La comedieta de Ponça A la muy noble señora doña Violante de Prades,
condesa de Módica e de Cabreza, Íñigo
López de Mendoça, Señor de la Vega.
Comiença el prohemio4
A vida información,
notiçia e conosçimiento de la vuestra mucha
virtut, non poco presto a vuestro mandamiento: ca, como diçe
Augustino, muchas veçes amamos lo que non vemos; mas
lo que non conosçemos, non lo podemos amar asy bien.
E tanto como yo puedo, me recomiendo a la vuestra nobleça,
muy noble Señora. Palomar, servidor de la casa del
conde e vuestra5 , me ha dicho que algunas obras mías
vos han plagido; e tanto me çertificó que vos
plaçen, que ayna me faredes creer que son buenas, ca la vuestra
muy grand discrepçión non es de creer que se
pague de cosa non buena.
II. Muy noble Señora: quando
aquella batalla naval acaesçió çerca
de Gaieta, la qual fue asy grande que, después que
el rey Xerxes fiço la puente de naves en el mar Oçéano,
por ventura tantas e tan grandes naves non se ayuntaron sobre el agua,
yo començé una obra, a la qual llamé
Comedieta de Ponça. E intitutela d'este nombre, por
quanto los poetas fallaron tres maneras de nombre a aquellas cosas
de que fablaron, es a saber: tragedia, sátyra, comedia.
Tragedia es aquella que contiene en sí caydas grandes
de reyes e prínçipes, asy como de Hércoles,
Príamo e Agamenón, e otros atales , cuyos nasçimientos e vidas
alegremente se començaron, e grand tiempo se continuaron,
e después tristemente cayeron. E del fablar d'estos
usó Séneca, el mançebo, sobrino del
otro Séneca en las sus «Tragedias», e Johán
Bocaçio en el Libro De casibus virorum illustrium.
Sátyra es aquella manera de fablar que tovo un poeta que se
llamó Sátyro, el qual reprehendió muy mucho los viçios
e loó las virtudes; e d'esta manera, después
d'él, usó Oraçio, e aun por esto dixo
Dante:
El altro e Oratio satyro, qui viene , etc.6
Comedia
es dicha aquella cuyos comienços son trabajosos, e
después el medio e fin de sus días alegre,
goçoso e bien aventurado; e de ésta usó
Terençio peno , e Dante en el su libro, donde primero diçe
aver visto los dolores e penas infernales, e después
el purgatorio, e alegre e bien aventuradamente después
el parayso.
III. La qual «Comedieta », muy noble Señora, yo
continué fasta que la traxe en fin. E çertifícovos,
a fe de cavallero, que fasta oy jamás non ha salido
de las mis manos, non embargante que por los mayores señores,
e después por otros grandes omes , mis amigos d'este reyno,
me sea estada demandada. Envíovosla, Señora,
con Palomar, asymesmo los çient «Proverbios» míos
e algunos otros «Sonetos» que agora nuevamente he començado
de façer al itálico modo. E esta arte falló primeramente en
Italia Guydo Cavalgante7 , e después usaron d'ella Checo
D'Asculi8 , e Dante, e mucho más que todos, Françisco
Petrarcha, poeta laureado. E si algunas otras cosas, muy
noble Señora, vos plaçen que yo por honor vuestro
e de la casa vuestra faga, con infalible fiuça vos pido por merçet,
asy como a menor hermano, m'escrivades. Cuya manífica
persona e grande Estado Nuestro Señor aya en la su
sancta protectión e guarda.
De Guadalfaxara, a quatro de
mayo, año de quarenta e quatro.
Comiença la
Comedieta de Ponça
- I -
O vos, dubitantes , creed las estorias E los infortunios
de los humanales, E ved si los triunphos, honores e glorias E grandes poderes son perpetuales. Mirad los imperios e
casas reales, E cómo fortuna es superïora,
Revuelve lo alto en baxo a desora E façe los ricos e pobres
eguales .
- II -INVOCAÇIÓN
O lúcido
Jove, la mi mano guía, Despierta el engenio , aviva la
mente, El rústico modo aparta e desvía E
torna mi lengua, de ruda, eloqüente. E vos, las hermanas,
que cabe la fuente De Elicón façedes continua morada, Sed todas
conmigo en esta jornada, Por que'l triste caso denunçie
e recuente.
- IV - Al tiempo que al pasto salen de guarida Las fieras silvestres, e humanidat Descansa e reposa, e
la fembra ardida Libró de Oloferne la sacra çibdat ; Forçada
del sueño la mi libertat, Diálogo triste e
fabla llorosa Firió mis orejas, e tan pavorosa Que sólo
en pensarlo me vençe piedat.
- V - Asy recordado, miré do sonava El clamoso duelo, e vi quatro donas , Cuyo aspecto e fabla muy bien denotava Ser quasi deesas o magnas personas; Vestidas de negro, e a las tres coronas, Llamando la muerte con tantas querellas, Que dubdo si fueron
tan grandes aquellas, Que Ovidio tocó de las tres
Gorgonas.
- VII - Un fuerte castillo, e su fenestraje E
puertas obrado de maçonería De çafir d'Oriente que todo visaje, Mirándolo fixo, retroçedería; E quatro
leones en torno, diría De neta matista , fieros e rompientes; Pues, letor discreto, si d'esto algo sientes, Recordarte
deve su genealogía.
- XV - Humanas son tigres, e fieras leonas Con nuevos cabdillos , e virgo piadosa Aquella elenesa , que las amaçonas Pensó façer libres, por lit sanguinosa; Tractable es Caribdi
e non esvantosa, Segunt me contracta esta adversa rueda, A quien non se fuerça nin saber que pueda Fuyr al su
curso e saña raviosa.
»¡Benditos aquellos que con el açada Sustentan
su vida e viven contentos, E de quando en quando conosçen
morada E sufren pasçientes las lluvias e vientos!... Ca estos non temen los sus movimientos, Nin saben las cosas
del tiempo pasado, Nin de las presentes se façen cuydado, Nin
las venideras do han nasçimientos .
- XVII - »¡Benditos aquellos, que siguen las
fieras, Con las gruesas redes e canes ardidos , E saben las
trochas e las delanteras E fieren del archo en tiempos devidos! Ca estos por saña non son commovidos Nin vana cobdiçia los
tiene subjetos; Nin quieren thesoros , nin sienten defetos, Nin
turban temores sus libres sentidos.
- XVIII - ¡Benditos aquellos que quando las
flores Se muestran al mundo desçiben las aves, E fuyen las pompas e vanos honores, E ledos escuchan sus cantos
suaves! ¡Benditos aquellos que en pequeñas naves Siguen los pescados con pobres traynas! Ca estos non temen
las lides marinas, Nin çierra sobre ellos Fortuna
sus llaves.»
- XX - »Io veio li vostri sembianti cotali, Che ben dimostrate esser molestate Di qüella Regina,
che'infra li mortali Regi et iudica, de iure e de facte. Veiamo le casi e çio che enarrate, E vostri infortuni
contate perversi; Ca presto serano prose, rime, e versi A
vostro piaçere, si çio comandate.»
- XXII - »A mí non convienen aquellos
favores De los vanos dioses, nin los invocar, Que vos,
los poetas e los oradores, Llamades, al tiempo de vuestro
exhortar; Ca la justa cabsa , que presta logar A maternal ravia, me fará
eloqüente, Porque a ti, preclaro e varón sçiente ,
Explique tal fecho que puedas contar.
- XXIII - De gótica sangre fuy yo produçida Al mundo, e de línea bienaventurada De reyes e reynas
criada e nudrida , E de nobles gentes servida e onrada; E de la
Fortuna asy contractada Que rey en infançia me dio
por marido Cathólico, sabio, discreto e sentido, De quien amadora me fiço e amada.
- XXIV - De nuestra simiente e generaçión Conviene que sepas e sus qualidades; Ca fijos e fijas de grand
discrepçión Ovimos, e amigos de todas bondades. Dotólos Fortuna en nuevas edades Asy de sus dones,
que por justas leyes En muy poco tiempo vi los quatro reyes, E dos titulados de asaz dinidades .
- XXVI - Éste desd'el tiempo de su
puerïçia Amó las virtudes e amaron
a él; Vençió la pereça con esta
cobdiçia E vio los preçeptos del Dios Hemanuel: Sintió las visiones
de Ezechïel Con toda la ley de sacra dotrina; ¿Pues
quién sopo tanto de lengua latina? Ca dubdo si Maro eguala con
él.
- XXVII - Las sílabas cuenta e guarda
el açento Producto e correpto ; pues en geometría Euclides non ovo tan grand sentimiento , Nin fiço Athalante en astrología. Oyó los secretos de philosophía E los fuertes
pasos de naturaleça: Obtuvo el intento de la su pureça E profundamente vio la poesía.
- XXVIII - Las sonantes cuerdas d'aquel Anphión Que fueron de Thebas muralla e arreo , Jamás non ovieron
tanta perfectión Como los sus cursos melifluos, yo
creo. Pues de los más sabios, alguno non leo Nin
jamás he visto que asy los entienda: De su grand
loqüela resçiben emienda Los que se coronan del árbol
laureo.
- XXIX - Éste, deseoso de la duradera O perpetua fama, non dubdó elegir El alto exerçiçio
de vida guerrera, Que a los militantes aun façe vivir. Éste
la su espada ha fecho sentir Al grand Africano con tanta virtut, Que los pies quinos le fueron salut, Dexando los litos , fuyendo el
morir.
- XXX - ¿Por qué me detengo agora en fablar , E dexo mil otras vitorias primeras? Ca éste, forçando
las ondas del mar, Obtuvo de Italia muy grandes riberas; Éste, magnifiestas puso sus vanderas Por todos los
muros de los marsellanos; Éste fue cometa de napolitanos E sobró sus artes e cautas maneras.
- XXXII - Achiles armado non fue tan ligero, Non fiço Alexandre tal cavalgador: Jamás es fallado sinon verdadero, Egual , amoroso, cauto e sofridor : Más quiere ser dicho que onrado,
onrador, E muy más que fiero, benino e piadoso:
Éste de clemençia es silla e reposo, E de
los aflitos muro e defensor.
- XXXIII - Éste los selvages siguió
de Diana, E sabe los colles del monte Rifeo: Corrió
las planeças de toda Espartana, E los fondos valles del grand Perineo: La selva nombrada, do venció Theseo El neptunal
toro, terror de las gentes, Éste la ha follado con pies
diligentes, E sobra en trabajos al muy grand Œteo .
- XXXIV -EL SEÑOR
INFANTE DON ENRIQUE, MAESTRE DE SANTIAGO
Asy
del segundo me paso al terçero, En grand fermosura egual a
Absalón, Graçioso, plaçiente, de sentir
sinçero, Ardit, reposado, subjeto a raçón: Non me pienso Orpheo tanta perfectión Obtuvo del
canto, nin tal sentimiento: Éste de Dios sólo
ha fecho çimiento, E sigue las vías del justo
varón.
- XXXV - Vengamos
al quarto, segundo Magón, Estrenuo, valiente,
fiero e belicoso . Manífico, franco, de grand coraçón, Gentil de persona, afable, fermoso : Su dulçe semblante
es tan amoroso Que non es bastante ninguna grand renta
A suplir defetos, segunt él contenta Al militar vulgo,
pero trabajoso.
- XXXVII - Ésta de los dioses paresçe
engendrada, E con las celícolas formas contiende En egual belleça,
no'n punto sobrada , Ca non es fallado qué en ella se emiende.
Si la gerarchia en esto se ofende, A mí non increpen,
pues soy inculpable, Ca raçón me fuerça
e façe que fable, E de todo blasmo mi fablar defiende.
- XXXVIII - Ésta de Sibyla del su nasçimiento Fue jamás nudrida , fasta la saçón Que, como deçena,
por meresçimiento Es ya del colegio del monte Elicón. Ésta, como fija , subçede a Catón, Sçiente el secreto de sus
anphorismos ; Ésta de los çielos fasta los abismos Comprehende
las cosas a sabe qué son.
- XXXIX - A esta consiguen las siete donçellas Que suso he tocado en otro logar E le van en torno, bien como çentellas Que salen de flama , o ríos del mar. Las tres son aquellas
que façen logar En el parayso al ánima dina , E las quatro
aquéllas, a quien la dotrina, De Cato nos manda por
siempre observar.
- XL - Yo non fago dubda que si de Catulo Oviese la lengua o virgiliana, E me socorriesen Properçio
e Tibulo, E Livio, escriviente la gesta romana; Atarde podría, nin Tulio
que explana E çendra los cursos del gentil fablar , Con pluma abondosa deçir
e notar Quanto de virtudes es fija çercana.
- XLII - Éstos, poseyendo las grandes
Españas, Con muchas regiones que son al Poniente Del fin de la tierra, fasta las montañas Que parten los
galos de la nuestra gente; El curso çeleste que de
continente Façe e desfaçe , abaxa e prospera, Bien como adversario, con
vuelta ligera, Firió sus poderes con plaga nuçiente .
- XLIV - Asy fatigada, turbada, e cuydosa, Temiendo los fados e su poderío, A una arboleda de frondes sombrosa, La qual circundava un fermoso río, Me fuy por deporte , con grand
atavío De muchas señoras e dueñas notables; E como
entre aquellas oviese de afables, Por dar qualque venia al ánimo
mío,
- XLV - Fablavan , novelas e plaçientes cuentos, E non olvidaban las antiguas gestas , Do son contenidos los avenimientos
De Mares12 , de Venus, de triunphos e fiestas. Allí
las batallas eran magnifiestas De Troya e de Thebas, segunt
las cantaron Aquellos que a Apolo se recomendaron, E dieron
sus plumas a fablas honestas.
- XLVI - Allí se fablava de Protesylao E cómo tomara el puerto primero; Allí del
oprobio del rey Menelao. Allí de Thideo, el buen cavallero; Allí de Medea, allí del carnero, Allí
de Latona, allí de Phetón, Allí de
Diana, allí de Aetheón, Allí de Mercurio,
sotil mensajero.
- XLVII - Allí se fablava del monte Parnaso E de la famosa fuente de Gorgón, E del alto vuelo
que figo Pegaso, Contando por orden toda su raçón; E todo el engaño que fiço Synón Allí se
deçía, como por enxemplo , E de las serpientes venientes
al templo, E cómo se priso el grand Ylïón.
- XLVIII - Allí se tocava del gentil
Narçiso, Allí de Medusa, allí de
Perseo, Allí maltractavan la fija de Niso, Allí
memoravan la lucha d'Antheo: Allí de la muerte del
niño Androgeo, Allí de Pasife el texto e la
glosa, Allí resçitavan la saña raviosa E la conmovida
yra de Pentheo.
- XLIX - Ya de los temores çesava el
combate Al ánimo aflito , e yo reposava Segura, e quïeta:
de ningún rebate Nin otro infortunio ya me temorava . E como la
lumbre febal s'acostava, Levanteme leda con mi compañía, E por la floresta feçimos la vía Del real
palaçio, donde yo habitava.
- L - Mostrádose avía el
carro estellado E la mi compaña , licençia obtenida, El dulçe
reposo buscava de grado, E yo retrayme façia mi manida.
En la qual, sobrada del sueño e vençida, Non sé
si la nombre fantasma o visión, Me fue demostrada
tal revelación Qual nunca fue vista, nin pienso fingida.
- LII - Escura teniebra tenía aquedada La gente,
en el tiempo que a mí paresçía Que
en pequeña barca me vía çercada Del
lago espantoso que me combatía. Non creo las ondas
del ponto d'Eolía Ninguna otra nave asy combatieron, Nin egual tormenta los theucros sintieron Al tiempo que Juno más
los perseguía.
- LIII - Non vi yo a Neptuno en carro dorado Andar por el agua, como se recuenta, Quando, de la madre
d'Amor implorado, La flota dardania libró de tormenta. Mas Thetis deesa , non punto contenta, Fendida la fusta e sus hoquedades , E juntas
con ella las divinidades Del mar, aumentavan la mi sobrevienta.
- LIV - Allí fueron sueltos los fijos de
Echina E de sus entrañas salían yrados , Çercavan
en torno toda la marina E la navecilla de entramos los lados. Cobrían
las vagas sus baxos tillados . E Céphiro e Noto, con su grand
seqüela, Quebravan el mástel, rompían
la vela, E davan mis carnes a todos pescados.
- LV - Pues sienta quien siente, si sentido basta, Después de tal sueño quál yo fincaría : Por
çierto non creo que en Thebas Yocasta, Por bien que
recuente su triste elegía, La su dolor fuese egual de
la mía, Nin de la troyana, por mucho que Homero
Descriva el su caso e sueño más fiero, Como
soberano de la poësía.
- LVI - Ya los corredores d'Apolo robavan Del nuestro horiçonte las escuridades, E las sus
fermosas batallas llegavan Por los altos montes a las sumidades; E bien como el Theucto e los Eneades Ferieron las açes
e señas de Turno, Rompió la teniebra el ayre noturno E fiço patentes
las sus claridades.
- LVII - Las nobles servientes las ricas cortinas Corrieron del lecho, e me demostravan Cómo ya las
lumbres, al alva confinas , Los cultivadores al campo llamavan,
E sentí compañas que murmureavan Por todo el palaçio, en son de tristeça, E yo sospechosa, pospuesta pereça, Temiendo inquería
de lo que tractavan.
- LVIII -DE CÓMO FUE PRESENTADA LA CARTA DE LAS SEÑORAS
REYNAS DE CASTILLA E DE PORTUGAL A LA SEÑORA REYNA,
SU MADRE; EN LA CUAL SE
FAÇE MENCIÓN DE LA BATALLA E
PRESIÓN
DE LOS SEÑORES REYES E
INFANTE E cómo
Fiameta con la triste nueva Que del pelegrino le fue reportada , Segunt
la tu mano registra a aprueva, La más fiel d'aquellas,
non poco turbada, La infecta carta, del lucto sellada, Con húmido
viso me representó: Quál era su forma e qué
concluyó Quiero que te sea por mí relatada.»
- LX - Lo qual, precedentes recomendaçiones, Las húmiles fijas a ti comendamos , Por quanto las graves estimulaçiones Non
somos silvestres que non las sintamos. Mas quando en aquellas
constantes llamamos La graçia d'aquel que fiço a Balán Mudar el intento, e tovo el Jordán, A todas estrellas
e fados sobramos .
- LXI - Dexado el exordio,
la triste materia, O, muy chara madre, conviene tocar; Ca nuevas çircundan las playas d'Iberia E son afirmadas
por fama vulgar, Que naves son vueltas en el fondo mar
De los españoles contra ginoveses E de tarantinos
contra milaneses: Pues fablen poetas; que bien han logar .
- LXII - E çese la pluma sotil de Lucano Del púnico bello , e non fable Homero; Ca por bien que canten
el sitio troyano, E pinten el día de Emathia más
fiero, Si dexan las fablas e tocan el vero, Por çierto
non creo poderse fallar Tan crúa batalla en tierra nin mar, Si el
reportante non fuere grosero.
- LXIV - Non a tan grand yra çierto
provocó La muerte del çiervo al pueblo
latino, Nin la de la tigre en saña inflamó A los subçesores del Agenorino; Nin creo resollo
libial viperino Más contaminase alguna ferida, Que
fiço a la gente la espantosa grida , Por donde el efeto fadado previno.
- LXV - Aquí las enseñas fueron
desplegadas, Asy de los reyes como de barones, E todas
las naves de fecho entoldadas E vistos en punto inmensos
pendones; En unos las cruces, en otros bastones, En los
otros pomas , lirios e calderas, En otros las jarras, en otros
veneras, En otros castillos e bravos leones.
- LXVI - En la parte adversa, bien como señora O reyna de todos, era la bandera, La qual contenía
la devoradora Bixa milanesa, fiera e temedera. E luego
cercana, como compañera. Era allí la cruz,
señal genovesa: Águilas e flores en la grand
empresa Ornavan las proas por la delantera.
- LXVII - Las gruesas bombardas e rebabdoquines De nieblas fumosas
el ayre enllenavan , Asy que las islas e puertos confines Apenas se vían,
nin se devisavan. Jove non se cree, quando recontavan Que
vino a la niña thebana tronando, Viniese más
fiero, el cielo inflamando, Como aquellas fustas, quando
s'allegavan.
- LXVIII - E como el graniço que fiere
en linera Traydo del viento aquilonar, Inmensas saetas
d'aquella manera Ferían los nuestros por cada logar .
Allí todas gentes cuydaban llamar «¡Sanet Jorge!»
con furia, como quien desea Traher a vitoria la crúa pelea, Jamás non pensando poderse fartar .
- LXIX - ¿E quién contaría los
muchos linajes, Alcuñas e reynos, que allí se nombraron De diversos modos, asy los lenguajes, Quando los estoles en uno
aferraron? Ca dubda es aquellos que más s'esforçaron A saber del cuento, poderlos contar, Pues solos aquellos,
a quien da logar El tiempo, diremos, e nos reçontaron.
- LXX - La gente de España llamava
«¡Aragón!» E todos «¡Navarra!» los de su quadrilla; E los que guardavan el noble pendón, Do era pintada
la fogosa silla, Llamavan «¡Mallorca, Çerdeña
e Çeçilla, Córçega, e Sesa,
Salerno e Taranto!»; E todos ferían, pospuesto el
espanto, Asy virilmente que era maravilla.
- LXXXI - Allí se nombravan los Lunas
e Urrea, Yxar e Castro, Heredia, Alagón, Lihori,
Moncayo, Urrias, Gurrea, Con otros linajes de noble nasçión. Pues vamos a aquellos que allende Monçón Habitan
e moran, e non se detenga El nuestro proçeso, mas
presto devenga Por sus rectos cursos en la conclusión.
- LXXII - Allí se nombravan Maças
e Boyles, Pinós e Çentellas, Soleres,
Muncadas, E los Arenoses, varones gentiles, E muy muchas
otras progenies honradas. E como las flamas son más avivadas Feridas del viento, asy se avivavan, Quando sus linajes
e alcuñas llamavan, A façer ningunas las lides pasadas.
- LXXIII - Allí se nombravan los de Barçelona E los llobregates e de Rosellón; Allí los
de Prades e los de Cardona, E los pallareses e de Çervellón. Allí muchos otros que mi locuçión
A contar non hasta de perpiñaneses, E del Prinçipadgo,
de ampurdaneses, E muchos que dexo d'aquende Aviñón.
- LXXIV - Allí se nombravan los de Sandoval, Los de Avellaneda e Sotomayor: Castro e Mendoça
con saña mortal Mostravan quién eran en la
grand furor. Faxardos e Angulos, pungidos d'honor, Buscavan las
proas a grand diligençia; Ávalos e Puelles
con toda femençia Non menos façían , pospuesto temor.
- LXXV - Las gentes contrarias llamavan «¡Milán!» E «¡Génova!» muchos con asaz vigor; Pues crean aquellos
que creer querrán También el poeta, como el
orador, Que dubda es de reyes nin d'emperador Fallarse en las mares
tal flota jamás, Tan bien ordenada, nin por tal compás, Nin tan deseosa de ganar loor.
- LXXVI - Allí se nombraron Grimaldos
e Doria, Açescos, Catanios, Negros e Damar Allí
Desireo, de insine memoria, Espíndolas, Çíbos
e Inso de Mar Gentiles Bivaldos, Marbotes, Lercar, Çigaulas,
Fragosos e Justinianos, Çibus, Çenturios e
Italianos, E otros que dexo, por non dilatar.
-LXXVII - Non son los martillos en el armería De Milán tan prestos nin tan avivados, Como la batalla
allí se fería Con ánimos duros e muy
denodados; Ca unos caían en la mar llagados, E otros
en pronto las vidas perdían, E otros sin piernas
e braços se vían, Asy fieramente eran afincados .
- LXXVIII - El peso de Mares non punto mostrava Favor a ningunos, nin se conoscía; Asy que la brega jamás
non çesava, E de todas partes la furor ardía: Mas los sabios Janos con artillería Rompían
las fustas e las foradavan , E todas cabtelas e artes buscavan, Por
aver del fecho final mejoría.
- LXXIX - En el filo estava la lit espantosa, Asy como el Febo en el mediodía, Tocando el efeto,
dexando la glosa, Asaz trabajada la cavallería: La prinçipal
nave, do la señoría Real navegava, rompidos
los robres, Asy receptava las aguas salobres Que era miraglo que non se
fondía .
- LXXX - Los grandes naucheres , sentido aquel daño, Universalmente, como se sentía Por toda la flota, e cruel engaño, Cuydavan el tracto a la pleytesía. ¿Mas quién vos
dirá la extrema porfía Que se sostenía
por non se rendir? Ca Livio dudbara poderlo escrevir, Vista
la defensa que allí se façía .
- LXXXI - E cómo del fuego la yerva
curada Veloçe s'aprende, universalmente Por
toda la flota fue voz divulgada Que'l Rey se anegava; e
de continente Los nobles hermanos e toda la gente Sintieron
aquella tristeça e dolor, Que los de Carthago por
su emperador, La vez postrimera que fue padesçiente.
- LXXXII - Asy
concluyendo, la flota fue presa Con todos los reyes,
duques e varones, E puesta en Saona la notable presa, En
lo qual se acuerdan las más opiniones. Leydos, o
Reyna, los tristres renglones, Pues viven, espera: que Dios
es aquél Que puede librarlos , como a Daniel, E fiço a David en
sus impresiones.»
- LXXXVI - Asy como nieve, por quien pasa yelo Después, conmovida del vulturnio viento, Era su
ymagen e forma del çielo E todos sus actos e su movimiento. Asy de mirarla estava contento, Que jamás quisiera
de allí se alexara; Pues voy al arreo , e baste su cara Ser más que la luna fermosa , syn cuento.
- LXXXVII - Vestía una cota de damasco
bis De muy fina seda e ricas lavores, De color de neta
gema de Tarsís, Sembrada de estrellas de muchos colores. Las unas mostravan las grandes calores E otras el tiempo
de fría invernada, E otras causavan ventura mengüada, E otras los triunphos e grandes honores.
-LXXXVIII - Ceñía una gruesa çinta
de caderas Con doce morlanes, ricamente obrados De
oro, con piedras de muchas maneras, Segunt que por orden
serán recontados: Era en el primero, de cuernos dorados E piel, un Camero, e luego siguiente Un Toro enplantado , fermoso e valiente, Como si corriese los pies levantados.
- LXXXIX - Era en el terçero Géminis
grabado, En el quarto Cancro, en el quinto Leo, En
el sexto Virgo, segunt es pintado En el Almagesto del rey Tholomeo: Escorpio venía, siguiéndolo a reo ; Aprés d'ellos Libra,
con el Sagitario, Capra en el deçeno, después
d'él Aquario, E último Pisçis, del
notable arreo .
- XC - Color de la piedra d'estupaza fina Eran
sus cabellos, dorados, eguales , E qual es el Febo, quando más
se empina, E muestra e reparte sus rayos diurnales : Fermosa guirlanda de ricos metales, Aquellos premía e de perlas netas, Con siete firmalles , que de los planetas Mostravan sus fuerças e çiertas señales.
- XCI - Era en el primero, teniente en la
diestra La foz incurvada , el grand cultivante; El drago impremía
su mano siniestra, E luego segundo el fijo Tonante. La terçera
imagen era el batallante , Sentado en un carro, armado e feroçe; Pues baste lo dicho al que los conosçe, E quien
non, aprenda del rey Athalante.
- XCII - El quarto firmalle mostrava persona
De varón mançebo, muy claro, lumbroso; De
tres pies tenía presçiosa corona E alto instrumente temprava
curoso : Era en el quinto de gesto amoroso, Fermosa donçella,
en el mar nadante: El sexto adormía con flauta sonante Al pastor de Io de sueño engañoso.
- XCIII - Era en el seteno donçella
en un parco O luco arbolado, siguiendo las fieras; Con flecha
tendida embraçava el archo, Segudando aquellas fasta las riberas. A ésta las ninphas eran compañeras, Tendiendo
las redes, façiendo sus tiros: Eran asy mesmo faunos e satyros
Allí figurados, compañas ligeras.
- XCV -RECUÉNTANSE LOS MONARCAS, EMPERADORES E REYES,
QUE EN ESTA VENIDA ACOMPAÑARON A LA FORTUNA
Allí
vi yo a Belo, a Nino e Sardana, E vi a Egialo e al otro
Nino, Vi a Fialte e aquél que la vana Creençia
antepuso al poder divino: Allí vi yo a Caco de Monte
Aventino, Asur, el pomposo, e vi más a Anteo, Con
insines otros que fueron a reo , Pasado el diluvio, en error malino.
- XCVI - Allí vi yo Adastro e vi a
Thydeo, Ligurgo, e Anphiaro e a Ypomedón, Campaneo
el soberbio, e Partinopeo, E vi a Polyniçes, graçioso
varón; Ethéocles thebano, Dryas e Chirón, Cadino el mançebo, Altheo el fermoso , Toante de Lenus,
el muy valeroso, Yspen, Argenisse, Lidus e Vacón.
- XCVII - Allí vi de Greçia los
nobles hermanos Con todas las gentes que asy promovieron, Quando las montañas, las sierras, los planos , De Frigia
enllenaron e la destruyeron. Allí sin tardança los Jasios
vinieron Con toda la casa del grand Laumedón; Allí
paresçieron Esón e Jasón Con los de
Thesalia, que los consiguieron.
- XCVIII - Allí vi yo a Eneas e con él
Palante, Uríalo e Niso; e vi a Antenor, A Gyas,
Çineo, a Escanio, el infante , Con otros varones del mesmo
favor; E vi los que fiço la madre d'Amor Pintar en la tarja,
con toda la Italia, E los que regaron la nava Pharsalia De sangre romana con loca furor.
- IC - Vi a Latino con muchos latinos, E con él a Turno e los de Laurençia; Vi a
Meçençio e los tiburtinos, A Lauso e a Virvio
de noble presençia; E vi muchos otros d'aquella valençia , Mesapho, e a Umbro, e vi los sabinos, Vi los semnitas,
de memoria dinos , Con otros que ovieron de allí dependençia.
- C - E vi los Philipos e los Pharaones Con los maçedonios e gentes de Egipto, E vi de los
tribos sus generaciones, Segunt que Moysén los puso en
escripto. E vi los juëces, de quien non repito Sus
nombres e actos, e vi de Israel Todos los reyes que fueron
en él Fasta la venida del Jhesú bendito.
- CII -RECUENTA LAS REYNAS E
DONAS Allí
vi de Pigmalión el hermana, E vi Semíramis
e Pantasilea, Tamaris, Marpasia, Ipólita e Anna, E la muy famosa Sibyla Erithrea, Vi a Casandra, e vi a
Almatea E la Phetunisa, e vi a Medusa, Ipermestra, Œnone,
Laudonia e Creusa, Erato, e Çirçe, e Amantho,
e Medea.
- CIII - Vi Licomedia, e vi Eurediçe, Emilia, e Tisbe, Pasiphe, Adriana, Athalante e Phedra,
e vi a Cornifiçe, E vi a Semele, fermosa thebana: Vi más
a Europa, qual forma diáfana, E vi a Çenobia,
e vi a Filomena, Progne e Griseyda, e a la madre Almena, las que altercaron sobre la mançana.
- CIV - Vi a Camila e vi a Penélope, E a más las griegas fermosas hermanas, Vi a Deyanira e la
de Rodope, E la triste Écuba con muchas troyanas: Vi las de Thebas e las argïanas Yocasta e Argía,
Ysmene, Antigona, Vi a Poliçena, Briseyda, Ansiona, E muchas insines matronas romanas.
- CV - Allí vi a Rea, muger de Tarquino, Marçia e Lucrecia, Ortensia e Paulina, Sempronia,
Sulpicia, Prene de Agretino, Porçia e Cornelia, Triaria
e Faustina; E vi más Antonia, Julia e Agripina,
Hipo, Virginea, Bronice, Venturia, Proba e Megulia, Hipsicrata
e Curia, E más Sephonisba, de memoria dina .
- CVI - ¿Pues qué más diré?...
que quantos abarca Varones e dueñas , e son memorados En el
su volumen del «Triulnpho», Petrarca, Allí fueron
todos vistos e ayuntados ; Los unos vestidos, los otros armados,
Segunt los pintaron las plumas discretas De los laureados
e sacros poetas En las sus estorias , e son recontados.
- CIX - Yo parto los reynos, coronas e honores, Tiaras, imperios a vos los vivientes, Trayo en baxeça
los superïores E sus bienes paso a muy pobres gentes. Yo fago a los unos a tiempo placientes, E tristes a otros,
segunt la raçón De sus nasçimientos e costelaçión, E todos estados me son obedientes.
- CX - De lo que se engendra yo soy el actora , E quien lo corrompe, non es sinon yo: De los que más
valen yo soy la señora, E de mí resçiben
los daños o pro ; La noble Dardania ¿quién la
fabricó Desde los sellares fasta los merletes ? E puse en el agua
las armas e fletes De la gente griega que la destruyó!
- CXI - Yo fiçe los pueblos de Thebas e Athenas, E las sus murallas levanté del suelo; De mí
resçibieron folganças e penas, E prósperas fiçe
las lides de Belo. Al ave de Jove complí de grand
vuelo, E puse discordia entre los hermanos: Todas las cosas
vienen a mis manos; Si próspero suben, asy las asuelo.
- CXII - Ca d'otra manera los unos serían Monarchas del mundo e grandes señores, E otros languiendo ,
de fambre morían, E sin esperança las gentes
menores, Mas bien, como vuelvo los grandes calores Por
tiempos en aguas, e nieves e fríos, Asy mudo Estados
e los señoríos, E presto por tiempo mis dulces
favores.
-CXIII - Nin son las mis graçias e
mis donadíos De una manera, quiero que sepades; Ca bien que los
parto, como propios míos, También señoríos
como dignidades, A unos prorrogo las prosperidades De padres
en fijos , e más adelante; A otros de sçeptro e silla triunphante, En tanto que turan sus mesmas edades.
- CXIV - Pero nin por tanto los tales pensat Non viven del todo, asy reposados: Que tal fue la regla
de humanidat, Después que a mis leyes fuestes sojudgados: Que a tiempos se fallan bien aventurados, Sojudgan e vençen las
tierras, los mares; En otros les vuelvo la cara de Mares, E los dominantes fincan dominados.
- CXV - Ca, reynas muy claras, si yo permitiera E diera las riendas a vuestros maridos, ¿Quál es
en el mundo que ya sostuviera Sus altos corages, feroçes
e ardidos ? Por cierto Levante ya dava gemidos, E todas las Galias
e gentes d'Ungría, E se me quexavan los del Mediodía, Asy como pueblos del todo vençidos.
- CXXVI - Por tanto en efeto la su detençión Que fuese convino e fue destinado; Mas non vos temades
de larga presión , Como del que puede sea denegado. Avet esperança,
fuyt el cuydado Que asy vos fatiga, tormenta e molesta: Cantat
aleluya : que ya vos es presta; E non memoredes el tiempo pasado.
- CXVIII - Ca non solamente serán delibrados
E restituydos en sus señorías, Más
grandes imperios les son dedicados, Regiones, provingias,
ea todas son mías; E d'este linage, infinitos días Verná quien posea grand parte del mundo; Avet buen
esfuerço, que en esto me fundo, E çesen los
plantos e las elegías.
- CXVIII - Los quales, demás de toda
la España Avrán por heredo diversas partidas Del orbe
terreno, e por grand fazaña Serán en el mundo
sus obras avidas. Al su yugo e mando vernán sometidas Las gentes que beben del flumen Jordán: D'Eufrates, de
Ganges, del Nilo serán Vençientes sus señas e nunca vençidas.»
- CXX - Con
cándidos rayos forçaba el aurora La espesa
teniebra e la compelía A dexar la España, asy que
a desora La magna prinçesa e su compañía Me fueron absentes : ¿pues quién dubdaría Si fuy desplaçiente o muy consolado, Visto tal caso e tan desastrado, Después convertido
en tanta alegría?