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Adelina Gurrea Monasterio

Biografía de Adelina Gurrea Monasterio

Retrato de Adelina Gurrea Monasterio, con quince años (1911), en la revista «El Bufón».Adelina pasó la niñez en la hacienda azucarera donde había nacido un 28 de septiembre de 1896. La Carlota, en la región de Negros Occidental de Filipinas, es una tierra húmeda y fértil, alojada entre el mar y las laderas de un volcán, el Canlaón.

Durante el siglo XIX muchos hacenderos, al igual que el padre de Adelina, prepararon aquellas tierras para el cultivo, derribaron en su empeño árboles centenarios y modificaron un ecosistema poblado de criaturas naturales y fantásticas. Adelina transmitió ese ambiente de la Filipinas de su niñez en Cuentos de Juana, el libro de relatos que publicó en 1943 en Madrid.

Precoz y ávida lectora, hasta los nueve años recurrió a un armario con puertas de cristal donde su padre conservaba «la Historia de España de Lafuente y la Universal de César Cantú, el Quijote, los Episodios Nacionales, de Pérez Galdós, novelas de autores franceses y un libro que me gustó y leí y releí: la novela de Emilia Pardo de Bazán, Morriña».

Su alma de poeta se nutrió de los cantares y epigramas que venían detrás de las hojas de los bloques de los calendarios, las cuales arrancaba con avidez para leerlos, por lo que habitualmente se ganaba una reprimenda.

En su patria filipina creció en un ambiente multilingüe. El español fue su primera lengua, pero también hablaba la lengua bisaya con los criados o con los hijos de los obreros con quienes jugábamos.

A los 11 años la enviaron a la capital, a Manila, a otra isla, alejada de su pueblo natal. Allí estuvo interna en un colegio que seguía el sistema educativo impuesto por el gobierno colonial estadounidense, y así aprendió el inglés. Con 15 años recibió su primer premio por un relato, impulsada por este éxito comenzó a escribir poesía, que tuvo que publicar bajo seudónimo masculino para evitar el prejuicio contra la mujer.

Enero de 1916 es la fecha del primer poema publicado en el libro En agraz (1968) una recopilación de sus poemas de juventud, donde también podemos encontrar un tríptico de sonetos de 1918, España, América y Filipinas, que obtuvo una mención honorífica en el premio literario que otorgaba el Casino Español en Iloílo; y de 1919, el poema por el que recibió el premio más preciado entonces en lengua española en Filipinas: a pesar de su juventud, Adelina superó a consagrados poetas con «El nido», primer premio en el certamen de la Casa de España en Manila.

Su labor de apoyo a la literatura hispanofilipina comenzó cuando todavía muy joven se ocupó como directora de la sección femenina y literaria de los números sabatinos de La Vanguardia, uno de los periódicos en español más importantes de Manila. Mientras tanto, Adelina siguió escribiendo poemas, publicados en revistas y periódicos bajo seudónimo, para evitar el rechazo contra las mujeres, como ella misma explica en sus autobiografías.

Adelina Gurrea Monasterio en España.Desde España, a donde se trasladó con su madre y su familia en 1921, tras el fallecimiento de su padre, continuó su labor de promoción y apoyo de la cultura hispanofilipina. En 1934 fundó, junto a Enrique Carreon y Alberto Campos, la asociación «España Filipinas». Posteriormente, con el apoyo de la Embajada Filipina en Madrid, constituyó el «Círculo Filipino» junto a Julia Calvo y José María Cavanna.

Aunque en España vivió principalmente de las rentas familiares, en su juventud fue secretaria de la innovadora Escuela Plurilingüe de Madrid, ya que Adelina contaba con todas las cualidades ideales por su bilingüismo y su perspectiva moderna respecto a la educación de las mujeres.

Aquel cambio de hogar supuso una ruptura en el ritmo creativo de su primera juventud. Hasta 1930 no encontramos referencias a una nueva obra suya, en este caso una pieza teatral. Con un Madrid encendido en disputas previas a la Guerra Civil, en enero de 1936, leyó Adelina en acto público organizado por el Lyceum Club Femenino, su obra de teatro Fortalezas, por la que recibió prometedores elogios. Tres piezas teatrales escribió Adelina, tres porque ella las recuerda en su autobiografía, pero solamente podemos disfrutar de la lectura de dos de ellas: la ya citada, Fortalezas, y Voces y brumas, esta última leída en público en 1952.

La guerra civil de 1936 vendría a interrumpir su vida, así como la de todos los habitantes de España, y no sabemos de su quehacer literario hasta el año 1943 en el que se publicó Cuentos de Juana, libro que obtendría en 1951 el premio del Círculo Internacional de Periodistas y Escritores de la Unión Latina con sede en París, lo que llevaría a su segunda edición en 1955.

Cubierta de «Cuentos de Juana», de Adelina Gurrea Monasterio, Manila, Instituto Cervantes, 2009..La documentación sobre la censura franquista nos ayuda a elucidar las razones por las que uno de los cuentos, que originalmente formaba parte de Cuentos de Juana, fue retirado para obtener la aprobación para llevar el libro a imprenta. Este cuento, El talisay, nos permite hablar de una Adelina Gurrea escritora que pudiera codearse con un Miguel Ángel Asturias o un Julio Cortázar.

Con tres libros recopilatorios de poesía publicados, se considera a Adelina Gurrea como la primera de las poetisas filipinas en lengua española. Su poesía fue escrita esporádicamente a lo largo de su vida, como ella misma nos lo describe: A lo largo del camino es una colección de poemas, escritos en distintas edades, ante diferentes estados de ánimo. Este libro apareció en 1954, año que destaca por darse en él otras dos publicaciones: el ensayo Filipinas, heredera privilegiada; decía ayer, digo hoy; y la pieza teatral Filipinas; auto histórico-satírico. Y de nuevo regresa al silencio hasta 1967 con su último libro con poemas nuevos Más senderos, puesto que el siguiente, En agraz (1968), recoge sus poemas de juventud.

Adelina Gurrea también se consideraba «conferenciante y ensayista». Entre sus ensayos encontramos: Filipinas, heredera privilegiada; decía ayer, digo hoy: conferencia dada en el Círculo Filipino en Madrid, fue escrita en un intervalo de veinte años. La primera parte consiste en una conferencia pronunciada en 1935, intitulada «Decía ayer», la segunda parte, correspondiente a «Decía hoy» fue leída en 1954, fecha de la publicación.

Portada de «Rizal en la literatura hispanofilipina», discurso de Adelina Gurrea Monasterio en su ingreso en la Academia Filipina, 27 noviembre 1966.Su discurso de ingreso en la Academia Filipina de la Lengua Española ofrecido en 1966, fue Rizal en la literatura hispano-filipina. Consta de una primera parte sobre la vida de José Rizal, una ampliación de la segunda parte que trata la obra literaria y que recoge algunos párrafos de una conferencia que Adelina había dado en el Círculo Filipino de Madrid titulada La obra de Rizal, de 1959.

Adelina mostró interés por escribir sobre las condiciones y el desarrollo de Filipinas, aunque no fuera de un género al que la autora se dedicara de un modo especial, parece que aprovechó las oportunidades que se le brindaron para ofrecer sus conferencias. A los arriba citados hay que añadir los siguientes textos inéditos: Rizal en su poesía, de 1955; Poesía hispano-filipina, de 1960; La mujer filipina y Hacedores de historia. Los Castilas de Negros e Iloílo, ambos sin fecha.

Ser una mujer que escribe es algo que en la Filipinas de la primera mitad del siglo veinte y después en la España franquista, implicaba quedar relegada a un segundo plano y sufrir grandes limitaciones para desarrollar la creatividad personal. Asfixiada, como muchas otras mujeres artistas, por el ambiente franquista, Adelina se refugió en su religiosidad y fue renunciando a su trayectoria como escritora.

Beatriz Álvarez-Tardío

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