61
Véase «La fundación de Santa Liberata», ed. Aguilar, p. 521.
62
Véanse «La emplazada» (ed. Aguilar, p. 472) y «Pepe Bandos» (ed. Aguilar, p. 546).
63
Mendiburu, Diccionario histórico, Lima: Arica, reed. 1976, t. 1, pp. 164-165. Las cursivas son mías.
64
«Pepe Bandos», ed. Aguilar, pp. 545-546. Las cursivas son mías.
65
Véase
«Un virrey y un arzobispo»:
«Apu Inca, al frente de algunas tribus rebeldes y
ensoberbecidas por pequeños triunfos alcanzados sobre las
fuerzas españolas, amenazaba desde Huarochirí un
repentino ataque sobre la capital. [...] Sus pretensiones eran las
del ambicioso sin talento que, usurpando un nombre, se convierte en
jefe de una horda. Él proclamaba el exterminio de la raza
blanca, sin ofrecer al indígena su rehabilitación
política. Su causa era la de la barbarie contra la
civilización»
, ed. Aguilar, p. 571.
66
Véase
«Una vida por una honra»: «Las fantasías y la mala política
de Felipe IV y de su valido, el conde-duque de Olivares, se dejaban
sentir hasta en América»
, ed. Aguilar, p. 369.
67
Véase
«Las querellas de santo Toribio»: «Como Luis XI de Francia, Felipe II el
fanático acataba mucho a Roma»
, ed. Aguilar, p. 224.
68
Véase
«El peje chico»: «Y para
colmo de agravio, el ingrato Felipe II
[reconvino a
Toledo]», ed. Aguilar,
p. 195.
69
Véase
«¡A la cárcel todo Cristo!»: «O'Higgins envió a la corona siete
millones de pesos, con los que el Perú contribuyó,
más que a las necesidades de la guerra, al lujo de los
cortesanos y a los placeres de Godoy y de su real manceba
María Luisa»
, ed. Aguilar, p. 760.
70
Véase
«Los polvos de la condesa»: «Para sostener el caprichoso lujo de Felipe IV y
sus cortesanos, tuvo la América que contribuir con
daño de su prosperidad. Hubo exceso de impuestos y gabelas,
que el comercio de Lima se vio obligado a soportar»
,
ed. Aguilar, pp. 355-356.