volveré a
usté mico, | | si
mapura, de un sopapo!
(A
MANOLO.) | 140 | (LUCÍA vuelve a sentarse a la puerta de la
taberna.
FARRUCO luego que la deja allí, se
reúne de nuevo a
MANOLO y
SENTO.) |
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MANOLO | ¿Y consientes que esto escuche? | |
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FARRUCO | Ella no gasta
güen modo, | | pero se compone todo | | con un poco de acebuche. | | Y luego que... cuando sepa | 145 | los dineros que la das... | |
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SENTO | (¡La dona es un Satanás!) | |
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FARRUCO | ¡Muchachos! ¡Viva la Pepa! | | Conque..., ¿estamos? Con guitarras | | y panderos a las siete... | 150 | (Dirigiéndose a Majos y
Majas.) | Ya sabéis... Ahí, al boquete..., | | número tres. |
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MANOLO | Veinte jarras | | darán fe del rumbo mío | | y ha de bailarse un bolero | | que tiemble España. |
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FARRUCO | Gaitero, | 155 | otra rueda, que hace frío. | |
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(Se repite la danza prima. Esta vez
principian a un tiempo la gaita y la orquesta, con el coro de Majos.
FARRUCO y
MANOLO se abrazan y se despiden, yéndose
éste por la izquierda abajo, y poniéndose aquél en seguida
a bailar, también solo como en la escena primera. Concluidos coro y
baile, hay chillidos, empellones y algunas otras barbaridades de este gusto.
Majos y Majas se dispersan en diferentes direcciones. Algunos Aguadores, como
igualmente
FARRUCO, cargan con sus cubas y se van,
también por distintos puntos. Uno de ellos, que es el encargado de
llenar, recorre los caños de la fuente, habla luego con
SENTO, le indica que va a echar una copa y que tenga
cuidado entretanto, y en efecto entra en la taberna. El ciego y su Lazarillo
piden a varios, pero nadie les da nada y se retiran tocando, sin embargo, la
gaita. Empieza a anochecer. Un Sereno enciende los faroles.)
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Escena III
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LUCÍA,
SENTO.
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(Queda aquélla a la puerta de la
taberna y éste se acerca poco a poco.)
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SENTO | Dona, tú no tengas
por, | | que estoy yo aquí. |
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LUCÍA | Mira, Sento, | | si sabes tener talento, | | yo sé otra cosa mejor, | 160 | que es pagar al que lo tiene. | | (Se levanta y vienen al proscenio, pero no
al medio.) |
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SENTO | No soy
tersero,
chiqueta. | |
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LUCÍA | Sento, aquí va una peseta, | | y si es que el Sacristán viene, | | mientras hablo dos instantes | 165 | con él, echa tú un vistazo | | al redor. Toma un abrazo | | también. | (LUCÍA mira a un lado y a otro, por si
alguien se acerca.) |
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SENTO | Venga... Pero antes | |
arrecoque este dinero, | | que cuando te sirvo yo | 170 | es porque te quiero... y no | | por otra
rasón, salero. | | ¡Ay! | (Al dar a
LUCÍA el abrazo.) |
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(LUCÍA vuelve a mirar, clava los ojos en la
fuente, se asusta, y pasa por delante de
SENTO a colocarse a la izquierda de éste,
agarrándose a él.)
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LUCÍA | ¡Siempre que miro a esa
juente, | | Sento mío, de repente | 175 | me quedo
pitrificá! | | Se cuenta que un guapetón | |
deste barrio a su gachona | | echó en un día de mona | | de cabeza en el pilón, | 180 | y que ella dijo, cayendo: | | «¡En este pilón fatal | | queda hasta el juicio final | | mi alma, contra ti gruñendo!». | | (Cantado.) | Anoche, Sento mío, | 185 | como entre doce y una, | | hería la
juente pálido | | rayo de opaca luna. | | En el pilón un súbito | | gemido resonó | 190 | y al punto de la
vítima | | la sombra apareció. | | Sentí de pronto un frío, | | un pasmo, una terciana... | | Oigo que con voz lúgubre | 195 | me dice: «¡Sacristana, | | mira que hay mucho pícaro! | | ¡No mueras como yo!». | | ¡Y en el pilón hundiéndose,
| | helada me dejó! | 200 | Olvidar, ¡ay Dios!, querría | | tan terrible profecía, | | mas no puedo, no, no puedo. | | Aún me dura el susto, el miedo, | | ¡Jue muy claro y campanudo | 205 | el acento que se oyó! | |
(Aquí se aparta de
LUCÍA el valenciano, para ir a ver si viene
GRIGORIO.
LUCÍA se adelanta al proscenio.)
| Cuando con labio trémulo | | prenuncia: «Yo te adoro», | | daríale un tesoro... | | ¡Suyo es mi amor, mi fe! | 210 | ¿Ni qué me importa el bárbaro | | que tuerce mi albedrío? | | ¡Sólo, Grigorio mío, | | contigo me uniré! | |
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(SENTO, que acechaba en varias direcciones desde el
foro, baja corriendo al proscenio.)
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(Hablado.)
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SENTO | Aquí le tienes,
chiqueta. | 215 |
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LUCÍA | ¡Me lo daba el corazón! | | ¡Ay! Toma tú otro apretón, | | pues no quieres la peseta. | |
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(SENTO abraza furtivamente a
LUCÍA y vuelve a retirarse al fondo.)
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Escena IV
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LUCÍA,
GRIGORIO y
SENTO.
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(Viene
GRIGORIO por la derecha arriba, embozado en su
manteo. Llega corriendo al paraje en que está
LUCÍA, le da un abrazo y exclama:)
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GRIGORIO | ¡Gracias a Dios! ¿Y aquel chulo? | | (Lo dice por
SENTO, que permanece todavía a la
vista.) |
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LUCÍA | Como si nadie mirara. | 220 | Es un centinela. |
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GRIGORIO | Apara | | estotro con disimulo. | | (Vuelven a abrazarse.) | Paloma del alma mía, | | te quiero con tal locura, | | que es mayor que tu hermosura | 225 | mi delirio noche y día. | | Como mi oficio no niego, | | visto este luto exterior, | | mas de gala el interior | | me pongo cuando a ti llego. | 230 | Todo, mi bien, lo daría | | por ese palmito mono, | | que sólo canto en tu tono, | | en ningún otro, Lucía. | | Las caspicias de lo puro | 235 | de rechoncha vinajera, | | las migajas de la cera, | | el
De Profundis2 de a duro, | | un porvenir de arzobispo | | (aunque ahora no andan muy bien) | 240 | y de un padre santo el tren, | | ¿qué son sin ti? ¡Voto a Cristo! | | Tú eres mi mayor delicia, | | Lucigüela salerosa, | | muy más tierna y más sabrosa | 245 | que las peras de Galicia. | | ¡Ay! Cuando asidas mis manos | | a seis robustos cordeles | | llamo en la torre a los fieles | | a los misterios cristianos, | 250 | siempre bajo la impresión | | de mis ilusiones locas, | | creo tener tantas bocas | | cuantas las campanas son. | | ¡Y paréceme en verdad, | 255 | aunque del rito con mengua, | | cada badajo una lengua | | que pregona tu beldad! | |
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(GRIGORIO da un fuerte abrazo a
LUCÍA. Larga pausa.)
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LUCÍA | Sacristán por quien me muero, | | por quien siento el corazón | 260 | más quemado que un tostón... | | ¡Tú solo me haces salero! | | ¿Qué me importa
nengún majo, | | donde estás tú, vida mía? | | ¡Ni aquí... ni en Andalucía | 265 | llega
naide a tu zancajo! | | ¡Tú eres quien llena la plana | | del regusto de tu prenda! | | ¡Sólo hay pan
pa ti en mi tienda! | | ¡Sotana quiero..., sotana! | 270 | ¡Sotana, aunque cien
defuntos | | saquen la gaita al pilón, | | que vales tú,
remonón, | | más que tos los hombres juntos!
| | ¡A pie y descalza andaría | 275 | por ti, aunque empezara en martes, | | del mundo las cuatro partes, | | Norte, Sur y Mediodía! | | Y mas que me
intierres tú, | | como has enterrado a tantos, | 280 | ¡vengan para mí quebrantos! | | ¡Para ti vida y salud! | |
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(LUCÍA se arroja en los brazos de
GRIGORIO.)
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GRIGORIO | Voy a mudar de parroquia. | |
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GRIGORIO | Tu hermano es muy bruto, | | y le ha dicho al
piernienjuto | 285 | que me ensarte.
(Con la acción.) |
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GRIGORIO | ¿Te parece mal agüero? | | ¡No! A Leganitos3primero | | que ensartado al hospital. | 290 |
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GRIGORIO | Tú emigras conmigo.
(Gravemente.) | | No has menester pasaporte, | | acá y allá todo es corte | | y tengo un alcalde amigo. | | ¡Aquí me pinchan, Lucía! | 295 | No lo dudes, cual pinchó | | Farruco a mi padre. |
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GRIGORIO | Me lo dijo el otro día. | | Yo tomo al punto soleta. | |
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GRIGORIO | Mi embeleso, | 300 | ya me dirás todo eso | | mañana por la estafeta. | |
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LUCÍA | ¿Y si esta noche Farruco, | | a mi despecho, me casa? | |
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GRIGORIO | Ya comprendo... ¡Por si pasa! | 305 | El tal Farruco es muy cuco. | | Aunque te case con diez, | | te he de descasar yo luego. | | ¡Miste que Dios! ¡Pues
qué, es juego! | | ¡No se me escapará el pez! | 310 | (Párase de repente como si le
hubiera ocurrido alguna idea, y dice en seguida con resolución:) | Pues ya no me voy, ¡canario! | | ¿Yo cobarde? ¡Ande la danza! | | Voy a pintarle en la panza | | con esta pluma un calvario.
(Sacando la navaja.) | | Yo con todo el mundo lidio... | 315 | ¡Carambola! ¡Y esta noche | | he de hacer en el bamboche | | astur un
farruquicidio! | | (Cantado.) |
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LUCÍA | Yo me opongo a la batalla. | 320 |
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GRIGORIO | ¡No tu llanto me desarme! | | ¡Oye! |
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GRIGORIO | ¡Escucha y calla! | | Sobre el hoyo do se encierra | | lo mejor de mis mayores, | | a tu raza cruda guerra | 325 | declararon mis furores. | | Hoy al verte tan hermosa | | otro afecto en mí rebosa... | | Sin embargo, en un momento | | me podré precipitar. | 330 |
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LUCÍA | ¡Ay! Aplaca esos furores, | | Sacristán de mis entrañas. | | Tengo males aún mayores | | de mi hermano y de sus mañas. | | Si otro
afeto en ti rebosa | 335 | al mirarme tan hermosa, | | es locura en un momento | | nuestra dicha aventurar. | |
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GRIGORIO | Fe de esposa aquí me jura, | | a la luz de estos faroles, | 340 | que aunque no hay altar ni cura, | | tiene el lance seis bemoles. | | ¡Toma, cándida azucena! | | Soy tu nene. |
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(Al decir sus últimas palabras se ha
quitado
GRIGORIO una sortija que pone a
LUCÍA en uno de sus dedos.
LUCÍA hace lo mismo con otra que coloca en
uno de los de
GRIGORIO.)
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LOS DOS | ¡Ah! Que nunca un Dios piadoso | 345 | nos retire su favor. | | ¡Sea siempre venturoso | | este vínculo de amor! | |
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LUCÍA | ¡Oh palabra dura, impía! | 350 | Yo no sé quién me detiene... | |
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GRIGORIO | Mi alma queda aquí, Lucía. | |
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LUCÍA | ¡Ay! Escríbeme a menudo | | ¡Dios eterno, cómo sudo! | | ¡Esta esposa desgraciada | 355 | de esperanza vivirá! | |
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GRIGORIO | ¡Tu memoria, prenda amada, | | mi esperanza animará! | |
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LOS DOS | Vendrán a ti en las auras | | mis santos juramentos. | 360 | Murmurarán las tórtolas | | mis ayes y lamentos. | | Serán sólo mis cánticos | | los cánticos de amor. | | Conságrame una lágrima | 365 | y rabie el aguador. | |
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(Se abrazan. Ella entra en la taberna y
él se va por paraje opuesto.)
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