La mezcla indiscriminada de técnicas como la máscara, la pantomina, el gag y el clown combinadas con una innata predisposición al ritmo y la sorpresa dificultó enormemente el encasillamiento de Manicomic en un género determinado pero sentó las bases del estilo Tricicle.

Conseguimos que el público empezase a reír antes de que saliésemos a escena y, en un más difícil todavía, que siguiese riendo cuando aparecíamos. TRICICLE - edición 1982 MANICOMIC fue el crisol de nuestro aprendizaje: cada sketch correspondía a una influencia provocada por un artista diferente, y el conjunto de todos ellos dió como resultado la fórmula que inconscientemente hemos aplicado a nuestros espectáculos posteriores.

Pasamos a denominarnos mimos-clown para evitar confusiones con el mimo tradicional.

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