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CANDACES

 (En sueños.) 

No desmayes, corazón,
que aún hay aura que te aliente.
ROMANO
Ahora, para que veas 1240
quién de pueblo a pueblo vence,
a que no entre en la ciudad
el indio, iré.
HEBREO
Yo, a que entre.
ROMANO
¿A qué, si ya en ti cesaron
del Levítico las leyes? 1245
HEBREO
Mientras que yo otras no admito,
¿quién me obligará a que cesen?
ROMANO
Yo, el día que me declare
enemigo de ambas leyes.
HEBREO
¿Qué importará, si constante 1250
yo...
ROMANO
Mucho, si yo...
 

(Sale BEHOMUD.)

 
BEHOMUD
Impaciente
Romano Pueblo, y Hebreo,
de que desairados queden
de una licencia pedida
los cumplimientos corteses, 1255
yo mismo por ella vengo,
que según tarda parece
que es, trayéndola el Cuidado,
el Descuido quien la lleve.
ROMANO
No te admires, oriental 1260
joven, que al más noble huésped
no falta la cortesía
donde sobra el accidente
en el que nos hallas; pero
largo es, para que lo cuente 1265
mi cólera; allá el hebreo,
que mayor espera tiene,
te lo dirá.
HEBREO
Sí dirá,
y sin perder tiempo; vente
conmigo, que en el camino 1270
lo sabrás.
ROMANO
Pues ¿dónde quieres
que contigo vaya?
HEBREO
Al templo
a que su voto celebre.
ROMANO
¿A qué templo si, ya muerta
tu sinagoga, no tienes 1275
según las contrariedades
de tus divididas gentes,
ni templo, ni ara, ni altar?
BEHOMUD
Ya es muy otro caso este:
¿muerta está la sinagoga? 1280
ROMANO
Sí, y pues a la oblación de ese
sacrificio le ha faltado
a quien dedicada viene
lógrala en mi templo.
BEHOMUD
No
haré tal, que si de oriente 1285
por no celebrar en templo
que fue gentil, vengo a este
¿cómo de este iré al gentil?
ROMANO
Dándote yo una y mil muertes
si no adoras a mis dioses. 1290
HEBREO
No harás, que yo defenderle
sabré.
BEHOMUD
También sabré yo
sentir que tú me defiendes,
mientras no sé qué entreoí
de la sinagoga.
HEBREO
Advierte
1295
que también sabré quitarte
la vida yo.
ROMANO
Y yo oponerme
en su defensa.
BEHOMUD
¿Quién vio
tan equívoco accidente
como, por matarme dos, 1300
ser dos los que me defienden?
HEBREO
Conmigo ven.
ROMANO
Ven conmigo.
BEHOMUD
Sin que uno ni otro me lleve,
iguales dejaré a entrambos.
LOS DOS
¿De qué suerte?
BEHOMUD
De esta suerte:
1305
que osadamente librarme
no es huir cobardemente.

 (Vase.) 

ROMANO
Aunque tus plantas sean alas,
te he de alcanzar.

 (Vase.)  

HEBREO
Aunque vueles
con las alas de tus plumas, 1310
he de seguirte.

 (Vase.)  

CANDACES

 (Despierta.) 

¡Oh, aleves,
cobardes, tiranos! Pero
¿dónde voy de aquesta suerte?
¿dónde estoy que en mí no estoy?
¡Qué extraño sueño! ¡Qué fuerte 1315
ilusión! ¡Qué fantasía
tan extraña! ¡Qué vehemente
aprehensión! ¡Toda soy fuego
que me hiela! ¡Toda nieve
que me abrasa! Y pues no sé 1320
de mí misma, mientras llegue
a cobrarme en mis sentidos,
¡valedme, Cielos, valedme!
 

(Ciérrase la aparición, y sale el DEMONIO, y PITONISA.)

 
DEMONIO
No mal conseguido habemos
hasta aquí ver que se mueven 1325
contra la fe de Candaces
hebrea y romana plebe;
pues suspenso el sacrificio,
a lo que puede mi mente
inferir por conjeturas, 1330
hallo que Behomud pendiente
le deja, y sin el rebaño,
a la ligera se vuelve
a consultar con Candaces
lo que ha de hacer.
PITONISA
Bien se infiere
1335
de que de solo el Cuidado
acompañado, parece
que ya se pone en camino,
pues la carroza previene
la demás familia, y solos 1340
los dos en ella se meten.
DEMONIO
Pues si él se lleva el Cuidado,
fuerza es que al Descuido deje
el rebaño; con que yo,
como a su vista me quede, 1345
tendré mejor ocasión
para robarle; tú puedes
seguirle a él, y en el camino,
porque tan presto no llegue
y tenga más tiempo yo, 1350
solicitar detenerle,
que no siempre ha de tener;
quien le alumbre y quien le adiestre.
PITONISA
Pues no bastó de mi voz
ni lo triste ni lo alegre 1355
a suspenderle en el monte,
añadiré al oírme el verme.
Veamos si tiene más fuerza
el encanto en las mujeres,
que en el oído, en la vista. 1360

 (Vase.) 

DEMONIO
Yo ahora al rebaño me acerque
a ver qué disposición
hay en él, por si pudiese
(pues es el Descuido quien
le guarda, el Cuidado ausente) 1365
entrar por algún portillo,
donde entre las demás reses,
despedazando el cordero,
toda mi ojeriza vengue.
PASTORES

 (Dentro.) 

¿Descuido?
DESCUIDO

 (Dentro.) 

¿Quién llama?
PASTOR 1.º

 (Dentro.) 

Mira
1370
que anda en el ejido gente.
DESCUIDO

 [Dentro.] 

Yo lo veré en despertando.
PASTOR 2.º

 [Dentro.] 

¡Corre a apartarla, no llegue
y se lleve alguna oveja!
DESCUIDO

 [Dentro.] 

Pardiez, como no me lleve 1375
a mí, donde haya de aquello
de despertar a quien duerme,
¡mas que se lleve el rebaño!
 

(Salen algunos PASTORES y el DESCUIDO.)

 
PASTORES
Hacia allí está.
DEMONIO
Aquí conviene
fingir alguna deshecha. 1380
DESCUIDO
Hombre u Demonio, ¿quién eres,
que sin querer que me duerma
has querido que te sueñe?
DEMONIO
No os enojéis: extranjero
pastor soy, que hallar pretende 1385
mayoral a quien servir,
y si vos queréis hacerme
merced de que compañero
vuestro sea, os seré siempre
fiel amigo.
DESCUIDO
Yo lo hiciera,
1390
mas hay dos inconvenientes.
DEMONIO
¿Qué son?
DESCUIDO
Tener en las caras
nuestras dos trigueñas teces,
vos, la de pocos amigos,
yo, la de pocas mercedes; 1395
esto es uno, y otro es,
que ser ladrón me parece
quien viene por el portillo
y no por la puerta viene;
y así idos, si no queréis 1400
que llame la demás gente,
que os mate a palos y a coces.
DEMONIO
Antes, villano, que lleguen,
te habré dado muerte a ti.
DESCUIDO
¡Ay señores, que me mueren! 1405
¡Socorro, cielos, socorro!
 

(Vase, y los PASTORES.)

 
DEMONIO
Ya que he llegado a valerme
del Descuido Humano, y él,
aun cuando me huye, me ofrece
portillo por donde yo 1410
tras él en su aprisco entre,
¿qué aguardo para robarle
dél el cordero?
 

(Sale la FE.)

 
[FE]
Detente,
bárbaro, que hay otra guarda
que este rebaño defiende. 1415
DEMONIO
¿Quién eres, que con la espada
de fuego más me pareces
guarda aquí de Paraíso
que de rebaño? ¿Quién eres?
FE
No conocerme debiera 1420
ser causa de conocerme,
que tú todo lo conoces,
sino a la fe, que provee,
en los auxilios de Dios,
guarda a todo lo viviente: 1425
racional, y sensitivo
y vegetable; de suerte
que a este rebaño, bien como
de la nueva fe de oriente
nuevo paraíso, nuevo 1430
auxiliar, en mí previene
católica edad futura,
en que más gloriosamente
la fe de ti, y tus secuaces,
triunfe, goce, viva y reine. 1435
DEMONIO
¡No más! ¡No más! ¡Que ese tiempo
aun en sombras me estremece!
Pero no me desconfía
de que he de triunfar yo en este.
 

(Dentro.)

 
Para, para.
 

(Dentro, ruido, y salen BEHOMUD, y CUIDADO.)

 
BEHOMUD
En la siempre verde esfera
1440
de aqueste florido prado,
donde pienso que ha llamado
a cortes la primavera,
según que sus flores bellas,
matizadas a colores, 1445
no contentas con ser flores,
aspiran a ser estrellas;
con la vanidad de estar
mirándose en la corriente
de la más hermosa fuente 1450
que el sol ha visto brindar
a la sed de los mortales,
la gracia, que en sí conserva,
dando en búcaros de yerba
el néctar de sus cristales, 1455
podemos pasar la siesta
en la templada mansión
de estos álamos que son
guirnaldas de la floresta,
ya que el sol no nos permite 1460
pasar por ahora adelante,
mas no por eso un instante,
Cuidado, el cargo te quite
de serlo siempre; y así,
adelantarte podrás, 1465
donde a Candaces dirás
como que sale de ti
dónde quedo, porque espero
ir a ganar sus albricias,
y de mis raras noticias 1470
hallarla ignorante quiero,
que yo solo la he de dar,
y así, de lo que ha pasado
nada le digas, Cuidado,
que hay qué hablar y hay qué callar. 1475
CUIDADO
De todo advertido voy;
y así, solo la diré
que en Gaza me adelanté.

 (Vase.)  

BEHOMUD
Dejadme todos: ya estoy
solo a vista de Sabá, 1480
y en el monte donde oí
las dos voces, tras quien fui
perdido; y si no me da
luz no sé qué inspiración,
hasta ahora lo estuviera, 1485
según la intrincada esfera
en que dio mi confusión.
A Jerusalén llegué,
donde Hebreo y Gentilismo
me entraron en nuevo abismo, 1490
con que pendiente dejé
el sacrificio; ahora quiero
a mis solas discurrir
qué he de callar u decir
a Candaces del cordero. 1495
Mas ¿qué tengo que pensar?
¿A decir verdad no vengo?
Pues en la verdad, ¿qué tengo
que decir ni que callar?
Pues con decirla desnuda, 1500
cumplo con Dios y con ella,
conmigo y Candaces bella.
Arroje de mí la duda
sus confusiones, y dé
vado la imaginación, 1505
divertida en la lección.
¡Hola!
 

(Sale un CRIADO.)

 
CRIADO
¿Qué me mandas?
BEHOMUD
Que
un libro de esos, cualquiera
que a divertir el camino
traigo, me dad. Imagino 1510
 

(Vase el CRIADO.)

 
que sólo de esta manera
podré el discurso vencer,
o por lo menos quietar
el discurrir y el pensar
si pudo o no pudo ser. 1515
 

(Sale con el libro.)

 
CRIADO
Ya tienes el libro aquí.

 (Dale un libro y vase.)  

BEHOMUD
Muestra: la escritura dice
del Dios de Israel; felice
soy, pues si en ella leí,
hallaron las ansias mías 1520
gozo; el capítulo es
número cincuenta y tres
del gran profeta Isaías.

  (Lee.) 

«Como el cordero, que va
voluntario al sacrificio, 1525
sin dar el menor indicio
de que ante el tondente está,
con tan blanda propensión,
que no intenta resistillo,
ni a la garganta el cuchillo, 1530
ni a la tijera el vellón,
sin gemir y sin balar,
iras de uno y otro acero».

  (Representa.) 

¡Válgate Dios por cordero,
que aun aquí te hube de hallar! 1535
¿Y que cuando del Cuidado
libre este instante me siento,
sea aun el divertimiento
quien de ti me haya acordado?
 

(Sale PITONISA al paño.)

 
PITONISA
Leyendo está las Verdades 1540
de quien yo tanto temí.
¡Que hayan de ser contra mí
hasta las casualidades!
Pues ¿que pudiendo traerle
otro libro, haya querido 1545
mi suerte que este haya sido;
y que al tomarle y al leerle,
con el impulso primero,
en volumen tan capaz,
solo encuentra con la paz 1550
y la quietud del cordero,
pudiendo encontrar lección
que le abstrayera cruel,
con abismos de Babel,
con plagas de Faraón? 1555
Mas no desespere tanto
quien hoy contra él conjura
halago de la hermosura
y dulce poder del canto,
hechizo que en dos mitades 1560
une para mis rencores
métricos los resplandores
y ardientes las suavidades,
con cuyo rigor turbar
su discurso he de poder. 1565
BEHOMUD
Todo el esfuerzo del leer
voy convirtiendo en dudar.
¿Qué será que cuando llevo
un cordero al sacrificio
se suscite un nuevo juicio 1570
de nueva ley, rito nuevo,
que pueda haber impedido
el consumir la oblación?
Prosiga con la lección.

  (Lee.) 

«Sin dar un solo balido, 1575
dándonos sagrado aviso,
que por las iniquidades
nuestras, quiso en sus piedades
morir, porque morir quiso...»
PITONISA
¿A qué aguardo ya entre tanto 1580
miedo? ¡Cómo se apresura!
Turbe su ansia mi hermosura,
ciegue su atención mi canto.
BEHOMUD

 (Lee.) 

«Nuestro castigo sobre él
cayó, y por nuestro pecado, 1585
afligido y contristado
fue». ¡El Gran Dios de Israel
me valga! Pues al imperio
en que mi duda rendida
se ve no puede una vida 1590
resistir tanto misterio,
si no es que para sacarme
de tal confusión encuentre...
 

(Sale cantando PITONISA.)

 
PITONISA

 (Canta.) 

Quien pueda decirte
que en dudas tan fuertes 1595
quien más las apura
menos las entiende.
BEHOMUD

 (Repite.) 

«¿Quien pueda decirte
que en dudas tan fuertes
quien más las apura 1600
menos las entiende?».
Oráculo lisonjero,
que para introducir ese
tan desconsolado alivio
como es intentar que deje 1605
de apurar lo que deseo
con dos esfuerzos lo emprendes
tan poderosos, que el uno
usa de no menos fuerte
razón que la de ir sembrando 1610
con cada acento que viertes
una deshojada turba
de rosas y de claveles
y el otro, de una memoria
que aunque en sombras se mantiene, 1615
de haber oído tu voz
otra vez (porque conserve
la noticia el albedrío)
en luz la sombra convierte,
¿quién eres? Y agradecida 1620
puedes estar de que ferie
por otra duda que en tal
deseo supo ponerme,
que me conducía... Pero

 (Retirándose de ella.) 

ya no me digas quién eres, 1625
que una cosa es que el primero
apetito humano intente,
curioso, examinar duda
de quien quizá traidor pende
su error, y otra es que, cobrado 1630
del primer impulso, trueque
a la que menos le importa
la que más le pertenece;
y así, la lección...
PITONISA
Aguarda.

  (Aparte.) 

¿Cómo el encanto consiente 1635
de mi voz, y mi hermosura
tal desaire?
BEHOMUD
¿Qué pretendes?
PITONISA

 (Canta.) 

Que lo que ninguno
explicarte puede,
lo debas a voces 1640
que tanto las debes.

  (Representa.) 

Y pues la memoria guardas
de que ya otra vez oyeses
mi dulce voz en el monte,
y es preciso que te acuerdes 1645
cuánto tu rebaño errante,
cuánto tu confusión fuerte
debió a mi aviso, ¿por qué
no has de fiar el que llegue
a favorecerte aquí 1650
quien allá te favorece?

  (Canta.) 

Pues los beneficios
en pechos fieles
el que uno hace obliga
a que otro se llegue. 1655
BEHOMUD
Porque no es todo uno, monte,
sombra, canto, y que se mezclen
acasos que quizá pudo
la noche formar rebeldes;
o ver que en iluminados 1660
bríos, esplendor alegre,
en cordero, sacrificio
y paz el día despliegue,
haciendo de este volumen
las hojas afable oriente; 1665
y más cuando allí ser pudo
dejarme llevar de ese
persuasivo halago, estar
ignorante de que hubiese
ya nueva ley, que prohíbe 1670
que la sangre...; mas no intente
puesto que nada he de oírte,
en nada satisfacerte.
PITONISA
Pues bástame a mí saber,
ya que te opones rebelde 1675
a la enseñanza de quien
no solo capaz mantiene
noticia de cuanto oculto
misterio se encierra en ese
volumen, pero de cuantos, 1680
con azul línea o con verde,
el cielo señala a luces,
la tierra a flores guarnece,
bástame saber que soy,
otra lo diga y mil veces, 1685

  (Canta.) 

quien puede decirte

  (Con turbación.)  

que en dudas tan fuertes
quien más las apura
menos las entiende.

  (Representa.) 

Mas ¿qué susto, qué embarazo 1690

  (Con los mismos afectos.) 

mi voz (¡ay de mí!) suspende,
con tal ahogo, tal miedo,
tan cruel lazo y aleve,
que de mi propia voz nace
y contra mi voz se vuelve? 1695
BEHOMUD
¿Qué tienes?
PITONISA
Yo no lo sé;
mas sí sé, pues confidente
el corazón (que los males
sabe antes de sucederse)
me dice que aquella nube, 1700
debida a vapor tan breve,
que a un solo querer formarla,
 

(Chirimías y descúbrese una nube, en que trae el ÁNGEL a FILIPO.)

 
robusta en el aire crece,
para mi temido asombro
es que en cándidas preñeces 1705
me avisa, que si un auxilio
al rayo del sol le debe,
ha de parir (¡con qué rabia
lo digo!) de aquella nieve
que esconde callada lluvia 1710
que lave; mas ya no puede
el susto, el ansia, la angustia...
ÁNGEL
Ya estás adonde Dios quiere
que te halle quien te desea
y no te conoce.
 

(Vase el ÁNGEL, dejando a FILIPO en el tablado, y retírase a un lado PITONISA.)

 
PITONISA
¡Oh, pese
1715
a mis iras!
BEHOMUD
Venerable
anciano, que en transparente
nube, ya sea por sagrado
honor que ella en sí contiene,
o ya sea por los celajes 1720
que tu resplandor le preste,
quitas al aire el medroso
susto, que ha tanto que tiene,
de que ensangrentados giros
y lúgubres palideces 1725
su vaga esfera fatiguen
y su azul campaña infesten,
¿quién eres?
PITONISA
¡Qué bien temí!
Pero retirada intente
que lo que présaga el ansia 1730
me avisa, estorbe.
BEHOMUD
¿Quién eres?
Pues me está diciendo el alma,
que a asistir mi duda vienes,
que en un piélago profundo
yace.
FILIPO
Bien, Behomud, lo crees;
1735
pues el Señor, que a Habacuc
a Babilonia pendiente
de un cabello con un ángel
envió, porque socorriese
a Daniel, que en el lago 1740
de los leones impacientes,
ser su alimento aguardaba,
a mí de la propia suerte
me envía a ti; y porque en mucho
a ser semejante llegue 1745
tu peligro, a su peligro,
lago era aquel, lago este,
que así el profeta le llama
en un psalmo, y más si adviertes
que quizá habrá cazador 1750
que oculto...
PITONISA
¡Ay de mí!
FILIPO
...te aceche.
BEHOMUD
Muy posible es que le haya,
pues sin saber dónde puede
haberse ido una esfinge,
una...; pero nada llegue 1755
a estorbarme el que yo vuelva
a preguntar que quién eres.
FILIPO
Un enviado soy de Dios;
mas responde...
PITONISA
¿Hay mal tan fuerte
como el mío?
FILIPO
...si esas líneas
1760
que leyendo estás entiendes?
BEHOMUD
¿Cómo he de entenderlas, cuando
no hallo ninguna que llegue
a explicarme lo que escribe
aquí Isaías? Pues deste 1765
que habla dice que fue
como cordero obediente,
que la vista del cuchillo
ni aun un balido le debe,
y que aquel justo castigo, 1770
que nuestras culpas merecen
vino él, quedando el culpado
libre y muerto el inocente.
¿Cabe esta contrariedad?
PITONISA
Aquí sus dudas empiecen, 1775
ayudadas de mi hechizo
o ya armonía se alterne,
o ya tentación se esparza
que él solo escucharla puede.
¡Oh, quién pudiera obstinarle 1780
la propensión con que atiende
a la verdad!
BEHOMUD
Considera
que las dudas que pusiere
no son para que me obstine,
sino para que me quiete. 1785
FILIPO
Pues antes que en ellas pases,
dime: ¿qué pudo moverte
a que en la cándida turba,
que destrenzadas las redes
en Jerusalén, llenó 1790
sus montes de ampos vivientes,
dedicado al sacrificio
un manso cordero lleves?
BEHOMUD
Fue que viendo el sol sin causa
natural obscurecerse, 1795
ensangrentarse la luna,
turbarse el cielo, sus ejes
desunirse, abrir sus senos
las montañas eminentes,
contra el freno de la arena 1800
ser el mar inobediente,
turbarse los elementos
y todo lo que contienen,
huirse al agua las aves,
buscar el viento los peces, 1805
aunque no le había olvidado,
hizo que más se le acuerde
a Candaces el antiguo
rito, que heredado tiene
de Sabá, el enviar la Pascua 1810
el cordero; y como en este
reino primero ministro
me hallo suyo, que le lleve
me mandó.
FILIPO
Pues asentado
que ese cordero que ofreces 1815
imagen propia es de esotro
que en el capítulo tienes
de Isaías, y que entrambos
son de otro más obediente
sombras claras, paso ahora 1820
a que ese desorden, ese
descuadernado peligro,
cuyos embates crüeles
pusieron el orbe en duda
de si se cae o si se tiene, 1825
fue porque ese triste día
(si es que así las sombras dejen
le llame), por destruir,
con su muerte nuestra muerte
murió en una cruz clavado 1830
Cristo, Hombre y Dios de las gentes,
que es el cordero por quien
las profecías se entienden.
PITONISA

 (Canta.) 

Si es Dios ¿cómo es hombre?

  (Al oído de BEHOMUD.)  

Si es Dios, ¿cómo muere? 1835
BEHOMUD

 (Repite.) 

«Si es Dios ¿cómo es hombre?
Si es Dios, ¿cómo muere?»

  [Representa.] 

Repara que es grande duda
para que con ella empieces.
Quieres aclarar mis sombras, 1840
y lo primero que ofreces
es un Hombre Dios; pues ¿cómo
tan distintas, diferentes
naturalezas, divina
y humana, juntarse pueden? 1845
Y asentemos el prodigio
de que sea así: cuando llegue
a morir, será forzoso,
pues no podrá de otra suerte...
PITONISA

 (Canta.) 

Para morir hombre, 1850

  [Al oído de BEHOMUD.] 

que sin ser Dios quede.
BEHOMUD

 (Repite.) 

«Para morir hombre,
que sin ser Dios quede».
FILIPO
Juntarse en una las dos
naturalezas fue ardiente 1855
amor de Dios, que dispuso
unión con que se remedien
infinitas culpas, que
solo redimirse pueden
con infinitas piedades; 1860
a cuya causa desciende
el Verbo del Padre, y que
se haga hombre el hijo y se quede
Dios encarnado en las puras
entrañas de quien merece, 1865
siendo virgen, el ser madre
de Dios y hombre juntamente...
PITONISA

 (Canta.) 

Pues pureza y parto,
¿quién juntarlas puede?
BEHOMUD

 (Repite.) 

«Pues pureza y parto, 1870
¿quién juntarlas puede?»
FILIPO
El sumo poder de Dios
la concedió a esta excelente
Virgen el don especioso
de que intacta se conserve, 1875
antes, en él y después
del parto, y no interviniese
más obra que la del Santo
Espíritu, que desciende.
BEHOMUD
¿Luego aquí ya me das tres 1880
a quien adorar se debe,
pues cada acto de por sí
digna adoración merece?
FILIPO
Son tres personas, mas solo
un Dios.
BEHOMUD
Aguarda, detente.
1885
PITONISA

 (Canta.) 

¿Tres en uno unirse
y tres uno hacerse?
BEHOMUD

 (Repite.) 

«¿Tres en uno unirse
y tres uno hacerse?»
FILIPO
Sí, porque la esencia es una 1890
y tres las personas, y este
verbo, que tomó la carne
mortal, voluntario ofrece
a una cruz su vida.
 

(Apártanse los dos a hablar.)

 
PITONISA
¡Ay triste!
Pues ora sea que al verme 1895
con tanto asombro me asuste,
o que culpada recele
que de mi hechicero encanto
el duro castigo llegue,
sin que pueda resistir 1900
huyo como delincuente.

 (Vase.)  

BEHOMUD
Convencido a tus palabras
estoy, porque ya parece
que de mí se aparta una
sombra, que sin que la diese 1905
yo cuerpo para mis dudas,
las hacía que creciesen;
pero un sentimiento solo
me queda.
FILIPO
¿Cuál es?
BEHOMUD
Que deje
Candaces de lograr dicha 1910
tan grande, como que llegue
a su noticia esta ley
de gracia, que pues a verme
llego su primer ministro,
el que tan gran cargo ejerce 1915
ha de desear que las dichas
suyas en dichas se truequen
de su príncipe.
FILIPO
Ese noble
cuidado, Behomud, que tienes,
deja, pues al tiempo mismo 1920
que Dios me envió a que asistiese
a tu enseñanza, envió
a Candaces, en solemne
plaustro, a la fe, que en triunfante
aclamación extendiese 1925
sus esplendores, y a que
en un grande acto...: mas deje
esto hasta después; y ahora
solo a ti, Behomud, atiende.
BEHOMUD
Pues si creer cuanto dices 1930
y cuanto callas, resuelve
mi vocación, conociendo
que quien tal maestro tiene
será igual en su doctrina
lo que calle a lo que enseñe, 1935
¿a qué aguardas, que en el suave
rebaño no haces que entre?
Ya cristiano soy.
FILIPO
Espera,
pues falta, aunque lo desees,
lo principal.
BEHOMUD
¿Y qué es?
1940
FILIPO
Que de nuevo nazcas.
BEHOMUD
¿Quieres
que otra vez vuelva a mis dudas?
El que nació, ¿cómo puede
volver a nacer?
FILIPO
Notando
que no es posible que entre 1945
ninguno a la ley de gracia,
sin que a pasar antes llegue
por la puerta del bautismo,
que es por quien el texto entiende
volver a nacer primero. 1950
BEHOMUD
¿Y qué es bautismo?
FILIPO
Una breve
ablución, que aunque exterior
llega al cuerpo, la mantiene
el alma como carácter
sacrosanto e indeleble 1955
que la imprime; ceremonia
tan precisa que la ejerce
el mismo Cristo, ilustrando
las cristalinas corrientes
del Jordán, adonde Juan 1960
el grande renombre adquiere
de Bautista, y donde el Padre,
viendo que su Hijo ofrece
la humanidad al bautismo,
se escuchó que dijo: «Este 1965
mi Hijo querido es, en quien
me complazco».
BEHOMUD
Y di: ¿tú puedes
bautizarme?
FILIPO
Sí, que soy
ministro de Dios.
BEHOMUD
No dejes
pasar un instante; allí 1970
se mira una hermosa fuente
que por rosas y jazmines
derramando su corriente
(del deseo, que me incita,
y del gozo que me mueve, 1975
debió de aprender sin duda
lo presuroso y lo alegre);
pidámosle a sus cristales
que uno el más puro nos preste,
para que yo...
FILIPO
Falta antes
1980
catequizarte y ponerte
en los misterios y avisos
que creer y guardar debes;
pero ven, que en sus floridas
márgenes, antes que llegues 1985
a la feliz agua, haré,
Behomud, que industriado quedes.
BEHOMUD
Aves, montes, cielos, mares,
ríos, brutos, hombres, peces,
mirad si puede haber dicha 1990
que a esta iguale.
 

(Vanse los dos, y al mismo tiempo salen el DEMONIO, y PITONISA, cada uno por su puerta.)

 
DEMONIO y
PITONISA
Ni si puede
desdicha haber que a la mía
(¡ay de mí infelice!) llegue.
PITONISA
¿Lucero?
DEMONIO
¿Pitonisa?
LOS DOS
¿Tú aquí? Pues ¿cómo?
DEMONIO
Ya tu voz me avisa,
1995
y tus trémulos pasos,
de asombro llenos y de brío escasos,
me dicen el que igual en desventura,
como tu canto fue, fue tu hermosura.
PITONISA
Me dicen que has tocado 2000
el último renglón de desdichado;
mas ¿cómo te ausentaste
de esa Jerusalén, donde quedaste,
a ver si lobo fiero
tus rigores probaba aquel cordero 2005
cuya imagen asusta a mi desgracia,
porque en él de la ley se ve de gracia
la venturosa seña?
DEMONIO
Que ha logrado
el haber esparcido y derramado
su feliz claridad (¡muero de pena!), 2010
tanto que de su luz está ya llena
Jerusalén; y viendo que podía,
a fuer del mejor sol del mejor día,
enviar sus claridades,
de Etiopia a estas lúgubres ciudades, 2015
adelantando aquí, ya que cobarde
fui allá, vine a estorbar...
PITONISA
Ya llegas tarde;
pues en Etiopia su esplendor se siente,
y si no, vuelve, y mira aquella fuente
donde Filipo en agua peregrina 2020
la primer ara elige cristalina,

  (Mirando adentro.)  

dando a Behomud la seña de que se halla
con esa nueva ley.
DEMONIO
¡Qué miro! Calla;
que ese asombro, ese agravio
ahoga el pecho.
PITONISA
¡A mí me anuda el labio!
2025
DEMONIO
Y no solo el volcán, en que me quemo
temo; pero otra ira.
PITONISA
También temo
yo mayor mal.
LOS DOS
¿Pues qué mayor sería?
DEMONIO
Si en mi dolor...
PITONISA
Si en la desdicha mía...
LOS DOS
Hubiese quien juntando los procesos 2030
de nuestras culpas diga.
 

(Sale el ÁNGEL.)

 
ÁNGEL
¡Venid presos!
DEMONIO
¡Qué espanto! ¡Qué ansia! ¡Qué susto!
PITONISA
¡Qué temor! ¡Qué mal! ¡Qué miedo!
LOS DOS
¿Quién eres tú, que a nosotros
nos prendes?
ÁNGEL
Quien puede hacerlo;
2035
pues ministro de la fe
soy, de los que en el secreto
alcázar suyo he gozado
los hidalgos nobles fueros
de familiar suyo, en fe 2040
de que las pruebas me hicieron
y que mi pecho ilustró
este blasón blanco y negro,
y siendo su santo oficio
hacer inquisición...; pero 2045
venid, que no es necesario
deciros más.
LOS DOS
Pues el nuestro
¿qué delito es que te obligue
a tal demonstración?
ÁNGEL
Eso
de que se sepa la causa 2050
no es de aquí, pues para ello
tiene la fe tribunales;
ved en el corazón vuestro
si sois culpados, que en él
podéis mejor responderos 2055
que yo; pues solo me toca
llevaros.
LOS DOS
¡Ya no hay aliento
para resistir!
DEMONIO
Pues débil
el valor...
PITONISA
Flaco el esfuerzo...
DEMONIO
Solo sabe...
PITONISA
Acierta solo...
2060
LOS DOS
A mostrar su desaliento.
ÁNGEL
Venid, infelices, donde
otros de mis compañeros
semejantes delincuentes
tienen ya juntos, a efecto 2065
que en mayor teatro vea
el orbe el mayor trofeo
que ha descubierto jamás
de la fe el cándido velo,
por quien ya en anticipada 2070
gloria entonan los acentos.
MÚSICA

 (Dentro.) 

Venid, mortales, venid,
al triunfo mayor,
al aplauso más nuevo
que gloriosa la fe ha conseguido 2075
corriendo los días,
volando los tiempos.
Venid, venid a mi acento.
DEMONIO
¿Esto más? ¿Hay tal coraje?
PITONISA
¿Esto más?¿Hay tal tormento? 2080
ÁNGEL
Venid, pues, que se apresura
tal gloria, y sea repitiendo.
DEMONIO
Pues aunque diga la voz.

 (Aparte.)  

PITONISA
Pues aunque repita el eco.

 (Aparte.)  

DEMONIO
Tal cláusula...
PITONISA
Tan cruel canto...
2085
LOS DOS
No he de decir yo con ellos.
MÚSICA

 [Dentro.] 

Venid, mortales, venid,
al triunfo mayor,
al aplauso más nuevo
que gloriosa la fe ha conseguido 2090
corriendo los días,
volando los tiempos.
Venid, venid a mi acento.
 

(Vanse, y sale BEHOMUD, y FILIPO.)

 
BEHOMUD
Apenas, ministro grande
de Dios, lavado me veo 2095
de tantas culpas, y ya
en el rebaño supremo
de Cristo, cuando esas voces,
con armonioso festejo,
mi dicha aplauden.
 

(Sale el CUIDADO.)

 
[CUIDADO]
Señor,
2100
dame albricias, pues habiendo
Candaces sabido que
venías, no permitiendo
su alborozo que llegaras,
aquí te sale al encuentro 2105
con todo el real aparato
de su Corte.
BEHOMUD
Vamos presto
a recibirla.
FILIPO
Aunque más
los pasos apresuremos,
será en vano, pues se escuchan 2110
ya militares acentos,
ya métricas armonías,
que en varios distintos ecos
repiten.
 

(Las chirimías, y dentro MÚSICA, y VOCES.)

 
MÚSICA y
VOCES

 (Dentro.) 

¡Viva Candaces,
que en el etiópico imperio 2115
admite la ley de gracia
de quien símbolo el cordero
fue, que el gran Behomud llevó
de Jerusalén al templo!
¡Vivan, vivan entrambos 2120
siglos eternos!
 

(Salen CANDACES, y acompañamiento.)

 
BEHOMUD
A tus plantas...
CANDACES
A mis brazos
dirás mejor.
BEHOMUD
Feliz llego,
y tan feliz, que no solo
con la nueva gracia vuelvo 2125
de nueva ley, que pasando
a sacrificio incruento
de cruento sacrificio,
habiendo sido el postrero
de la antigua ley el propio 2130
de quien símbolo el cordero
que llevé a Jerusalén,
fue, en que testigo presento
este venerable anciano...
no solo (a repetir vuelvo) 2135
tan felice soy, que en todo
tan mejorado me ofrezco
a tus pies, sino en saber
como en aquel propio tiempo
que lograba yo la dicha 2140
la lograbas tú y tu reino.
CANDACES
Justamente el feliz nombre
la das de dicha, si advierto,
no sin arrimo de grande
autorizado proverbio, 2145
el que es la fe la mayor
felicidad de los reinos.
BEHOMUD
Pues sabrás...
CANDACES
Nada me digas,
pues en las sombras de un sueño
lo que a ti en Jerusalén 2150
te sucedió me dijeron.
Bien instruida, Behomud,
tan firme en la fe me veo,
y ella en mí tan bien hallada,
que en señal de dos afectos 2155
tan recíprocos, que haya
hoy en mi corte he dispuesto
un acto general, donde
yo de mi parte, poniendo
la protección, la justicia 2160
y piedad ella, estoy viendo
(a pesar de las tupidas
sombras que cubren el tiempo)
la propia imagen de otro,
que en un católico reino 2165
un católico monarca,
segunda luz de los cielos,
ha de celebrar en una
ocasión dicen...
 

(Pasa el ÁNGEL cantando, por el tablado.)

 
ÁNGEL

 (Canta.) 

Silencio, silencio;
oíd el pregón; silencio, silencio. 2170
Sepan todos cuantos viven
debajo del grande imperio
a quien saludan del sol
los orientales gorjeos,
cómo la fe de la nueva 2175
ley de gracia ha dispuesto
celebrar público auto
en la corte de su reino
para que en general juicio
parezcan todos los reos; 2180
y mándalo pregonar
para más notorio hacerlo;
silencio, silencio.

 (Vase.)  

CANDACES
Felice el reino que goza
tan heroico privilegio 2185
como el de mirar que usando
de los primitivos fueros,
que alegóricos asumptos,
y místicos argumentos
tienen de hacer que apresure 2190
sus brevedades el tiempo,
pasando aquel que hubo entre
ser efectuado y propuesto;
y pues la fe -en triunfal carro

  (Mirando hacia dentro.)  

se ve, sembrando luceros-, 2195
viene, y se oye que en festivo
aplauso dicen los ecos.
ELLA y MÚSICA
Venid, mortales, venid,
al triunfo mayor,
al aplauso más nuevo 2200
que gloriosa la fe ha conseguido
corriendo los días,
volando los tiempos.
Venid, venid a mi acento.
BEHOMUD
Salgamos a recibirla. 2205
 

(Dale el estandarte y vanse acercando a la puerta por donde todos vienen.)

 
FILIPO
Toma tú antes el supremo
estandarte de la fe,
que ha de ir delante del leño
sacrosanto de la cruz
de la esperanza.
BEHOMUD
Agradezco
2210
por el más supremo honor
este de cuantos poseo.
CANDACES
Pues llega ya, con sus voces
repitan nuestros acentos.
ELLA y MÚSICA
Venid, mortales, venid, 2215
al triunfo mayor,
al aplauso más nuevo
que gloriosa la fe ha conseguido
corriendo los días,
volando los tiempos. 2220
Venid, venid a mi acento.
 

(Con esta repetición, al son de chirimías, salen el ÁNGEL delante con la vara, con la cruz de la Santa Inquisición, y en un carro que vienen tirando el Gentilismo, el Hebraísmo, el DEMONIO y la PITONISA, la FE, que trae una cruz cubierta con un velo negro, y en descubriéndola a su tiempo, se verá por remate un cáliz y una hostia, y entre todos el DESCUIDO.)

 
CANDACES
Salve, bello resplandor.
BEHOMUD
Salve, ilustrado reflejo.
FILIPO
Salve, puerta de la gloria.
LOS TRES
Y celebren tus misterios 2225
la tierra con flores,
con luces el cielo.
MÚSICA
La tierra con flores,
con luces el cielo.
CANDACES
Salve, centro de la ley. 2230
BEHOMUD
Salve, universal remedio.
FILIPO
Salve, origen de la luz.
LOS TRES
Y celebren tus misterios
la luna con giros,
el sol con luceros. 2235
MÚSICA
La luna con giros
el sol con luceros.
DEMONIO
¡Que esto mi soberbia sufra!
PITONISA
¡Que mi rabia sufra esto!
HEBREO
¡Que en tal deshonor me vea! 2240
GENTIL
Yo lo erré; ya lo confieso.
DESCUIDO
¿Creerán que hasta de la causa
por que aquí estoy no me acuerdo?
FE
Nada dilate este triunfo
en que mis contrarios venzo. 2245
BEHOMUD
Toma tu sitial, señora.
CANDACES
Que es este el más propio creo,
a vista de deidad donde
es sacrificio el respeto.
DEMONIO
¡De ira rabio!
PITONISA
¡De ansia gimo!
2250
HEBREO
En mi dictamen primero
constante moriré.
GENTIL
Solo
haber delinquido siento.
CANDACES
¿A qué aguardáis?
FILIPO
A que hagas
el preciso juramento 2255
en el libro de la ley
y en el sagrado madero
de la cruz.
CANDACES
Pues ¿a qué esperas?
FILIPO

 (Pónele un misal y una cruz a la Reina para hacer el juramento.)  

¿Juráis que en todos los tiempos,
como Católica Reina 2260
defenderéis el derecho
de la Religión Cristiana,
arrojando y persiguiendo
a todos sus enemigos?
CANDACES
Así lo juro, y prometo 2265
por mi fe y palabra real.
FILIPO
Seréis dichosa con eso,
y dilatará el Señor
vuestra progenie al respecto
de las arenas del mar, 2270
de las estrellas del cielo.
 

(Pónense los delincuentes a un lado todos, y los van relatando como se siguen.)

 
FE
Empezad.
ÁNGEL
La Pitonisa
es esta, que en hechiceros
encantos, supersticiosos
conjuros, pacto teniendo, 2275
violentaba el albedrío.
PITONISA
Sí lo hice, y no me arrepiento.
FE
Con pública afrenta pague
su delito; echadla al fuego.
FILIPO
Éste el Lucero enemigo 2280
es, que sembró en el terreno
de aquel trigo misterioso
la cizaña, que creciendo
fue hasta que el Padre Divino
de familias, reduciendo 2285
su malicia, en hacecillos,
llegó a entregarlos al fuego;
es el que con piel de lobo
matar intentó el cordero
preparado al sacrificio. 2290
DEMONIO
Sí lo hice; y no me arrepiento.
FE
De su desesperación
le arrojen en el incendio.
ÁNGEL
Éste el Hebraísmo es,
que ingrato, traidor, protervo, 2295
adulterando el sentido
del cómputo de los tiempos
de Daniel, quitó la vida
a su Dios, no conociendo
que el prometido Mesías 2300
era, que a salvar el pueblo
bajó del seno del Padre.
HEBREO
Es verdad, no me arrepiento;
y si mil vidas tuviera,
mil vidas...
FE
Calla, blasfemo;
2305
ponedle dura mordaza,
y por relapso y protervo
muera en la pública llama,
con general perdimiento
de sus bienes y heredades. 2310
FILIPO
El Gentilismo, que ciego
adoró deidades falsas,
desangrando y consumiendo
en sus ídolos las minas
de oro, plata, cobre y hierro, 2315
este delincuente es.
GENTIL
Verdad es; mas me arrepiento,
y lloro mi ceguedad,
para cuya prueba alego
que cuando sin vista fui 2320
con aquel errado fresno,
a herir de aquel inocente
Dios y Hombre el helado cuerpo,
restituido a mi vista
exclamó mi voz, diciendo: 2325
«Hijo de Dios era este»
lo cual afirmo y confieso.
FE
Admitido en la ley nueva
quede, y con el privilegio
de que la viña y esotras 2330
heredades que al hebreo
confiscaron se le apliquen.
DEMONIO y
PITONISA
¡Hay tal rabia!
HEBREO
¡Hay tal tormento!
ÁNGEL
Éste es el Descuido humano,
que por errores ligeros 2335
se presenta.
DESCUIDO
Pues de cuantos
me acordare, me arrepiento.
FE
Jure «de levi».
DESCUIDO
Sí haré
pero acuérdelo a su tiempo.
FE
¿Falta alguien?
ÁNGEL y FILIPO
Ninguno falta.
2340
CANDACES,
FILIPO y
BEHOMUD
Pues a tan grande portento
repitan las consonancias
en agradecidos ecos.
MÚSICA
Venid, mortales, venid,
al triunfo mayor, 2345
al aplauso más nuevo
que gloriosa la fe ha conseguido
corriendo los días,
volando los tiempos.
Venid, venid a mi acento. 2350
FE
Pues ya se ve concluido
acto tan grande y supremo
para que en todo le imite
al que en los futuros tiempos
ha de celebrar la fe 2355
del monarca más excelso,
cumplidas las ceremonias,
a la más precisa atiendo,
corriendo el velo a la cruz.

 (Corre el velo a la cruz.)  

FILIPO
Cuyo sagrado madero 2360
ara fue donde ofreció
la vida el manso cordero,
habiendo dejado antes
sacramentado su cuerpo
en la noche de la cena 2365
para universal remedio.
FE
Que en esta hostia, este cáliz,
nos da su Sangre y su Cuerpo,
milagro de los milagros,
misterio de los misterios. 2370
FILIPO
Pues que de la fe instruidos
sois, y en el conocimiento,
de que aquel cordero manso
que tú con devoto celo

  (A CANDACES.)  

a Jerusalén enviabas, 2375
y el que tú hallaste leyendo

  (A BEHOMUD.)  

al gran profeta Isaías,
de la hostia que estás viendo,
fueron imagen, rendidos
a tan alto sacramento, 2380
digamos.
CANDACES
¡Felice suerte!
BEHOMUD
¡Qué alegría!
GENTIL
¡Qué contento!
PITONISA
¡Qué horror!
DEMONIO
¡Qué muerte!
HEBREO
¡Qué rabia!
FILIPO
Humildes a sus pies puestos.
TODOS y
MÚSICA
Venid, mortales, venid 2385
al triunfo mayor,
al aplauso más nuevo
que gloriosa la fe ha conseguido,
corriendo los días,
volando los tiempos, 2390
y celebren sus misterios
la tierra con flores,
con luces el cielo
la luna con giros,
el sol con luceros. 2395
 

(Tocan chirimías, y cerrándose los carros, se da fin al auto.)

 



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