Saltar al contenido principal

Elio Antonio de Nebrija

Presentación del portal Elio Antonio de Nebrija

Antonio de Nebrija dedicó su vida a la empresa de demostrar que no había saber si este no era expresado con propiedad léxica y elegancia del decir. Pudo comprobar en sus propias carnes cómo sus profesores en la Universidad de Salamanca habían descuidado el latín con que transmitían sus conocimientos. Muy diferente resultó ser su estancia italiana, momento en que se familiarizó con la obra de Valla (sobre todo con los Elegantiarum linguae latinae libri sex), de Poliziano, de Pomponio Leto y de otros humanistas que defendían la restitución de la pureza de la lengua latina así como la edición crítica de textos de autores antiguos. La experiencia italiana sirvió al humanista andaluz, en cualquier caso, para reafirmarse en sus propias observaciones sobre la postración en que se hallaba la lengua latina en aquel momento. Tales ideas se fueron haciendo fuertes en Nebrija precisamente cuando este escuchaba expresarse en la lengua de Cicerón a sus maestros salmantinos, cuyos nombres recuerda en el Vocabulario: Apolonio (Matemáticas), Pascual de Aranda (Filosofía Natural) y Pedro de Osma (Filosofía Moral). Fue mediante el ejercicio de las funciones propias de su cátedra como llegó a atisbar la necesidad de renovar los fundamentos de la enseñanza de la lengua latina. En este contexto hay que incardinar la creación de sus Introductiones latinae (1481), que gozaron de gran éxito, como se demuestra por el hecho de que los mil ejemplares de la primera edición se agotaran en un abrir y cerrar de ojos; así como por el número de ediciones y reimpresiones que fueron saliendo de las prensas de 1482 en adelante, según confirman todos los estudios bibliográficos. Al contrario de lo que había ocurrido con las Introductiones, la primera gramática consagrada a una lengua romance no tuvo mucho eco en su tiempo y hubo de esperar hasta el siglo XVIII para que fuera objeto de atención. A sus trabajos gramaticales hay que sumar su impagable labor lexicográfica en un ansia de poner a disposición de estudiantes y profesores herramientas útiles de consulta, vocabularios bilingües y diccionarios específicos.

Es justo, pues, reconocer el esfuerzo del gran humanista a quien se consagra este portal, por recuperar la tradición clásica, su literatura y obra científica, así como la lengua en que estas fueron escritas. Y todo ese legado, en su estado más puro, había que aprovecharlo para el enriquecimiento y valoración del romance. La magnitud de tal empresa todavía asusta.

José María Ferri Coll
Universidad de Alicante

Subir