Catálogo comentado de Gonzalo Rojas
Por Berta López Morales
La miseria del hombre (Valparaíso: Imprenta Roma, 1948)
La mayoría de los poemas fueron escritos entre los meses de mayo y diciembre de 1946, en el puerto de Valparaíso. El libro está organizado en cuatro secciones que contienen un total de 41 poemas. Lilia Dapaz señala: ...recolección de fragmentos que refleja la imagen de un mundo quebrado. Aunque usa palabras concretas, es poesía visionaria que surge de la duda fundamental de la realidad y de la división artificial entre mente y cuerpo [...] La ruptura de la realidad se corresponde con la ruptura del lenguaje
. Versos que fluyen intentando descifrar el mundo desde la fragmentación y desde la asfixia, semilla que germinará a lo largo de todo su ejercicio poético.
Poema: El sol es la única semilla
Contra la muerte (Santiago de Chile: Ed. Universitaria, 1964)
Este libro consta de las siguientes secciones: 1. Todo es tan falso y tan hermoso (nueve poemas), 2. Cambiar, cambiar el mundo (diez poemas), 3. Las hermosas son máscaras (diez poemas), 4. Eso que no se cura sino con la presencia y la figura (ocho poemas) y 5. Ya todo estaba escrito (diez poemas). A juicio del poeta Alfonso Calderón es Un libro ejemplar, hondo, lúcido, incita a la maestría del oficio y al hallazgo interior [...] huye del lenguaje enigmático [...] de las simulaciones de profundidad, trasciende el escalofrío inicial del incidente a un estado de lucidez crítica
. En La Habana, Casa de las Américas publica en 1965 una segunda edición aumentada de este libro.
Poema: Los días van tan rápidos
Oscuro (Caracas: Monte Ávila Editores, 1977)
Contiene casi toda la poesía publicada en sus libros anteriores, su estructura obedece a una manera diferente de percibir la propia escritura, como lo señala su autor: en el juego fragmentario que nada tiene que ver con la dispersión
y que se ordena en tres vertientes: Entre el sentido y el sonido (exploración del acto poético y de los poderes del lenguaje); ¿Qué se ama cuando se ama? (la pasión erótica y, por tanto, del cuerpo, así como la interrogación por su verdadera naturaleza); Los días van tan rápidos (el mundo de la temporalidad personal o histórica). En su «Ars poética en prosa» señala que el origen de su palabra es sonido, fulgor, relámpago, «ventolera de sílabas» que conjugan voces de diferentes tonos y épocas, de infortunio y fascinación, de éxtasis y contingencias.
Poema: Octubre ocho
Transtierro (Madrid: Taranto, 1979)
Colección de textos poéticos escritos entre 1936 y 1978, versos que reflejan y conjugan lo erótico, lo numinoso y circunstancial. Los poemas de los libros anteriores adquieren aquí otro tono, una nueva dimensión en la búsqueda terrena y metafísica de este sujeto que se representa como desnacido que salió de madre a ver el juego mortal, y es Uno; repetición de lo que es [...] metamorfosis de lo mismo
y agrega -el poeta- la patria honda del transtierro. Que es Tierra y más, palabra viva y rehallazgo con Quevedo, San Juan de la Cruz, Vallejo, Huidobro, Pablo Neruda y Cernuda.
Poema: Transtierro
Del relámpago (México: Ed. Fondo de Cultura Económica, 1981)
Es la muestra poética más voluminosa del autor, los poemas se organizan en tres secciones: I. Para órgano (sesenta y siete poemas), II. Las hermosas (cincuenta poemas) y III. Torreón del Renegado (sesenta y dos poemas). La segunda edición conserva la misma estructura a la que se agrega «Otros poemas» (dieciséis poemas). Según Hozven el libro es fulgor que ilumina pero que también esconde, permite varias lecturas; imagino al menos dos: leerlo como un libro de poemas o como otro mito que reactiva los orígenes de la escritura [...] recrea la relación del poeta con la escritura a través de las etapas de una vida
.
Poema: Para órgano
50 poemas (Santiago de Chile: Eds. Ganymedes, 1982)
La selección de estos poemas con ilustraciones de Roberto Matta estuvo a cargo del editor David Turkeltaub. En el prólogo afirma que a través de la lectura de estos versos el poeta consigue que el lector no vea la mano (que está) detrás de la escritura es la máxima aspiración de un poeta, la única que de veras lo asemeje a Dios
. Agrega que la elección de estos poemas se hizo siguiendo las vibraciones del pulso certero del poeta quien de muchacho confiesa que sentado ante una mesa de madera tosca, clavaba en ella un cuchillo: si el cuchillo quedaba vibrando, escribía; si no, salía a pasear
.
Poema: A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro
El alumbrado (Santiago de Chile: Eds. Ganymedes, 1986)
Es una vuelta sobre los orígenes, en cuya vitalidad se conjugan la herencia occidental, los ancestros mapuches, la temperancia y lubricidad de Oriente. Se trata de treinta y dos poemas entre los cuales evoca, llama y conjura a los iluminados de la tierra: Rimbaud, Hölderlin, Neruda, Rulfo, Celan, Rokha, Matta; pero también recoge el lado oscuro reflejado en el dolor de la patria herida del país cuarteada, rajado... a balazos, por orden/ del aullido de cuatro cornetas
. Son poemas políticos, sin caer en la consigna, que hablan del miedo, el dolor, el martirio llevado hasta la inmolación como se lee en «Sebastián Acevedo» y que alcanza su máxima expresión en los versos de «Ningunos». En 1987, Cátedra publica una segunda edición: El alumbrado y otros poemas se trata de un total de cincuenta y cuatro poemas, se incluyen poemas desconocidos tales como: «Cuerpo», «Tristana» y «Sermón del estallido».
Poema: Ningunos
Antología personal (México: Coed. UNAM, Universidad de Zacatecas y Premiá Editores, 1988)
Esta edición preparada por la Dirección de Literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México contiene una selección de sesenta y un poema que el mismo Gonzalo Rojas eligió como lo más representativo de su creación, en la contratapa el narrador y crítico Manuel Antonio Campos señala: ...es un canto desesperadamente terrestre al planeta, a la patria, a la mujer, a la amistad, al vagabundo que es él mismo: esas sencillas y hondas cosas que alumbran el camino difícil que lleva al paraíso de este mundo. [...] es como el lenguaje y la vida diarios del niño. Algo que no acaba de decirse porque no se ha descubierto del todo. Sus silencios y reticencias son otra forma de iluminación poética
.
Poema: Carbón
Materia de testamento (Madrid: Hiperión, 1988)
Este libro contiene una totalidad de ciento dieciséis poemas, de gran circulación en América Latina, España y Estados Unidos. El prólogo pertenece a su autor quien afirma: En este libro el poeta no sólo da cuenta de sus orígenes sino que los propone como legado, asombro y maravilla. Así, «En cuanto a la imaginación de las piedras» encierra toda una prospectiva de un quehacer poético que ha privilegiado, en contradicción con el ascetismo de las piedras, una lujuria primordial, una avidez y un gozo carnal por las palabras.
Poema: Materia de testamento
Desocupado lector (Madrid: Hiperión, 1990)
Este breve volumen de veinte poemas invita al lector, que no es cualquiera, a una lectura sin urgencias que busca en la decodificación del zumbido, del silabeo de la fractura de la presencia en la ausencia del torbellino de imágenes que se condensan, en la otra orilla, en los versos iniciales del libro: Cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida:/ la muchacha/ es herida, el olor/ a su hermosura es herida, las grandes aves negras, la/ inmediatez/ de lo real y lo irreal tramados en el fulgor de un mismo/ espejo
. Estos versos recientes como tantos otros de este libro nos reenvían a sus primeros poemas que como un murmullo se desplazan cadenciosamente, a veces; precipitadamente hasta el vértigo, en otros, para hablarnos de la perfección, de la hermosura, de la búsqueda de ese obseso del Uno, del origen, de la certeza.
Poema: Desocupado lector
Antología de aire (México: Ed. Fondo de Cultura Económica, 1991)
El presente volumen preparado por Hilda May de Rojas contiene una amplia muestra de la producción poética del autor, que va desde La miseria del hombre (1948) a Desocupado lector (1990). Se trata de presentar este Libro-Mundo al que el poeta se ha mantenido fiel, volviendo una y otra vez a las vertientes que nutren su creación: la numinosa, la erótica y la tanática porque la suya -según sus palabras- es la gran búsqueda del desnacido que salió de madre a ver el juego mortal, y es Uno: repetición de lo que es, metamorfosis de lo mismo
.
Poema: Cítara mía
Las hermosas (Santiago de Chile: Ed. Los Andes, 1991)
En este libro como el subtítulo lo indica -poesías de amor- reúne junto a poemas ya publicados en textos anteriores otros nuevos que se relacionan por una temática común: el amor. Los textos del medioevo, de los místicos, del barroco y el modernismo cruzan esta poesía en una síntesis propia de nuestra época. La lírica rojiana afina en este libro el lenguaje de los sentidos introduciendo el ritmo de su respiración, la pausa de los pulsos cardíacos para crear una atmósfera de voluptuosidad y exaltación amorosas. El texto se ofrece a la posesión mediante la lectura; el cuerpo-textual se revela al cuerpo-lector como producción de sentido, que surge de este abrazo íntimo, incluso si este se eclipsa en el goce final.
Poema: Las hermosas
Zumbido (Barcelona: Llibres de Phalartao, Taller tipográfico de Lluis Aliart, 1991)
Edición para bibliófilos de cien ejemplares numerados, incluye ilustraciones originales de Víctor Ramírez, en su presentación el poeta Juan Carlos Mestre señala: Poeta de la exactitud y de la desnudez en Gonzalo Rojas se cumple la videncia y el oráculo, el vaticinio escrito en el arco de las adivinas. Su cántico, la abeja de la sabiduría urde el resplandor del relámpago con la música innumerable del zumbido. Reside en lo sonoro, pastor en el fósforo de la fragancia y el ritmo... la semilla celeste de su signo. Es hoy una de las iluminaciones más prodigiosas de la poesía en lengua castellana
.
Poema: Zumbido a diez mil metros
Cinco visiones (Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1992)
La selección de poemas reunidos en este libro, publicado con motivo de la obtención del primer premio Reina Sofía, y que inaugura la colección Biblioteca de América, fue realizada por el propio poeta. La presentación del mismo estuvo a cargo de Carmen Ruiz Barrionuevo que sostiene: Estas cinco visones reordenan otra vez sus poemas, nos proponen nuevas aristas, nos ofrecen nuevos choques entre las piezas del engranaje, de cuyo frotamiento brotará, una vez más, renovada, la chispa comunicativa [...] autor de un único libro [...] sus poemarios se recomponen de título en título, con poemas inéditos, con otros precedentes, o bien se articulan dentro de otros engarces, cobrando en cada ocasión una intensidad luminosa y eficaz
. En efecto, se trata de un total de ciento treinta y dos poemas ordenados a través de cinco visiones: I. ...ESTABA PENSANDO EN LO PELIGROSO. DE REPENTE ESTABA PENSANDO EN LO PELIGROSO... II. NACE DE NADIE EL RITMO, LO ECHAN DESNUDO Y LLORANDO COMO EL MAR, LO MECEN LAS ESTRELLAS... III. CUMPLO CON INFORMAR A USTED QUE ÚLTIMAMENTE TODO ES HERIDA... IV. POR FAVOR TIERRA, ÚNICAMENTE TIERRA A VER SI VOLAMOS... V. AY, CUERPO QUIÉN FUERA ETERNAMENTE CUERPO...
Poema: Enigma de la deseosa
Río turbio (Madrid: Hiperión, 1996)
Esta selección lírica conjuga de manera armónica los textos anteriores con los más recientes, los treinta y nueve poemas se imbrican con total armonía, en un diálogo fresco que produce nuevos tonos, ritmos y sentidos tanto para los poemas anteriores como para los nuevos, que se traban sólidamente en la mismidad del sujeto lírico y de su poeticidad, porque en este río turbio está el principio, el zumbido, la soledad, la fragilidad de lo informe, el estallido de la pequeña muerte, el desamparo, la natura naturans, la materia y la orgía magnífica del verbo.
Poema: Río turbio
América es la casa y otros poemas (Salamanca: Centro de Estudios Ibéricos y Americanos de Salamanca, 1998)
Esta edición de Casa de América del Centro de Estudios Ibéricos y Americanos de Salamanca estuvo a cargo de Alfredo Pérez Alencart, quien seleccionó, organizó los textos y escribió las notas. La estructura del libro es la siguiente, escribe Pérez Alencart: Una primera- "América es la casa, ¿quién no lo sabe?"-, donde la prosa del poeta nos dejara vislumbrar las claves de su oficio mayor, sus renunciaciones y las voces que pueblan su memoria impregnada de señales americanas. En la segunda -bajo el título de "Metamorfosis de lo mismo"- encuentran acomodo los poemas inéditos de escritura reciente. En esta parte -y en la que sigue- se pueden apreciar relámpagos de las visiones que impregnan su obra: lo numinoso, lo erótico, lo genealógico, el testimonio político y, finalmente, lo elegíaco con lo tanático
.
Obra selecta (Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1999)
Este libro a cargo de Marcelo Coddou, quien realizó la selección, prólogo, cronología, bibliografía y variantes sobre la obra de Rojas; incluye poemas de todos sus libros además de prosa agrupados en siete secciones: El oficio mayor, Lo numinoso, Lo erótico, Lo tanático y lo elegíaco, Genealogía de la sangre y del espíritu, El testimonio político, pero sin consignas, Río turbio. Prosa. En este libro se ha tratado como afirma su editor: ...poner a disposición del lector interesado un corpus orgánico de hechos -los poemas-, e ideas afines, con el fin que el lector virtual logre apreciar lo que, a muchos, nos parece algo evidente: que la poesía de Gonzalo Rojas constituye una de las realizaciones más significativas de las literaturas hispánicas de este siglo
.
Poema: En cuanto a la imaginación de las piedras
Oscuro y otros textos (Santiago de Chile: Pehuén, 1999)
Esta edición forma parte de la Colección Premios Nacionales de Literatura y está precedida por dos estudios: «La otra voz de Gonzalo Rojas» de Fabienne Bradu y «Gonzalo Rojas a 20 años de Oscuro» de Eugenio Montejo. El libro está integrado por seis secciones: I. El Alumbrado (veinticuatro poemas), II. ¿Qué se ama cuando se ama? (treinta y cuatro poemas), III. Contra la muerte (veintiún poemas), IV. Desocupado lector (veintitrés poemas), V. Materia de testamento (diecinueve poemas), VI. Prosa (incluye reflexiones, fragmentos y artículos del poeta). En relación con el ritmo de sus poemas a Bradu se le representa como un movimiento muy físico, un engranaje de formas impredecible, movido y jalado por fuerzas encontradas... aceitado por determinadas palabras que son, a un tiempo, el disparador y el combustible del poema
, insiste en la recurrencia del esdrújulo desde «relámpago» palabra clave en la poética implícita y explícita del autor. Por su parte, Montejo señala que una constante a lo largo de sus libros ha sido el acierto con que su voz ha sabido conjugar desde temprano tanto las verdades clásicas como las modernas innovaciones [...] y pasar legítimamente de la orilla de la palabra a la orilla de la memoria
. Oscuro junto a otros poemas se revive adquiriendo nuevas vibraciones y significaciones en la época de «reniñez» del poeta.
Poema: Almohada de Quevedo
Diálogo con Ovidio (México: El Dorado Eds., 2000)
Con ilustraciones de Roberto Matta esta edición de 1000 ejemplares cuyos primeros 100 números fueron firmados por el poeta, comienza con el poema homónimo: Leo en romano viejo cada amanecer/ a mi Ovidio intacto, ei mihi,/ ay de mí palomas,/ cuervas más bien, pájaras/ aeronáuticas, ya entrado/ el año del laúd del que no sé/ pero sé aciago...
. Poesías de amor que no sólo se escriben, según el poeta, únicamente a los veinte años
surcan estas páginas desde «Oriana» hasta ese respirar ahogado en el juego eterno del equívoco que es siempre el discurso rojeano en «Asma es amor». Lujuria, pasión, frenesí, mística, utopía: versos de amor que van al encuentro del poeta latino del Ars Amandi.
Poema: Hablando de dioptrías
Antología poética (México: Ed. Fondo de Cultura Económica, 2000)
La selección de poemas ha sido realizada por Gonzalo Rojas y la presentación del mismo es de Fabienne Bradu quien afirma que escuchar a Rojas es oír correr la sangre de la poesía en las venas de sus versos
. En efecto, este libro de formato pequeño incluye dos discos compactos que permiten una lectura a dos voces: la silente del lector que se abre a los sugerentes matices proyectados por la profunda voz del vate, que sirve de soporte y guía de este itinerario poético donde se conjuga lo numinoso, lo sensual y lo genealógico. Cuarenta y un poemas, que van desde La miseria del Hombre (1948) hasta Diálogo con Ovidio (2000), en una lujosa edición de bolsillo ofrece al amante de la poesía un atisbo cierto de su creación poética.
Metamorfosis de lo mismo (Madrid: Visor Libros, 2000)
Esta obra magna consta de siete secciones: Concierto (68 poemas), El Alumbrado (67 poemas), ¿Qué se ama cuando se ama? (76 poemas), Historia, musa de la muerte (52 poemas), Materia de testamento (33 poemas), La risa (59 poemas), Vertiente en pobre prosa (13 textos). Tal como lo señala el título, el autor ha reunido la mayor parte de su producción poética, imprimiendo a cada uno de sus textos nuevas significaciones de un poetizar que se construye y deconstruye a partir de las relaciones que se establecen entre unos y otros: diferentes libros, diferentes épocas, diferentes espacios, diferentes miradas para una visión de mundo que desde 1938 al 2000 mantiene los mismos ritmos intensos que el paso de un siglo a otro no ha atenuado; por el contrario, las palabras adquieren el peso profético de una voz cuyo diapasón se mantiene intacto. Interesante resulta, también, la lectura de los textos en prosa de la última sección, a través de la cual ingresamos a la zona de su poética explícita, de sus filiaciones y de su ser más íntimo. Esta magnífica edición incluye un disco compacto con una selección de poemas leídos y comentados por su autor.
Poema: Carta a Huidobro
Velocities of the Possible (Minnesota: Red Dragonfly Press, 2000)
Los doce poemas de esta edición bilingüe han sido seleccionados por John Oliver Simon de los siguientes libros: Contra la Muerte (1964), Oscuro (1977), Transtierro (1979), El Alumbrado (1986), Río Turbio (1996), sin lugar a dudas este nuevo libro intenta difundir la poesía de Rojas en lengua inglesa, pues en palabras de su traductor: Gonzalo Rojas is one of the essential masters of twentiethe-century poetry in Spanish. [...] But he is sparsely represented in English translation. Velocities of the Possible is a first step toward correcting that situation
.
Poema: What do you love when you love?
¿Qué se ama cuando se ama? (Santiago de Chile: DIBAM, 2001)
Edición de lujo realizada por la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, estos poemas eróticos (cuarenta y uno, en total, contenidos -además- en un disco compacto) están atravesados por el certero «ojocíclope» de Mariana Matthews y de Claudio Bertoni quienes a través de desnudos femeninos y fragmentos de ellos artísticamente trabajados, se suman a la significancia que exhalan estos textos poéticos: Mi poesía es aire: hay que leerla respirantemente, echar a Píndaro por la nariz de modo que entre centelleante en la endolinfa de la oreja, pero es ojo a la vez. Ojo de ver y de transver, las cámaras lo saben
. Además, la presentación a cargo del poeta tiene como trasfondo las correntosas aguas del río Renegado, razón por la cual este libro es un supersigno donde se combinan las imágenes, los sonidos de las aguas río abajo, la voz profunda del autor leyendo sus poemas que invade al «lector-oyente» con toda la sensualidad de sus versos fulgurantes.
Poema: Muchachas
Réquiem de la mariposa (Santiago de Chile: DIBAM, 2001)
Este proyecto estético está destinado a presentar en cada uno de sus volúmenes una de las vertientes de su poesía. La tanática, el poder connotativo de la palabra poética alcanza una dimensión mayor en este texto, pues se suman a sus múltiples sentidos -nunca agotados en el verbo de este alquimista- las imágenes plásticas de dos conocidos artistas de la fotografía: Mariana Matthews y Claudio Bertoni, además del diseño y edición de imágenes digitales de Manuel Araneda.
En efecto, la selección y orden de los poemas realizada por su autor permite a los seguidores de su poesía y a los neófitos entrar en una dimensión temática única, que se desplaza en una diacronía que cruza todo su quehacer poético comprometiendo al lector en el ensayo de nuevas lecturas en pos de desciframientos que se escurren o se alcanzan en las imágenes que lo acechan entre poema y poema, entre lectura y lectura y, por qué no, entre audición y audición; porque a esta conjunción de estímulos visuales es posible agregar la potente voz del poeta, que otorga a cada verso el ritmo perfecto, la cadencia necesaria para agudizar todos los sentidos y dejar que la poesía se desplace libre y desvergonzada por entre los pliegues del texto. No es la elegía propiamente tal, no es el lamento inconsolable, exteriorización de una pérdida irremediable; por el contrario es la celebración como en «Carbón», poema de inicio, o tal vez pura metafísica como en «Réquiem de la mariposa», poema de cierre.
Lo cierto es que en estos cuarenta y cuatro poemas Gonzalo Rojas entrega diferentes visiones de la muerte materializada en seres queridos. La muerte rojiana es el despojamiento de lo terrenal, de la pura exterioridad, es la búsqueda de lo primigenio, del origen, de la vuelta a la tierra, al polvo sagrado.
Rostros tras velos, manchas como oquedades de termitas en las hojas de un libro, lo oscuro del carbón en la barca de la muerte, en lo negro del mar y la montaña definidos por el gris del cielo, amarillos naranjas, la bella diluyéndose, las sombras de pequeños objetos de porcelana, de cáñamo, de cristales: todos en espacios terracotas, paisajes en blanco y negro, texturas rugosas en azules grisáceos, un viejo automóvil cubierto por negra tela, sobre pastos secos ante un muro erosionado, verdes que se desplazan veloces y se eternizan en un recuadro, nudos, arrugas, hilachas que se enredan como la sintaxis de estos versos que dan cuenta de la transitoriedad, del devenir, de la hermosura reventada... cuando sopló la Arruga
, pero que en Rojas es círculo, eterno retorno, es lo uno, lo único, es el instante que lo es todo. Es un hecho que la lectura de estos poemas entregarán una visión ilusoriamente totalizadora de un tema recurrente, en su creación poética, que se enlaza naturalmente con lo erótico y lo numinoso, es decir, con lo sagrado, con lo misterioso; ilusoria porque la palabra poética es siempre huidiza, es vértigo, es estallido que fulmina.
Sin embargo, es necesario confiar al lector que el poeta ha escogido diecinueve poemas para el disco compacto que acompaña al libro y cuenta a su lector-escucha cómo se gestaron algunos de estos poemas: ¿anécdota o desafío exegético?
Poema: Réquiem de la mariposa