Acto I
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Salen ARISTEO,
Príncipe de Tracia, y CAMILO.
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ARISTEO |
Ya reino en
aquesta tierra. |
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CAMILO |
Luego ¿no, piensas
volver? |
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ARISTEO |
Más hubiera menester |
|
volver en mí que a mi
tierra. |
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CAMILO |
¿Qué locura te
destierra |
5 |
de donde a ser Rey naciste? |
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ARISTEO |
No preguntes lo que viste, |
|
que no puede ser locura |
|
la que en tal alta hermosura |
|
celestialmente consiste. |
10 |
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CAMILO |
No pensé
que un cazador |
|
miraba más que a las
fieras, |
|
y que, si amaras, pudieras |
|
cazando olvidar tu amor; |
|
ya de tu reino, señor, |
15 |
estás muy lejos;
advierte |
|
que te pones de esta suerte |
|
a gran peligro. |
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ARISTEO |
Ya es tarde;
|
|
que no hay desdicha que
aguarde |
|
quien tiene en poco la muerte. |
20 |
Parte, Camilo, y
aquí |
|
me deja, o sea loco o cuerdo; |
|
que si por amor me pierdo, |
|
no me he perdido por ti; |
|
a mis vasallos les di |
25 |
que de selva en selva errando |
|
me entretengo, y vuelve cuando |
|
te parezca, a ver si soy |
|
o vivo o muerto, pues voy |
|
o vida o muerte buscando. |
30 |
Hoy, cuando el
alba salía |
|
coronada de azucenas, |
|
y de estos montes apenas |
|
las cabezas guarnecía, |
|
vi que cantando venía |
35 |
gran copia de labradores, |
|
cubiertos de varias flores; |
|
seguílos, y abrióse
un templo, |
|
donde la imagen contemplo, |
|
de Venus, diosa de amores. |
40 |
Ya Febo, de luz
vestido, |
|
columnas y frontispicios |
|
de sus altos edificios, |
|
bañaba de oro fingido, |
|
cuando, suspenso el
rüido, |
45 |
advierto una ninfa hermosa, |
|
hecha de jazmín y rosa, |
|
a quien Venus concediera |
|
templo y altar si dijera: |
|
«¡Pastores, yo soy la
diosa!» |
50 |
Eurídice
se llamaba, |
|
que luego este nombre
oí, |
|
y al niño de Venus vi |
|
rendirle flechas y aljaba; |
|
como vio que la miraba, |
55 |
con el velo se cubrió, |
|
y más hermosa
quedó, |
|
como mirar puede ser |
|
el sol al amanecer, |
|
y cuando se enciende, no. |
60 |
Las ansias que me
vinieron, |
|
los rayos que me causaron, |
|
los que en mis ojos entraron |
|
y de sus cielos salieron, |
|
Venus y Amor bien los vieron, |
65 |
y aun las ninfas y pastores, |
|
que, en mis trocadas colores, |
|
dijeron: «Este hombre ha
sido |
|
de mortal veneno herido, |
|
o muere de mal de
amores.» |
70 |
Hablaba
Eurídice hermosa |
|
con Venus sobre casarse, |
|
sin poder averiguarse |
|
cuál de las dos fue la
diosa; |
|
pero de la selva umbrosa |
75 |
salió tan triste, que
creo |
|
que teme un triste himeneo; |
|
o que si es este temor |
|
de amor, la madre de Amor |
|
no viene con su deseo. |
80 |
Yo, como
pájaro amante |
|
suele de una en otra rama |
|
seguir la prenda que ama, |
|
hasta que el arco le espante |
|
y le fuerce a que no cante, |
85 |
del cazador engañoso, |
|
sigo su pie, donde airoso |
|
las arenas estampó, |
|
y cuando a su padre
halló, |
|
cesó mi canto amoroso. |
90 |
|
|
|
|
CAMILO |
Pues ¿cómo la
servirás, |
|
si aquí te quedas? |
|
|
ARISTEO |
Tú irás,
|
|
Camilo, a mi reino luego, |
|
y sin decir mi amor ciego, |
95 |
entretén de día en
día |
|
mis vasallos; que
podría |
|
ser tan piadoso el amor |
|
que naciese de este error |
|
alguna ventura mía. |
100 |
|
|
CAMILO |
Mucho
sentirán no verte; |
|
y si aquestas cosas van |
|
a la larga, pensarán |
|
que yo te he dado la muerte. |
|
|
|
ARISTEO |
A Ulises, Camilo, advierte |
105 |
tantos años desterrado, |
|
y defendido su Estado |
|
de una valiente mujer: |
|
pues ¿que puedo yo
perder |
|
en poco tiempo olvidado? |
110 |
|
|
CAMILO |
¿Y en este
tiempo podrás |
|
andar en aquesta selva? |
|
|
|
ARISTEO |
Cuando en su pastor me vuelva, |
|
podré conquistarla
más. |
|
|
|
|
ARISTEO |
No haré, pues con más
valor |
|
hicieron por el rigor |
|
que este veneno reparte, |
|
Júpiter, Mercurio y
Marte, |
|
transformaciones de amor. |
120 |
Parte y
déjame; que quiero, |
|
sin ser fuego, cisne, toro, |
|
sátiro, ni lluvia de
oro, |
|
ver la causa por quien muero. |
|
|
|
CAMILO |
¡Perdido te considero! |
125 |
|
|
ARISTEO |
Yo confieso que lo estoy. |
|
|
|
|
|
|
ARISTEO |
Di que de Eurídice soy. |
130 |
(Vase CAMILO.)
|
Pensaba la moral
filosofía |
|
pintar de amor la fuerza, que el
decoro |
|
pierde a los dioses, cuya flecha de
oro |
|
los mayores planetas
desafía, |
|
en la
transformación y fantasía |
135 |
del argentado pez y el rubio
toro, |
|
o lloviendo las nubes el
tesoro |
|
que el sol engendra y que la tierra
cría. |
|
Pero mejor su
fuerza se entendiera |
|
si el alma, y no los cuerpos,
transformara, |
140 |
pues que su calidad y esencia
altera, |
|
que más
encarecido amor quedara |
|
si el alma, desasida de su
esfera, |
|
al cuerpo de quien ama se
pasara. |
|
|
|
|
(Sale EURÍDICE, ninfa, vestido corto,
velos de plata plumas, calzadillos antiguos con listones, y
FÍLIDA,
labradora.)
|
EURÍDICE |
Esto Venus
respondió. |
145 |
|
|
|
EURÍDICE |
Mira
|
|
que engañar con la
mentira |
|
no es de amigas. |
|
|
FÍLIDA |
Pienso yo
|
|
que en las cosas
no entendidas, |
|
asegurar la verdad |
150 |
con daño, no es
amistad. |
|
|
|
EURÍDICE |
Cuando mi tristeza impidas, |
|
si después
ha de llegar, |
|
verás que es entretener |
|
el mal, que viniendo a ser |
155 |
mayor, me puede matar: |
|
los sabios, que
no se ciegan, |
|
dicen, y han de ser
creídos, |
|
que los males prevenidos |
|
son menores cuando llegan. |
160 |
Pues si yo
prevengo el mío, |
|
claro está que no
será |
|
tan grande llegando ya. |
|
|
|
FÍLIDA |
Bella Eurídice,
confío |
|
en la piedad
celestial |
165 |
que el bien has de conseguir; |
|
pero vuélveme a decir |
|
de dónde infieres tu
mal. |
|
|
|
EURÍDICE |
Fílida:
Venus, la diosa |
|
de amor, a mi casamiento |
170 |
este oráculo responde, |
|
luego verás si le
entiendo: |
|
«Breve, gustoso,
perdido.» |
|
Pues si breve ¿cómo
es bueno? |
|
que el bien breve ya no es
bien, |
175 |
pues le sigue el mal tan
presto. |
|
Gustoso se sigue a breve: |
|
aquí, Fílida,
confieso |
|
que puede ser con mi gusto, |
|
y por breve le condeno, |
180 |
después de breve y
gustoso, |
|
dice perdido: no creo |
|
que perdido hay bien, pues ya |
|
resulta más sentimiento |
|
de perderle que fue gusto |
185 |
adquirirle. |
|
|
FÍLIDA |
Yo interpreto
|
|
al contrario esas tres cosas, |
|
y que me escuches te ruego: |
|
breve casamiento, dice |
|
que te casarás muy
presto. |
190 |
Gustoso, que lo ha de ser |
|
siendo gallardo tu
dueño. |
|
Perdido, que lo estará |
|
de amor por ti; |
|
y si no es esto, |
195 |
que otra ha de perderle acaso |
|
si le ha tenido primero; |
|
o que, en fin, le has de
perder, |
|
y esto es lo mejor que veo |
|
en tus bodas, Eurídice; |
200 |
porque si perdido es muerto, |
|
morir primero el marido |
|
no sé si es bien, pero
pienso |
|
que de morir la mujer |
|
le viene menos provecho. |
205 |
|
|
ARISTEO |
¿Qué arroyuelo en noche
fría |
|
prendió descuidado el
hielo, |
|
y detenido en el suelo |
|
calló su dulce
armonía, |
|
como mirando
quedaron |
210 |
tu hermosura, detenidos, |
|
Eurídice, mis sentidos, |
|
y su ejercicio olvidaron? |
|
Mas que me
engaño recelo |
|
en la hermosura que vi; |
215 |
que el sol me detiene a
mí, |
|
y a los arroyos el hielo: |
|
porque al sol que
me procura |
|
en sus rayos confundir, |
|
puede el del cielo pedir |
220 |
prestada luz y hermosura; |
|
y que es enigma
recelo, |
|
pues corren en su calor |
|
los arroyuelos mejor, |
|
y yo con el sol me hielo; |
225 |
llegaré,
porque perder |
|
la ocasión no es
discreción, |
|
siendo ley de la
ocasión |
|
o tarde o nunca volver. |
|
|
|
EURÍDICE |
¡Ay,
Fílida! ¿Qué es aquesto? |
230 |
|
|
|
ARISTEO |
Eso no: deteneos;
|
|
que no son cuerpos deseos, |
|
para saberlos tan presto. |
|
Forastero y
cazador, |
|
por estas selvas perdido, |
235 |
dice amor que me apellido. |
|
|
|
|
ARISTEO |
De amor de las
fieras digo: |
|
si lo sois, no os
dentengáis. |
|
|
|
EURÍDICE |
Finalmente, ¿qué
buscáis? |
240 |
porque sabed que me obligo |
|
de cualquiera
cortesía. |
|
|
|
ARISTEO |
A mí mismo voy
buscando, |
|
que me perdí desde
cuando |
|
os vi con tal
gallardía. |
245 |
|
|
EURÍDICE |
Dejad lo que en
la ciudad |
|
debe de ser gentileza, |
|
o probaréis la aspereza |
|
si decís la voluntad. |
|
Si son fieras,
todo el monte |
250 |
es fieras, roble y sabina, |
|
hasta donde le termina |
|
la raya del horizonte. |
|
Si es fuente, de
aquellas peñas |
|
se despeñan cinco o
seis, |
255 |
que entre pizarras
diréis |
|
que a vuestra sed hacen
señas. |
|
Si es poblado, en
ese valle |
|
hay dos o tres
caserías, |
|
que las mismas fuentes
frías |
260 |
os llevarán a buscalle. |
|
Si es gusto, no
le busquéis, |
|
porque tengo un gran disgusto, |
|
y donde no tienen gusto, |
|
no es posible que le
halléis. |
265 |
|
|
ARISTEO |
De fuentes, caza
y poblado, |
|
el poblado buscaré; |
|
que el gusto ya no
podré |
|
si el disgusto os le ha
quitado. |
|
Voy, aunque con
mil enojos, |
270 |
al poblado a descansar, |
|
si descanso puedo hallar |
|
ausente de vuestros ojos. |
|
|
|
|
(Vase ARISTEO.)
|
FÍLIDA |
¡Buen talle
de cortesano! |
|
|
|
EURÍDICE |
En irse lo fue no más. |
275 |
|
|
|
EURÍDICE |
De que me consuelo en vano |
|
si Venus ha
respondido |
|
a mi honesto pensamiento, |
|
que sera mi casamiento |
280 |
breve, gustoso y perdido. |
|
|
|
FÍLIDA |
Aquella sagrada
selva |
|
dividen cristales vivos |
|
de un arroyo, que en invierno |
|
hace que le llamen río. |
285 |
Cubren su verde ribera |
|
verdes álamos y alisos, |
|
donde a coro le responden |
|
las aves desde sus nidos; |
|
donde habita el sabio Orfeo, |
290 |
aquel músico divino, |
|
que mueve a escuchar su canto |
|
los árboles y los
riscos. |
|
Este, fuera de esas gracias, |
|
es excelente adivino |
295 |
de las cosas por venir; |
|
consúltale, te suplico, |
|
y sabrás de las
palabras |
|
que la madre de Amor dijo, |
|
la sentencia verdadera. |
300 |
|
|
EURÍDICE |
Tu pensamiento confirmo; |
|
que de la ciencia de Orfeo, |
|
notables cosas me han dicho |
|
pastoras de aqueste valle. |
|
|
|
|
EURÍDICE |
Ya te sigo;
|
305 |
que en una pena dudosa, |
|
en suspender el jüicio |
|
hasta saber si lo es, |
|
consiste el mayor peligro. |
|
|
|
|
(Vanse.)
|
|
(Salen ORFEO y
FABIO, uno galán y
otro criado.)
|
ORFEO |
Toma, querido
Fabio, el instrumento. |
310 |
|
|
FABIO |
Suspéndele, por Dios; que en
este prado |
|
los árboles te siguen, y en
el viento |
|
las aves a escucharte se han
parado; |
|
de aqueste río el
líquido elemento |
|
cubrió las ondas de silencio
helado, |
315 |
y te oyeron sus íntimos
vecinos |
|
debajo de doseles cristalinos. |
|
Estaban los
leones, y pintados |
|
tigres, como de pórfidos de
fuentes, |
|
de tu divino canto
transformados, |
320 |
y suspensos los ojos
transparentes; |
|
hasta los elementos
concertados |
|
dejaron los enojos diferentes, |
|
haciendo por tu dórica
armonía, |
|
con detener el sol, mayor el
día. |
325 |
|
|
ORFEO |
Fabio, mi voz no
fuera tanta parte |
|
como el cantar las alabanzas
justas |
|
de Júpiter, Mercurio, Apolo
y Marte. |
|
|
|
FABIO |
Con la razón y la verdad te
ajustas, |
|
pagas la deuda a Dios, honras el
arte, |
330 |
cuando cantar sus alabanzas
gustas; |
|
que a Dios se deben primitivos
dones |
|
de los versos, la voz y las
canciones. |
|
Mas dime,
¿cómo a Venus (bella diosa |
|
de amor y de hermosura) no has
cantado |
335 |
algún himno, algún
verso, alguna prosa? |
|
|
|
ORFEO |
No la tengo por diosa en igual
grado: |
|
del casto amor la madre
generosa |
|
adoro, Fabio, y la de amor
vendado |
|
tengo en desprecio ya,
después que ha sido, |
340 |
no amor vendado, sino amor
vendido. |
|
La que engendra
celestes pensamientos |
|
y a su contemplación las
almas guía, |
|
celebrarán mis dulces
pensamientos |
|
desde que nace hasta que muere el
día; |
345 |
pero no gastaré cuerdas ni
acentos |
|
con la Venus de Chipre, que
solía |
|
dar precio a las mujeres, porque
precio |
|
la libertad que les entrega el
necio. |
|
¡Qué
cosa es ver un amador perdido |
350 |
vivir fuera de sí y en
cuerpo ajeno! |
|
Amor del matrimonio permitido |
|
conserva el mundo; lo demás
condeno. |
|
|
|
FABIO |
Y fuera de él, ¿no
sabes que ha nacido |
|
más de algún
bueno? |
|
|
ORFEO |
No por eso es bueno
|
355 |
aquel primero error. |
|
|
|
ORFEO |
Las pastoras que a Venus hacen
fiesta. |
|
|
|
|
(Salen los MÚSICOS, baile, pastoras y
pastores.)
|
MÚSICOS |
Zagalas del valle, |
|
venid y veréis |
|
coronar a Orfeo |
360 |
de verde laurel. |
|
|
|
DANTEA |
Pongo en tu cabeza, |
|
músico divino, |
|
este verde lauro, |
|
de tus sienes digno. |
365 |
Ninfas de este
río, |
|
venid y veréis. |
|
|
|
MÚSICOS |
Coronar a Orfeo |
|
de verde laurel. |
|
|
|
ORFEO |
Pastores y bellas
ninfas |
370 |
de aquesta sagrada selva, |
|
muy obligado me siento |
|
a vuestro amor y nobleza. |
|
No tengo con qué
pagaros |
|
las honras de aquesta fiesta, |
375 |
y aqueste verde laurel |
|
de que adornáis mi
cabeza, |
|
sino es con la voluntad; |
|
porque para tantas deudas, |
|
¿qué valor
tendrán mis obras? |
380 |
|
|
CELIO |
Si puedes, llega, Dantea, |
|
y dile tu pretensión. |
|
|
|
DANTEA |
Venus, madre de Amor bella, |
|
todos los años nos da |
|
por este tiempo respuestas: |
385 |
Declárame tú la
mía: |
|
así para dulces cuerdas |
|
jamás te falten los
ríos |
|
de darte simples culebras. |
|
Mira, generoso Orfeo: |
390 |
yo dije a Venus (¡qué
necia |
|
fue mi pregunta; mas vaya, |
|
que no nací más
discreta!): |
|
«Venus, yo quiero un
marido |
|
que aquestas tres cosas tenga: |
395 |
rico, sabio y amoroso.» |
|
|
|
ORFEO |
Y ¿qué te dió
por respuesta? |
|
|
|
DANTEA |
«Las dichas y las
desdichas |
|
nacieron con las
estrellas.» |
|
|
|
ORFEO |
Pues en tanta claridad, |
400 |
¿qué tienes por cosa
incierta, |
|
si en las estrellas consiste |
|
tener dicha o no tenerla? |
|
|
|
DANTEA |
En fin, ¿no me dices
nada? |
|
|
|
FABIO |
Yo te lo diré, Dantea. |
405 |
|
|
|
FABIO |
Pues ¿no soy yo
|
|
pastor de alguna experiencia? |
|
|
|
|
FABIO |
Si tú a la diosa le
ruegas |
|
por marido rico y sabio |
410 |
(dos cosas raras y nuevas), |
|
y añades que sea
amoroso, |
|
bien a tu pregunta necia |
|
responde, con que esa dicha |
|
con las estrellas se engendra; |
415 |
mira entre tantas cuál
fue, |
|
y pregúntaselo a ella; |
|
que yo, con aconsejarte |
|
que sólo sabio le
quieras, |
|
pienso que hallarás con
él |
420 |
el amor y la riqueza; |
|
porque un hombre, cuando sabe, |
|
sabe mandar las estrellas. |
|
|
|
CELIO |
Ahora bien, yo te pregunto... |
|
|
|
|
CELIO |
«Gran Citerea,
|
425 |
(le dije a Venus) ansí, |
|
por más que el sol lo
pretenda, |
|
jamás tu cojo marido |
|
los hurtos de Marte sepa, |
|
que me digas si me ha hecho |
430 |
mi hermosa mujer Filena |
|
algún hurto.» |
|
|
|
CELIO |
Miróme, y dijo
risueña: |
|
«Pregúntalo, Celio, al
signo |
|
donde entra la
primavera.» |
435 |
|
|
|
|
|
|
FABIO |
Porque no hay quien los
entienda. |
|
¿No ves que dicen sí
y no? |
440 |
Y esto te da por respuesta |
|
el toro, porque en su signo |
|
la primavera comienza. |
|
|
|
|
TIRSI |
Pastores,
|
|
dad lugar que Tirsi pueda |
445 |
preguntar. |
|
|
|
TIRSI |
«Oráculo de estas
selvas, |
|
dije a Venus, más
famoso |
|
que las Délficas y
Délias, |
|
yo quiero cierta casada, |
450 |
cuyo marido me cela, |
|
y de la que yo la doy |
|
jamás le ha pedido
cuenta. |
|
¿Mataráme?» |
|
|
|
TIRSI |
«Dentro asiste, y teme
fuera.» |
455 |
|
|
ORFEO |
Quiere decir que hay galanes |
|
a quien es justo que temas, |
|
y que mientras dentro asistes, |
|
no es posible que te ofendan. |
|
|
|
FABIO |
Bien haya el marido al uso |
460 |
que finge celos, y deja |
|
que su mujer tome y dé |
|
para encarecer la venta. |
|
|
|
RISELO |
Pregunté, gallardo
Orfeo, |
|
a Venus, dulce sirena |
465 |
de amor: «¿Qué
haré para ser |
|
famoso, que soy poeta?» |
|
|
|
|
|
ORFEO |
Pues ¿qué más
clara respuesta? |
|
|
|
FABIO |
Es ansí, porque los
versos, |
470 |
quien no los entiende, piensa |
|
que dirán que los
entiende |
|
si por buenos los celebra. |
|
Hay tanta bachillería |
|
en el mundo, que desprecian |
475 |
lo que fácilmente
alcanzan, |
|
por extremado que sea. |
|
|
|
ORFEO |
Ahora bien, volveos, pastores, |
|
y tú, Fabio amigo,
cuelga |
|
su verde laurel a Apolo |
480 |
por lisonja de su pena. |
|
|
|
|
(Vanse cantando.)
|
|
Zagalas del valle, |
|
venid y veréis |
|
coronar a Orfeo |
|
de verde laurel. |
485 |
|
|
|
(Salen FÍLIDA y EURÍDICE.)
|
|
EURÍDICE |
Y ya
|
|
confieso que voy contenta |
|
de ver tal hombre. |
|
|
FÍLIDA |
Tu exenta
|
|
condición segura
está; |
|
pero no hay ninfa
en la selva, |
490 |
en fuente o en árbol
more, |
|
que no le quiera y le adore. |
|
|
|
EURÍDICE |
Déjale que el rostro
vuelva. |
|
|
|
|
EURÍDICE |
Nunca pensé,
|
|
Fílida, que yo temiera. |
495 |
|
|
ORFEO |
Fabio, ya la primavera |
|
pone en nuestra selva el pie, |
|
o por ventura la
aurora, |
|
celosa busca su esposo, |
|
o por este bosque umbroso |
500 |
la luna el pastor que adora. |
|
No os
recatéis, ninfa bella; |
|
llegad, oíd, no
temáis: |
|
¿soy, por dicha, a quien
buscáis? |
|
¡Dichosa mi buena
estrella! |
505 |
Y estimad este
deseo; |
|
que en mi vida sucedió |
|
tal cosa por mí, pues
yo |
|
de mí mismo no lo creo. |
|
¿Qué enmudecéis?,
¿qué miráis? |
510 |
Nos enseñéis a hacer
colores |
|
con la vergüenza a las
flores |
|
que fugitiva pisáis. |
|
Que sois Venus he
pensado, |
|
que a castigarme salís |
515 |
de aquel templo en que
vivís |
|
por el desprecio pasado: |
|
Señora, no
os conocía; |
|
mal hablé, dadme
perdón. |
|
|
|
FÍLIDA |
¿Puede haber más
confusión? |
520 |
|
|
|
|
|
|
EURÍDICE |
Aún no he caído
|
|
en el mal que tener puedo; |
|
pues tengo miedo del miedo |
|
de decir lo que he sentido. |
525 |
Pienso que debe
de haber |
|
también basiliscos
hombres. |
|
|
|
FÍLIDA |
Llega a hablarle: no te
asombres. |
|
|
|
EURÍDICE |
Si mata con sólo ver, |
|
¿qué espero de oírle
hablar, |
530 |
o qué vidas tengo yo, |
|
pues una que Dios me
dió, |
|
ya me la pudo quitar? |
|
|
|
FÍLIDA |
¡Qué cierto de los desdenes |
|
es dar en facilidades! |
535 |
Mas si va a decir verdades, |
|
disculpa, Eurídice,
tienes; |
|
que a no haberte
declarado, |
|
lo que dices te dijera; |
|
mas si estás de esta
manera, |
540 |
retiraré mi cuidado; |
|
que, cual suele
el jugador |
|
que vió la suerte
primero |
|
retirar presto el dinero, |
|
quiero retirar mi amor. |
545 |
|
|
|
FABIO |
Y de ti,
|
|
y la ninfa tan turbada, |
|
que quiere, y no quiere nada, |
|
y se va, y se queda
aquí. |
|
|
|
ORFEO |
Hermosa ninfa,
merezca |
550 |
un hombre que aborreció |
|
a cuantas mujeres vió, |
|
que a vuestros ojos ofrezca |
|
desdeñosa
libertad, |
|
riguroso pensamiento, |
555 |
por la novedad que siento |
|
rindiendo la voluntad. |
|
No soy villano
grosero: |
|
destas selvas soy
señor, |
|
aunque ya esclavo de amor |
560 |
después que os adoro y
quiero. |
|
Orfeo, ninfa, es
mi nombre, |
|
aquel músico que un
día |
|
la celestial armonía |
|
hizo que envidiase un hombre. |
565 |
No se atreve el
mismo Apolo |
|
a competir con mi mano; |
|
a Júpiter soberano, |
|
ninfa, reconozco, sólo. |
|
Y sola vuestra
hermosura |
570 |
es la que conozco ya, |
|
pues ninguna vida habrá |
|
de vuestros ojos segura. |
|
|
|
EURÍDICE |
Yo soy, generoso
Orfeo, |
|
Eurídice; ninfa he sido |
575 |
de Diana, que he tenido |
|
sólo el cazar por
trofeo. |
|
De mi padre
importunada, |
|
palabra anoche le di |
|
de casarme, aunque en el
sí |
580 |
no hay persona interesada. |
|
Fui al templo, y
a Venus bella |
|
consulté mi
pretensión; |
|
respondióme una
razón |
|
que hay tres enigmas en ella: |
585 |
«Breve,
gustoso y perdido.» |
|
¿Qué sientes de todas
tres? |
|
|
|
ORFEO |
Lo breve, ya en mí lo
es |
|
si me quieres por marido; |
|
también,
si a tu gusto soy, |
590 |
podrás hallar la
segunda, |
|
y si en perdido se funda |
|
tu pena, de amor lo estoy. |
|
Conque ya queda
entendido |
|
todo el oráculo
ansí, |
595 |
pues hallas marido en
mí, |
|
breve, gustoso y perdido. |
|
|
|
EURÍDICE |
¿Conoces,
dime, a Frondoso? |
|
|
|
ORFEO |
Sé que es un gran
mayoral. |
|
|
|
|
ORFEO |
Es igual
|
600 |
tu ingenio a tu rostro
hermoso; |
|
Pues con
sólo preguntar |
|
si a tu padre conocía, |
|
¿quieres, Eurídice
mía, |
|
que también le vaya a
hablar? |
605 |
Yo lo
haré; que pues las hados |
|
nos conciertan de esta suerte, |
|
seré tuyo hasta la
muerte. |
|
Montes, selvas, bosques,
prados, |
|
que mi dulce voz
y acento |
610 |
celebrastes, y el rigor |
|
con que me burlé de
amor, |
|
venid a mi casamiento. |
|
Vosotras, fuentes
perenes, |
|
de corriente siempre igual, |
615 |
que con risa de cristal |
|
murmurastes mis desdenes, |
|
cantad en
vuestras arenas |
|
por prados de flores llenos, |
|
que aquellos ojos serenos |
620 |
fueron para mí sirenas. |
|
Vamos, Fabio, ven
conmigo; |
|
ven conmigo, Fabio amado. |
|
|
|
FABIO |
¡Por Dios, que voy
admirado! |
|
Y casi confuso, digo: |
625 |
Tú, para
todas cruel, |
|
¿aquí tan blando? No
creo |
|
que nace de tu deseo; |
|
veneno te han dado en
él; |
|
Venus airada, el
Amor, |
630 |
su hijo, se han conjurado |
|
contra ti, que has despreciado |
|
su poder y su valor. |
|
|
|
ORFEO |
Fabio, si a
Eurídice bella |
|
me dan, ¿qué llamas
agravio? |
635 |
Ven conmigo; vamos, Fabio. |
|
|
|
FABIO |
Vamos, y con
buena estrella, |
|
que alguna pena
he tenido |
|
de que dijese la diosa |
|
que será de esposo,
esposa, |
640 |
breve, gustoso y perdido: |
|
lo breve, como
hoy se acabe |
|
el concierto con los viejos; |
|
lo gustosa, no está
lejos; |
|
lo perdido, Dios lo. sabe. |
645 |
|
|
|
(Vanse ORFEO y
FABIO.)
|
EURÍDICE |
¿Qué sientes de mi ventura? |
|
|
|
FÍLIDA |
Siento que estoy envidiosa. |
|
|
|
|
|
|
|
EURÍDICE |
Anda, que no; que
la dicha |
650 |
busca al dueño. |
|
|
FÍLIDA |
Así se nombra;
|
|
mas también tiene por
sombra |
|
el breve bien la desdicha. |
|
Cuando yo
algún hombre veo |
|
subir presto a gran fortuna, |
655 |
témole desdicha alguna |
|
y en la brevedad no creo. |
|
Y la causa de
esto es, |
|
si yo no me engaño en
esto, |
|
que ninguno subió
presto |
660 |
que afirmase bien los pies. |
|
|
|
EURÍDICE |
Fílida, yo
tengo a Orfeo, |
|
y sobre tanta ventura, |
|
no tenga cosa segura |
|
como lo esté mi deseo; |
665 |
porque sobre
tanto bien, |
|
¿qué puede haber que
sea mal? |
|
|
|
|
(Sale CLARIDANO,
pastor, viejo, y ARISTEO,
galán, de labrador.)
|
ARISTEO |
Para todo liberal |
|
me hallaréis, padre,
también; |
|
lo menos
será el arado, |
670 |
ni cosa en el campo veis |
|
para que no me tendréis |
|
valiente y ejercitado. |
|
|
|
CLARIDANO |
Seguro estoy,
sólo en ver |
|
vuestra persona, que a todo |
675 |
os tengo de hablar del modo |
|
que los buenos suelen ser; |
|
con esto os he
recibido |
|
en mi casa tan contento, |
|
que por hijo igual os cuento |
680 |
a los hijos que he tenido; |
|
a quien tanto
parecéis, |
|
que en parte me
consoláis. |
|
|
|
ARISTEO |
Padre, no os
entristezcáis, |
|
pues que tal hija
tenéis; |
685 |
que la gallarda y
hermosa |
|
Fílida, que ayer la vi, |
|
en templo, en selva y en
mí, |
|
es deidad, es ninfa, es diosa. |
|
|
|
FÍLIDA |
Mi padre y un
labrador |
690 |
bajan del monte. |
|
|
|
EURÍDICE |
Pues vamos, |
|
Fílida, por estos ramos |
|
a hablar de mi loco amor. |
|
|
|
FÍLIDA |
¿Tan
presto, Eurídice, tratan |
695 |
tus deseos de amor? Bueno. |
|
|
|
EURÍDICE |
Sí, que el amor y el
veneno |
|
no lo son si tarde matan. |
|
|
|
|
(Vanse EURÍDICE y FÍLIDA, y salen CLARIDANO y ARISTEO.)
|
CLARIDANO |
Con esto, ya
concertados |
|
quedamos. |
|
|
ARISTEO |
Mas quiero hacer
|
700 |
por vos; que pienso poner |
|
en estos valles y prados |
|
un
ejército famoso |
|
de abejas que labren miel. |
|
|
|
CLARIDANO |
Si en este valle, si en
él |
705 |
asientas, pastor dichoso, |
|
ese
ejército, por ti |
|
vendré a ser más
estimado |
|
que el mismo Apolo. |
|
|
ARISTEO |
Este prado
|
|
me has de dejar todo a
mí. |
710 |
De estos
alcornoques rudos |
|
desnudaré las cortezas, |
|
que con soberbias cabezas |
|
no temen verse desnudos; |
|
donde
pondré las primeras |
715 |
enjambres, que al alba
hermosa, |
|
con susurro y voz gozosa |
|
irán marchando en
hileras. |
|
Vistiéndose de sus flores, |
|
los prados despintarán, |
720 |
y al aire parecerán |
|
mariposas de colores. |
|
Formarán
su arquitectura, |
|
y en sus vasos el licor |
|
que dió codicia al Amor |
725 |
para hurtar tanta dulzura; |
|
aunque le
picó una abeja, |
|
y a su madre se quejó, |
|
que de escuchar se
vengó |
|
su tierna, aunque injusta
queja, |
730 |
diciéndole: «Tú
también |
|
eres pequeñito, Amor, |
|
y das terrible dolor |
|
cuando tratas con
desdén.» |
|
Finalmente,
Claridano, |
735 |
enriquecerte deseo. |
|
|
|
CLARIDANO |
Mis brazos te doy; que creo |
|
que no me agradaste en vano |
|
desde el punto
que te vi; |
|
con esto al monte me voy, |
740 |
porque satisfecho estoy |
|
que está mi cuidado en
ti. |
|
(Vase CLARIDANO.)
|
|
|
ARISTEO |
Y mi cuidado,
¿en quién? Pero no creo |
|
que estar pudiera en otro mi
cuidado, |
|
y aunque sin esperanza mi
deseo, |
745 |
en mi pecho más firme y
abrasado: |
|
¿quién dijera que el
príncipe Aristeo |
|
pudiera a tal mudanza haber
llegado? |
|
Pero ¿qué no
podrá quien de los cielos |
|
derriba dioses y los mata a
celos? |
750 |
En forma de
pastor, bella Eurídice, |
|
sigo tu sombra, y tu hermosura
adoro, |
|
y espero al alba que tu sol
matice, |
|
bañando, en llanto lo que
baña en oro. |
|
Tu rigor a tus ojos
contradice, |
755 |
tu esquiva condición a tu
decoro; |
|
prueba a querer; que el hielo,
aunque mas pueda, |
|
si no se llega al sol, hielo se
queda. |
|
Determinado estoy
a no partirme |
|
de aquesta selva hasta rendirte
amando: |
760 |
¿ves estas peñas?
Pues yo soy más firme |
|
esperando, sufriendo y
conquistando; |
|
no podrá de tus ojos
dividirme, |
|
ni julio ardiendo, ni diciembre
helando; |
|
ya soy pastor, ya guardo
desvaríos |
765 |
en las riberas de los ojos
míos. |
|
|
|
|
(Sale EURÍDICE.)
|
EURÍDICE |
Amor, a quien
jamás guardé respeto, |
|
no parezcáis villano en la
venganza, |
|
pues eres dios, y es perdonar
efeto |
|
digno de quien tan alto nombre
alcanza; |
770 |
castigar mis desdenes te
prometo, |
|
y amar aunque me falte la
esperanza; |
|
perdona, Amor, que, a tu poder
rendida, |
|
te ofrezco el alma si me das la
vida. |
|
No había
visto yo mi amado Orfeo, |
775 |
rebelde a tu valor y a mi
hermosura, |
|
ni su divina voz me dió
deseo, |
|
que la montaña
enterneció más dura; |
|
ya le vi, ya le oí; ya adoro
y creo |
|
tu gran poder; ya el alma le
procura, |
780 |
para dar de tus glorias
testimonio, |
|
si le merezco, en justo
matrimonio. |
|
Tratando
están, ¡ay Dios!, de los conciertos |
|
mi padre y él. ¡Oh
Júpiter piadoso! |
|
Alma, Venus, haced que salgan
ciertos, |
785 |
pues él también
pretende ser mi esposo; |
|
selvas, montañas, prados y
desiertos, |
|
testigos de su canto sonoroso, |
|
pedid al cielo... |
|
|
|
EURÍDICE |
¡Ay, Eco, tú es
posible que me impidas! |
790 |
Jamás
goces en flores a Narciso, |
|
ni su memoria en esta clara
fuente. |
|
|
|
ARISTEO |
La fuente enturbio ya, las flores
piso, |
|
con llanto y con buscarte
diligente. |
|
|
|
EURÍDICE |
Pastor, cualquier que seas, yo te
aviso |
795 |
que soy ajena ya, si no me
miente |
|
el bien; que hasta aquel punto que
se alcanza, |
|
engaña con el gusto la
esperanza. |
|
|
|
|
|
ARISTEO |
De mi patria y de ti, que por ti
vivo, |
800 |
en esta selva; dije mal, pues
muero; |
|
agora no, mientras tu luz
recibo; |
|
no mires en el hábito
grosero; |
|
de púrpura Rëal por ti
me privo; |
|
Aristeo es mi nombre, Tracia el
reino, |
805 |
donde, ausente de ti, dicen que
reino. |
|
Matóme tu
hermosura andando a caza |
|
de fieras, que vengaste con ser
fiera; |
|
no tengo de volver a Tracia,
traza, |
|
sino es que tu piedad me estime y
quiera; |
810 |
en tu rigor la muerte me
amenaza: |
|
¡Ay, no permita tu piedad que
muera! |
|
Mejor que con el hombre que
decías, |
|
podrás conmigo... |
|
|
EURÍDICE |
Tente: ¿qué
porfías?
|
|
Antes que deje yo
de amar al dueño |
815 |
que ya tiene propuesta la
esperanza, |
|
la codicia tendrá segura
dueño, |
|
y discreta será la
confianza; |
|
no pienses que por loca te
desdeño, |
|
mas porque es imposible la
mudanza. |
820 |
|
|
ARISTEO |
¿Posible es que mujer
¡ay, Eurídice! |
|
que es imposible la mudanza
dice? |
|
¡Qué
mal hice en vestirme, para verte, |
|
este rústico traje! |
|
|
|
ARISTEO |
Quien quiere al basilisco dar la
muerte, |
825 |
de espejos cubre brazos, pecho y
cara; |
|
si viniera vestido de esta
suerte, |
|
no me mataras tú, yo te
matara; |
|
que viendo tu hermosura desde
lejos, |
|
te mataras tú misma en mis
espejos. |
830 |
Pero pues que mis
ojos no han podido |
|
en sus niñas, señora,
retratarte, |
|
dándome muerte el alma que
has rendido, |
|
será el espejo en que
podrás mirarte; |
|
allí verás que amor
pintor ha sido, |
835 |
y basilisco tú para
matarte; |
|
pues morirás mirando tu
hermosura; |
|
que el alma es inmortal, e
irá segura. |
|
(Vase ARISTEO.)
|
|
|
EURÍDICE |
No me puedo
persuadir |
|
que es este pastor quien dice; |
840 |
deidad es, deidad parece; |
|
temo; su poder me aflige; |
|
pero aunque, como otra Daphe, |
|
viese de Apolo seguirme, |
|
antes laurel que traidora, |
845 |
antes sin alma que libre. |
|
¿Quién es la que tan
ligera |
|
salta, sin que apenas pise, |
|
la margen de aquel arroyo? |
|
|
|
|
(Sale FÍLIDA.)
|
FÍLIDA |
Ya, venturosa Eurídice, |
850 |
eres esposa de Orfeo, |
|
que no hay hombre a quien no
incline |
|
su persona y su elocuencia, |
|
que con los dioses compite. |
|
Frondoso, tu padre, quiere: |
855 |
sola mi envidia te impide; |
|
mas si tú gozas el
bien, |
|
¿qué se te da que te
envidien? |
|
|
|
EURÍDICE |
Fílida, ¿qué
te daré |
|
de albricias? Mas quien recibe |
860 |
vida, ¿qué
dará por ella? |
|
Estas cintas carmesíes |
|
tienen un retrato de oro |
|
donde están Apolo y
Clicie; |
|
él en su carro de sol, |
865 |
y ella que, ya flor, le sigue. |
|
Sin esto, el alma y los
brazos, |
|
y después haré que
Tirsi |
|
te dé en casa diez
corderos, |
|
que desde lejos son cisnes. |
870 |
¿No respondes? ¿No te
alegras? |
|
¿Qué tienes?
¿De qué estás triste? |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
FÍLIDA |
Esto no te ofende a ti. |
875 |
|
|
|
FÍLIDA |
Ya lo dije;
|
|
que a un amor desesperado |
|
esto y más se le
permite. |
|
Toma tu retrato y cintas; |
|
que no quiero persuadirme |
880 |
a que es bien tomar barato, |
|
pues con ninguno, se mide |
|
cuando pierdo el bien que
pierdo. |
|
|
|
EURÍDICE |
Basta; no quiero
reñirte |
|
esas locuras en día |
885 |
que las albricias me pides |
|
del bien que temí
dudoso, |
|
y tú me le das tan
firme. |
|
(Vase EURÍDICE.)
|
|
|
FÍLIDA |
¡Si yo
tuviere gusto, airados cielos, |
|
descanso, paz, contento y
alegría, |
890 |
en tanto que vistiere el alma
mía |
|
estos cansados y mortales
velos! |
|
¡Que tenga
más congojas y desvelos |
|
que arenas de oro este arroyuelo
cría, |
|
y que mi desengaño y mi
porfía |
895 |
sigan mi amor, donde me abrasen
celos! |
|
Tristezas quiero
ya, no quiero engaños, |
|
ni en las tormentas presumir
bonanzas, |
|
si el cuidado, mayor vencen los
años. |
|
Tiempo, apelo de
amor a tus mudanzas; |
900 |
que más quiero morir con
desengaños, |
|
que no vivir con falsas
esperanzas. |
|
|
|
|
(Sale ARISTEO.)
|
ARISTEO |
Cierto me dicen
que es ya |
|
y que concertados quedan: |
|
¿De qué sirve
preguntarla |
905 |
después de cierta la
pena? |
|
Pastora, que Apolo guarde, |
|
¿sabes tú si es nueva
cierta? |
|
|
|
FÍLIDA |
¿Dices casarse
Eurídice, |
|
ninfa de esta verde selva? |
910 |
|
|
|
FÍLIDA |
Si no es ésta la
respuesta, |
|
es, por lo menos, pastor, |
|
lo que yo pienso. |
|
|
ARISTEO |
Bien piensas,
|
|
que lo mismo voy pensando; |
915 |
y si de los dos se engendra |
|
un pensamiento tan triste, |
|
que será quiero que
sepas |
|
víbora de mis
entrañas. |
|
|
|
FÍLIDA |
Si que se case te pesa |
920 |
Eurídice, a mí su
esposo. |
|
|
|
|
FÍLIDA |
Ya se están dando las
manos. |
|
|
|
ARISTEO |
Los pastores hacen fiesta. |
|
¡Plega a los cielos,
amén, |
925 |
que se vuelvan en tragedia! |
|
|
|
|
(Sale la boda: FRONDOSO y CLARIDANO, viejos; EURÍDICE y ORFEO de las manos, DANTEA y los MÚSICOS.)
|
|
Desposado dichoso, |
|
gozad la novia, |
|
porque nunca Venus |
|
fue tan hermosa. |
930 |
|
|
|
(Sale FABIO.)
|
FABIO |
Volved, mayoral
Frondoso, |
|
el alegría en tristeza, |
|
porque Venus e Himeneo |
|
asisten, las hachas muertas, |
|
a las bodas de
Eurídice. |
935 |
|
|
|
CLARIDANO |
La pared adonde estaba |
|
pintada Eurídice bella, |
|
dió en tierra. |
|
|
|
(Caiga por dos cordeles el retrato de la que hiciere la
EURÍDICE,
así, en pie, arrimado al vestuario.)
|
|
ORFEO |
Venus, ¿que venganza es
ésta? |
940 |
Amor, ¿ya no estoy
rendido? |
|
Pero ven, no tengas pena; |
|
que pues yo te llevo viva, |
|
la tabla será la
muerta. |
|
|
|
|
(Vanse todos, y queden allí ARISTEO y FÍLIDA.)
|
ARISTEO |
Bien sé lo que
significa. |
945 |
|
|
|
ARISTEO |
Que me deja
|
|
Orfeo aquésta pintada, |
|
y que la viva me lleva. |
|
|
|
|
ARISTEO |
¿Cómo, si por alto
vuela? |
950 |
|
|
|
(Tórnese el retrato a su lugar.)
|
FÍLIDA |
Como a toro me ha dejado, |
|
pues pensando que pudiera |
|
dar en la sombra del hombre, |
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doy con la frente en la
tierra. |
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