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La parodia teatral en España

Catálogo de autores

L

Larra y Wetoret, Luis Mariano

Información del autor

Prolífico dramaturgo español (1830-1901), especializado en las formas de teatro breve y musical. Es recordado sobre todo por su zarzuela El barberillo de Lavapiés, aunque el éxito de esta pieza se debió a la magistral partitura del compositor Francisco Asenjo Barbieri, con quien colaboró asiduamente en obras como Chorizos y polacos o Juan de Urbina. En su teatro busca la comicidad de los tipos, por encima de la comicidad de situación. Su trabajo como libretista no fue apenas reconocido, estando siempre en segunda fila, a espaldas de los compositores para los que escribía las letras. Aprovechó sus conocimientos de la realidad teatral para escribir parodias como La africanista y Faustito, y otras obras cómicas como La prima-donna. Se trata de un autor relevante para la historia del teatro cómico del siglo XIX, sobre el cual sería interesante profundizar, a fin de revelar las claves de la comicidad de sus libretos.

Catálogo de títulos
  • La africanista / por Luis Mariano de Larra.
  • Faustito / por Luis Mariano de Larra.

Larrubiera y Crespo, Alejandro

Información del autor

Este madrileño (1867-1937) fue un escritor y periodista brillante, colaborador de los principales periódicos y revistas de España, director de algunos semanarios festivos y autor de diversas novelas y cuentos, como Mimosa, La Virgencita, El dulce enemigo, Márgara e Historias madrileñas. Como dramaturgo escribía casi siempre en colaboración con Palomero y con Casero: Los charros, Las mocitas del barrio, Feúcha... Son suyas también El querer de la Pepa, El sábado de Gloria, La gente alegre...

Catálogo de títulos
  • Feúcha / por Alejandro Larrubiera y Antonio Casero.

Liern y Cerach, Rafael María

Información del autor

Nació en Valencia (1832) y falleció en Madrid (1897). Estudió Derecho y Filosofía y Letras en las Universidades de Valencia y Madrid. Trabajó como redactor en la Gaceta, colaboró en la prensa de la época, sobre todo con artículos humorísticos y taurinos, que solía firmar con su seudónimo Amalfi, y fundó el semanario festivo El Saltarín. Fue director del barcelonés teatro Gayarre y de varios coliseos madrileños, entre ellos el Teatro Real. Ejerció, incluso, como director artístico de la actriz María Guerrero.

En la labor de creación teatral, que ejerció en castellano y valenciano, destaca por su notable productividad, sobre todo en el ámbito de teatro breve cómico. Destacamos los siguientes títulos: Don Pompeyo en carnaval, El barbero de Rossini, Doña Juana Tenorio, Telémaco en la Albufera, El aceite de bellotas, Azulina, Carracuca, ¡El demonio de los Bufos!, Dos cómicos de provincias, Picio, Adán y compañía, y ¡Otelo número 2!, con Valladares Saavedra. La revista Madrid Cómico le dedicó una aleluya (9-06-1888): Es fecundo como cuatro / y tiene sal como doce, / y nadie como él conoce / los resortes del teatro.

Catálogo de títulos

Llanos, Adolfo

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  • El ajuste de una tiple / por Adolfo Llanos.

López, Eugenio Gerardo

Catálogo de títulos
  • Don Cyrano / por Eugenio Gerardo López.

López de Ayala y Herrera, Adelardo

Información del autor

Nació en la localidad sevillana de Guadalcanal (1828) y murió en Madrid (1879), ciudad a la que se trasladó de joven movido por su vocación literaria. En la capital española participó activamente en actividades culturales y literarias varias. Fue un autor acomodaticio, oportunista, que supo cambiar de su juvenil tendencia ideológica liberal a un conservadurismo moderado, que le ayudó a obtener varios puestos en cargos públicos: ministro en varias ocasiones y presidente del Congreso. Perteneció a la Real Academia Española.

En el ámbito de las letras, colaboró con artículos y críticas en El Mosaico y El Padre Cobos, y desarrolló una notable actividad dramática, que evolucionó desde una primera postura romántica a un realismo moralizante, próximo a la alta comedia. Algunos de sus títulos más relevantes son: Un hombre de Estado, Los dos Guzmanes, El tanto por ciento, El nuevo don Juan y Consuelo.

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López Marín, Enrique

Información del autor

Este logroñés (1869-1919), licenciado en Filosofía y Letras, se dedicó al periodismo, colaborando en publicaciones como La Ilustración Española, Madrid Cómico, Vida Galante, y dirigió El Diablo Mundo. Periodista, escritor y autor dramático, en palabras de Zurita, fue uno de los discípulos aventajados de Granés, aunque fueron muchos los que trataron de imitar a este. Marín aventajó en cantidad, pero no en calidad a Granés. En colaboración con este escribió El balido del zulú. López Marín fue parodista de buen temple, menos molesto que Granés y casi tan ingenioso como él. Su primera parodia, Los africanistas, en colaboración con Gabriel Merino, ofreció la novedad de que la música fue escrita por el maestro Caballero, autor también de la parodiada El dúo de la Africana. Se estrenó en el Teatro Apolo en 1894 con un enorme éxito. Después escribió La romería del halcón..., aunque apenas tuvo éxito. Sí lo logró, y bien merecido, con ¡Simón es un lila!, imitación caricaturesca de la hermosa ópera de Saint-Saens. Autor muy prolífico, son suyas también gran cantidad de zarzuelas, pasillos, sainetes y parodias, entre ellas: Venus Salón, La Condesa X, Mis Hisipi, Los triunviros, El sueño de anoche, Charito, ¡Pido la palabra!, ¡Lagarto! ¡Lagarto!, En Sevilla está el amor...

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López Silva, José

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Nació en Madrid (1860) y falleció en Buenos Aires (1925). Su juventud la pasó en los ambientes marginales de Madrid; de aquí tomó la experiencia necesaria para retratar el ambiente castizo en sus sainetes y piezas cómicas. Además de su actividad teatral, colaboró en Madrid Cómico, en El Heraldo y La Lidia. Pero el prestigio le vino de sus sainetes y zarzuelas, de contenido popular, llenos de ingenio y comicidad. Muchas de sus obras las escribió en colaboración con autores como Fernández Shaw, Ricardo de la Vega o Arniches. Destacamos títulos como: La calle de Toledo, El colillero, Las bravías, en colaboración con Arniches y Fernández Shaw, y La Revoltosa, con Fernández Shaw.

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  • Las bravías / por José López Silva.

Luceño, T.

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  • La noche de El trovador / por Tomás Luceño.
  • Fiesta nacional / por Tomás Luceño.

Lucio y López, Celso

Información del autor

Poeta y escritor dramático (Burgos, 1865, Madrid, 1915), colaboró en diversos periódicos y revistas, como El Globo, Madrid Cómico y Blanco y Negro, y fue diputado provincial por Madrid. Muy joven se dio a conocer como poeta y en 1888 estrenó su primera obra teatral: A vista de pájaro. Carlos Arniches fue su colaborador más asiduo, aunque también trabajó, entre otros, con Enrique García Álvarez, Antonio Palomero y Gabriel Merino. De sus obras destacamos: María de los Ángeles, con Arniches, Pepito, con Palomero, Los aparecidos, El cabo primero, ¿Cytrato?... ¡De ver será! y ¡A cuarto y a dos!, ambas con Gabriel Merino, El último chulo, La marcha de Cádiz, con García Álvarez, El gorro frigio... La revista Madrid Cómico le dedicó un aleluya (25-07-1891): Todo pasa, y ya pasó / la floración de este ingenio; / pero aún guardamos con gusto / de su perfume el recuerdo.

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Lustonó, Eduardo

Información del autor

Este escritor madrileño (1849-1906) abandonó pronto sus estudios universitarios para dedicarse activamente al periodismo, colaborando en empresas como Fígaro, Doña Manuela, La Iberia, Las Novedades, Madrid Cómico, La Correspondencia Literaria, Gente Vieja o Blanco y Negro. Logró hacerse muy popular en el panorama literario y, por ende, teatral del momento; panorama que, por otra parte, conocía a la perfección, como demuestra en algunas de sus piezas teatrales, en las que el mundo de los espectáculos escénicos resulta frecuentemente caricaturizado. Lustonó mostró un humor mordaz, alegre, de gran ingenio, que, sin embargo, le ocasionó más de un problema; debido a esa vertiente satírica de sus obras sufrió varios procesos «judiciales» y fue desterrado.

En el ámbito teatral, su producción, aparecida con frecuencia tras el seudónimo Albillo, se enmarca en el género chico, al que dignificó con sus piezas repletas de ironía, inteligente ingenio y elegante humor. Trabajó, como la mayoría, con colaboradores varios; algunos de los más asiduos fueron Eduardo Saco y Miguel Ramos Carrión. De sus obras cabe recordar las siguientes: La cómico-manía y ¡No más ciegos!, ambas con Eduardo Saco, Por un agujero, Basta de suegros, Santiago y... a ellas, Manzanos y guindos, y Un sarao y una soirée, con Ramos Carrión.

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