Jornada II
|
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Salen VENUS y
CUPIDO.
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VENUS |
¡Oh,
qué bien me obedeciste! |
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En obligación te estoy; |
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gracias, Cupido, te doy |
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del cuidado que tuviste: |
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alta venganza me diste |
5 |
si, después que me
partí, |
|
Dafne se burla de mí, |
|
y a su Diana siguiendo, |
|
por las selvas anda huyendo |
|
de los hombres y de ti. |
10 |
Gustarás
de que me afrente |
|
con soberbia
presunción, |
|
y te haya dado ocasión |
|
para ser inobediente. |
|
¿En qué estrella, en
qué accidente |
15 |
consiste que, sin temor, |
|
sea para mí rigor, |
|
ira, desdén y aspereza, |
|
el que por naturaleza |
|
es para todos Amor? |
20 |
Quien tantas
almas enciende |
|
de mi hijo no se alabe, |
|
pues que vengarme no sabe |
|
de una mujer que me ofende. |
|
Por toda Arcadia se extiende, |
25 |
de Febo la ilustre fama, |
|
que lo que sabes te llama, |
|
porque dio muerte a una fiera; |
|
y tú, como si lo fuera, |
|
tiemblas de ver una dama. |
30 |
¡Vive
Júpiter sagrado, |
|
que estoy de pura tristeza |
|
por quebrarte en la cabeza |
|
el arco mal empleado! |
|
Dime, cobarde y armado, |
35 |
dime, desnudo y valiente, |
|
¿cómo aquel valor
consiente, |
|
que con tu sangre te di, |
|
que Febo te venza a ti, |
|
y que a mí Dafne me
afrente? |
40 |
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CUPIDO |
Infamas sin
ocasión |
|
mi cuidado, madre mía; |
|
que no ha sido cobardía |
|
sino aguardar ocasión: |
|
yo daré
satisfacción |
45 |
a mi agravio y tus enojos, |
|
y por esos bellos ojos, |
|
dulce estrella del aurora, |
|
que ha de ser antes de un hora |
|
Dafne de tus pies despojos: |
50 |
yo, que sin
guardar decoro, |
|
a Júpiter
transformé, |
|
por Leda, en cisne, y
mudé, |
|
por la bella Europa, en toro: |
|
vete, que el plomo y el oro |
55 |
hoy te dirán si me
atrevo; |
|
que por lo que a ti te debo, |
|
y la parte que me alcanza, |
|
tendrás de Dafne
venganza |
|
y yo la tendré de Febo. |
60 |
|
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CUPIDO |
Doy
|
|
a tus ojos celestiales. |
|
|
|
VENUS |
Pues por humildades tales |
|
mis brazos te doy, y estoy |
|
tan satisfecha, que voy, |
65 |
como pudiera vengada, |
|
contenta y desenojada. |
|
(Vase.)
|
|
|
CUPIDO |
Tú,
principio de mi vida, |
|
como me mandas servida, |
|
como mereces amada. |
70 |
Selvas de Arcadia, montes y
riberas, |
|
yo soy Amor; mi madre me ha
reñido; |
|
de hoy más, todo mortal
guarde el sentido; |
|
que no he de perdonar aves ni
fieras. |
|
Tú, que
las plantas, al correr ligeras, |
75 |
por las sendas estampas del
olvido, |
|
presto verás,
habiéndome ofendido, |
|
lo que va de las burlas a las
veras. |
|
Hoy has de
aborrecer, y ser querida; |
|
y tú, vanaglorioso Febo,
advierte |
80 |
que no te importa ser
fitonicida. |
|
No pienses libre
de mis flechas verte, |
|
porque de cuantas cosas tienen
vida, |
|
sólo no supo qué es
amor la muerte. |
|
|
|
|
(Dentro ruido de pastores, y sale BATO.)
|
BATO |
Desgraciado en
premios soy: |
85 |
si el cielo premios lloviera, |
|
ninguno a mí me
cupiera; |
|
por desesperarme estoy. |
|
¡Oh,
tiempo, no sé por quién |
|
eres a mi premio ingrato! |
90 |
Todos alaban a Bato, |
|
pero nadie le hace bien. |
|
¿De
cuál peñasco arrojado |
|
me dará fin este
río, |
|
que aun de morir
desconfío, |
95 |
según nací
desdichado? |
|
Este es bajo,
éste eminente, |
|
éste aún no me da
lugar; |
|
tal estoy, que no he de hallar |
|
peñasco que me
contente. |
100 |
Un mancebo viene
allí. |
|
|
|
CUPIDO |
Dime, que el cielo te guarde, |
|
pastor, ¿qué fiesta
esta tarde |
|
celebra el Arcadia
aquí, |
|
que tanta gente
se junta? |
105 |
|
|
BATO |
Deciros la causa quiero; |
|
que parecéis forastero |
|
en el traje y la pregunta: |
|
dio Febo muerte a
Fitón. |
|
|
|
|
BATO |
El nacido Delo,
|
110 |
el que lleva por el cielo |
|
el dorado cherrión. |
|
|
|
|
BATO |
Una fiera
|
|
serpiente, que se comía |
|
los ganados, y este día |
115 |
celebran monte y ribera |
|
con juegos, que
él ordenó, |
|
de cantar, saltar, bailar, |
|
hacer versos y luchar, |
|
y todos los pierdo yo. |
120 |
|
|
|
|
|
|
|
BATO |
Sí, señor; mas son
perversos. |
|
|
|
CUPIDO |
Pues ¿cómo
queréis ganar? |
|
|
|
BATO |
Porque como yo
sabía |
125 |
que lo peor se premiaba, |
|
por lo mismo imaginaba que el
premio merecería. |
|
|
|
CUPIDO |
¡Oh,
qué cosa tan mal dicha! |
|
|
|
BATO |
Yo la he dicho muchas veces. |
|
|
|
CUPIDO |
Donde son dioses jüeces, |
130 |
culpad a vuestra desdicha; |
|
que los dioses
saben bien |
|
quién merece premio o
no. |
|
Decid los versos, que yo |
|
quiero ser jüez
también. |
135 |
|
|
BATO |
¿Es dios
su merced acaso? |
|
|
|
CUPIDO |
Decid, que yo os lo
diré |
|
después. |
|
|
BATO |
Ya van alahé,
|
|
pero quítese del paso: |
|
en tomando su
arco y flechas |
140 |
Febo de un espetón |
|
mató a la Sierpe
Fitón, |
|
y todos estos montes y
riberas; |
|
le hacen fiestas |
|
saltando y bailando, |
145 |
jugando y andando; |
|
y dicen que el dios Cupido |
|
nunca hizo tiro tan llocido, |
|
porque es herrero su padre, |
|
y su madre, por desastre, |
150 |
le hubo en un sastre, |
|
y nadie se asombre, |
|
que era mujer, y no hombre, |
|
y esto lo puedo jurar, |
|
aunque nunca la vi nadar. |
155 |
|
|
|
|
CUPIDO |
Si vos escribís
ansí, |
|
¿qué premio
esperáis? |
|
|
BATO |
A mí
|
|
me han dicho que le merece. |
|
|
|
CUPIDO |
Pues porque
jamás culpéislos |
160 |
dioses, con este anillo |
|
os premio. |
|
|
BATO |
Me maravillo,
|
|
si es fino, que me lo
déis. |
|
|
|
CUPIDO |
Mirad que tiene virtud |
|
esa piedra para hacer |
165 |
que os quiera cualquier mujer. |
|
|
|
BATO |
Dios le dé vida y
salud: |
|
Silvia me
burló mil veces, |
|
hoy me tengo de vengar. |
|
|
|
CUPIDO |
Ya no podréis murmurar |
170 |
siendo los dioses jüeces. |
|
Finalmente.
¿a quién premiaron |
|
de las ninfas? |
|
|
BATO |
Por mejores
|
|
en todas gracias de flores, |
|
los cabellos coronaron |
175 |
de Dafnes y de
Sirena, |
|
que cantando las dos, creo |
|
que pudieran, como Orfeo, |
|
suspender la eterna pena. |
|
|
|
|
BATO |
¡Pues no!
|
180 |
Tanto, que con dulce guerra |
|
la miró Febo en la
tierra, |
|
y en el cielo se paró. |
|
|
|
|
BATO |
Es mujer
|
|
que se la pide a Peneo |
185 |
mueso príncipe Aristeo. |
|
|
|
CUPIDO |
Desde aquí la pienso
ver. |
|
|
|
|
(Todos los pastores de fiesta, con instrumentos, y
FEBO detrás
coronado de roble, y DAFNE
y SIRENA, de
flores.)
|
ALCINO |
En grandes
obligaciones |
|
nos pone tu majestad, |
|
con hallarte, ¡oh, gran
deidad!, |
190 |
en nuestros juegos fitones; |
|
con esto
serán más claros. |
|
tú con más amor
servido. |
|
|
|
FEBO |
Mi propio interés ha
sido, |
|
pastores, venid a honraros. |
195 |
|
|
|
(Habla BATO con el
Amor, y no le ve.)
|
BATO |
Ahora, ilustre
mancebo, |
|
pues que no la
conocéis, |
|
la bella Dafne veréis, |
|
veréis al valiente
Febo; |
|
mas ¿por
adónde se fue? |
200 |
que sin verle no es posible. |
|
|
|
CUPIDO |
Aquí estoy, pero
invisible, |
|
donde ninguno me ve; |
|
desde aquí
la flecha de oro |
|
a Febo quiero tirar; |
205 |
Diana ha de perdonar, |
|
pues no ofendo su decoro; |
|
por enamorar a
Febo, |
|
la de plomo a Dafne tiro. |
|
|
|
|
(Tira dos flechas a DAFNE y a FEBO.)
|
FEBO |
Parece que en Dafne miro |
210 |
nuevo ser, semblante nuevo; |
|
nunca tanto en su
belleza, |
|
como ahora reparé. |
|
|
|
DAFNE |
¡Qué diferente
miré, |
|
de Febo la gentileza |
215 |
de lo que la miro
ahora! |
|
Gallardo me parecía, |
|
como al tiempo que
salía |
|
de los brazos del Aurora: |
|
¡qué
pena de verle tomo! |
220 |
¡Qué mal talle! No
merece |
|
ser deidad. |
|
|
CUPIDO |
Ya le aborrece,
|
|
ya va haciendo efecto el
plomo, |
|
y el oro en
Febo. |
|
|
ALCINO |
Pastores,
|
|
Febo querrá descansar; |
225 |
volvamos a coronar |
|
su templo de almas y flores. |
|
|
|
|
(Éntrense todos cantando, y FEBO detenga a DAFNE.)
|
|
|
|
|
FEBO |
Una flor
|
230 |
desa guirnalda quisiera; |
|
ni es mucho a la primavera |
|
pedir flores por favores, |
|
que es propio tiempo de
amores. |
|
|
|
DAFNE |
¿Flores me pides a
mí, |
235 |
cuando al Aurora y a ti |
|
deben los prados las flores? |
|
|
|
FEBO |
Lo que se puede
tomar |
|
no puede favor llamarse, |
|
porque es cosa que ha de darse |
240 |
si favor se ha de llamar. |
|
|
|
DAFNE |
El que a otro puede dar, |
|
es forzoso conceder |
|
que superior viene a ser, |
|
y tu deidad perdería |
245 |
si yo, de cosa que es
mía, |
|
le puedo favorecer. |
|
|
|
FEBO |
Dafne hermosa, la
deidad |
|
celestial naturaleza, |
|
de cuanto es mortal riqueza |
250 |
no tiene necesidad: |
|
lo que pide es voluntad; |
|
las demás cosas son
vanas |
|
para prendas soberanas, |
|
y ésta falta entre las
dos; |
255 |
que siempre está pobre
Dios |
|
de voluntades humanas. |
|
El olor del
sacrificio, |
|
desde la ardiente ceniza |
|
los aires aromatiza, |
260 |
porque en su piadoso oficio |
|
es del corazón indicio, |
|
y por eso juzgas mal |
|
en llamarte desigual; |
|
que es tal la fuerza de amor, |
265 |
que puede hacer inferior |
|
lo inmortal a lo mortal. |
|
La violencia
más segura |
|
para hacer desde la tierra |
|
a los mismos dioses guerra, |
270 |
es la perfecta hermosura. |
|
El oro y la plata pura, |
|
las piedras, los minerales |
|
y las perlas orientales, |
|
las crío y engendro yo; |
275 |
pero nunca el sol crió |
|
esos ojos celestiales. |
|
Que si pudiera mi
mano |
|
dar a tu belleza ser, |
|
¿qué le quedaba que
hacer |
280 |
a Júpiter soberano? |
|
Y aún pienso, y tengo por
llano, |
|
que tan perfecta y tan pura |
|
belleza y rara pintura |
|
ella misma se hizo a
sí, |
285 |
porque de otra que de ti |
|
no fuera tanta hermosura. |
|
Yo puedo hacer en
la mina |
|
el diamante y el rubí, |
|
no engastar en carmesí |
290 |
clavel tu boca divina: |
|
con esto, Dafne, imagina, |
|
si te parece extrañeza |
|
que conquiste tu belleza, |
|
que hasta un dios pudo rogar |
295 |
por lo que le puede dar |
|
la mortal naturaleza. |
|
|
|
DAFNE |
Febo ilustre, yo
nací |
|
del claro río Peneo, |
|
como sabes, semideo, |
300 |
en cuya orilla crecí |
|
hasta que las ninfas vi |
|
de la triforme Diana, |
|
a quien dediqué lozana |
|
verde edad, que no hermosura, |
305 |
y a su casta imagen pura |
|
la parte que tengo humana. |
|
Aristeo me
pidió |
|
por mujer, que de Tesalia |
|
es Príncipe, y la
acidalia |
310 |
Venus tanto se enojó |
|
de que le dejase yo |
|
por seguir su casto coro, |
|
que contra el justo decoro |
|
a que me quieras te obliga, |
315 |
porque, queriéndote,
siga |
|
las leyes de Amor, que ignoro. |
|
Yo no quiero, ni
he querido, |
|
ni pienso querer jamás, |
|
si todo el oro me das |
320 |
de tus rayos producido: |
|
muda el amor en olvido; |
|
que aunque eres deidad, yo
humana, |
|
será tu esperanza vana |
|
mientras más loca
pretenda, |
325 |
pues cuanto Venus me ofenda, |
|
sabrá guardarme Diana. |
|
(Vase.)
|
|
|
FEBO |
¡Al autor
de la luz tanto desvelo, |
|
tanto desdén y desigual
porfía! |
|
Estoy por no salir, ni formar
día, |
330 |
aunque la Tierra se lamente al
Cielo. |
|
Caiga la noche de
sí misma al suelo, |
|
sin esperanza de la lumbre
mía, |
|
porque la caza que estas selvas
cría |
|
se envuelva en sombra de su eterno
velo. |
335 |
Suspende el arco al hombro, que
profana |
|
la ley de Amor, y si es buscar
severa |
|
fieras tu condición, dulce
tirana, |
|
¿qué fiera más cruel hallar
espera |
|
que la que tiene con belleza
humana, |
340 |
de piedra el alma, el
corazón de fiera? |
|
|
|
|
(CUPIDO se le pone
delante.)
|
CUPIDO |
¿Adónde bueno, gallardo |
|
Febo, el del famoso tiro? |
|
Vienes de ver, por ventura, |
|
las fiestas y regocijos |
345 |
que a la muerte de
Fitón |
|
las riberas deste río |
|
celebran con tanto aplauso |
|
de juegos y sacrificios? |
|
¿O, codicioso de hacer |
350 |
suerte igual entre estos
riscos, |
|
buscas otra sierpe fiera |
|
que derribe excelsos pinos, |
|
que devore los ganados, |
|
y rompa los edificios? |
355 |
¿Adónde la dejas
muerta? |
|
Que yo confieso que envidio |
|
las honras que estos serranos |
|
hacen a tu nombre invicto. |
|
¿Qué dicha mayor que
ver |
360 |
cómo eres dellos tenido |
|
por el mayor de los dioses |
|
que tiene el sagrado Olimpo? |
|
Adórante cuantas ninfas |
|
habitan los extendidos |
365 |
campos que riega Peneo |
|
en círculo cristalino, |
|
y más entre todas
Dafne, |
|
su hija, con quien he visto, |
|
de la florida ribera |
370 |
entre los verdes alisos, |
|
tan tierna y enamorada, |
|
que parece que yo mismo |
|
la enseñaba los amores |
|
que a tus requiebros ha dicho. |
375 |
¿Cómo la dejaste
ir? |
|
|
|
FEBO |
Mal nacido basilisco, |
|
dulce afrenta de las almas, |
|
grave error de los sentidos, |
|
engaño de la esperanza, |
380 |
tirano del albedrío, |
|
sinrazón de la
razón |
|
y de la memoria olvido; |
|
pasión del
entendimiento, |
|
de la voluntad hechizo, |
385 |
suspensión de las
acciones, |
|
humano con lo divino, |
|
y divino con lo humano; |
|
el más traidor que
ofendido, |
|
por envidia y por venganza |
390 |
te burlas, rapaz, conmigo: |
|
¿Parécete que es
victoria |
|
haberme Dafne rendido? |
|
¿Lo que su hermosura ha
hecho |
|
atribuyes a tu oficio? |
395 |
Sus ojos, y no tus flechas, |
|
sus donaires, no tus tiros; |
|
que la hermosura perfecta |
|
no mata con artificio. |
|
Plega al cielo que te veas, |
400 |
siendo Amor, aborrecido, |
|
y que te deje, a quien ames, |
|
por hombre mortal e indigno, |
|
y que por tus ojos veas, |
|
abrasado en celos vivos, |
405 |
sus dos almas, sus dos vidas, |
|
en un cuerpo hermafrodito. |
|
Oigan los dioses mis ruegos, |
|
en cuya piedad confío |
|
venganza de tus agravios, |
410 |
y piedad de mis suspiros. |
|
(Vase.)
|
|
|
CUPIDO |
No sé cómo, viendo a
Febo |
|
tan triste, el placer resisto; |
|
pero sin comunicarse, |
|
¿qué gusto
jamás lo ha sido? |
415 |
Voy a referir a Venus |
|
sus trofeos y los míos. |
|
Dafne huye, Febo adora, |
|
yo triunfo. ¡Cupido,
víctor! |
|
|
|
|
(Salen DAFNE y
SIRENA.)
|
SIRENA |
¿De eso
vienes victoriosa? |
420 |
|
|
DAFNE |
¿De qué quieres que
lo esté |
|
con más razón? |
|
|
SIRENA |
Desdén fue
|
|
de mujer loca y hermosa; |
|
¿dirás que de
virtuosa |
|
el desdén ha procedido? |
425 |
|
|
|
SIRENA |
Yo no le doy ese nombre, |
|
pues al que es dios y al que es
hombre |
|
tratas con un mismo olvido. |
|
Que desechos a
Aristeo |
430 |
me parece necedad, |
|
y de Febo la deidad, |
|
vanaglorioso trofeo: |
|
¡Que ningún amor ni
empleo |
|
tu condición te
permita! |
435 |
¡Qué nación el
mundo habita, |
|
que haya despreciado al sol, |
|
desde el indio al
español, |
|
y del alemán al scita? |
|
¡Ah,
Dafne! Júpiter quiera |
440 |
que no pague la locura |
|
de emplear tanta hermosura |
|
en ir siguiendo una fiera. |
|
|
|
DAFNE |
Yo sé qué premio me
espera, |
|
y no es esperanza vana, |
445 |
cuando lo sepa Diana, |
|
de cuyo coro me precio, |
|
y por cuyo honor desprecio |
|
toda la riqueza humana. |
|
Mas cuando su
celestial |
450 |
compañía no
siguiera, |
|
menos a Febo quisiera, |
|
porque me parece mal; |
|
tanto, que en odio mortal |
|
el respeto he convertido. |
455 |
|
|
SIRENA |
Si es gallardo y entendido |
|
un hombre, ¿qué ha de
tener |
|
para quererte? |
|
|
DAFNE |
Nacer
|
|
con dicha de ser querido; |
|
tanto sol no me
conviene, |
460 |
ni hay tan rudo labrador |
|
que me parezca peor |
|
de cuantos Arcadia tiene. |
|
|
|
SIRENA |
Venus le ama y le entretiene, |
|
y día y noche le sigue. |
465 |
|
|
|
SIRENA |
El cielo te obligue
|
|
a hacer presto un necio empleo |
|
en el sátiro más
feo, |
|
que tus melindres castigue. |
|
Todas las que
sois así, |
470 |
arrepentidas lloráis |
|
después que a todos
vengáis, |
|
como lo espero de ti. |
|
|
|
DAFNE |
Vete. Sirena, de aquí, |
|
y no culpes mi desdén; |
475 |
que como tú quieres
bien, |
|
hablas mal contra el decoro |
|
de Diana. |
|
|
SIRENA |
De su coro
|
|
me río, y de ti
también. |
|
Nace al aurora la
flor |
480 |
vanagloriosa de sí, |
|
y si pasa por allí |
|
el gallardo cazador, |
|
parece que de temor |
|
de que la toque su mano, |
485 |
aunque fue melindre en vano, |
|
a las hojas se retira, |
|
y cuando ya el sol expira, |
|
la pisa el rudo villano. |
|
Tu aspereza no es
virtud, |
490 |
sino necia vanagloria; |
|
en tanto intenta victoria |
|
tu loca solicitud: |
|
yo culpo tu ingratitud, |
|
de vana arrogancia llena. |
495 |
|
|
DAFNE |
Vete y déjame, Sirena; |
|
que viciosa
compañía |
|
hará que juzguen la
mía |
|
por la libertad ajena. |
|
|
|
SIRENA |
Si es porque de
Alcino soy, |
500 |
yo estoy tan bien empleada |
|
como tú estás
engañada. |
|
|
|
DAFNE |
En mi daño si lo estoy: |
|
vete con Dios. |
|
|
SIRENA |
Yo me voy;
|
|
todo el tiempo lo sujeta: |
505 |
tú verás si eres
discreta, |
|
y si yo la necia soy. |
|
(Vase.)
|
|
|
DAFNE |
No hay cosa
más importuna |
|
que la persuasión de un
necio, |
|
cuando presume que sabe |
510 |
y que enseña al que es
discreto. |
|
No de otra suerte combate |
|
la roca en la mar al viento |
|
las ondas de las aguas |
|
una tras otra soberbio, |
515 |
que como quien burla
dél, |
|
firme en su nativo asiento, |
|
vuelve en espumas los golpes, |
|
y en blanda risa los ecos: |
|
así se cansa quien
piensa |
520 |
reducir mi entendimiento |
|
a no seguir de Diana |
|
limpia vida y trato honesto. |
|
Por más imposible juzgo |
|
que pueda querer a Febo, |
525 |
que hacer solsticio sus rayos |
|
un año en medio del
cielo. |
|
(Sale un ciervo por una puerta del teatro.)
|
¡Oh, qué valiente
animal! |
|
Tan alto y hermoso ciervo |
|
no le ha criado el Arcadia: |
530 |
seguirle y tirarle quiero. |
|
¿Huyes? Yo sabré
seguirte. |
|
Yo mate este ciervo, y Febo |
|
mate serpientes Fitones. |
|
(Va tras él, y vuelve a salir por la otra
parte.)
|
No pareces muy ligero, |
535 |
ciervo gentil, por Diana, |
|
a quien humilde prometo |
|
de tu pardo morrión |
|
las plumas para trofeo, |
|
más que penacho
marcial, |
540 |
cobarde muestra del pecho, |
|
de honrar su templo contigo: |
|
pero ¡ay, Júpiter!
¿Qué es esto? |
|
Burla ha sido de los ojos, |
|
cual suele pintar el
sueño |
545 |
en el interior sentido |
|
formas de vanos efectos. |
|
¡Ay Dios, ay triste, ay de
mí! |
|
|
|
|
(Por donde el ciervo se desaparece, sale FEBO.)
|
|
|
|
DAFNE |
Pues ¿qué me
quieres?
|
550 |
|
|
|
|
FEBO |
Yo te truje con engaño |
|
entre estos olmos y fresnos, |
|
adonde apenas las aves |
|
rompen el mudo silencio: |
555 |
fingí el ciervo que
seguiste; |
|
hoy quedarán mis deseos |
|
de tu desdén
victoriosos, |
|
pues aún apenas el
cielo |
|
nos puede ver, que las ramas |
560 |
edifican verdes techos |
|
para defender los troncos, |
|
en que estriba su alimento, |
|
contra las estrellas sirias, |
|
que ladran por ofendellos. |
565 |
Sosiégate, vuelve el
rostro; |
|
qué, ¿te turbas?
¿Tan grosero |
|
villano me consideras? |
|
|
|
DAFNE |
Mi desdicha considero |
|
y tu traición. ¿Esto
hacen |
570 |
dioses? ¡Qué gentil
ejemplo |
|
para los hombres mortales! |
|
|
|
FEBO |
Si lo fuera yo, sospecho |
|
que me tuvieras amor; |
|
tú estás sin mayor
remedio |
575 |
que trocar en voluntad |
|
la fuerza. |
|
|
DAFNE |
¿Fuerza? Primero
|
|
se harán pedazos los
polos |
|
en que estriba el firmamento, |
|
y la rueda celestial |
580 |
caerá desasida de
ellos; |
|
primero verán los
hombres |
|
trocados los elementos, |
|
ligera el agua y la tierra, |
|
pesados el aire y fuego; |
585 |
primero aquellos diamantes |
|
del cielo... |
|
|
FEBO |
¡Oh, tanto primero!
|
|
Dafne, yo te adoro; yo |
|
soy el que tengo el gobierno |
|
del mundo; ya no es posible |
590 |
que puedan mis brazos menos |
|
que tus desdenes. |
|
|
DAFNE |
¡Ay, triste!
|
|
¡Ay, infeliz! |
|
|
FEBO |
Cuando huyendo
|
|
fueras a aquellas regiones |
|
que eternamente me vieron, |
595 |
tengo de alcanzarte: Dafne, |
|
espera. |
|
|
|
|
(Salen BATO y
SILVIA.)
|
SILVIA |
¿Con ese
talle querías, |
|
Bato, que yo te quisiese? |
|
|
|
BATO |
Sí querrás, aunque te
pese. |
600 |
|
|
|
BATO |
Con la boca bien
podrás |
|
decir sí; que dices no. |
|
|
|
SILVIA |
En diciendo nones yo, |
|
no diré pares
jamás; |
605 |
estos son
nuestros azares, |
|
estas nuestras condiciones. |
|
|
|
BATO |
Como ésas han dicho
nones, |
|
que después paran en
pares; |
|
pues a fe que
tengo aquí... |
610 |
|
|
SILVIA |
¿A ver, por tu vida, a
ver? |
|
|
|
BATO |
Dime si me has de querer. |
|
|
|
|
BATO |
Por ver,
¿qué no harán mujeres? |
|
|
|
SILVIA |
Si también tú dices
no, |
615 |
¿cómo es posible que
yo |
|
pueda pensar que me quieres? |
|
|
|
|
SILVIA |
Soy corta
|
|
de vista, en mi mano quiero |
|
verle. |
|
|
|
SILVIA |
Y mi palabra, ¿no
importa? |
|
|
|
BATO |
La mujer no
está obligada; |
|
que por esto viene a ser |
|
quien no la cumple mujer, |
|
y es rueca la que era espada. |
625 |
|
|
SILVIA |
Plegue a Dios
que, si lloviere, |
|
ni pie ni mano me moje, |
|
y que en la cama me arroje |
|
cuando más sueño
tuviere; |
|
ni coma ni beba
más |
630 |
de lo que tuviere gana, |
|
y si fuere de mañana, |
|
no me levante jamás. |
|
¡Mira
qué gran juramento! |
|
|
|
BATO |
Alahé, que has de
comprir |
635 |
lo que dices, o morir |
|
por ello. |
|
|
|
|
|
|
|
BATO |
¡Verá el diablo!
Verdad es; |
640 |
sacudióla el dios
Copido; |
|
pero el hombre
fue discreto |
|
que aquel anillo me dio, |
|
si por el dar entendió |
|
la virtud de este secreto. |
645 |
Ahora bien, dame
un abrazo. |
|
|
|
|
|
|
BATO |
Sí;
|
|
tú verás, llegado el
plazo, |
|
cómo
llueve y no te mojas, |
650 |
ni eres la mañana
dueño |
|
de tus pies, y que con
sueño |
|
sobre la cama te arrojas. |
|
Ésta me ha
engañado, |
|
soy un tonto; engañarla
quiero: |
655 |
¿Silvia? |
|
|
SILVIA |
¿Qué quiere el
grosero?
|
|
porque sepa que me voy. |
|
|
|
BATO |
¿No sabes
como el Fitón |
|
que mató Febo dorado |
|
preñado estaba? |
|
|
|
BATO |
De otro serpentón
|
|
que salió de la barriga |
|
aquella noche. |
|
|
|
BATO |
Tanto, que, temiendo el
daño, |
|
a que consulten obliga |
665 |
la diosa Temis, y
dice |
|
que ha de comer solamente |
|
toda mujer que no siente |
|
qué es amor. |
|
|
|
BATO |
Las que
engañan, y después |
670 |
lo que prometen defienden, |
|
las que piden, las que venden |
|
el amor por interés, |
|
las ingrata, las
crueles. |
|
las tontas, las bachilleras, |
675 |
las que engañan con
chimeras |
|
a los amantes noveles, |
|
las que toman
los anillos. |
|
|
|
SILVIA |
¡Ay, Bato, no digas
más; |
|
que esta noche me verás |
680 |
al volver mis corderillos! |
|
Pero porque no te
vean |
|
busca un pellejo de lobo, |
|
y por uno y otro escobo |
|
haz de suerte que lo crean, |
685 |
porque me hables
entretanto |
|
que anda el prado temeroso. |
|
|
|
BATO |
Ser lobo es dificultoso: |
|
tomalle no lo era tanto; |
|
pero yo lo
haré por ti |
690 |
e iré a buscar el
pellejo, |
|
que lobo, zorra y conejo |
|
me quiero volver; mas di: |
|
¿quiéresme ahora abrazar? |
|
|
|
|
BATO |
¡Oh, qué bien que la
engañé! |
|
|
|
SILVIA |
¡Oh, qué, palos le he
de dar! |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Sale DAFNE
huyendo.)
|
DAFNE |
¡Tened
lástima de mí! |
|
¡Favor, dioses
inmortales, |
|
no pueden desdichas
mías |
700 |
desacreditar deidades! |
|
Si la virtud no os obliga, |
|
¿cómo podrán
los mortales, |
|
temiendo vuestra justicia, |
|
reprimir sus libertades? |
705 |
¡Favor, piedad! |
|
|
|
(FEBO dentro, como
que viene de lejos.)
|
FEBO |
¿Dónde huyes
|
|
y de quién, hermosa
Dafne? |
|
Para, de piedad de ti, |
|
ya que no de mí, a
escucharme: |
|
mira que de ti la tengo; |
710 |
pues para que no te canses, |
|
voy rogando a mis deseos |
|
que se detengan y paren. |
|
|
|
DAFNE |
¡Cielos, ya suena más
cerca! |
|
¡Árboles, cubridme,
dadme |
715 |
favor, pues falta a los
dioses! |
|
|
|
FEBO |
No soy yo rústico
amante, |
|
no soy villano grosero; |
|
tú verás, como me
aguardes, |
|
que sólo me manda Amor |
720 |
que te mire, que te hable |
|
con aquel cortés
respeto |
|
que es tan justo que te
guarde. |
|
|
|
DAFNE |
Parecéis malos
jüeces, |
|
deidades inexorables, |
725 |
que en los reos no castigan |
|
los delitos que ellos hacen. |
|
¡Oh, Júpiter! Si
tú fuerzas |
|
a Egina, a Leda y Danae, |
|
¿cómo
detendrás a Febo? |
730 |
|
|
FEBO |
¡Detente, Dafne, un
instante! |
|
¿Cómo sufres que tus
pies |
|
tantas espinas maltraten? |
|
¿Quieres, por dicha,
cruel, |
|
que, como a la hermosa madre |
735 |
de Amor, produzca la tierra |
|
nuevas rosas de tu sangre? |
|
|
|
DAFNE |
¡Ya le veo, yo soy
muerta! |
|
Peneo, mi dulce padre, |
|
¡favor! |
|
|
|
(Sale FEBO.)
|
FEBO |
No dirás que he sido
|
740 |
tan veloz para alcanzarte |
|
como corriendo los cielos, |
|
aunque eres más bella
imagen, |
|
que por mi eclíptica de
oro |
|
forman eternos diamantes. |
745 |
(Váyase DAFNE arrimando a la
transformación.)
|
Ya no tienes dónde
huir; |
|
si quieres asegurarte, |
|
en estos brazos te esconde. |
|
|
|
DAFNE |
Tierra, tus entrañas
abre, |
|
y en tu centro me sepulta. |
750 |
|
|
|
(Transformándose en laurel.)
|
FEBO |
Tente, espera; celestiales |
|
dioses, ¿qué crueldad
es ésta? |
|
¿Un árbol
queréis que abrace? |
|
¿Qué lo dudo? Ramos
son |
|
que del duro tronco salen, |
755 |
alma de aquella cruel: |
|
venganzas son desiguales |
|
de mis ofensas, Amor. |
|
|
|
|
(DAFNE en el
árbol.)
|
|
FEBO |
Con qué voz
lamentable,
|
|
temblando el árbol se
queja |
760 |
piadosamente suave: |
|
¿Qué haré, que
pierdo el sentido? |
|
¡Que todo el cielo
vengase |
|
a Venus! ¡Ah falsos,
dioses! |
|
Produce, tierra, gigantes, |
765 |
que intrépidos otra vez |
|
intenten aposentarse |
|
en el alcázar eterno, |
|
de donde arrojados bajen: |
|
poned montes sobre montes, |
770 |
¡oh terrígenas
titanes! |
|
Y matadme a mí el
primero, |
|
si hay hombres que dioses
maten: |
|
¡oh, cielos, quién
ahora, en tantos males, |
|
pudiera ser mortal para
matarse! |
775 |
Árbol, aunque ingrato
fuiste, |
|
quiero en la muerte mostrarte |
|
que fue mi amor verdadero, |
|
porque no hay prueba que
iguale |
|
como, después de la
muerte, |
780 |
firmezas de voluntades. |
|
Tú serás el
árbol mío, |
|
laurel quiero que te llamen, |
|
aunque en tu dura corteza |
|
su condición se
retrate, |
785 |
cubriendo un alma de bronce |
|
y unas entrañas de
jaspe. |
|
Arrojo el roble, y desde hoy |
|
quiero de ti coronarme: |
|
desta rama haré a mi
frente... |
790 |
|
|
|
FEBO |
Perdona; para honrarte,
|
|
corona que también sea, |
|
para ilustres capitanes, |
|
triunfo de insignes victorias |
|
y premio de hazañas
grandes. |
795 |
Tú serás la verde
insignia |
|
de Césares imperiales, |
|
lauréola de ingenios |
|
en las científicas
artes, |
|
tú de poetas honor, |
800 |
que de siglo a siglo nacen. |
|
Pero ¿qué puede
haber, Dafne, que baste, |
|
si no tengo de verte, a
consolarme? |
|
|
|
DAFNE |
Febo, el favor agradezco, |
|
aunque arrepentida tarde; |
805 |
que para ejemplo de ingratas |
|
quiso el cielo transformarme |
|
en el que llamas laurel. |
|
Vengado estás; ya no
aguardes |
|
oír más mi voz. |
|
|
FEBO |
Temblaron
|
810 |
las ramas: ya el alma parte |
|
a los Elisios. Permite, |
|
si no he de oírte,
abrazarte, |
|
aunque es tanta tu dureza |
|
que, para que no te abrace, |
815 |
volverás a ser mujer |
|
y volverás a matarme, |
|
para que en vida y muerte no me
falte |
|
desdén que huya, ni beldad
que mate. |
|
|
|
|
(Sale BATO.)
|
BATO |
Cosas mandan las
mujeres |
820 |
a los hombres, que es un necio |
|
el que por tan caro precio |
|
quiere, comprar sus placeres. |
|
¿Adónde hallaré, en
efeto, |
|
este pellejo de lobo? |
825 |
Silvia me tiene por bobo; |
|
pues a fe que soy discreto. |
|
Lo que para no
envidiado |
|
dicen algunos que basta, |
|
y más no habiendo en mi
casta |
830 |
ni dichoso ni letrado. |
|
Si ésta me
cumple el concierto, |
|
todos somos vengativos; |
|
muchos lobos topo vivos, |
|
y ninguno topo muerto. |
835 |
Allí
está Febo, a la fe; |
|
él del pellejo
dirá, |
|
pues por esos mundos va |
|
y cuanto hay en ellos ve. |
|
¡Ah,
señor Febo! |
|
|
|
BATO |
Bato soy, aquel zagal |
|
que le enseñó el
animal |
|
que le ha dado tanta fama. |
|
|
|
FEBO |
¿Qué me quieres? Que recelo |
|
que para tu daño sea. |
845 |
|
|
BATO |
Hanme dicho que voltea |
|
por la maroma del cielo, |
|
y véngole
a pescudar |
|
si en el mundo, nuevo o viejo |
|
ha topado algún pellejo |
850 |
de lobo que me enseñar; |
|
que esta noche
Silvia y yo... |
|
|
|
|
BATO |
Pues ¿con eso le
ofendí? |
|
¿De un pellejo se
enojó? |
855 |
|
|
|
BATO |
¡Cielo santo,
|
|
favor! Al monte me subo. |
|
|
|
|
BATO |
¡En qué poco
estuvo
|
|
que me diese con un canto! |
|
|
|
|
(Vase subiendo por el monte.)
|
FEBO |
La Luna, mi
blanca hermana, |
860 |
está de creciente
ahora, |
|
ya de salir es la hora; |
|
escucha, hermosa Diana. |
|
|
|
BATO |
¿Si acaso
me llama a mí? |
|
¡Ah, señor!
¿Topó el pellejo? |
865 |
|
|
FEBO |
Si tú no, me das
consejo, |
|
Luna, ¿qué ha de ser
de mí? |
|
Ven, Diana, ven
hermana. |
|
|
|
BATO |
Ya no me puede faltar: |
|
¿Qué dice?
¿Que le he de hallar |
870 |
en el templo de Diana? |
|
Dios se lo pague,
señor; |
|
que ya voy por el pellejo. |
|
(Vase.)
|
|
|
FEBO |
Luna, de la tierra espejo, |
|
y del cielo resplandor, |
875 |
en quien la noche
se toca, |
|
y se miran las estrellas, |
|
si la luz que en ti y en ellas |
|
infundo sol te provoca, |
|
óyeme en
la tierra Febo. |
880 |
|
|
|
(Por lo alto un carro de plata; DIANA sentada en él con una
media luna en el tocado.)
|
DIANA |
Ya te escucho, hermano
mío; |
|
¿qué tienes?
¿De quién te quejas? |
|
|
|
FEBO |
De dos monstruos, madre e
hijo, |
|
incendios de tierra y cielo, |
|
que a tu frígido
epiciclo |
885 |
solamente han perdonado. |
|
|
|
|
FEBO |
Ese Cupido,
|
|
ese hermano de la muerte, |
|
ese decrépito
niño, |
|
envidioso de que hiciese |
890 |
aquel celebrado tiro |
|
con que di muerte a
Fitón, |
|
de Tesalia basilisco, |
|
me hirió de amor de la
hija |
|
de Peneo, ilustre río, |
895 |
que huyendo de mí,
transforman, |
|
airados siempre conmigo, |
|
los dioses en árbol;
mira |
|
si me quejo, si suspiro, |
|
si lloro con justa causa; |
900 |
como a mi hermana, te pido, |
|
si no remedio, venganza. |
|
|
|
DIANA |
Por esta luz que recibo, |
|
Febo, de tus claros rayos, |
|
y que doy por tantos siglos |
905 |
doce veces a los años, |
|
que ha de hacer que el mal
nacido |
|
rapaz, por quien le aborrezca, |
|
de amor se abrase a sí
mismo. |
|
Tú verás
enamorado |
910 |
al Amor, nuevo prodigio |
|
al mundo; que esta venganza |
|
será por los mismos
filos. |
|
No hay dios que esté bien
con él, |
|
todos le han aborrecido; |
915 |
tú verás como le
doy |
|
con mi castidad castigo. |
|
¿No sabe Venus, no sabe |
|
que sus lascivos delitos |
|
descubren mis castos rayos? |
920 |
Conmigo, Venus, conmigo. |
|
|
|
FEBO |
Pues prosigue tu carrera, |
|
luna de los ojos míos; |
|
pisen tus ruedas de plata |
|
los celestiales zafiros; |
925 |
que ya se mira el Aurora |
|
coronada de jacintos, |
|
y las flores en los prados, |
|
y las aves en los nidos, |
|
hacen salva a su lucero |
930 |
con las hojas y los picos, |
|
para que mi carro de oro |
|
trueque por el griego el
indio. |
|
|
|
|
(Pasa el carro lo demás del teatro por lo alto, y
acabe la jornada segunda.)
|