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Florencio Sánchez

Imagen de Florencio Sánchez

Florencio Sánchez (1875-1910) forma, junto con Roberto J. Payró y Gregorio Laferrère, el trío que renovó el teatro rioplatense a comienzos del siglo XX y lo llevó a su «época de oro» (1902-1910). Los dramas de Sánchez, aunque nacieron frecuentemente de una situación o problemática concreta, superan ampliamente el hecho real. Su teatro aún en la actualidad atrae a otros dramaturgos, directores de teatro, críticos y al público.

Hongo. El cabello semienrulado y semimelena. La frente anchurosa. Las orejas diáfanas. Los ojos habladores, con propensión a tristes. Barbilampiño. Los labios gruesos. La boca grande. El rostro infantil. Alto de hombros. Casi huesudo. El tórax no saliente. Falto de goznes. Las manos delicadas. Finos los pies. Simpático. Fácil. Pronto al tuteo. De saco. Viste mal. Produce en abundancia, a pesar de sus ocios, y de que la gloria, como gloria a secas, no le cautiva. Al fin, no conformándose con su fama en América, fue a morir, con estrecheces de pordiosero, bajo el sol de la Europa.

Carlos Roxlo
(Historia crítica de la literatura uruguaya, vol. VI, Montevideo, Librería Nacional Barreiro y Ramos, 1915, p. 329)

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