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Acto I
|
|
Suntuoso Templo107
oscuro de Marte; en el centro sobre un pedestal, su estatua;
delante de ella el fuego sagrado sobre el ara, y colgando de las
bambalinas una lámpara. Con el siguiente cuatro108
lúgubre, irán saliendo las mujeres con el cabello
suelto, y guirnaldas de ciprés en las cabezas,
acompañadas de algún pueblo saguntino, al cual siguen
LUSO, BETO, HESIONE, con TAGO y SIGEO. Conforme van pasando con el
cuatro por delante de la estatua, harán reverencia, hasta
que acabado y colocados en sus puestos, vendrán a formar un
medio círculo.
|
-89- |
MÚSICOS |
Sagrado Numen, Marte soberano |
|
tutelar de Sagunto y de sus hijos,109 |
|
pues su calamidad estás mirando |
|
desde ese celestial y hermoso Olimpo: |
|
|
|
|
|
|
|
TODOS |
Dándonos muestras de que nuestros
votos |
|
son de tu diestra valerosa dignos. |
|
|
|
SIGEO |
Saguntinos esforzados, |
|
cuyos triunfos repetidos |
|
y gloriosos os hicieron |
10 |
en el Capitolio mismo |
|
de Roma temibles, ya |
|
veis el porfiado sitio |
|
con que el arrogante Aníbal110 |
|
|
-90- |
nos oprime, y el peligro |
15 |
en que el hambre nos ha puesto. |
|
Sabéis que hemos consumido |
|
los víveres, y que no hubo |
|
animal que por nocivo |
|
o inmundo no fuese luego |
20 |
manjar el más exquisito |
|
para nosotros y, en fin, |
|
que no queda más arbitrio |
|
a nuestra calamidad, |
|
que ser hoy nosotros mismos |
25 |
nuestro alimento o rendir |
|
nuestra patria al enemigo. |
|
Esto supuesto y que toda |
|
la adversidad que sufrimos |
|
de nuestro Dios tutelar, |
30 |
es riguroso castigo |
|
de nuestras indevociones, |
|
lleguemos todos rendidos |
|
a implorar su auxilio, sigan |
|
los votos y sacrificios |
35 |
a su Deidad, que si ella |
|
favorece nuestro brío, |
|
de Aníbal y el orbe todo |
|
triunfarán los saguntinos. |
|
|
|
LUSO |
Lleguemos, sí, pues en vano |
40 |
nuestro valor inaudito |
|
intentará resistir |
|
la furia del enemigo |
|
mientras tengamos a todos |
|
los dioses por enemigos. |
45 |
|
|
BETO |
Bien dices: lleguen las voces |
|
de aqueste pueblo afligido |
|
a los cielos, y esperemos |
|
en ellos algún alivio. |
|
|
|
SIGEO |
Pues la lúgubre canción |
50 |
empezad, mientras rendidos |
|
nosotros a esta deidad |
|
nuestros votos repetimos. |
|
(Hincan todos una rodilla; las mujeres y el pueblo cantan
el cuatro; HESIONE,
LUSO, SIGEO y BETO lo representan.)
|
Sagrado Numen, &c. |
|
|
|
-91- |
|
(Al acabar se oyen las voces y se levantan.)
|
|
|
|
SICANO |
(Sale.)
|
Sigeo invicto,
|
|
es quejarse todo el pueblo |
|
(de quien cabeza y caudillo |
|
soy) de que siendo el primero |
|
que va a buscar el peligro |
60 |
en defensa de la patria, |
|
no haya de ser admitido |
|
en unos actos en que |
|
aún mas que vosotros mismos |
|
interesa. Si a este templo |
65 |
la religión ha traído |
|
a la nobleza, ¿por qué |
|
se ha de mirar excluido |
|
el pueblo de tributar |
|
sus votos y sacrificios |
70 |
con vosotros? ¿Por ventura |
|
no llegarán sus gemidos |
|
la la deidad tutelar |
|
como los vuestros? Me irrito |
|
al pensarlo. Y si por suerte |
75 |
a tratar habéis venido |
|
lo que debe hacerse en tanta |
|
diversidad de conflictos |
|
¿El pueblo nos los padece? |
|
¿El pueblo no es (yo lo digo) |
80 |
quien a costa de su sangre |
|
busca el suyo y vuestro alivio? |
|
Pues ¿por qué habéis de
negarle |
|
la asistencia en vuestros dignos |
|
y ceremoniales actos? |
85 |
¿Son por ventura enemigos |
|
o...? |
|
|
-92- |
LUSO |
Calla, calla, Sicano,
|
|
que no sé cómo he sufrido |
|
tal reconvención. Si el pueblo, |
|
monstruo sin razón ni juicio, |
90 |
se queja así, tú debieras, |
|
como cabeza y caudillo, |
|
sosegarle, y no amparar |
|
sus discursos atrevidos. |
|
El pueblo112
no debe nunca |
95 |
penetrar los escondidos |
|
proyectos del Magistrado; |
|
respetarlos y cumplirlos |
|
ciegamente sí; mas ya |
|
que has tomado sus delirios |
100 |
tan por tu cuenta, dirasle |
|
que si acaso ha resistido |
|
los trabajos que el asedio |
|
de una año113
trae consigo |
|
por defenderse a sí propio |
105 |
y su libertad lo hizo; |
|
pero la nobleza toda |
|
vio gloriosa undosos ríos |
|
de su misma sangre, más |
|
por no afrentar los antiguos |
110 |
blasones de sus mayores |
|
que por guardarse a sí mismos; |
|
y en fin, dile (por ti sola, |
|
oh patria, el furor reprimo) |
|
dile que a aplacar el ceño |
115 |
de aquesta deidad venimos; |
|
|
-93- |
pero que entre, y serán dos |
|
ahora nuestros designios. |
|
|
|
SICANO |
Sí haré: para mis intentos
(Aparte.) |
|
no es éste muy mal principio. |
120 |
|
|
|
(Llega al bastidor de la derecha.)
|
HESIONE |
(Aparte.)
|
¡Con qué gallardía
habló |
|
Luso! Con razón le estimo. |
|
|
|
|
LUSO |
Ya lo oiréis,
|
|
si me dais vuestro permiso. |
|
|
|
SIGEO |
Sí doy; pero advierte, Luso, |
125 |
que la patria está en peligro. |
|
|
|
SICANO |
Llegad rencores; ya dejo |
|
(Aparte.)
|
(Sale.) (Con algún
pueblo.)
|
sus ánimos pervertidos. |
|
|
|
LUSO |
Ya, saguntinos gloriosos, |
|
llegó el instante preciso |
130 |
de acordaros la funesta |
|
situación en que vivimos, |
|
y los inmensos laureles |
|
con que supo vuestro brío |
|
coronaros. Aquel pueblo |
135 |
que valeroso y altivo |
|
sacudió el infame yugo, |
|
con que le tuvo oprimido |
|
el Romano Imperio114:
aquel |
|
que sostener ha sabido |
140 |
su libertad, y a pesar |
|
de tan robusto enemigo; |
|
aquel, en fin, que hasta ahora |
|
|
-94- |
fue venerado y temido |
|
del mundo, se mira hoy |
145 |
después del funesto sitio |
|
de tanto tiempo, cercano |
|
a sufrir el yerro indigno. |
|
Todo el mundo está con ansia, |
|
esperando el fin prolijo |
150 |
de este cerco; ver desea |
|
como al pueblo saguntino |
|
da leyes Aníbal. ¡Ah! |
|
¿Podréis vosotros sufrirlo? |
|
¿Queréis hoy obscurecer |
155 |
vuestros triunfos repetidos |
|
con este oprobio? ¿Os será |
|
más agradable y más digno |
|
tolerar la servidumbre |
|
en que yacen oprimidos |
160 |
aquesos débiles pueblos |
|
que sujetarse han querido |
|
al Cartaginés? No, no; |
|
menos adusto es, amigos, |
|
el semblante de una muerte |
165 |
gloriosa: el esclarecido |
|
blasón de nuestras hazañas |
|
conservemos hasta el mismo |
|
sepulcro; y una acción digna |
|
sólo de los saguntinos |
170 |
inmortalice su fama |
|
a pesar de largos siglos. |
|
|
|
|
VOZ |
Que se entregue
|
|
la ciudad, si ha de rendirnos |
|
el hambre. |
|
|
HESIONE |
|
175 |
almas viles, ¿qué habéis
dicho? |
|
¿Rendirnos por no morir? |
|
|
-95- |
¿Preferís los duros grillos |
|
de una esclavitud (¡qué
agravio!) |
|
a una eterna fama? Eh, idos, |
180 |
idos donde no afrentéis |
|
el valor de tantos hijos |
|
de Marte, de tantos nobles |
|
y alentados saguntinos. |
|
Mujer soy, ni embracé escudo, |
185 |
ni empuñé el acero limpio |
|
jamás; pero cuando todos |
|
tan débiles y atrevidos |
|
fueran, que entregar pensaran |
|
esta plaza al enemigo, |
190 |
yo sola, con mis mujeres |
|
resistiera el duro sitio |
|
de Aníbal, mientras aliento |
|
hubiera en el pecho mío; |
|
y porque ni aun de Sagunto |
195 |
triunfara el contrario altivo, |
|
antes de morir, hiciera |
|
que todos sus edificios |
|
soberbios116
se desplomaran |
|
al furor del fuego vivo, |
200 |
y después entre sus ruinas |
|
buscara sepulcro digno. |
|
|
|
SICANO |
Hesione, (¡qué hermosa es!) |
|
ninguno con más motivo |
|
que yo dará por la patria |
205 |
la vida, pero imagino |
|
que logrando algunos pactos |
|
honrosos del enemigo |
|
fuera mejor... |
|
|
HESIONE |
Despreciarlos
|
|
y acreditar que nacimos |
210 |
para imponer yugo al mundo, |
|
|
-96- |
mas no para recibirlo |
|
de Cartago. |
|
|
SIGEO |
(Aparte.)
|
Eso sí, muestra
|
|
que eres rayo de mi brío. |
|
|
|
LUSO |
Y en fin, no desperdiciemos |
215 |
el tiempo con silogismos |
|
inútiles. Los que quieran |
|
dar como buenos patricios |
|
la vida, en justa defensa |
|
de su libertad, conmigo |
220 |
vengan a hacer juramento |
|
sobre este fuego divino |
|
de su lealtad; y aquellos |
|
que débiles y enemigos |
|
de su gloria sostuvieren |
225 |
el vergonzoso partido |
|
de rendirse, antes de una hora |
|
salgan del muro proscritos |
|
para siempre. |
|
|
SOLDADO |
Por la patria
|
|
(Se pasan al lado de LUSO.)
|
queremos morir. |
|
|
SICANO |
(Aparte.)
|
¡Ah indignos
|
230 |
Olcades!117
¡Me abandonasteis |
|
en el lance más preciso! |
|
|
|
LUSO |
¿Ves, Sicano, como todos |
|
morir como saguntinos |
|
desean? |
|
|
SICANO |
(Aparte.)
|
Rabia, suframos.
|
235 |
Huélgome que ese partido |
|
heroico sigan, pues es |
|
el que abraza su caudillo; |
|
y porque lo veas, yo |
|
al ara sacra rendido, |
240 |
(Arrodíllase.)
|
el primero por el pueblo |
|
juro (para no cumplirlo)
(Aparte.) |
|
que antes perderé mi vida, |
|
que humillarme a mi enemigo. (Se
levanta.) |
|
|
|
BETO |
(Arrodíllase.)
|
Yo, por la nobleza toda, |
245 |
por entregar al cuchillo |
|
|
-97- |
mi garganta, antes que dar |
|
la patria a infame partido. |
|
|
|
HESIONE |
Y yo, por todo mi sexo, |
|
dios tutelar aguerrido, |
250 |
juro correr al veneno, |
|
al puñal o al fuego vivo, |
|
primero que la obediencia |
|
a extranjero poderío preste, |
|
ni me vea el mundo |
255 |
tolerar infames grillos. |
|
|
|
LUSO |
Y yo, Marte belicoso, |
|
a cuya deidad humillo |
|
mi altiva frente, en tus aras, |
|
en este fuego divino, |
260 |
que nuestra fe religiosa |
|
para su culto ha encendido, |
|
juro, que antes que profanen |
|
aquestos muros invictos |
|
enemigos pies, haré |
265 |
que caigan los obeliscos118 |
|
de Sagunto hechos cenizas, |
|
al furor del fuego mismo. |
|
|
|
-98- |
SIGEO |
Y yo, deidad soberana, |
|
pues Gobernador me miro |
270 |
de esta ciudad que el valor |
|
de sus invencibles hijos |
|
dedicó a tu nombre, juro |
|
morir con todos los míos |
|
antes que a mirarla llegue |
275 |
sin el esplendor antiguo. |
|
Y pues nuestros juramentos |
|
aquesta deidad ha oído, |
|
dé al que osado le quebrante |
|
el más severo castigo. |
280 |
|
|
|
SIGEO |
Pues que ya
|
|
con la religión cumplimos, |
|
con el honor y el valor, |
|
y ya que a todos os miro |
|
prontos a perder la vida |
285 |
por la patria, es muy preciso |
|
que para vivir también |
|
busquemos un medio digno. |
|
|
|
LUSO |
Cuando la hambre es solamente119 |
|
nuestro cruel enemigo, |
290 |
y sin víveres estamos, |
|
ni medios para adquirirlos, |
|
no extrañaréis que os proponga |
|
el más bárbaro e inaudito |
|
remedio a nuestra indigencia120. |
295 |
|
|
-99- |
|
LUSO |
Que todos los niños
|
|
(sin distinción) que no lleguen |
|
a diez años, y lo mismo |
|
todos los viejos que tengan |
|
los doce lustros cumplidos, |
300 |
o por achaques se vean |
|
inútiles al servicio |
|
de la patria, sean pasto |
|
de todos los que aguerridos |
|
la defiendan. |
|
|
SICANO |
¿Y quién piensa
|
305 |
que ha de admitir un arbitrio |
|
tan inhumano? ¿Habrá madre |
|
que sacrifique sus hijos |
|
a la hambre de los soldados? |
|
|
|
BETO |
¿Habrá un hijo tan
impío, |
310 |
que por conservar su vida, |
|
coma la carne del mismo |
|
que a él se la dio? |
|
|
LUSO |
¿Por qué no,
|
|
si sólo este medio ha visto |
|
para defender la patria? |
315 |
¿No es menos cruel partido |
|
tolerar que mueran ellos, |
|
pues lo manda su destino, |
|
que no que muramos todos |
|
sin el consuelo debido |
320 |
de resistir este cerco |
|
o ahuyentar al enemigo |
|
con las armas? |
|
|
|
SICANO |
Tú, pueblo afligido,
|
|
qué respondes? |
|
|
HESIONE |
¿Qué
queréis
|
325 |
que respondan cuando finos |
|
aman su patria? ¿Por suerte |
|
|
-100- |
discurre alguno otro arbitrio |
|
menos atroz con que pueda |
|
redimir nuestro conflicto? |
330 |
Pues si no ¿quién dudar puede |
|
que los nobles saguntinos |
|
sacrifiquen esta pena |
|
al ídolo conocido |
|
de su libertad? Sí yo, |
335 |
yo la primera dedico |
|
esta víctima a Sagunto: |
|
Tago121
es este, este es el hijo |
|
de aquel héroe que en defensa |
|
de nuestro blasón antiguo |
340 |
murió, tan lleno de glorias |
|
como de trofeos digno. |
|
Este es el único fruto |
|
que de su amor he tenido, |
|
y este mismo el que, a pesar |
345 |
del dolor con que os lo afirmo, |
|
os entrego, porque sea |
|
el primero sacrificio |
|
de nuestra patria, imitando |
|
a su padre esclarecido. |
350 |
Muera Tago a vuestras manos, |
|
o venga el fiero cuchillo |
|
a las mías y veréis |
|
con qué valor, con qué
brío, |
|
resistiéndome a las voces |
355 |
de mi maternal cariño, |
|
siego su propia garganta, |
|
mostrando así a cuantos miro |
|
que más que la misma sangre |
|
pudo la patria conmigo. |
360 |
|
|
LUSO |
¿Quién a vista de una
acción |
|
tan heroica, resistirlo |
|
podrá? |
|
|
-101- |
BETO |
¿Quién no ha de
seguir
|
|
ejemplo tan peregrino |
|
de nobleza? |
|
|
TODOS |
Lo que Hesione
|
365 |
todos a una voz decimos. |
|
|
|
SICANO |
(Aparte.)
|
Pesie a mí, que todo opuesto |
|
sale hoy a mis designios. |
|
|
|
SIGEO |
¡Ay hija, con cuánto gusto |
|
tu heroico espíritu he visto! |
370 |
|
|
LUSO |
Gran Sigeo, pues oísteis |
|
que todos han admitido |
|
mi propuesta, a vuestro cargo |
|
el efecto remitimos. |
|
|
|
SIGEO |
Muy bien. Sicano, a vos toca |
375 |
recoger al punto mismo |
|
cuantos entre la nobleza |
|
hayan de ser comprendidos; |
|
y Beto, a vos igualmente |
|
los del pueblo. Conducidlos |
380 |
a palacio, y ante todos, |
|
vendrá a elegir el destino |
|
los que deban morir hoy. |
|
|
|
|
SENADOR |
(Sale.)
|
Sigeo invicto,
|
|
un Embajador de Roma, |
385 |
llegó ahora con permiso |
|
de Aníbal a la ciudad, |
|
que solicita, me dijo, |
|
hablarte, y que en la tardanza |
|
estaba nuestro peligro. |
390 |
|
|
|
SENADOR |
A la puerta
|
|
del Templo llegó conmigo. |
|
(Vase el SENADOR.)
|
|
|
SIGEO |
Que entre pues: y esta deidad |
|
venga a ser mudo testigo |
|
del descargo que da Roma |
395 |
de la omisión que ha tenido. |
|
|
|
FABRICIO |
(Sale.)
|
La ilustre Roma, nobles españoles, |
|
amiga de Sagunto y de sus hijos, |
|
por mí os saluda122
y a los justos dioses |
|
implora sin cesar en vuestro auxilio. |
400 |
|
|
-102- |
SIGEO |
Yo se lo estimo a Roma, y ve adelante. |
|
|
|
FABRICIO |
Noticioso el Senado (¡oh saguntinos |
|
gloriosos!) del valor con que resiste |
|
esta ciudad el porfiado sitio |
|
con que Aníbal la aflige, y el
esfuerzo |
405 |
con que a ese valeroso y gran caudillo |
|
disputa la victoria, afectuoso |
|
el parabién os da, y de nuevo dignos |
|
de su amor os hace; que os anime |
|
de su parte me ordena; y que el castigo |
410 |
intime a Aníbal si seguir intenta |
|
sus injustos y bárbaros designios, |
|
que defendáis la patria heroicamente |
|
como hasta aquí vosotros; que él,
amigo |
|
de vuestras glorias, enviaros piensa |
415 |
de víveres y tropas un auxilio. |
|
|
|
SIGEO |
Embajador, los hijos de Sagunto |
|
sólo esperan auxilios ya divinos, |
|
pues, sin víveres, hoy nuestros
soldados |
|
la muerte aguardan con heroico brío; |
420 |
pero nunca creyeron que el Senado |
|
procediera tan tardo y tan remiso |
|
en socorrer a un pueblo belicoso |
|
que de Cartago ser contrario quiso |
|
por ser a Roma fiel123. |
|
|
-103- |
LUSO |
Ya que mi empleo
|
425 |
la licencia me da que no he pedido |
|
para quejarme en nombre de Sagunto |
|
y su milicia, cuyas haces124
rijo, |
|
escucha. Si los triunfos y las glorias |
|
fueran con el deseo conseguidos, |
430 |
es muy cierto que Roma en este día, |
|
con tu embajada había socorrido |
|
a sus amigos ya; mas cuando el hambre |
|
es tan cruel, que llega ya a rendirnos; |
|
cuando llenos de brechas esos muros |
435 |
miramos con asaltos repetidos; |
|
cuando otros muros más incontrastables |
|
luciendo están los pechos saguntinos; |
|
y, en fin, citando la muerte solamente |
|
de sus calamidades es alivio, |
440 |
Roma ofrece un socorro dilatado, |
|
un socorro romano, yo lo digo, |
|
que en los términos mismos que le
ofrece, |
|
se conoce el deseo de cumplirlo. |
|
Ah, ya sé: la política romana |
445 |
hizo siempre gustoso sacrificio |
|
del más solemne y sacro juramento |
|
al infame interés de sus designios; |
|
teme al Cartaginés: por no irritarle |
|
ha negado su amparo a sus amigos; |
450 |
y en tanto que de Aníbal los furores |
|
tiene nuestro valor entretenidos |
|
junta Roma el poder, y con pretexto |
|
de vengar el agravio que nos hizo |
|
|
-104- |
Aníbal a nosotros, a Cartago |
455 |
sus águilas dirige de improviso; |
|
su imperio ensancha y sacia su codicia |
|
con los tristes despojos de un descuido. |
|
Mas no importa, romano; di al Senado |
|
que es tanta la soberbia, tanto el
brío |
460 |
de esta ciudad, que nada la interesa |
|
que Roma falte a cuanto la ha ofrecido; |
|
y que sólo desea vivamente |
|
salir triunfando de este largo sitio |
|
para vengar el vergonzoso engaño |
465 |
con que nos deja en manos de enemigos. |
|
|
|
FABRICIO |
Cuando por mí no fuera (que soy mucho |
|
para sufrir cuanto tu voz me ha dicho) |
|
por quien hoy mi persona representa |
|
pudieras responder menos altivo |
470 |
y orgulloso. |
|
|
LUSO |
Romano, estoy quejoso
|
|
de los tuyos, y hablé como ofendido. |
|
|
|
FABRICIO |
Estuviéraslo o no, con Roma hablas, |
|
y moderar debieras, saguntino, |
|
tu arrogancia. |
|
|
LUSO |
Ninguno la modera
|
475 |
si valor y razón lleva consigo. |
|
Lo mismo que a ti te dije le diría |
|
al Senado Romano si en su juicio |
|
me viera con razón y el desenfado |
|
propio de un verdadero saguntino. |
480 |
|
|
SIGEO |
Fabricio, no hagáis queja de sus
voces. |
|
Luso es buen general y buen patricio, |
|
ve el descuido de Roma con nosotros |
|
y no extraño que se haya enardecido; |
|
pues aunque en nuestro amparo, como ofrece, |
485 |
envíe sus legiones, imagino |
|
que no ha de hallarnos, como no nos busque |
|
en los gloriosos bronces esculpidos. |
|
|
|
SICANO |
Por lo mismo discurro que sería |
|
útil solicitar unos partidos125 |
490 |
honrosos y admirables entre tanto |
|
que del poder romano el fuerte auxilio |
|
|
-105- |
nos da ocasión de recobrar a un tiempo |
|
el patrio suelo y el honor perdido. |
|
|
|
BETO |
Cuando Sagunto resolvió oponerse |
495 |
al bárbaro furor de su enemigo |
|
no fue para rendirse. |
|
|
FABRICIO |
Mas si Roma
|
|
granjease una paz al saguntino |
|
noble y gloriosa, ¿la admitiera? |
|
|
LUSO |
Luego
|
|
que de sus condiciones advertido |
500 |
nuestro Senado126
fuese, y consultadas |
|
fueran por nuestro honor y nuestro
brío, |
|
respondería... |
|
|
FABRICIO |
Pues cumpliendo ahora
|
|
con el orden supremo que he traído |
|
a hablar a Aníbal voy en favor
vuestro. |
505 |
|
|
|
|
|
(Vase con el SENADOR.)
|
SIGEO |
Hijos, en vuestro aliento confiada |
|
la patria vive y en el justo auxilio |
|
de su dios tutelar. |
|
|
LUSO |
Si él nos ampara,
|
|
tiemble el cartaginés de nuestro
brío. |
510 |
|
|
HESIONE |
Y cuando nuestras súplicas y votos |
|
no hubiesen ablandado sus oídos, |
|
|
-106- |
una muerte gloriosa está ofreciendo |
|
fama a Sagunto y fin a sus conflictos. |
|
|
|
SIGEO |
Es verdad, y a buscarla irán ansiosos |
515 |
cuantos se ven. |
|
|
BETO |
Así lo han ofrecido
|
|
los nobles de Sagunto, y ya impacientes |
|
esperan el momento de cumplirlo. |
|
|
|
SICANO |
Lo mismo hará la plebe, acreditando |
|
que el honor heredaron con el brío. |
520 |
|
|
LUSO |
Pues a librar la patria caminemos |
|
o a morir. |
|
|
TODOS |
Ya animosos te seguimos
|
|
diciendo entre los ecos lastimosos |
|
que dedican a Marte esos gemidos. |
|
|
|
|
|
|
|
TODOS |
¡Viva la libertad, viva la patria, |
|
o entrambas hoy acaben con sus hijos! |
|
|
|
|
(Con estos dos versos y la Música, acaban de
entrarse. Cae el telón de Selva, y salen ANÍBAL y ALARCO.)
|
ANÍBAL |
¿Que una ciudad solamente |
|
dispute hoy al valor mío |
|
la victoria cuando no hay |
530 |
pueblo fuerte y aguerrido |
|
en el mundo que a mi nombre |
|
no humille el poder altivo? |
|
¿No soy Aníbal? ¿No soy |
|
aquel heroico caudillo |
535 |
por cuyas armas se miran |
|
los carpetanos127
rendidos? |
|
|
-107- |
¿Todo el Reino de Toledo |
|
no postra a mis pies invictos |
|
su orgullo, después que vio |
540 |
sus pueblos acometidos |
|
y entrados a sangre y fuego |
|
por mi valor? ¿Los altivos |
|
olcades cuya soberbia |
|
en el mundo no ha cabido, |
545 |
vergonzosamente hoy |
|
no besan mis pies invictos? |
|
¿No vio el caudaloso Tajo |
|
los triunfos que ha conseguido |
|
mi valor en sus riberas, |
550 |
dando leyes a mi arbitrio |
|
a los indómitos pueblos |
|
que hoy sufren los duros grillos |
|
de una servidumbre? Roma, |
|
la misma Roma ¿no ha oído |
555 |
con temor mi nombre? ¿Pues |
|
cómo tanto ha resistido |
|
esa ciudad miserable |
|
mi poder? Vivo yo mismo |
|
o mi soberbia (que es sola |
560 |
la deidad por quien me rijo) |
|
|
-108- |
que si ese orgulloso pueblo |
|
no viene a darse a partido |
|
en este día, mañana |
|
le he de entrar enfurecido |
565 |
a sangre y fuego, hasta ver |
|
sus soberbios obeliscos |
|
desplomados ofrecer |
|
sepulcro triste a sus hijos. |
|
|
|
ALARCO128 |
¿Y Himilce129,
señor, que presa |
570 |
ayer por los saguntinos, |
|
|
-109- |
la penosa esclavitud |
|
está llorando? |
|
|
ANÍBAL |
Te afirmo
|
|
que su hermosura idolatro |
|
tierno, enamorado y fino, |
575 |
Alarco; pero mi amor |
|
no ha de ser tan abatido |
|
que me prive de la gloria |
|
de vencer a mi enemigo. |
|
Yo cumpliré como amante |
580 |
yendo esta noche contigo130 |
|
a la ciudad disfrazado, |
|
por si quisiere el destino |
|
que la libre; pero en caso |
|
que no pueda conseguirlo, |
585 |
será fuerza que mañana |
|
muera con todos los hijos |
|
de Sagunto a los rigores |
|
de la llama y del cuchillo. |
|
No he de usurpar yo a Cartago, |
590 |
por escuchar mi cariño, |
|
un triunfo que inmortalice |
|
su claro nombre y el mío. |
|
Muera mi bien, y la patria |
|
me deba este sacrificio, |
595 |
que a la gloria de sus armas |
|
mi mismo amor ha ofrecido. |
|
|
|
ALARCO |
El llanto amargo de un padre... |
|
|
|
ANÍBAL |
Basta, Alarco; has conocido |
|
mal la entereza de Aníbal; |
600 |
pues si como es el hechizo |
|
de tu hija la que se halla |
|
|
-110- |
en poder de mi enemigo |
|
fuera, sí, mi mismo padre |
|
¿no hiciera mi padre mismo |
605 |
que prefiriese su vida |
|
a la gloria de los míos? |
|
Con todo, porque conozcas |
|
cuánto la belleza estimo |
|
de Himilce, y cuánto (a pesar |
610 |
de mi carácter altivo |
|
y belicoso) domina |
|
su hermosura mi albedrío, |
|
hoy ofreceré a Sagunto |
|
el ventajoso partido |
615 |
de las vidas, por la sola |
|
libertad del dueño131
mío. |
|
|
|
|
|
(Sale un CARTAGINÉS.)
|
CARTAGINÉS |
Gran señor,
|
|
de la ciudad ha salido |
|
el Embajador romano |
620 |
que entró con vuestro permiso |
|
y quiere hablaros. |
|
|
ANÍBAL |
Haz pues
|
|
que a mi tienda dirigido |
|
sea por la guardia. |
(Vase el CARTAGINÉS.)
|
Nada
|
|
podrá conseguir conmigo |
625 |
Roma a favor de Sagunto. |
|
|
|
ALARCO |
¿Y si ella misma en su auxilio |
|
viniera? |
|
|
ANÍBAL |
Si ella viniera,
|
|
fuera más glorioso y digno |
|
mi triunfo, pues hasta Roma |
630 |
llevar mis armas codicio. |
|
|
-111- |
Yo solo moví esta guerra |
|
por ver si el Senado altivo |
|
se ofendía, y a auxiliar |
|
enviaba a sus amigos; |
635 |
pero si mis armas triunfan |
|
de estos hombres aguerridos, |
|
y, a pesar de su defensa, |
|
a Sagunto gano y rijo, |
|
aunque lo riña Cartago132 |
640 |
he de hacer que mi pie invicto |
|
besen, y tributos paguen |
|
a mi corazón altivo |
|
cuanto el Ebro y Tajo abrazan |
|
en sus términos antiguos; |
645 |
y no contenta después |
|
mi soberbia, al Tíber mismo |
|
llevara mis altos triunfos, |
|
pues que no es difícil miro |
|
que triunfe en Roma el valor |
650 |
que es en España temido. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
(Levántase el telón, se ven los bastidores de
Selva, algunas tiendas de campaña, con una mayor que es la
de ANÍBAL. Vense a
lo interior del foro algunas máquinas de guerra, y vista de
Sagunto a lo lejos en lo interior de la izquierda; por ella sale
acompañado del CARTAGINÉS, FABRICIO, y por la derecha
ANÍBAL y
ALARCO. El CARTAGINÉS a FABRICIO le muestra cuál es
ANÍBAL, le hace una
reverencia, y al empezar a hablar, manda ANÍBAL que saquen sillas; lo
hacen, y se sientan.)
|
|
|
-112- |
FABRICIO |
¡Qué semblante tan esquivo |
|
y airado muestra! |
|
|
|
FABRICIO |
Si haré, en sentándome. Digo |
655 |
que apenas me hube informado |
|
del miserable conflicto |
|
de esa ciudad, vengo a darte |
|
la embajada que he traído |
|
para ti de mi Senado. |
660 |
Roma pues, fuerte caudillo, |
|
dice por mí que la guerra |
|
que hacen hoy al saguntino |
|
tus armas, está ofendiendo |
|
la amistad o trato antiguo |
665 |
que hizo Cartago con ella, |
|
ofreciendo a un tiempo mismo |
|
las dos conservarse en paz |
|
y otorgarla a sus amigos. |
|
También ofreció tu patria |
670 |
en los tratados que hizo133 |
|
no pasar en sus conquistas |
|
del Ebro undoso: atrevido, |
|
tú los dos has quebrantado; |
|
por cuyo justo motivo |
675 |
te previene que si insistes |
|
en rendir al saguntino, |
|
su aliado, despreciando |
|
la paz jurada y su aviso, |
|
pasará desde este instante |
680 |
a declararte enemigo |
|
de sus armas, y... |
|
|
ANÍBAL |
No más,
|
|
Embajador. Ya he entendido |
|
la pretensión del Senado. |
|
Él quiere que como amigo |
685 |
mire yo a ese pueblo sólo |
|
porque lo es suyo, y que el brío |
|
de un Aníbal disimule |
|
el agravio que le hizo, |
|
como si fuera tan fácil |
690 |
|
-113- |
en su corazón altivo |
|
tener la espada en la vaina |
|
cuando se mira ofendido; |
|
quiere también que no pasen |
|
del Ebro los triunfos míos, |
695 |
cuando es mi soberbia tanta |
|
que porque en el orbe miro |
|
que no cabrán, ensanchar |
|
anhelo su ámbito mismo. |
|
¿Roma limitar los triunfos |
700 |
a mi valor? Ah, me irrito |
|
de pensarlo... ¿Quién del mundo |
|
el gobierno la ha cedido? |
|
Si porque más que sus armas, |
|
los ardides de sus hijos |
705 |
han conseguido dar leyes |
|
a tantos pueblos indignos |
|
y débiles, su arrogancia |
|
darlas también ha creído |
|
a Aníbal, romano, dile |
710 |
que este soberbio caudillo |
|
nació más para humillarla |
|
que para sufrir sus grillos. |
|
|
|
|
ANÍBAL |
(Se levanta.)
|
Si el Senado
|
|
se ofende de lo que digo, |
715 |
sabré bien ir a buscarle |
|
y hasta los muros altivos |
|
de Roma llevarle yo |
|
el terror que aquí he traído. |
|
(Vanse.)
|
|
|
FABRICIO |
No lo harás; ella primero |
720 |
sabrá dar justo castigo |
|
a tu orgullo y abatir |
|
tus pensamientos impíos. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
(Aposento de HESIONE, salen ésta y
HIMILCE.)
|
HESIONE |
Himilce, vuestro dolor |
|
que está ofendiendo imagino |
725 |
a mí, a mi padre y a quien |
|
a esta casa os ha traído, |
|
confiada en que hallaríais |
|
aquel tratamiento digno |
|
a vuestra persona. ¿Acaso |
730 |
vos misma habéis conocido |
|
|
-114- |
en algo que prisionera |
|
os halláis? |
|
|
HIMILCE |
No, Hesione; admiro
|
|
en todas vuestras acciones |
|
vuestra nobleza, la estimo, |
735 |
y recompensarla aguardo |
|
si aquel joven aguerrido |
|
y gallardo que del campo |
|
prisionera me ha traído |
|
no me falta a la promesa |
740 |
que con juramento me hizo. |
|
|
|
|
HIMILCE |
Sí;
|
|
en Luso, vuestro caudillo, |
|
fundan todas mis desgracias |
|
su consuelo, bien y alivio. |
745 |
|
|
HESIONE |
(Aparte.)
|
¿Cómo? Apuremos, sospechas, |
|
si es cierto esto que imagino. |
|
|
|
HIMILCE |
Perdona, si por ahora |
|
de tu amistad no lo fío. |
|
Basta decir que este joven |
750 |
solamente a mis conflictos |
|
puede dar fin y llenar |
|
de ventura el amor mío. |
|
(Vase.)
|
|
|
|
|
(Sale SICANO con
guardia.)
|
SICANO |
Bella Hesione
|
|
llegó el instante preciso |
755 |
del sorteo. Ya en el atrio |
|
de aqueste palacio, unidos |
|
pueblo y nobleza, y en otro |
|
cuantos caducos y niños |
|
han de ser víctimas tristes |
760 |
del inhumano cuchillo |
|
esperan: Tago es quien falta |
|
solamente. |
|
|
|
|
HESIONE |
¡Oh honor! ¡Oh
cielo!
|
|
¡Oh patria! |
|
|
SICANO |
Si tú conmigo
|
765 |
menos ingrata pagaras |
|
con tu mano mis cariños, |
|
yo... |
|
|
-115- |
|
SICANO |
Pudiera librar
|
|
de esta impiedad a tu hijo. |
|
|
|
HESIONE |
Calla, calla, que me afrento, |
770 |
villano, de haberlo oído. |
|
¿Te parece que Hesione |
|
tan débil es, tan indigno |
|
su corazón, que por sólo |
|
no padecer el martirio |
775 |
de ver morir a las manos |
|
del honor su propio hijo |
|
cometiera dos bajezas, |
|
dos infamias, dos delitos |
|
tan execrables? ¿Privarme |
780 |
de la gloria que los siglos |
|
darán a cuantas matronas, |
|
con singular heroísmo, |
|
de sus mismos hijos hacen |
|
a la patria sacrificio? |
785 |
¿Yo, a precio de aquesta infamia, |
|
amar a quien con motivos |
|
tan justos hoy aborrezco? |
|
Eh, tú no eres saguntino |
|
sin duda o la heroicidad |
790 |
de Hesione nos has conocido. |
|
Pero porque hoy la134
conozcas, |
|
y no vuelvas atrevido |
|
a proponer una infamia |
|
a quien vive de heroísmos, |
795 |
(Sale una dama.)
|
Tanna, conduce aquí a Tago.
(Vase.) |
|
Amor, oculta el martirio |
|
de mi alma y no a los ojos |
|
salga hoy en oprobio mío. |
|
(La dama saca a TAGO y se va, y HESIONE le coge.)
|
Este es Tago; si te falta |
800 |
valor para conducirlo, |
|
yo le llevaré; y si acaso |
|
quiere que hoy muera el destino |
|
y no hay en Sagunto quien |
|
|
-116- |
contra él esgrima el cuchillo, |
805 |
lo que hoy ofrecí en el Templo |
|
fuera de él sabré cumplirlo. |
|
(Vuelve la
espalda.)
|
|
|
SICANO |
De ver su valor estoy |
|
más que admirado, corrido. |
|
|
|
HESIONE |
(Volviendo el
rostro.)
|
¿No le lleváis? |
|
|
|
|
(Entrégale a la guardia, y caminan con él
poco a poco. HESIONE,
vuelta la espalda a ellos, muestra impaciencia y, al fin, volviendo
el rostro, con un grito descompasado, corre hacia ellos y luego con
entereza se detiene.)
|
HESIONE |
¡Ay de mi! No, tened, hijo, |
|
esperad, que... yo estoy loca; |
|
¿al momento más preciso |
|
de acreditar mi constancia |
|
iba a flaquear mi brío? |
815 |
¿No soy yo la que en diversas |
|
ocasiones he sabido |
|
acreditar la nobleza |
|
y el valor esclarecido |
|
que heredé? ¿No soy Hesione? |
820 |
¿No soy la que al saguntino |
|
dio ejemplo de lealtad |
|
y amor a su patrio nido? |
|
¿Pues cómo intentaba ahora |
|
dar ciegamente al olvido |
825 |
mi gloria y oscurecer |
|
los blasones adquiridos |
|
con una debilidad |
|
ajena del pecho mío? |
|
No, no; la naturaleza |
830 |
no ha de hacer en mí su oficio |
|
aquesta vez; muera Tago |
|
y su sangre... ¡ay dulce hijo! |
|
En vano de mi memoria |
|
te aparto; en vano resisto |
835 |
los golpes de la ternura. |
|
Ya me parece que miro |
|
al inhumano verdugo |
|
tomar el fiero cuchillo |
|
en la mano y desnudar |
840 |
su tierna garganta impío. |
|
|
-117- |
Ya su dolorido llanto |
|
parece que a mis oídos |
|
llega, pidiendo con ansia |
|
que libre de aquel peligro |
845 |
su vida: sí, sí, madre |
|
(repite su dolorido |
|
y torpe labio) corred |
|
que me matan; hijo, hijo, |
|
en tu ayuda voy, espera, |
850 |
detén el golpe y los filos |
|
de aquese acero... |
(Sale SICANO.)
|
|
|
|
HESIONE |
¡Ay de mi! ¿Quién es? Yo
expiro. |
|
|
|
SICANO |
Quien a ganar las albricias |
|
de tu blanca mano vino. |
855 |
Tago por hoy salió libre. |
|
|
|
|
|
HESIONE |
¿El hado no quiso
|
|
darle la gloria de ser |
|
el primero que al cuchillo |
|
se entregase por la patria? |
860 |
|
|
|
HESIONE |
Quejareme al destino
|
|
de esta injusticia. |
|
|
SICANO |
¿Pues qué?
|
|
¿El verle libre has sentido? |
|
|
|
HESIONE |
Tanto, que si en mi poder |
|
le tuviera el honor mío, |
865 |
dándole la muerte yo, |
|
enmendara lo que él hizo. |
|
|
|
SICANO |
Si eres fiera con él, |
|
¿qué espero seas conmigo, |
|
por más que intente ablandar |
870 |
con finezas y suspiros |
|
tu corazón? |
|
|
|
SICANO |
Pues porque veas cuán fino |
|
y noble es mi amor... |
|
|
LUSO |
(Al
paño.)
|
Honor
|
|
¿qué es lo que he visto y
oído? |
875 |
|
|
SICANO |
He de adorar mientras viva |
|
tus ojos, firme y rendido, |
|
sin esperanza de ser |
|
|
-118- |
premiado, pues mi destino |
|
lo quiere; mas porque sepas |
880 |
que me venga el amor mismo |
|
de tu ingratitud, te advierto |
|
que Luso, infiel ya contigo |
|
cuanto venturoso, adora |
|
otra hermosura rendido, |
885 |
en ofensa de la patria |
|
tuya, y... |
|
|
|
(Sale LUSO.)
|
|
SICANO |
Yo le dije, y de este modo |
|
lo que dije ratifico. |
|
|
|
LUSO |
Yo así (perdona Hesione) |
890 |
tu vil engaño castigo. |
|
|
|
|
(Riñen.)
|
|
|
|
VOCES |
¡Al muro, que el enemigo |
|
se acerca! |
|
|
HESIONE |
¿Oís esas
voces?
|
|
¿Qué importa haberlas
oído |
895 |
si aunque llame allí la patria |
|
me espera aquí el honor mío? |
|
|
|
HESIONE |
Calla, calla y no acredites, |
|
con discurso tan indigno |
|
la infamia que ya de ti |
900 |
dos veces llegó a mi oído. |
|
¿Será primero vengar |
|
un agravio recibido |
|
o imaginado que ir |
|
como nobles saguntinos |
905 |
a favorecer la patria? |
|
¿Qué dirá el pueblo si
ve |
|
que su cabeza o caudillo |
|
falta del muro la hora |
|
que hace más falta su brío? |
910 |
¿Qué han de hacer nuestros
soldados, |
|
a vista de su enemigo, |
|
si su general les falta? |
|
No, valientes saguntinos; |
|
id a socorrer la patria |
915 |
prontamente. Su peligro |
|
redimid, y Aníbal halle |
|
en nuestros pechos altivos |
|
|
-119- |
harto valor para dar |
|
a su arrogancia castigo. |
920 |
|
|
SICANO |
Cobarde será quien deje |
|
el duelo a que dio principio. |
|
|
|
LUSO |
Perdone la patria, que ahora |
|
soy todo del honor mío. |
|
|
|
|
(Riñen.)
|
HESIONE |
Pues una vez que mis ruegos |
925 |
vuestro honor y el riesgo mismo |
|
de la patria no os obligan |
|
a comer hoy en su auxilio, |
|
quedaos, que yo afrentando |
|
vuestro nombre esclarecido |
930 |
iré a coronar el muro, |
|
animando con mi brío |
|
las tropas en su defensa, |
|
y ofreciendo al enemigo |
|
mi pecho para que vea |
935 |
que si hay hombres tan indignos |
|
en Sagunto que su gloria |
|
den torpemente al olvido, |
|
hay mujeres que desmienten |
|
su sexo con heroísmo. |
940 |
(Vase.)
|
|
|
LUSO |
Oye, espera, que pues tú |
|
ejemplo tan peregrino |
|
me das de amor y lealtad, |
|
justo es que empiece a seguirlo |
|
mi valor, acreditando |
945 |
que en los verdaderos hijos |
|
de la patria, fue esta sola |
|
primero que su honor mismo. |
|
(Vase.)
|
|
|
SICANO |
Pues no puedo conseguir |
|
el horroroso designio |
950 |
de que Sagunto notara |
|
en este día el descuido |
|
de Luso, y a sospechar |
|
de su fe diera principio, |
|
rencor, busquemos su ruina |
955 |
sin cesar; pues yo confío |
|
que han de salir victoriosas |
|
mis cautelas y artificios. |
|
|
|