11
Palma
escribía: «los años han
debilitado el vigor de la pluma [...], el lenguaje es por
demás incorrecto [...] su llaneza se confunde casi siempre
con lo vulgar. [...] Cuando se entinta la pluma para borronear
páginas de historia que han de pasar a la posteridad, el
hombre tiene que hacer el sacrificio de sus pasiones de
hombre»
, en «Las revoluciones de Arequipa»,
ed. Aguilar, p. 1468. Es probable que interviniera en tal
condena las posturas políticas divergentes de Valdivia y
Palma ya que Valdivia rendía homenaje a Castilla en su libro
y condenaba la actuación de Vivanco a quien nuestro escritor
había admirado.
12
En la reseña de la obra de Mendiburu (Diccionario histórico, ed. Aguilar, pp. 1468-1469) Palma elogia también los trabajos históricos de los hermanos Ribeyros, de F. Paz Soldán y de Odriozola. Curiosamente omite nombrar a Sebastián Lorente, quizá porque éste desempeñaba más bien un papel de divulgador que de investigador.
13
Entre estas fuentes fantasiosas enumera Palma a Garcilaso, Francisco de Jerez y Montesinos a los que él mismo acudirá.
14
Ed. Aguilar, p. 1469.
15
Ibid.
16
M. Compton: «Las tradiciones y la génesis del género», en Tradiciones peruanas, ed. Archivos, 1993, p. 458.
17
Ed. Aguilar, p. 355.
18
Sólo en una tradición de la Segunda serie de 1874 figura la palabra «apuntes» en lugar de «crónica». Se trata de «Pepe Bandos», por la que Palma disponía de los datos muy precisos que acababa de publicar Mendiburu dedicando más de treinta páginas al virrey Armendáriz.
19
Antes de Palma, Sebastián Lorente había retomado la periodización española para estudiar la historia del Perú (Historia del Perú bajo la dinastía austriaca. Historia del Perú bajo los Borbones). En cambio no acudía a la palabra «crónica» sino que titulaba escuetamente sus capítulos con el nombre del virrey correspondiente («cap. IV Don Francisco de Toledo»; «Capítulo V. Don Martín Enríquez y la audiencia»). Véase su Historia del Perú bajo la dinastía austriaca, Lima: Benito Gil, 1863.
20
Véase en
«Lucas el Sacrílego»: «Ciñéndonos al plan que hemos
seguido en las Tradiciones viene aquí una
rápida reseña histórica [...]»
,
ed. Aguilar, p. 562; también en «El
corregidor de Tinta»: «Aquí
deberíamos dar por terminada la tradición, pero
el plan de nuestra obra exige que consagremos algunas
líneas por vía de epílogo al virrey
[...]»
, ed. Aguilar,
p. 686. Las cursivas son
nuestras.