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Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI) - EDI-RED

La edición en Marruecos

Semblanzas sobre editores y editoriales en Marruecos

Edición y libro español en Marruecos. Breve perspectiva histórica (1860-2020)

Marruecos tiene una considerable tradición en la edición en español; es periférica con respecto al paisaje editorial iberoamericano y algo afín a la existente en países de habla no hispana. Imperativos múltiples hicieron imposible, cuando no inviable, el desarrollo de casas editoriales profesionales. La producción bibliográfica propiamente dicha se ha ido realizando desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad a través de imprentas, estableciéndose desde el principio cierta confusión entre las labores de edición y de impresión. La historia de la edición en Marruecos es inseparable de la singladura evolutiva seguida por las tipografías que llevaron a cabo una significativa, aunque deficiente, producción editorial en la época pre-colonial, colonial y poscolonial.

Las sucesivas campañas bélicas de España en Marruecos, iniciadas con la Guerra de África (1859-1860) y terminadas con la Pacificación post-Anual del Rif (1927), introducen la imprenta especialmente en Tetuán, donde se publican por primera vez los periódicos en la zona: El Eco de Tetuán, con un solo número en 1860, y El Noticiero de Tetuán, de agosto de 1860 a mayo de 1861. Asimismo, contribuyen a su implantación, dando lugar a una serie de publicaciones periódicas, primero en Tánger (Revista de la Cámara de Comercio Española de Tánger, 1878; El Eco Mauritano, 1889, etc.) y en Melilla (Diario de Melilla, 1893; El Telegrama del Rif, 1902) y, más tarde, en las demás ciudades del Protectorado después de 1912. Ceuta se benefició de la suya a principios del siglo XIX, con el periódico liberal El Liberal Africano (1820), seguido tiempo después por la famosa Revista de Tropas Coloniales (1924).

La primera razón para la existencia de las tipografías, aparte de sacar impresos de uso común, era la difusión de las publicaciones periódicas. No obstante, muchas de ellas, en particular algunas de las ubicadas en Melilla (El Telegrama de Melilla), Tánger (La Hispano-Arábiga de la Misión Católica Franciscana) y Ceuta, llevaron a cabo una notable producción de obras de diversa índole, escritas por militares, protagonistas de las campañas bélicas, franciscanos, etc. El contenido tratado se relaciona con la historia local de las tres ciudades, las mismas contiendas militares y, sobre todo, con la cultura e historia de Marruecos; una bibliografía que fue exponente de la ideología africanista y vehículo de la política expansionista y colonial de España en África. La ficción literaria es escasa, casi ausente; las mejores obras escritas entre 1860 y 1927 por autores que presenciaron muchos de los conflictos bélicos hispano-marroquíes aparecieron en España y con éxito de ventas. Lo editado a escala local lo constituyen algunos libros de viaje y crónicas de guerra particularmente, sin olvidar poemas, relatos, cuentos populares y leyendas locales que aparecían esporádicamente en la prensa; textos, en suma, desconocidos y de disímil calidad estética.

La segunda fase de la edición española en Marruecos se desenvuelve entre 1927 y la independencia de Marruecos en 1956. Se trata de casi tres décadas en que el sistema del Protectorado llevó a cabo una clara política cultural a través de la creación de institutos de investigación –El Instituto Jalifiano Muley el Hassan en 1937, El Centro de Estudios Marroquíes en 1938 y el Instituto General Franco de 1938–, de la consolidación de la Feria Anual del Libro, la convocatoria de premios y la planificación bibliotecaria. Su traducción en clave de producción editorial se manifiesta en la institucionalización de las publicaciones vinculadas con los anteriores centros académicos y a través de la Alta Comisaría de España en Marruecos, la máxima autoridad del Protectorado. El corpus bibliográfico versaba sobre temáticas hispano-marroquíes en campos diversos repartidos entre historia, antropología, arqueología, etnología, religión, etc., con una autoría repartida entre españoles y marroquíes, toda una novedad en el panorama editorial previo.

Si bien escasa, la edición literaria experimenta un avance con respecto a la fase anterior de las campañas bélicas, y se encarna en tres aspectos: la reedición de obras clásicas de literatura española, su traducción al árabe y la publicación de nuevas ficciones, sobre todo, novelas, cuentos y poesía, de escritores como Arbide Martínez, Bacaicoa Anaiz, Benarroch Pinto, Diuri, García Figueras, Sabbag, etc. Las publicaciones, huelga señalarlo, se concebían en las principales imprentas tipográficas y, en particular, en la Editora Marroquí, aneja a la Librería Cremades de Tetuán, que contribuyó, entre otras, a una buena y artística presentación de las obras; en realidad, era casi un sello editorial y no sin razón se llamaba a veces Editorial Cremades.

Una nueva fuente editorial fueron las revistas literarias fundadas en esta época: Al-Motamid. Verso y Prosa (1947-1956), bajo la dirección de la poetisa Trina Mercader, y Ketama, el suplemento literario de Tamuda (1953-1959), dirigida también por un poeta, López Gorgé. En ellas aparecían poemas y relatos breves de autores españoles o vinculados con el Protectorado, además de marroquíes y árabes tanto en arábigo como en español, aparte de traducciones poéticas entre las dos lenguas. Igual labor de vanguardia poética desde el sur desempeñaron las melillenses Manantial. Cuadernos de Poesía y Crítica (1949-1951) y Alcántara. Cuadernos Literarios (1951-1952), la primera dirigida por López Gorgé y Gómez Nisa, y la segunda por Miguel Fernández.

Es de mencionar que, durante esta segunda época, las imprentas ceutíes, tangerinas y melillenses que operaban antes continuaron su labor editorial con la impresión de nuevas obras siempre africanistas, y también con nuevas publicaciones periódicas como Mauritania. (1928-1963), la revista mensual de la Orden Franciscana de Tánger, España (1938), diario independiente también tangerino –el más leído en Marruecos–, además de los diarios tetuaníes, Marruecos (1942-1945) y su sucesor inmediato, Diario de África (1945-1962), ambos muy populares a la sazón tanto en el Protectorado como en Andalucía.

La independencia de Marruecos en 1956 abre la tercera y última fase en la edición en español y se extiende hasta la actualidad. Si bien el régimen franquista no hizo esfuerzos para promocionar eficientemente la cultura y la lengua españolas en su antigua colonia, la presencia del libro y publicaciones periódicas hispánicas en nuestro país se mantuvo hasta finales de los años setenta mediante el grupo de investigadores españoles vinculados con el norte del país en que seguían viviendo por razones laborales. Esta contribución se manifestó en la publicación de obras de arqueología e historia política y cultural de Marruecos, así como de artículos en las dos principales revistas científicas que siguieron publicándose después de 1956 en Rabat y Tetuán: Tamuda. Revista de Investigaciones Marroquíes (1953-1959) y su sustituta, Hespéris-Tamuda (1959- ), amén de Cuadernos de la Biblioteca Española de Tetuán (1964-1981). Ibn Azzour Hakim es uno de los pocos marroquíes que resistió a su manera costeándose sus libros en español, aparte de hacer contribuciones en las anteriores revistas.

El principio de los años ochenta es la fecha en que aflora el hispanismo marroquí en su vertiente investigadora y creativa, y se fortalece en las dos últimas décadas del siglo XXI. Se mantiene la tradición de las publicaciones periódicas de naturaleza universitaria con revistas anuales de pocos números y pequeña tirada: Revista Marroquí de Estudios Hispánicos (1991-1994), Anales. Revista de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos (2003-2007), Maghriberia. Revista de Investigaciones Ibéricas e Iberoamericanas (2007- ) y Al Irfan. Revista de Ciencias Humanas y Sociales (2015- ). En cuanto a obras, se editan actas de coloquios celebrados en las siete universidades con departamento de español y a partir de finales de los noventa vuelven a aparecer libros de investigación en su mayoría estudios de filología española e hispanoamericana, así como de historia de las relaciones hispano-marroquíes, promocionados por instituciones españolas (Instituto Cervantes, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Embajada de España, etc.) y universidades o centros de investigación marroquíes, como el Instituto de Estudios Hispano-Lusos de Rabat.

Si bien el hispanismo de creación ya tuvo sus primeros atisbos en la época colonial, empieza a crecer también a partir de los ochenta del siglo XX dando lugar a una incipiente literatura de expresión castellana cuyos autores pertenecen en su mayoría al norte del país. Es una literatura en ciernes, todavía marginal en el paisaje literario nacional, sin apoyo oficial y editorial. Consecuencias de esta situación son: 1) muchos de los autores marroquíes tienden a publicar sus ficciones en concepto de autoedición; 2) algunas instituciones oficiales se encargan de financiar parte de las obras de estos escritores, como las universidades de Tetuán, y, sobre todo, las asociaciones culturales como la Asociación Tetuán-Asmir y la Asociación de Escritores Marroquíes en Lengua Española (AEMLE) de Tetuán y Larache respectivamente. Es preciso señalar que la literatura en cuestión –que últimamente empieza a abrirse paso en España– tiene problemas de tipografía textual, concepción técnica poco creativa de las obras, así como serias dificultades de distribución y recepción, aparte de que es de difícil acceso o adquisición por haber tenido círculos poco convencionales de comercialización.

Mohamed Abrighach

(Universidad Ibn Zohr-Marruecos)

Cubierta del libro «El indiano, el Kadi y la luna», de Isaac Benarroch, Tetuán, Editora Marroquí, 1951.

Cubierta del libro «Marhabá», de Gabriel Castro.

Cubierta del libro «Senderos de África», de José Arbide, Tetuán, Editora Marroquí, 1941.

Bibliografía

  • ABRIGHACH, Mohamed (2011). Ensayo de bibliografía universitaria publicada en lengua española en Marruecos (1957-2010). Prólogo de Mohamed SALHI. Rabat: RVB Edition.
  • FERNANDO DE LA HOZ, Vicente (1949). Apuntes para la historia de la imprenta en el norte de Marruecos. Tetuán: Instituto General Franco para la Investigación Hispano-Árabe/Imprenta del Majzén.
  • GIL GRIMAU, Rodolfo (1982). Aproximación a una bibliografía española sobre el norte de África: 1850-1980. Tomo 1. Prólogo de Alfonso DE LA SERNA. Madrid: Ministerio de Asuntos Exteriores. Dirección General de Relaciones Culturales/Printing Books.
  • MOGA ROMERO, Vicente (2006). «El mundo de la edición-reedición y el protectorado en torno a la cuestión hispano-marroquí». En Bernabé LÓPEZ GARCÍA y Miguel HERNANDO DE LARRAMENDI (eds.). Historia y memoria de las relaciones hispano-marroquíes: un balance en el cincuentenario de la independencia de Marruecos. Madrid: Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, pp. 77-152.
  • MOGA ROMERO, Vicente (2008). La cuestión marroquí en la escritura africanista. Una aproximación a la contribución bibliográfica y editorial española al conocimiento del norte de Marruecos (1859-2008). Barcelona: Bellaterra. Colección Alborán.
  • VALDERRAMA MARTÍNEZ, Fernando (1956). Historia de la acción cultural de España en Marruecos (1912-1956). Tetuán: Editora Marroquí.
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