Las palabras nacen, crecen, se desarrollan, se transforman y también mueren. Las palabras suben y bajan; son transportadas de acá para allá, como el agua de la noria.
Amor (El) de Dios, vence; todo lo ál, perece; o el amor de Dios florece.
Las palabras nacen, crecen, se desarrollan, se transforman y también mueren. Las palabras suben y bajan; son transportadas de acá para allá, como el agua de la noria.
Amor (El) de Dios, vence; todo lo ál, perece; o el amor de Dios florece.